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Lo estuvimos esperando. Creímos que esta clase de carnicero iba ser algo parecido a Antauro Humala u Odría, pero creemos que al hermano de Ollanta lo están guardando para darle la estocada final a este supurante astado que es el Perú.
En nuestra historia moderna y republicana tres veces destruyeron a nuestro
país.
La primera, fue en la segunda mitad del siglo XIX, con la “gripe británica”.
La segunda, ocurrió a finales del siglo XX, con ese letal “virus senderista” colocado
por forasteros en la zona de Ayacucho y que se propagó por todo el territorio
peruano devastándolo todo por completo.
Luego de esa hecatombe se estableció la dictadura de Alberto Fujimori y crearon
el país que conocíamos antes de esta cuarentena.
En estos últimos veinte años, cuando salían las buenas noticias que las
cuentas de nuestra Hacienda estaban en
azul, y que, a ese ritmo, con algo de tiempo y esfuerzo, formaríamos parte de
los países desarrollados en algunos quince años o más, no éramos tan cojudos
para soplarnos ese cuento, porque sabíamos que este país, mirando su historia y
los lobos que lo rodean, toda esas noticias, solo eran el anticipo de que pronto
se vendría ese huracán boreal que
destruiría todo para regresarnos a lo que siempre seremos, el eterno país subdesarrollado y dependiente de poderes
externos como un territorio antártico poblado por estólidos pingüinos.
En medio de esa pelea de hienas, no sabremos si a PPK lo apartaron o fue su
propia decisión alejarse del cargo de mandatario para no mancharse la mano de lo que iba a ocurrir, lo cierto, es que, los peruanos
lo eligieron porque la otra opción era Keiko Fujimori. Cuando Martín Vizcarra lo
reemplazó, aquí celebraron solo los fujimoristas y las fuerzas conservadoras
que están detrás de ellos. Pocos percibieron que, antes de asumir el cargo, el
moqueguano era inubicable, solo se tenían la vaga idea que estaría en algún lugar
de Norteamérica, lo más probable en Washington.
El resto de la historia ya es conocida y hasta recordarlo sería una verdadera
pérdida de tiempo.
“Por tus obras seréis juzgado”, reza
el dicho cristiano, y el desastre provocado por la cuarentena dictada por el
régimen del moqueguano a devastado completamente la economía del país, según
los entendidos nuestro PBI cayó un 12.5 % regresándonos al año de 2009, y según
los titulares de los diarios locales solo en la ciudad de Arequipa se han
perdido cerca de 200 mil empleos y en el resto del país ha sucedido algo
parecido.
Como ya indicamos, tres veces devastaron al Perú en su era moderna y el
régimen de Martín Vizcarra se llevó el denigrante “honor” de ser el tercero,
por la urdimbre que acabó con veinte años de esfuerzo de millones de peruanos.
De nada sirvieron los sueldos bajos, los ajustes, las deudas, los suicidios,
las casas embargadas por los bancos, la contaminación del bioma nacional por
las mineras, la depredación del mar de Grau, porque todo se fue a la mierda. Tanta
energía desperdiciada, todo se esfumó con el tipo de cuarentena que se dictó.
¿Dónde están esas RIN (Reservas Internacionales Netas) de más de 69 mil
millones de dólares que teníamos antes de esta pandemia?
Hoy no sabemos ni cuánto ha quedado de
esas cifras.
El futuro cercano de los peruanos este gobernante vacado ayer lo ha
hipotecado por su mezquindad y miseria.
Anoche, dejó el cargo de presidente escudándose en la perorata de que fue
un demócrata. Claro. Aprovechó el sistema dejado por Fujimori para mantener al
trabajador peruano del cuello y defender al gran capital y sus trasnacionales
al extremo que los puso, inclusive, sobre el mismo. Nunca buscó el equilibrio
surcoreano o de Singapur.
Un payaso más que ponen los titiriteros para que por un par de décadas más condenen
al Perú a esa oscura celda de ese pabellón de los subdesarrollados y tercermundista
en donde los reclusos pierden ociosos el tiempo dentro de la mediocridad de la
venta de solo unas materias primas baratas y tóxicas.
Este país da para más, puede tener universidades que destaquen entre las
primeras del mundo y una población lucida y civilizada pero los amos de Vizcarra
no lo quieren así porque prefieren tenerlo como la simple Zambia africana
exportadora de cobre y a mis vecinos y familiares como bestias supersticiosas,
iletradas y conniventes.
Martín Vizcarra fue una vergüenza como mandatario que nunca logró identificar
que Irlanda del norte forma parte del Reino Unido.
El daño ya está hecho y es irremediable, y el gobierno de Martín Vizcarra a
debilitado al país volviéndolo más vulnerable para cualquier poder externo, y
esto, ya es harto conocido dentro de las reglas básicas de las Ciencias
políticas.
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