jueves, 10 de septiembre de 2009

11 de septiembre, el fin justifica los medios



Después de escuchar y ver toda esa inacabable información que circula sobre los atentados a las Torres gemelas en donde se entremezclan desde hechos heróicos hollywoodense hasta las más sorprendentes conspiraciones, el sentido crítico, es nuestra única defensa para tanta manipulación, sirviéndonos como filtro para poder extraer algunas respuestas de aquellos hechos ocurridos hace ya ocho años. 
Según los entendido, hasta antes del 11 de septiembre del 2001 las principales reservas mundiales de petróleo se encontraban en el Medio Oriente. Algo que se podía notar es que en dichos territorios, en ese momento, los Estados Unidos no tenían una presencia importante. 
Días antes de ese fatídico 11 de setiembre, según las encuestas publicadas por los principales diarios del país norteamericano, su opinión pública estaba en contra de cualquier aventura bélica en el Medio Oriente. 
48 horas después de aquellos atentados, esa misma población, apoyaría ciegamente cualquier aventura militar sobre cualquier país que consideraran una amenaza. 
Después de esos huracanes de patriotismo los estadounidense dieron luz verde en los siguientes años a una política militarista que llevaría a ese país a hacerse de las principales reservas petroleras del mundo.
Ahora, sus empresas explotan y comercializan ese crudo y la influencia estadounidense en esa región de Asia a crecido, asegurando de esta forma el petróleo que necesitará para los próximos 50 años. 
¿Qué hubiera ocurrido si los atentados no hubieran tenido la magnitud conocida? ¿Qué hubiera ocurrido si las víctimas de estos atentados no hubieran excedido las doscientas?
Seguramente, la reacción de la opinión pública norteamericana hubiera sido diferente. 
Tenía que haberse producido más de 3,000 víctimas 
-como las que ocurrieron- para poder despertar todo ese revanchismo, xenofobia y chauvinismo patriotero en la población norteamericana y servir de escusa para que los Estados Unidos se apoderasen de aquellas apetecibles reservas petrolíferas en el Medio Oriente. 
Nicolás Machiavelo, nos ha dejado una gran enseñanza que han sido muy bien aprendida e interpretada por sus más aplicados discípulos que ahora con "manual en mano" dirigen los destinos de las principales potencias del planeta. 
Nuestro mundo se ha vuelto un gran hormiguero en donde la abeja reina maneja a su antojo a sus más leales zánganos para tener dominada e intoxicada a esas casi 7,000 millones de obreras con ese consumismo contra natura y distraída por el temor a esas cíclicas pandemias. 

sábado, 5 de septiembre de 2009

Lourdes Flores Nano, el delito de la herencia





Hasta ahora recuerdo sus ojos rojizos e irritados despues de esos mares de lagrimas que habrán sido su -seguro- impotente desfogue, al enterarse Lourdes Flores Nano los resultados de la primera vuelta en las ultimas elecciones presidenciales.
Este pais tiene la caracteristica de golpear de tal forma a sus mártires habitantes, haciendoles brotar en el dolor sus mas ocultas debilidades, y fueron estas, lo que expresaba el rostro y la mirada de Flores Nano aquel día.

Ella, seguro si hubiera tenido la formación de un anglosajón, su pragmatismo la hubiera hecho entender la derrota dándole lucidez para seguir con su carrera política, pero no, ella no es inglesa ni mucho menos, ella es solo la heredera de esa bulnerabilidad nacida de la educación conservadora que recibió dentro de una "familia bien" peruana, en donde el integrismo católico y un erroneo y fantasioso complejo de superioridad de ser criollo en tierra de bárbaros indigenas le han producido y le va producir ese tipo de derrotas morales de las que los hombres que no tienen una identidad fortalecidad lo llevarán a volver a caer en esa eterna decadencia del subdesarrollo.
La señora Lourdes Flores Nano seguro fue la menos negativa candidata a la presidencia de las pasadas elecciones, pero ya llevaba dentro ese virus maldito de esa herencia de bulneraviliadad y derrota que lo alimentó teniendo un padre con el cerebro congelado en el pensamiento de aquel conquistador carente de dignidad pero si indigestado de ambición e incultura.
Hurgar en la biografía de ella no sería tan dificil porque como ella han habido y hay millones de mujeres y hombres que crecen en esa subcultura de poseer ese fatal complejo de superioridad que solo te ciega y te carcome, corroiendo la fortaleza de todos aquellos que en estos casi 200 años han dirigido este pais.
Los restos de ese pensamiento colonial que aun sobreviven en nuestra sociedad peruana bulnera y acompleja a nuestra población y más aún a personajes públicos como la Flores Nano que decepcionada y compungida por sus dos derrotas electorales le hacen ahora tirar la toalla de ese ring en el que se a convertido la carrera a la presidencia del Perú, aceptando el empleo de un empresario que tiene una oscura hoja de vida tan igual como el más rico comerciante ingles durante la era del opio.
El peruano de todos los colores puede ser un triunfador de por vida pero solo tiene que mirarse al espejo y aceptar su verdaera cultura e identidad.

Ridley Scott en su Waterloo

  Las oscuras nubes de unas horas bajas no solo ensombrecen a Occidente en su enfrentamiento con Rusia para conservar la unipolaridad en el ...