¡Oiga! Pero, lo que acabo de escuchar me ha dejado afligido
hasta furioso, obligándome a dar un brinco de la cama para escribir esta
nota. Es que en este país de analfabetos aparece de vez en cuando alguno
que articulando una que otra frase muestra con descaro su total desconocimiento
acerca de su propia e importante historia –porque desde esta
tribuna no nos cansaremos de darle esa categoría a la nación
que estos testarudos se niegan a aceptar como suya-.
La otra noche el reconocido
chef Roberto Grau nos mostró el tipo de embajadores que tenemos cuando se trata
de difundir muestra milenaria herencia gastronómica; Ante las cámaras a
la pregunta que la reportera le hacía sobre la comida japonesa,el desorientado cocinero
peruano respondió de la siguiente manera: “La comida japonesa es muy
importante” dijo, –lo cual es cierto-, e
impresionado continuaba - “son dos mil años de cocina, uff, nos llevan mil
quinientos años”, finalizaba. ¡Qué tal metida de pata! ¡Una total falacia!
¡Tremenda ignorancia!
Es que este señor, no sabe que cuando habla de cocina peruana está
hablando de una gastronomía que no tiene doscientos ni quinientos años –como
nos daba a entender- sino supera hasta más de los dos milenios. Pero, claro,
que, para ciertos sectores de la magra sociedad peruana como este, es
totalmente desconocido; porque sabe de
historia peruana lo mismo que el carretillero que vende fritanguita en la
parada.
Pero, el tal Grau labora nada más y nada menos que en un
restaurant exclusivo en el Gran Buenos Aires, Argentina.
Ahora, el problema no pasaría de ser una muestra más de esa
incultura tan característica en este país; pero si lo dice uno de los chef más
importantes que posee la cadena de restaurantes de Gastón Acurio en la capital
rioplatense, y según nos cuentan, uno de sus mejores discípulos, esto se vuelve
realmente preocupante.
Todo sucedió en esa entrevista
que se emitió en un programa de noticias este último domingo. La nota trataba
sobre la promoción de la comida peruana en el Japón, y ahí de repente
aparecieron los comentarios de este chef.
Soltar semejante disparate nos
muestra un total desconocimiento acerca de la verdadera antigüedad de nuestra
cultura peruana. Porque, como ya dijimos, la cocina peruana no nació con la
llegada de los españoles como intentó decirnos equivocadamente este chef, - seguro,
desde su patológica posición de ficticio descendiente en segunda generación de
inmigrantes europeos asentados en el Perú-.
Solo basta ingresar a un museo
cualquiera y nos enteraremos que muchos
insumos como el maíz, el ají, la chicha, la papa, la carne -sea de cuy o de
alpaca-, etc. Y con lo que hoy prepara
esos reconocidos platos peruanos aquel ágrafo cocinero, el antiguo poblador
peruano ya los consumía -y no crudos, como aquel extraviado chef seguramente creerá -, si no, cocinados desde
hace ya cientos de años antes de la llegada del primer español a estas tierras.
Esta es la verdad; como que también es cierto que los aportes que
trajeron los hispanos se fue fusionando paulatinamente con los anteriores en
los siguientes siglos y posteriormente la llegada de otros pueblos harían de la
comida peruana lo que es hoy, esa rica y
variada gastronomia.
De la mezcla de todas estas contribuciones nace lo que en este
momento está “enriqueciendo” al Chef
Gastón Acurio. Porque ese picante con lo que se prepara el ají de gallina ya lo
consumía el habitante de chavín o quizás mil quinientos años mucho más antes en
Caral al igual que la chicha. Y es cierto entonces que la cocina peruana tiene
un carácter milenario tan igual o más, como la que posee la gastronomía japonesa.
Este tipo de profesionales del que forma parte este chef, solo
sufre lo que buena parte de peruanos sufren y la verdad desde nuestra visión
llega a ser hasta enfermizo. Perú no es Argentina ni Uruguay ni Brasil. Aquí se
desarrolló una cultura milenaria que logró poseer una enorme cantidad de
manifestaciones y muchas de ellas han logrado sobrevivir hasta nuestros días
como su gastronomía.
Qué promocionará alguien que
piensa que los platos que él mismo prepara no tiene esa antigüedad y por lo
tanto esa trascendencia. Quizás, creerá esto porque vio aquel plato japonés tan
bien presentado, sin saber que para estar así, tuvo que pasar primero por
un proceso para hacerla más sofisticada y por lo tanto más competitiva y así
poder venderla al mundo; seguidamente capacitaron a los que se iban a encargar
de promocionarlo colocando a un chef conocedor de su historia y teniendo así la
capacidad suficiente para referirse a ella dándole su carácter milenario, y no
como el peruano que tiene la patética visión de alguien que no conoce la
verdadera antigüedad de los platos que todos los días prepara.
La verdad es que estamos en un
país plagado de ignorantes y prejuiciosos, en donde, las autoridades educativas
no tienen la inteligencia y la ética necesaria como para poder lograr una
curricula de acuerdo a nuestra importancia, creando una población que lee solo
a punta de navaja y que muestra esas limitaciones sobre todo cuando abre la
boca como este chef, y lo más grave, refiriéndose a su cultura. Somos muy
atrasados que nos limitamos a solo copiar y a no crear. Nos falta autoestima
para creer en nosotros mismos, y nos faltan huevos para aceptarlo.