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martes, 10 de noviembre de 2020

El verdugo de comienzos del siglo XXI

Imagen Diario Expreso 


Lo estuvimos esperando. Creímos que esta clase de carnicero iba ser algo parecido a Antauro Humala u Odría, pero creemos que al hermano de Ollanta lo están guardando para darle la estocada final a este supurante astado que es el Perú.

En nuestra historia moderna y republicana tres veces destruyeron a nuestro país.

La primera, fue en la segunda mitad del siglo XIX, con la “gripe británica”. La segunda, ocurrió a finales del siglo XX, con ese letal “virus senderista” colocado por forasteros en la zona de Ayacucho y que se propagó por todo el territorio peruano devastándolo todo por completo.  Luego de esa hecatombe se estableció la dictadura de Alberto Fujimori y crearon el país que conocíamos antes de esta cuarentena.

En estos últimos veinte años, cuando salían las buenas noticias que las cuentas de nuestra  Hacienda estaban en azul, y que, a ese ritmo, con algo de tiempo y esfuerzo, formaríamos parte de los países desarrollados en algunos quince años o más, no éramos tan cojudos para soplarnos ese cuento, porque sabíamos que este país, mirando su historia y los lobos que lo rodean, toda esas noticias, solo eran el anticipo de que pronto se vendría  ese huracán boreal que destruiría todo para regresarnos a lo que siempre seremos, el eterno país  subdesarrollado y dependiente de poderes externos como un territorio antártico poblado por estólidos pingüinos.

En medio de esa pelea de hienas, no sabremos si a PPK lo apartaron o fue su propia decisión alejarse del cargo de mandatario para no mancharse la mano de lo que iba a ocurrir, lo cierto, es que, los peruanos lo eligieron porque la otra opción era Keiko Fujimori. Cuando Martín Vizcarra lo reemplazó, aquí celebraron solo los fujimoristas y las fuerzas conservadoras que están detrás de ellos. Pocos percibieron que, antes de asumir el cargo, el moqueguano era inubicable, solo se tenían la vaga idea que estaría en algún lugar de Norteamérica, lo más probable en Washington.

El resto de la historia ya es conocida y hasta recordarlo sería una verdadera pérdida de tiempo.

 “Por tus obras seréis juzgado”, reza el dicho cristiano, y el desastre provocado por la cuarentena dictada por el régimen del moqueguano a devastado completamente la economía del país, según los entendidos nuestro PBI cayó un 12.5 % regresándonos al año de 2009, y según los titulares de los diarios locales solo en la ciudad de Arequipa se han perdido cerca de 200 mil empleos y en el resto del país ha sucedido algo parecido.

Como ya indicamos, tres veces devastaron al Perú en su era moderna y el régimen de Martín Vizcarra se llevó el denigrante “honor” de ser el tercero, por la urdimbre que acabó con veinte años de esfuerzo de millones de peruanos. De nada sirvieron los sueldos bajos, los ajustes, las deudas, los suicidios, las casas embargadas por los bancos, la contaminación del bioma nacional por las mineras, la depredación del mar de Grau, porque todo se fue a la mierda. Tanta energía desperdiciada, todo se esfumó con el tipo de cuarentena que se dictó.

¿Dónde están esas RIN (Reservas Internacionales Netas) de más de 69 mil millones de dólares que teníamos antes de esta pandemia?

Hoy no sabemos ni cuánto ha quedado  de esas cifras.

El futuro cercano de los peruanos este gobernante vacado ayer lo ha hipotecado por su mezquindad y miseria.

Anoche, dejó el cargo de presidente escudándose en la perorata de que fue un demócrata. Claro. Aprovechó el sistema dejado por Fujimori para mantener al trabajador peruano del cuello y defender al gran capital y sus trasnacionales al extremo que los puso, inclusive, sobre el mismo. Nunca buscó el equilibrio surcoreano o de Singapur.

Un payaso más que ponen los titiriteros para que por un par de décadas más condenen al Perú a esa oscura celda de ese pabellón de los subdesarrollados y tercermundista en donde los reclusos pierden ociosos el tiempo dentro de la mediocridad de la venta de solo unas materias primas baratas y tóxicas.  

Este país da para más, puede tener universidades que destaquen entre las primeras del mundo y una población lucida y civilizada pero los amos de Vizcarra no lo quieren así porque prefieren tenerlo como la simple Zambia africana exportadora de cobre y a mis vecinos y familiares como bestias supersticiosas, iletradas y conniventes.

Martín Vizcarra fue una vergüenza como mandatario que nunca logró identificar que Irlanda del norte forma parte del Reino Unido.

El daño ya está hecho y es irremediable, y el gobierno de Martín Vizcarra a debilitado al país volviéndolo más vulnerable para cualquier poder externo, y esto, ya es harto conocido dentro de las reglas básicas de las Ciencias políticas.  

Ese es el mayor daño que le hizo al Perú. Pasará a la historia junto con Leguía y Fujimori. Y antes de ellos, los que hicieron del país esa colonia de facto de los británicos en el siglo XIX como esas generaciones que durante todo el siglo veinte nos colocaron en el grupo de los países subdesarrollados y dependientes siendo una nación milenaria que puede darle a su población esa prosperidad que por historia merece. 

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