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martes, 31 de marzo de 2009

Raúl Romero y los patos y las patas



Si algo ha caracterizado en estos años al conocido conductor de televisión Raúl Romero en  su permanencia en la televisión peruana, han sido las numerosas acusaciones sobre su encarnizada defensa a las maneras viciadas de actuar del régimen fujimorista,  pero, también, las denuncias de su inocultable prejuicio racial que lo muestra sin desparpajos en sus programas y también en las letras de sus canciones como aquella "Los patos y las patas", donde muestra su más ridículo racismo y sus  más bobos estereotipos cuando escribe por ejemplo y lo berrea,  dando a entender que todos los hijos de los Quispe son negritos y barrigones,  -qué tal hijo de puta-, despotricando el ignorante y faltándole el respeto a un apellido peruano y a los connacionales que lo llevan,  cuando este bufón tiene tremenda "ropa tendida".
Y ahí está lo interesante y hasta paradójico de este personaje, y nos obliga a preguntarnos ¿Cómo podría una persona de tan recio mestizaje ser racista?
Al analizar su biografía, encontraremos algunos argumentos que nos hacen entender las razones de esa posible dramática actitud racista, motivada quizás por diferentes complejos y traumas que no ha podido superar con el correr del tiempo.
Al hurgar dentro de su vida encontramos que su madre es originaria del departamento de Madre de Dios, de donde probablemente procede su herencia indígena, y el padre fue un español de origen catalán y que por el apellido Romero podriamos asegurar que es descendiente de algún inmigrante pobre del sur de España y que emigró como tantos otros miles en busca de un futuro mejor a la prospera Barcelona.
Durante buena parte de su vida la pasó en el distrito clase mediero de Magdalena. Según sus propias palabras siempre fue un alumno problemas y no aficionado al estudio.
Luego se dedicó a ganarse la vida haciendo música mediocre pero “chacotera”. Al alcanzar la fama con un programa de televisión en los años noventa, se alineo ideológicamente al fujimorismo, dándole -segun los medios- buenos dividendos a su fortuna personal.
Pero, es justamente en este periodo, donde hace notar su incontenible pensamiento racista, intolerante y violento.
Al ver el rostro de Raúl Romero, vemos claramente la herencia indígena heredada de su madre y nos demuestran además, como mucho mestizos peruanos no han sabido aceptar su herencia ancestral, sino, todo lo contrario lo ocultan y lo niegan, lo cual va a influenciar en su autoestima personal.
Ese racismo que demuestra Romero, habla de la vergüenza y el desprecio que siente él y su familia y tambien un buen número de peruanos por esa parte tan importante de sus orígenes, su herencia andina.
Ahora ya con hijos, probablemente ocultará la foto de la abuela o de la bisabuela que vivía en Cusco o Puno, y que tuvo que emigrar al departamento peruano más alejado de la civilización Madre de Dios, como ocurrió con buena parte de la población de ese departamento selvático.
Ahí estaría lo paradójico y hasta enfermizo de los orígenes de la conducta de este personaje, lo cual demostraría, al igual que millones de peruanos, como entra en conflicto su mundo interior al esconder, al mentir, al falsear y al crearse y creerse identidades ajenas. Las cuales con el tiempo, serán siempre una de las principales razones de la baja autoestima del peruano promedio, estas tambien son las causas de aquellas derrotas permanentes.
Cuando vamos a aceptarnos tal como somos y atrevernos a mandar a la mierda todos aquellos prejuicios que solo nos traen decadencia y degradación. Tú solo tienes la solución, acepta racionalmente tu identidad y no la ocultes.

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