Desde este
humilde blog catalogado por las redes sociales del exterior como uno de los más
importantes de habla hispana por su contenido, hemos hecho notar
continuamente el enorme intereses que
tenemos sobre el tema del transporte para nuestra ciudad; nos hemos informado y esto no es de ahora sino
que ya llevamos varios años recopilando datos sobre este asunto, por esta razón nos sentimos en la obligación
de hacer publica nuestra opinión.
Estamos de
acuerdo con la iniciativa del gobierno para construir en Arequipa un tipo de transporte
masivo moderno y sobre todo de tracción
eléctrica, y si este va ser un monorriel bienvenido sea. Hasta ahí perfecto. Luego leí en los medios escritos que junto al monorriel existía la
posibilidad de construir un tren ligero. Si esto es así, mejor aún.
Entonces, está
claro, lo que se necesita para Arequipa
es un transporte eléctrico, pero si se trata de elegir entre el monorriel y el
tren ligero, definitivamente el medio de transporte más conveniente para
nuestra urbe es el segundo.
En una ciudad
altamente sísmica como Arequipa los pilares que sostendrían al monorriel de
ocurrir un fuerte sismo serian
de enorme riesgo para sus numerosos usuarios, y después de observar las
imágenes de aquellas enormes columnas colapsadas de los viaductos en Kobe después de sufrir un terremoto, me confirman definitivamente que ante esta realidad sería
mucho mejor un tren superficial y no uno aéreo.
Veo aquellos
trenes ligeros en España y me los
imagino corriendo por nuestra hermosa campiña y en las calles Bolívar o Sucre, y por la sotana del arzobispo, combinan armoniosamente con nuestro paisaje y la arquitectura de sillar.
No sé qué
ocurrirá en las mentes y corazones de aquellos funcionarios y burócratas que
tienen en sus manos la decisión final de
este culebrón, pero esperemos que esta sea la más sensata y elijan el tren ligero.
Hace poco el Presidente
de la República tuvo como invitada a la madamas del Fondo Monetario Internacional, y se los juro que parecía una completa payasada hablar de
prosperidad y desarrollo en el país, cuando todavía mantenemos unos medios de transportes no
solamente obsoletos sino completamente inhumanos.