lunes, 28 de junio de 2021

Pollito a la brasa

 


Me gusta Rosa Bartra, debe ser la mujer más deseable de la política peruviana desde que Jéssica Tapia eligió autoexiliarse a tierras estadounidenses. Anoche soñé con ella, con Rosa, sentada en su sofá con un ajustado y encendido vestido azul. Yo, la olfateaba saboreando lentamente desde su suave pantorrilla hasta el más dulce e íntimo de sus aromas.

En la mañana, después de este corto, pero placentero sueño húmedo, leí en ese tercermundista pasquín y mediocre transcriptor de la BBC y el NYT, me estoy refiriendo a El Comercio, sobre este pésimo culebrón de apoyo a Keiko, que en el JNE aún hay 246 apelaciones pendientes por resolver. Esto quiere decir que, este jurado de la Gran Corte, en la tarea de ocultar sus calzones fujimoristas nos muestran un repudiable espectáculo de burdos cómicos ambulantes.

El oráculo quechua, es infalible, y nos demostró advirtiéndonos de todo los entuertos que iban a rodear a esta elección de segunda vuelta y sus resultados.  

Según la tirada de coca, la mesa estaba servida para el triunfo de Keiko Fujimori. La ONPE, el JNE, que estaban repletos de infiltrados keikistas, lo tenían todo preparado para dar como ganadora de este balotaje a la hija del exdictador. 

Pero, no salió como se esperaba, porque en algún momento, al verse descubierto, Piero Corvetto, se echó para atrás, y dejó que el conteo de votos se acercara en algo a la realidad, dándole la victoria a Pedro Castillo, pero, con el mínimo margen, algo más de 40 mil votos. Más no podía hacer, porque esto hubiera significado manchar su biografía con semejante mierda, así que zafó cuerpo.

Luego de haber perdido la ONPE,  a la más torpe política (después de Flores Nano) que ha tenido esta tierra de ciegos en las últimas décadas, aun le quedaba la otra institución electoral, el JNE.

Siguiendo la estrategia del tambien keikista, Raúl Romero, esa que dice: “hecha la ley, hecha la trampa”, sus marionetas tele dirigidas dentro del JNE, aceptaron hasta sus más inverosímiles pedidos, para dilatar la proclamación del triunfo de Castillo. El objetivo es ganar tiempo, para cansar a la población, porque son aprendices de Goebbels y, apoyados por sus medios, lograr anular estos comicios o atar de manos al próximo gobierno. 

Es que, ella solo representa a estas instituciones que tienen dominado a estos territorios quechuas desde hace cinco siglos y es hasta cansado volver a nombrar a estos respetables presbíteros.

Estos grupos hacen que esta comarca carezca de soberanía, por estas razones, lo que suceda dentro de sus fronteras siempre lo decidieran desde afuera, sus alegrías y tristezas, la vida y la muerte, hasta las pocas victorias futbolísticas. 

La carta de la torre y la muerte están juntas, esto significa que los planes de los que mueven los hilos siguen sin obstáculos, porque el objetivo es atizar el conflicto interno, el caos, convertir toda la comarca en una Siria o Libia sudamericana. Y lo están consiguiendo, por el momento, ayudando a Keiko para obstaculizar este proceso electoral. 

Esta tragicomedia tiene y tendrá muchos protagonistas porque sus verdugos tienen varios rostros y nosotros, los pollos calatos, seguimos dando vueltas en este horno de pollería peruano.


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