Quizás son muchos los conocimientos y las experiencias que uno acumula desde temprana edad, algunos, seguramente, serán olvidados, pero, otros, por su valor formativo quedarán mucho más tiempo, sobre todo, aquellas enseñanzas extraídas de la obra de ciertos autores aun vigentes que llegan a influenciar tanto que te trazan el camino que recorrerás el resto de tu vida.
“El extranjero” nos ayudó a conocernos aun más, cerniendo actitudes y pensamientos. Es que,
cómo no sentirse forastero en
medio de esta comarca tan conservadora y devota. Y, cómo no comparar el día a día de toda esta sociedad con las penurias de un recluso cercado por la censura religiosa y corruptela, como aquellas gentes descritas en “La Peste”.
Fueron estos libros que me entusiasmaron para crear y escribir en esta bitácora. Es gracias a la obra
de Camus que hemos encontrado fundamentos
racionales para ser cada día un hombre mejor, uno más comprometido con la ética, el respeto a la humanidad y diligente
guardián de la libertad y enemigo
confeso de todo tipo de censuras y tiranías.
Es que parece que compartiéramos el mismo
asfixio de vivir en una ciudad calcinada
por el sol del desierto y oscurecida por temporadas, no por las tormentas de arena del sahara, si no, por algo peor, la huachafería hispanofila y el fundamentalismo religioso de su arzobispo y de muchas de sus gentes. Esta urbe sofocante se hundiría en este infierno si no fuera que la ciudad y yo, renacemos una vez al año con las temporadas de
lluvias.
Si no caen en esas decadencias anteriormente nombradas, esta población sencilla se vuelve amante de la libertad y la tolerancia, porque estan conformados mayormente
por inmigrantes honestos y laboriosos o descendientes
de estos, que deben de parecerse en algo a esos Pieds noirs de tus orígenes.
Volviendo a la "Peste", esta comarca andina está infestada por plagas de roedores como la ficticia Orán, pero con una pequeña diferencia, en estas ciudades peruanas las ratas caminan en dos patas y usan saco y corbata y la gran mayoría llegan a ser alcaldes, parlamentarios y
hasta presidentes, en cuyos curtidos
lomos trasladan pulgas que trasmiten una
terrible pandemia de pillaje y mediocridad y subdesarrollo.
Estos seres sin ética, -como bien lo decías- están convertidas en
bestias salvajes sueltas en este mundo, depredando y destruyendo todo aquello que se les cruce en el camino. Siendo los grandes
responsables de que al país le espere un
absurdo destino de corrupción y atraso.
Cuan necesaria hoy es la obra de Albert Camus para esta sociedad sometida al antojo de poderes que los vuelven frívolos y consumistas como
en el ocaso del mundo romano, en donde, solo prospera la religión y
la mafia.
La educación que se brinda es una de las peores del
mundo. Por consecuencia tu nombre y tus obras serán desconocidos para la gran mayoría de universitarios y los estudiantes de las escuelas secundarias, cuyas aulas se caracterizan por la escasa presencia de diccionarios, pero eso sí, abundan regados por el suelo, una enorme cantidad de biblias.
Aquí la mayor parte de colegios públicos son manejados
por directores analfabetos, salvajes y corruptos sumidos en una completa barbarie que les impedirá proponer la lectura de alguno de tus libros.
Por otro lado están los colegios privados y "prestigiosos",
instituciones manejadas en su gran mayoría por ignorantes y miserables mercaderes que desconocen absolutamente el
nombre de Camus. También existen los
numerosos colegios religiosos manejados
por las integristas congregaciones católicas sumidas en los tabúes medievales cuando prohíben la lectura de tus obras por considerarlos “subversivos”, solo porque presumen que podrían desencadenar en ese ávido lector la "peligrosa" libertad
del pensamiento.