lunes, 29 de mayo de 2023

Las profecías de Fukuyama y Huntington

 


En la última década del siglo XX, Francis Fukuyama con “El fin de la historia y el último hombre” y Samuel P. Huntington con su “Choque de civilizaciones”, encendieron el debate sobre lo que sería en el nuevo siglo las relaciones entre las sociedades y los países.

Si bien estas tesis en su época cumplieron su principal objetivo de entretener celebrando orgullosamente la disolución de la ex URSS y el triunfo de los EEUU en esa pasada Guerra Fría.  Quién diría que tres décadas después solo los pomposos títulos de aquellos escritos, en cierta forma, hoy se iban hacer realidad pero de distinta forma.

Ese choque de civilizaciones que auguraba un renovado “Manifest Destiny” estadounidense justificando así la propagación de su civilización por todos los rincones del planeta mediante la llamada globalización, derivó en el renacimiento de países como China, Rusia e India, entre otros, que, bajo distintos matices son gobernados hoy por regímenes que se muestran parecidos al valorar su pasado cultural milenario utilizándolo como forma de cohesión para sus respectivos pueblos apoyando en la conformación de un nuevo mundo multipolar como vértice para su política internacional un nuevo mundo multipolar.    

Occidente va cediendo aceleradamente sus privilegios que venia  ostentando los últimos 500 años,  y  así el mundo se va dividiendo en dos bloques diferenciados por el aspecto cultural. 

Occidente defiende una sola cultura global que se sobrepone sobre el resto, y el nuevo bloque defiende la sobrevivencia de sus respectivas culturas milenarias.

Los valores occidentales que fueron un faro para el planeta hoy hasta los mismos occidentales lo han olvidado, ¿O nunca existieron?, y esto me lo confirmó de nuevo una parisina de la Alianza Francesa de esta ciudad, que desconocía completamente las ideas de la Ilustración y hasta la existencia del mismo Jean-Jacques Rousseau o Voltaire. 

Una burócrata ignorante que representa tristemente la arrogancia de un mundo en decadencia que aún conserva los recursos suficientes como para mantener con su agrafia que hoy censuran esas ideas del siglo de las luces y ningunea hasta  al mismo Napoleón.

“El fin de la historia y el último hombre” que pronosticaba un mundo guiado por la democracia liberal sustentado en una economía de libre mercado, un gobierno representativo manteniendo sus derechos jurídicos, hoy, al otro lado de la cortina construida por Occidente, vemos países que han resurgido gracias a un Estado fuerte que maneja su propia economía de mercado, es decir una especie de capitalismo estatal.

En esas entidades los dueños de las grandes empresas están supeditados a su Estado y siguen una política económica planificada desde ese mismo ente fortalecido haciendo que la Económica de Mercado sea más eficiente acelerando así el progreso y esa “mano invisible” de Adam Smith se vuelve “visible” cuando observas la rápida reducción de la pobreza y la mejora del bienestar de la mayoría de la población o en la vertiginosa construcción de la más extensa red de trenes rápidos en el mundo o en la fabricación de misiles y blindados sin el sobre costo y la lentitud de una burocracia lánguida y torpe.

El Multiverso que Fukuyama y Huntington  nunca imaginaron hoy se va configurando cuando Egipto se convierte en una potencia regional en esa parte del Mediterráneo y del norte de África, Arabia Saudita solicita su ingreso al BRICS, China exige respeto a EEUU, la India se va posicionando como el tercer hegemón económico del planeta e Irán se vuelve protagonista en el Medio Oriente, junto con México que ha desempolvado una desconocida dignidad y liderazgo en América Latina y lo sustenta con su rico y variado pasado milenario.  

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