La democracia peruana pende de un hilo con el asedio al gobierno
de Pedro Castillo por parte de la falange formada por la actual presidenta del Congreso
y sus parlamentarios fascistas junto al accionar de la miserable y poderosa como
anti peruana prensa que se obstina en sembrar de inestabilidad el país azuzando
las marchas, el caos y la anarquía y, desprestigiando cualquier iniciativa de dialogo y entendimiento con sus rivales políticos para oxigenar en algo el sistema democrático. Mientras esto
ocurre en este país andino, en el frente oriental europeo la cosa se pone
interesante.
Desde la premisa que la verdad sigue siendo la principal
victima en una guerra, podemos deducir que una de las causas de la Guerra en
Ucrania ha sido el resurgimiento del nazismo en Europa, si no, veamos la
cantidad de nietos de conspicuos ex SS hitlerianos que hoy son importantes
funcionarios dentro del gobierno alemán y hasta en la misma OTAN.
Con la ejecución de la “operación especial” rusa en
Ucrania, creímos que Kiev junto a todo el territorio iba a caer en algunas
semanas, pero no fue así.
El objetivo ruso de no dañar civiles fue una de las
principales causas que ralentizó el avance y obligaron en algunas zonas el
repliegue de sus ejércitos.
Las ideas extremistas del nazismo siempre han creado
fanáticos en el combate como ahora está ocurriendo con los defensores ucranianos
seguidores del excolaborador nazi Stepán Bandera que aprovecharon esta situación
para formar escudos humanos con su propia población civil.
Otro aspecto que se ha notado en este conflicto es la
utilización de los numerosos mercenarios y ejércitos privados. Las tropas plagadas de conscriptos han perdido
su utilidad hace buen tiempo.
Otra causante del momentáneo retroceso ruso en ucrania
fue la utilización por los defensores ucranianos de los sistemas antitanque como
el Javelin estadounidense y el NLAW británico, que han puesto en tela de juicio
la utilidad de las fuerzas mecanizadas terrestres, además, su uso eficiente en este
tipo de conflictos podrían dar cierta esperanza de victoria para aquellos patriotas
defensores de países débiles, ya que con solo unos 5 mil de estos aparatitos de
alta tecnología que podría ser manejado hasta por un adolescente camuflado
detrás de los escombros de Monterrey, Ciudad de México, Lima o Buenos Aires, podría
malograr el avance hasta de los mejores ejércitos de cualquier superpotencia invasora.
Un mundo multilateral y hasta la soberanía y la
democracia peruana como de cualquier país latinoamericano necesita de una Rusia
fuerte.
Y Rusia necesita de Ucrania, no solo parte, si no, de
todo su territorio hasta Moldavia, y de ahí, tiene que consolidar una unión
real con Bielorrusia, Kazajstán y Armenia.
El mundo está agitado, y sin ser alarmista, todo indica
que América Latina seguirá el camino de Siria o Ucrania si no se une en estos
años. Una gran confederación que hable el idioma castellano. Si esto no ocurre está
enorme región estará vulnerable y desprotegida en el juego de los que mueven
los hilos en nuestra hoy intranquila aldea global.
