Estos
días de marchas están siendo aprovechados por aquellos grupos que históricamente
han apoyado los golpes de estado en el Perú.
Esta
campaña en el que están atareados estos grupos consiste en hacer creer a la población
que vivimos en un caos, como si estuviésemos en medio de las calles de Alepo –
Siria, obligando a algunos compatriotas a entrar en desesperación y en esos desvaríos insinuar a los uniformados
“poner un supuesto orden a la casa”.
No
es para tanto.
Estos
problemas de corrupción, en este país siempre han existido, solo que hoy, gracias a
las redes sociales, se difunden masivamente viéndose como recientes y numerosos.
Y
uno se pregunta: ¿Estos problemas de corrupción dentro del estado, tienen solución?
Claro
que sí, pero, democráticamente y dentro
del estado de derecho, y en esta coyuntura, la solución sería convocar a nuevas
Elecciones Generales. Y después, una vez
juramentado el nuevo mandatario con esa legitima representatividad, se podrían
realizar aquellas consultas a la población que harían posible alguna reforma constitucional o mejoras
dentro de una o varias instituciones del
estado.
Un
golpe de estado en este momento, significaría regresar a la barbarie tercermundista.
Otro
aspecto que siempre nos preocupa es la autoestima de la población, debilitada
por su escasa identidad personal y étnica, y esto se refleja en su auto
concepto y su consecuente dignidad personal.
En
estos días se han publicado los resultados de unos estudios genéticos realizados a los peruanos
en los cuales se ha confirmado que los denominados “mestizos” peruvianos tienen en su ADN un 60 por ciento de contenido
indígena.
Esto
es una buena noticia porque son evidencias que se necesitaban para que ese
compatriota entienda que está ligado indefectiblemente con la etnia quechua que
es la mayoritaria en estos territorios, y
que, sumado a esto, solo alejando de él los
prejuicios de este proceso de aculturación de conductas degradadas y decadentes,
harán posible que este peruano se fortalezca emocionalmente y eso redundará en
su entorno y sobre todo en su carácter, que anteriormente fue moldeado por ese
frió, esa nieve que ahora los asusta.
Hace
miles de años ese frio, esa nieve, moldearon su fuerza y su personalidad caracterizado de valores humanos de orden,
disciplina, laboriosidad, austeridad, honestidad
que hicieron a los incas, a los quechuas, a los antiguos peruanos, construir
obras como Machu picchu o el Qhapaq ñan.
Como
otros pueblos que han convivido con la nieve, como los prusianos, los eslavos,
los han, y tantos otros, la cohesión de sus pobladores fue el abrigo necesario
para superar esas gélidas temperaturas.
El
Cusco fue capital de un Estado poderoso y eficiente que aun el proyecto hasta
ahora fallido creado en 1821 con sus casi doscientos años no ha podido superar.
Toda
esa organización eficiente inca terminó y los forasteros pusieron a Lima
capital de su colonia. Desde ese momento esa urbe tropical, de arenal, nublada
y tóxica, ha mirado complaciente e inerte como expolian sus territorios y como
se corrompen sus autoridades y los que deberían defenderlos. Desde ese momento
el calor sofocante, ocioso, malsano, ha acompañado nuestras derrotas y toda
esta podredumbre que se ventilan en las redes.
Hoy, es cierto, ese Tahuantinsuyo y sus miles de años de desarrollo cultural, ese"edén" que nombraron los británicos, fue completamente destruido, y lo que intentan decirnos que son sus herederos como las costumbres de los "huaynitos y ponchitos", no son más que un burdo invento de la decadente cultura criolla.
Gracias a los nuevos descubrimientos sabemos lo que verdaderamente fue nuestra grandiosa cultura milenaria plagada de sofisticación, orden, reciprocidad, cohesión, manejo eficiente del estado y sus funcionarios y del cumplimiento de su población, de todo ello, podemos extraer grandes enseñanzas, son nuevas ideas, para mejorar y continuar con ese proceso truncado en 1532, pero ahora con esta realidad y en democracia. Tomar lo bueno del pasado y del presente.
Hoy, es cierto, ese Tahuantinsuyo y sus miles de años de desarrollo cultural, ese"edén" que nombraron los británicos, fue completamente destruido, y lo que intentan decirnos que son sus herederos como las costumbres de los "huaynitos y ponchitos", no son más que un burdo invento de la decadente cultura criolla.
Gracias a los nuevos descubrimientos sabemos lo que verdaderamente fue nuestra grandiosa cultura milenaria plagada de sofisticación, orden, reciprocidad, cohesión, manejo eficiente del estado y sus funcionarios y del cumplimiento de su población, de todo ello, podemos extraer grandes enseñanzas, son nuevas ideas, para mejorar y continuar con ese proceso truncado en 1532, pero ahora con esta realidad y en democracia. Tomar lo bueno del pasado y del presente.
Nunca
estos territorios y su clase política saldrán de esta degradación mientras no
vuelvan a sus antiguos valores milenarios.
Porque continuar solo con la muy manoseada e inútil cultura criolla sería lo mismo que hacemos hace 200 años y no nos ha llevado a nada bueno, salvo nos ha traído desunión y derrotas, y creo que sería hasta suicida, y que mejor ejemplo que Alan García, descendiente de quechuas pero peleado con ese mundo con esa cultura, tomó en su lugar la cultura criolla, y fue en realidad su perdición.
Porque continuar solo con la muy manoseada e inútil cultura criolla sería lo mismo que hacemos hace 200 años y no nos ha llevado a nada bueno, salvo nos ha traído desunión y derrotas, y creo que sería hasta suicida, y que mejor ejemplo que Alan García, descendiente de quechuas pero peleado con ese mundo con esa cultura, tomó en su lugar la cultura criolla, y fue en realidad su perdición.