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miércoles, 29 de abril de 2015

Jaime de Althaus y el falso occidental

Es común entre muchos intelectuales y eruditos en el Perú y también en otros países de este hemisferio afirmar que formamos parte de occidente.
Al resto de latinoamericanos no les discuto, seguro que tendrán sus fundamentos, pero, en lo que me concierne, o sea al Perú, ahí, es necesario, hacer ciertas precisiones.
Y que mejor, si lo comenzamos narrando  una conversación frente a las cámaras que tuvieron Jaime de Althaus y Francisco Tudela.
Una noche, durante una entrevista que le hacía  Jaime Althaus a Francisco Tudela, ocurrió un hecho en donde se notó  cómo el desconocimiento de algunos comunicadores les hace difundir por las pantallas de televisión ideas inexactas, haciendo ver a la prensa que representan como  minúscula y tercermundista y, a sus rostros como simples bustos congelados en el tiempo siguiendo un patético libreto siempre trasnochado  e involutivo.
Como ya lo dijimos, aquella noche, De Althaus, tenía como invitado a Francisco Tudela, que después de conversar sobre diferentes temas internacionales terminó la entrevista expresando que el Perú era un país occidental, para lo cual, Tudela le corrigió, diciéndole: “El Perú no es un país occidental”, porque así lo había escrito el mismo Samuel Huntington en su “El choque de civilizaciones”.
Jaime de Althaus, quedó sorprendido y mostrando un conmovedor escepticismo, pero, aun así, se mantenía en sus trece afirmando que el Perú sí era un país occidental.
Tudela, para esto, continuó  dando más argumentos, inclusive le narró aquella oportunidad en la que estuvo con el mismo  Huntington y  que escuchó de su propia boca decir que, efectivamente, el Perú no era un país occidental.
Jaime de Althaus no podía creer lo que estaba escuchando y esto se notaba en su rostro. Después de ese corto contrapunto, algo pensativo, despidió amablemente a su invitado el ex canciller fujimorista. 
Es muy cierto lo que dijo Francisco Tudela  en esa entrevista, el Perú no es un país occidental, aunque muchos peruanos lo crean así,  y no solo por los argumentos de Huntington sino porque existen otras razones que lo fundamentan.
Y no es una mala noticia que no formemos parte de occidente, aunque a muchos no les agrade, porque siguen mirando con inferioridad a la cultura peruana y metiendo en ese saco hasta a ellos mismos. 
Si bien es cierto que de la mano de España, occidente colonizó estos territorios, dejándonos uno de sus idiomas, los apellidos (en este caso, de origen español mayormente), junto con la religión y otras manifestaciones. A pesar de ello,  el ser humano, sobre todo, racialmente  -aunque a algunos les duela-,  no ha variado mucho desde la llegada de Pizarro, sino observemos como se diferencian entre tanto “gringo” la mayoría de peruanos que aterrizan en algún país europeo.
No niego que existen importantes aportes que nos dejó Europa (en este caso España), pero los peruanos pertenecemos a una cultura milenaria distinta. Aquí hace 5000 años ya existía una civilización organizada como Caral, en donde, sus pobladores habitaban en pirámides,  mientras en Europa (y esto, sin ánimo de ofender) la población seguía en un estado nómade e inclusive, en algunas zonas, conviviendo con antropófagos.
La cultura peruana no es menos ni más que la occidental, pero es distinta, una cultura que también ha dado enormes aportes al mundo. Lo que ocurre es que los burócratas tercermundistas del Ministerio de Educación o mercenarios baratos de la aculturación persisten desde comienzos del siglo XX con esa curricula ya anacrónica para estos tiempos que consiste en instruirnos desde pequeños con una errada historia peruana, una ficción escrita por y para una supuesta población mayormente descendiente de inmigrantes europeos, cuando gran parte de los peruanos descendemos de indios y mestizos que nunca desembarcaron  de un Mayflower.
Así que señor Jaime de Althaus, deje esa costumbre de mercenario de occidente, que quizás lo trae de familia, y ponga los pies en la tierra, en esta tierra milenaria. Occidente nos ha transmitido importantes conocimientos, nos sigue y nos seguirá  –quizás-  dando grandes aportes, pero, no se sienta mal de vivir en un país no occidental. Conozca más de la historia del territorio en donde habita, investigue e "ilústrese" pero con la verdadera cultura de este país, y con el tiempo, entenderá que esta cultura milenaria posee  muchas virtudes  que seguramente después de interiorizarlas sin prejuicios y estereotipos le hará sentir las ganas de formarse  una idea de nación peruana y quizás –si así lo ve por conveniente- lo difunda por sus pantallas.

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