La
puerta está bien cerrada con llave,
nadie saldrá esta noche.
En
esta juerga no pueden faltar las culonas ni las rubias “al pomo” ni los proveedores de la cerveza.
El
guachimán está alerta para que no se filtre ningún “paracaidista” menos los soplones
en ese último piso del municipio de José Luis Abascal y Picoy, es que es la juerga
de la típica institución corrupta. La
pollada en el patio trasero está en su mejor momento, revuelta y con grandes
parlantes chuponeándolo todo. La música de Maricarmen Marín acompaña las
carcajadas de Magaly Medina mientras publica el lento proceso de extinción de la
modelo Angie Jibaja.
Esa
nueva crisis ministerial provocada por la renuncia de Cesar Villanueva no tuvo
tanto eco como el protagonizado por el congresista puneño Yonhy Lescano que, paradójicamente, detesta el idioma aymara y prefiere siempre el producto importado; parece que
se dio cuenta que necesitaba de un escándalo para ser presidenciable porque no
le bastó interpretar el mismo papel que también lo hizo en vida Henry Pease haciéndose pasar como un “rojo” izquierdista, cuando es uno de los más conservadores, macerado en las filas
grisáceas y arcaicas del derechismo hipócrita y colonial de Acción Popular, ahora gracias a sus “patas” le quieren dar la
imagen del semental y acosador.
Un
año del gobierno de Vizcarra y su imagen como presidente sigue cayendo como
esas fotografías de mandatarios intrascendentes que cuelgan sobre clavos oxidados en esa pared
de quincha y barro de una sucia UGEL. Desde
Felipillo no se vio semejante ridiculez, un presidente moqueguano con ese frac
amarillo, mientras el país sigue en piloto automático y con un personaje sin
luces aferrándose en el cargo.
A
dos años del bicentenario debería de adelantarse las Elecciones Generales para
que esas fiestas tengan algo de coherencia
con lo que espera la población.
Y a propósito del nuevo gabinete, este, no sorprendió a nadie, porque sigue teniendo esa imagen frívola y teatral, y que mejor rostro que represente todo esto que el nuevo premier Salvador del Solar.
Y a propósito del nuevo gabinete, este, no sorprendió a nadie, porque sigue teniendo esa imagen frívola y teatral, y que mejor rostro que represente todo esto que el nuevo premier Salvador del Solar.
El
único momento aterrador lo sufrimos en Arequipa cuando nos enteramos que dentro
de las voceadas para integrar el nuevo gabinete estaba el nombre de una ex
gobernadora regional, para tranquilidad de todos, solo fue una falsa alarma.
El
Perú no es ni será occidental, a pesar de la enorme influencia que sufrimos
desde hace quinientos años, así que aquellos alcaldes de apellidos nórdicos y
con meninges de peloteros, deberían respetar estas características dentro de la
población peruana una de cuyas manifestaciones es sobrevivir mediante el pequeño comercio
ambulatorio, obligado porque han sido abandonados por el estado, cuyos gobiernos permiten
sueldos bajos, y en donde, las
condiciones laborales son de las más deprimidas de la región.
El
hollín y la grasa se han mezclado mucho y han cubierto toda la comarca y ahuyenta caminar por sus calles. Mientras
tanto Guaidó sigue "resistiendo" y aquí sus representantes son bien vistos solo
por los grupos fujimoristas y apristas.