miércoles, 26 de enero de 2011

Karen Espejo y sus nocivos migrantes

Esta historia comienza hace algunos días después de leer aquel reportaje en el diario La República, sobre el decadente estado en el que se encuentra una importante arteria del centro de Lima, recordando su extraviado pasado aristocrático y describiendo además las causas de su actual deterioro.
Entre todo ese cúmulo de palabras impresas hubo algunas que me sonaron a letra bastardilla, infamias que se fueron instalando en mi mente para obligarme a teclear y levarme al mismo tema de siempre, los prejuicios.
Esa cita decía: “La llegada de migrantes, la crisis económica y el terrorismo terminaron por ahuyentar, a fines de los ochenta, a los lujosos negocios que allí se asentaban”.
Seguro que para alguno de ustedes, no encontrarían nada de raro en estas expresiones, lo entendemos, pero quiero hacer un alto en la palabra “migrantes”; porque al querernos resumir las razones que provocaron la actual decadencia de esa conocida arteria y en realidad de todo el centro histórico limeño, esa periodista, pone como primera causa a los migrantes. No tengo la suerte de conocerla, pero cuando leí aquellas expresiones me la pintaron de cuerpo entero.
Esa plaga de ruines forasteros a la que ella hace referencia en su reportaje jugaron el papel más importante en la tarea de derruir esa antigua hermosa ciudad, dejando en segundo plano a otros factores como la terrible crisis económica que sufrió el Perú desde mediados de los setentas y que se fue incrementando con los años, agudizándose durante la década de los ochenta y terminando por descrismar el país a comienzos de los noventa. La falta planificacion de las autoridades y tambien de recursos en los gobiernos municipales y en realidad en el presupuesto del estado provocado por esa aguda crisis, para esta periodista, no influyeron para que esos presupuestos menguados no alcanzaran para el mantenimiento de una ciudad y de un país, provocando un crecimiento desordenado y sin brújula.
Para esta periodista el terrorismo, la violencia en el medio rural, las matanzas y el arrasamiento de pueblos enteros en las aisladas estribaciones andinas, no fueron motivos suficientes para obligar a miles de campesinos a migrar a una ciudad que estaba en mejor situación si la comparamos con lo que aquel migrante dejaba atrás: pobreza, desempleo o quizás algunos matarifes con pasamontañas o uniformados que los esperaban impacientes entre esas frías estepas y montañas andinas.
El oscurecimiento de los burdos muros afrancesados de la capital no se debían al hollín dejado por unas destartaladas chatarras, si no a esos miles de migrantes de rostros andinos que merodeaban sus calles, haciendo de ellos, por ese simple hecho, la primera causa de la decadencia de ese centro histórico.
Aquel hombre o mujer migrante de no ser por sus habilidades de sobreviviente, no se hubiera atrevido a venir a esta ciudad y vender sus cachivaches en esas calles que algunos huachafos de comienzos de siglo habian intentado en vano darle un ambiente parisino a esta ciudad que más quedó con el cursi tufillo de una “afrancesada” Saigón anterior al desastre de Dien Bien Phu.
Para esta periodista todo este drama no era suficiente para que esos miles de refugiados se atreviesen a abandonar sus hogares en los Andes para abarrotar las calles de una ya desamparada Lima; el terrorismo y la crisis económica que sufrió nuestro país, fueron menos destructivos que la llegada de esos millones de migrantes. Probablemente lo mismo habrían ocurrido allá por los años setenta con los urbanistas neoyorquinos, cuando hablaban del estado decadente en el que se encontraba Times Square, lleno de delincuencia y violencia callejera, seguro , las autoridades culparon a los migrantes puertorriqueños o italianos de su desgracia. Quizás, también los británicos, cuando tratan de recuperar algún barrio histórico de Londres, antes de hacerlo, responsabilizan a los migrantes de su deterioro.
Ese sigue siendo el problema del limeño actual, los prejuicios. Esta periodista no escapa de ello, porque bajo ese cariz insalvable nombra a los migrantes como el primer causante del deterioro urbano. Bajo ese raciocinio entonces estaríamos hablando que las ciudades no deberían crecer nunca, cuando todos sabemos que las migraciones son fenómenos que se han dado en todas las grandes ciudades de Latinoamérica como Buenos Aires, Sao Paulo o México o es que jamás pensaron que nunca se iba a poblarse Lima. Seguro para estos hubiera sido preferible, mantenerla permanentemente como aquella pequeña villa de alrededor de cien mil habitantes de comienzos del siglo XX, esperando poblarla seguramente con el tiempo, con esos millones de inmigrantes, no de Junín, Cajamarca, Ancash o Puno, si no , de unos desesperados tiroleses o sicilianos.
Que esperaban. Para esos minusválidos de coherencia, pero eso sí , atestados de prejuicios, qué características deberían haber tenido el tipo de inmigrante que iba poblar su ciudad, haciéndo de ella la metrópoli que es ahora, seguro en sus cuadriculados céfalos soñarían con miles de inmigrantes italianos como en Sao Paulo o Buenos Aires; entiéndanlo -y espero no herir susceptibilidades trasnochadas-, estas tierras para los europeos nunca fue visto como un atractivo foco de inmigración porque siempre fue percibida tan lejana e imposibles de poblar ya sea por su clima u otros factores como el Bután o el Himalaya.
Ese raciocinio equivocado es una de las causas de que Lima sea ahora una ciudad anómala desordenada, sin espíritu, violenta, fraccionada e incomunicada, en donde la población no se siente identificada con su ciudad como si sucede hasta con el habitante de Bogotá.
La decadencia de algún sector de la ciudad se debe a muchas causas y no solo se limita a la venida de nuevas gentes.
Qué delito han cometido los migrantes si lo único que han hecho es intentar buscarse algún bienestar en la urbe, ya que en el campo les ha sido negado. O es que cuando llegaron las oleadas de migrantes pobres a Barcelona, Nueva York o Santiago, treinta o cuarenta años después culparían de sus problemas urbanos a sus antiguos migrantes o a sus descendientes.
Los prejuicios los encontramos de todos los tipos y nuestra sociedad peruana -que ya la conocemos-, está plagado de ignorancia e incultura, porque la incultura va de la mano con la religiosidad -una muestra de ello son las expresiones del curita Bambarén-, todo esto sirve como el mejor caldo de cultivo para que aquellas ideas trasnochadas provoquen conceptos errados confundiendo permanentemente a las personas e induciendo a la crítica para cualquier mente lúcida que logre percibirlas.

martes, 18 de enero de 2011

Insomne estadista

Apenas abandonaron los británicos su territorio y se escindieron de la india y Bangladesh, el joven estado de Pakistán mantuvo como centro económico del país a Karachi la antigua capital colonial británica, pero hicieron un fundamental cambio con el gobierno, lo trasladaron al interior del país, al milenario valle del indo. Para ese fin construyeron una nueva ciudad y le pusieron de nombre de Islamabad.
Ni bien finalizaron las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial a comienzos de los años noventa del siglo anterior se produjo la reunificación alemana. Ellos tomaron esa decisión a pesar de los problemas que ocasionaría, pesaron más las razones históricas y geopolíticas antes que cualquier interés económico para regresar la capitalidad política a Berlín.
Los mexicanos tuvieron la suerte que los españoles mantuvieran a Tenochtitlán con otro nombre como la capital de la Nueva España continuando esa con esa política el nuevo estado mexicano.
Cuando nombro Berlín de Alemania, La relativamente nueva Islamabad de Pakistán, Ciudad de México de los Estados Unidos Mexicanos, Moscú de Rusia -y no San Petersburgo-, Londres de Inglaterra, Beijing de China, Tokio de Japón y Cusco del Perú; al relacionar estas ciudades con sus respectivos países existe una coherencia razonable tanto por motivos históricos o geopolíticos para que sean sedes de sus respectivos gobiernos.
Que es lo que propondríamos en ese régimen liberal del que anteriormente habíamos hablado, mantendríamos a Lima como el centro económico de la nación peruana, pero trasladaríamos la capitalidad política al interior del país como lo hizo Brasil y Pakistán, pero nosotros no construiremos una nueva ciudad como ellos lo hicieron sino que aprovecharemos que la capital histórica del Perú sigue viva. por esta y otras razones que pasaremos explicar detalladamente más adelante trasladaríamos el gobierno de la hacinada Lima a la tranquila ciudad del Cusco.
Como ya dijimos este traslado seria también por razones geopolíticas. En una guerra moderna la defensa de la ciudad andina frente a un posible ataque chileno o brasileño, sus montañas y la inaccesibilidad de su geografía haría de su ubicación casi un lugar inexpugnable, cosa que es totalmente distinto si la comparamos con la vulnerabilidad de la actual ciudad Lima.
Para mantenerla comunicada con el resto del País se construirían cuatro autopistas que partirían de la misma ciudad, una la uniría con Lima, otras con Ayacucho, Arequipa y Puno respectivamente, como las vías que parten del DF al resto de México, de Madrid hacia Barcelona, Valencia, Sevilla, Bilbao, La Coruña y a Lisboa, o como en el caso de Moscú que esta comunicado por sus cuatro costados con el resto de la Rusia europea. De esta manera La ciudad de Cusco seria un importante polo de desarrollo para ese extenso y empobrecido trapecio andino pero rico en recursos naturales. Deteniendo de esta forma la migración que se da y se seguiría dando hacia esa costa árida y dramáticamente sedienta de mediados del siglo XXI.
Por qué tendría una motivación geopolítica el retorno del ejecutivo al Cusco. No solamente por una cuestión defensiva si no que debido a que esperamos que el Perú siga creciendo las próximas décadas serian un nuevo centro de irradiación cultural porque sus núcleo urbano e histórico se encuentra a la misma distancias de Quito y Tucumán. Cusco representaría el foco geopolítico del sector andino sudamericano así como Buenos Aires es de la cuenca del plata-paraná y Brasilia lo es del espacio brasileño.
El Perú tendría una capital de una federación abierta a todo aquel estado que se sienta cercano a él.
El Perú es el centro geopolítico de una de los espacios geográficos más importantes de Sudamérica, los andes, y nosotros le estamos dando ese orden que necesita nuestro estado para que asuma esa posición a largo plazo.
Bolivia y Ecuador será para el Perú lo que ucrania es para Rusia y California, así como Nuevo México y Texas lo será para el emergente México.
Si algo creo es que el peruano está para grandes cosas y desde esta humilde ventana no nos cansaremos de pregonarlo con el único fin de despertar esa luz de energía que todos tenemos y que está esperando pacientemente para despertar cuando aquellas ideas coherentes con sus genes y sus entrañas les inste a seguir junto a aquel mesías que lo colocara en el lugar que todo buen padre quisiera tener a sus queridos hijos que han vuelto a su hogar.

jueves, 13 de enero de 2011

Tierra de caínes

Cuando escribo sobre mis compatriotas y no siempre refiriéndome a ellos con términos agradables sino destapando muchas veces conductas realmente grotescas, no es porque le tenga una inquina especial a todos ellos, ni mucho menos, solo nace de referir sin exagerar lo que todos los días distingo con un olfato de sabueso y que algunas veces no es necesario tenerlo porque el solo hecho de encender la televisión o leer los diarios nos confirman que lo dicho por este humilde servidor no tiene mejor asidero.
Hay una frase muy popular por estas tierras que dice: “No hay peor enemigo para un peruano que otro peruano”. En la escuela en la calle en el trabajo nunca esperas de tu conciudadano unas palabras honestas y alicientes. Tu amigo tu compañero o los que te rodeen en ese momento, todos se encuentran a la defensiva, como si estuvieran en sobre aviso para responder algún improperio infame que equivocadamente sospechan que el otro está preparando para ellos, como esos programetes de televisión en el que sus conductores se enfrascan en luchas para medir quien es el más rápido para burlarse del otro, con el mismo torpe mal gusto como si estuviéramos viendo al más tonto grupo de adolescentes.
Esta mala leche como ya dijimos lo encontramos en el trabajo, cuando un empleado muestra de repente eficiencia y creatividad, rápidamente, aquella eficacia es respondida por el resto no con la adhesión ni mucho menos con el alago, sino con el verduguillo furtivo y el ninguneo cobarde.
Este rencor del peruano hacia sus propios connacionales se vio y se ve todos los días como cuando aquella actriz peruana y de rasgos andinos recibía el “Oso de oro” de la Berlinale, no faltaron aquí esas desatinadas expresiones de algunos de sus compatriotas, preguntándose si su estadía en esa ciudad europea era para recibir un premio o simplemente estaba ahí para vender alguna artesanía de su tierra natal, o cuando la misma actriz meses después ganó el casting para participar en una película española, no faltó la respuesta de una conocida y despechada actriz nacional de ascendencia africana ninguneando algún posible talento, minimizando a la ayacuchana como una simple “india” con suerte.
Recuerdo hace algunos años cuando llegó la noticia que el conocido ex jugador peruano Guillermo “Chemo” del Solar había asumido un importante cargo en uno de los clubes de futbol más importante de España. Estaba por ese entonces dirigiendo las divisiones menores del Real Madrid. Ni bien asumió el cargo “Chemo”, aquí en Lima eclosionó en los medios locales una antigua prueba de antidoping hecha al jugador hace ya varios años, en donde salió positivo y con rastros de cocaína, el efecto no se dejo esperar, a las pocas horas el “Chemo” tuvo que abandonar ese importante cargo en ese club madrileño.
Ese peculiar rencor anti peruano hacia el propio peruano se da también cuando por las simples e insanas envidias de unos caciques locales movilizan azuzando a toda la población de una provincia cusqueña para oponerse irracionalmente a la construcción de una represa como de Angostura en Arequipa o cuando gritaban hace más de cien años muchos políticos y militares limeños: “Antes que Santa Cruz, los chilenos”.
Quizás esta pusilánime felonía tan peruana se deba dentro de otras causas a que los fundadores de este orden social establecido en nuestro país, terminaron eliminándose entre ellos, sin siquiera, darse el tiempo de disfrutar del oro y los esclavos que habían conseguido como trofeo en su reciente conquista. Las cabezas de Pizarro y Almagro avizorarían estas vilezas tan peruanas hace más de cuatro siglos o es que también no eran hermanos Huáscar y Atahualpa. Es que aquí la deslealtad pareciera milenaria no le parece.
Como cuando abandonas al que en el pasado protegió tus espaldas, aquel que fue tu mejor lugarteniente. Eran otros tiempos. En esa época su principal líder estaba perseguido, en ese momento nadie se atrevía a mencionarlo, su nombre significaba desfalco, embuste y había un precio por su cabeza y el régimen fujimorista se había obstinado en obtenerla a toda costa. Por ello aparecían denuncias de todo tipo en una seguidilla interminable de ataques en contra de Alan García. Nadie en ese momento se hubiera atrevido a levantar un dedo por la defensa del prófugo ex presidente, solo uno de sus lugartenientes había sobrevivido y se mantenía atrincherado defendiendo su causa. Ese personaje era Jorge del Castillo. Durante esos años noventa misántropo, este personaje aprista solitariamente hacía del mejor escudero de Alan García, por aquellos días se lo veía enfrasco en una pertinaz defensa de su exiliado ex presidente.
Como han pasado los años. Ahora, lo veo solo y con esa expresión en el rostro que solo poseen aquellos que se sienten abandonados a su suerte por aquel y a quien anteriormente depositaron toda su confianza. Sentado y frente a esos periodistas que entre suspicacias, trataban inútilmente de extraerle el nombre de la persona que lo quería fuera de la lista congresal aprista para estas elecciones, pero dando a entender que el que estaba detrás de todo esto, era nada menos, el que hace diez años había defendido lealmente.
Miren, no es que sea exageradamente pernicioso con mis comentarios, pero el peruano es así, nunca guarda las formas cuando se trata de acabar con alguien y sobre todo cuando se trata de su compatriota, en eso, no hay nadie que les gane, así el costo sea la debilitación de su propio partido político.
Podrá ser un partido político un país una familia unos hermanos. Nunca faltaran las escusas y la ocasión para que ese homo peruviano muestre esa vil herencia que pareciera insalvable con los ejemplos que hemos dado anteriormente.

jueves, 6 de enero de 2011

Pensando como neoyorquino



Cuando un país alcanza la meta del bienestar y el desarrollo,  la primera señal positiva que se nota es la mejora de su educación, y cuando esto ocurre, los funcionarios públicos de ese país emiten normas y leyes que buscan valorar sus manifestaciones culturales y dentro de ellos, sus idiomas nacionales y ancestrales.
En el Perú, los estereotipos, prejuicios y supersticiones siguen campeando y es muestra de la actual crisis educativa, un grave lastre que con el tiempo seguro traerá mas desencuentros entre peruanos y sobre todo violencia y racismos en contra, por ejemplo de los que hablan el idioma quechua.
En el país aun existen grupos muy poderosos congelados en el tiempo de las Reformas borbónicas  que persisten con la idea anacrónica de prohibir el uso del idioma quechua y sobre todo frustrar cualquier forma de enseñanza de un idioma que cuenta con más de cinco mil  años de historia.
Es la barbarie de las cofradías ultra hispanistas que dominan la comarca y nos hunden en el oscurantismo y subdesarrollo. Estos grupusculos deberían salir de su ostracismo borbónico y medieval e ilustrarse un poco o mucho oxigenándose, dejando así a un lado los miedos y prejuicios para adentrarse en el conocimiento de idiomas tan ricos en lucidez como el quechua.
Nos sorprendió gratamente la noticia que en algunas universidades de la ciudad de Nueva York y en otras de los Estados Unidos se estaban incrementado la enseñanza del idioma Quechua debido al enorme interés que había despertado en los estudiantes el aprendizaje de este idioma andino. 
Hoy, estudiosos en otros hemisferios promueven la enseñanza del idioma quechua, mientras tanto, en el Perú, siguen siendo estas ideas muy vanguardistas e ininteligibles.
Entonces, nos preguntamos: ¿Por qué se debería enseñar el idioma quechua?
Sería por las mismas razones y objetivos por las que se enseña el guaraní en las aulas de las escuelas del Paraguay, en Irlanda el gaélico, en el País Vasco el euskera o en Cataluña el catalán, como forma de cohesión e identidad nacional o personal. 
Se trata tambien de elevar la autoestima, en el deporte, en la política, en la calle, en el colegio, en la familia, etc.
Es aceptarse como peruano, aceptar tu rostro, tu apellido, aceptar a tu madre y abuela cuando te ves obligado a negarlas porque una sociedad primitiva intenta obligarte a cortar todo tipo de vinculo con tu ascendencia autóctona o andina. Esto se da en forma de prejuicios que se siguen manteniendo desde hace ya buenos siglos. 
La única forma de acabar con este lastre seria la educación y dentro de ella la enseñanza obligatoria del idioma Quechua en todas las escuelas del país con el fin de que este idioma rico en palabras y valores sea comprendido desde su aspecto lingüistico, ya que posee una variada terminología que busca la armoniosa relación entre  hombre y naturaleza, así como un trato amistoso entre congéneres y de respeto al medio ambiente  que nos rodea notándose en tantos diminutivos encontrados en su traducción. 
De conocer esto el peruano tendría una visión más lúcida del mundo que le rodea.
El 80 % de los peruanos tiene ascendencia andina, pero pocos aceptan esa herencia racionalmente. 
Quizás el alejarse de estas taras motivan a aquellos jóvenes neoyorquinos para estudiar el idioma quechua. Estas mismas motivaciones también deberían darse en la sociedad peruana y sus juventudes, pero esto es una utopía sabiendo la actual deprimente realidad de la educación peruana.
Si estas iniciativas se dan en New York es porque lo permite su calidad educativa y su sociedad vanguardista que aun -mayormente- se asquea de los prejuicios, y que busca con la lectura identidad, autoestima; rindiéndole culto a las bibliotecas, para conocer su pasado y rescatar lo mejor, como podría ser el idioma de tus padres, abuelos como en este caso el aprendizaje del quechua, significa pensar como un habitante civilizado del primer mundo, significa, también, alejarte de la decadente barbarie tercermundista.

jueves, 30 de diciembre de 2010

Alan García Pérez el mejor presidente de la historia del Perú



Aun recuerdo a ese profesor de religión de gordas manos y uñas amarillentas, alto, cano y de voz muy gruesa y siempre con su boca seca, expeliendo un aliento a tabaco que se podía sentir a metros. Los evangelios y la doctrina católica se volvían una tortura no solo para mi, si no para el resto de mis compañeros. Ese suplicio solo podía ser contrarrestado respondiendo con una total y constante falta de atención acompañados de juegos y bromas que muchas veces llegaron a colmar la paciencia de ese fumador empedernido. Las lisonjas de mis compañeros llevaron una vez a los límites de la tolerancia de ese cura apellidado Málaga al romper en su ira descontrolada una de sus reglas de madera en la espalda del más indisciplinado del salón.
Para nadie es un secreto y sobre todo para un peruano que ha vivido la obligatoriedad de la enseñanza del curso de religión en las escuelas o colegios secundario que siempre fue visto como de “relleno”, una asignatura inerte sin fines ni objetivos claros, al que uno sabia que lo tenía que pasar si o si, aunque esa historia de Adán y Eva te pareciera tan difícil de creer como el resto de su contenido, pero tenias que fingir que era cierto toda esa fabula para poder aprobarlo. Pero con el tiempo te das cuenta que ese inofensivo curso era dictado con una obligatoriedad que al final le traería consecuencias fatales para la mente de ese pequeño receptor, creándole al niño y adolescente la idea malformada de pensar que no tenía otra opción de pensamiento, -en realidad no le daba opción para tener otro tipo de pensamiento, condenándole a ser –dentro de otros males- un eterno supersticioso, una eterna alma en pena en busca de -como en este caso- la religión católica o de cualquier otra u otras, por esta razón observamos la cantidad de sectas que aparecen en nuestro país y sorprendiéndonos además nunca les son escasos los feligreses, peruanos y peruanas en una constante búsqueda por encontrarse alguna creencia que se ajuste a su religiosidad formada desde pequeños.
Esa persona adulta desde niño se vio obligado -sin darse cuenta- a ser seguidor a una religión que él nunca eligió, con el tiempo y en represalia su subconsciente hábilmente le hacía ausentarse de aquello que le había sido impuesto, como cuando dejo de ir a misa y dejar de creer en toda o parte de esa doctrina, pero debido a su desconocimiento, se detuvo ahí, marcándose su propia frontera religiosa y convirtiéndose en un católico no practicante. Este no le hará atreverse a dar ese siguiente paso porque desde esa escuela y con el curso de religión aprendió a sentir temor a creer que está haciendo algo muy malo, si al menos se le pasara por la cabeza alejarse de aquella religión, creando un ser extremadamente supersticioso y de esta forma nunca se atrevería a alejarse de esa idea tan enquistada de dios, así sea este uno propuesto por el Vaticano o algún gran maestro de las santos de los últimos días.
La libertad de pensamiento es un derecho inalienable que en nuestra constitución política está bien establecido pero en la práctica –como tantas otras leyes- significó siempre un saludo a la bandera, hasta ahora, porque hace algunos días el hoy presidente Alan García Pérez nos ha demostrado que -en el fondo- el vivir buenos años en Francia sirvió de mucho para que su cerebro le diera precisión y templanza a su diestra para firmar aquel decreto que daba la igualdad religiosa para todos los peruanos, un gran avance, si sabemos que con esto el curso de religión ya no sería obligatorio.
Entendemos que en esta sociedad de hipócritas muchos lo habrán tomado en silencio, pero para los que creemos en los derechos fundamentales de las personas sabemos que es un hito histórico y que fue el único presidente que se atrevió a firmarlo porque hábilmente por un lado decretaba a los peruanos obligados devotos del señor de los milagros y por el otro daba la legislación para que un niño tenga la libertad de elegir con su desarrollo autónomo la religión o la creencia que el vea conveniente, y sin que para ello deba sentirse obligado a una vulnerable corta edad como lo que existía en nuestro país. Con esto la educación pública se irá convirtiendo en la más demócrata dejando la intolerancia y la censura a esa enorme cantidad de colegios católicos o a otras pertenecientes a las distintas religiones existentes.
La secularización de la educación en los Estados unidos se dio desde su fundación en 1776, en Francia desde 1789, en el Reino Unido desde 1688, y en nuestro Perú se va dar comienzo recién con este decreto. Te das cuenta en cuestión educativa cuanto es nuestro retraso, ahora ya sabes a quien echarle la culpa de la pasada mediocridad peruana y todo lo que acarreo como consecuencias de esa irracional imposición.

lunes, 20 de diciembre de 2010

Augusto Thorndike y su plato de lentejas


Al muchacho se le notaba inteligente, leído y con algunos de sus comentarios nos mostraba -aparentemente- una forma diferente de hacer periodismo. Comenzó a hacerse conocido con un intrascendente programa dominical en América Televisión. En donde, cada cierto tiempo con su glosa, evidenciaba que era un pichón ambicionando alzar vuelo en cualquier momento. Y eso sucedió, después de algún tiempo le ofrecieron dirigir el principal noticiero de Panamericana Televisión, -dicho sea de paso- un canal de televisión hoy muy venido a menos.
Hasta ahí todo seguía su curso normal. Pero tenía que ocurrir algo. Un hecho lo suficientemente trascendente como para notar la clase de perro de presa que había adquirido ese canal. Con cada uno de sus pusilánimes ladridos nos mostraban resplandecientes sus recién estrenados colmillos, goteándole todavía esa saliva fujimorista con cada una de las palabras vertidas a favor de su candidata predilecta. Sus estériles ladridos nunca opacarían unas expresiones nacidas solo de la indignación de ver como resurge la sinvergüencería y la mafia. No necesitaba un apetecible Ricocan ni mucho menos un suculento plato de Pedigree, porque este novel cánido se alimentaba desde que firmó su contrato con esa televisora, con los rezagos, pellejos y vísceras de ese fujimorismo que inspiraron ideas tan creativas como esas imborrables imágenes plagadas de axilas sudorosas y pesuñas hediondas y como no, con su infaltable plato de lentejas.
Las palabras vertidas en el noticiero 24 horas por el ex rastafari, intentaban criticar con total cinismo las declaraciones hechas por Mario Vargas Llosa sobre la abyecta candidatura de Keyko Fujimori. Mostrándonos que lo que se hereda no se hurta, y que este tipo puede ser tan insolentemente atrevido de finalizar sus críticas diciendo temerariamente que: “como político Vargas Llosa es un buen escritor”.
No, mi querido británico de la victoria, si diciendo “mal político” te refieres al hecho de que en su pasada candidatura a la presidencia, Vargas Llosa en su ingenuidad no mintió a la población, y que por esta razón fue derrotado en las urnas. Si a eso tu le llamas ser mal político. Entonces, significa que personas como tú nunca comprenderán a alguien con principios y que no vende su opinión como tu quizás lo estás haciendo ahora, al referirte a él con esos términos, en tu nuevo papel de defensor de la candidatura de la hija del reo Fujimori.
Con tus diatribas de asalariado de los rezagos sobrevivientes de ese abyecto gobierno que se empecina en desaparecer, intentas confundir a ese analfabeto funcional, y quizás, lo has logrado con tus comentarios, pero quiero aclararte, que existen todavía gente como nosotros que aun tenemos reservas de lucidez suficientes como para darnos cuenta de todo esto; porque existen todavía personas -y es bueno que lo sepas- que creen en sus capacidades y convicciones lo suficientemente como para no caer en eso de ser un gil lameculos, solo por unos buenos dólares y que es tan común en esta tierra de caines y navajeros miserables. A esa clase de personas los periodistas como tú nunca pertenecerán. Criticar a lo dicho por Vargas Llosa, te coloca en ese lugar donde purgan los hijos de puta, los que no son capases de mirarse al espejo, los que depredan y se sienten cómodos de vivir en tanta decadencia.
Augusto Thordike es otro más del montón y lo más terrible, es que es joven. Lo entendemos de Lucar, Salazar y de tantos otros formados en las décadas de los ochenta y noventas. Pero que este novato periodista comience de esta forma su carrera, lo hace de la talla que merece un país del tercer mundo y hasta del cuarto. Sin la inteligencia suficiente como para poder decir, ¡basta ya! a tanta pestilencia que arrastramos centurias. Y que no merecemos más de toda esta mierda que junto a los videos de montesinos y sus consiguientes aprendices nos ha llegado verdaderamente a asquear por estas toneladas de cochambres. Basta ya de todo este periodismo gamberro.

jueves, 18 de noviembre de 2010

Chef Roberto Grau, desinformado discipulo de Gaston Acurio


¡Oiga! Pero, lo que acabo de escuchar me ha dejado afligido  hasta furioso, obligándome  a dar un brinco de la cama para escribir esta nota. Es que en este país de analfabetos aparece de vez en cuando  alguno que articulando una que otra frase muestra con descaro su total desconocimiento acerca  de su propia e importante  historia –porque desde esta tribuna no nos cansaremos de darle esa categoría a la nación que  estos testarudos se niegan a aceptar como suya-.
La otra noche el reconocido chef Roberto Grau nos mostró el tipo de embajadores que tenemos cuando se trata de difundir muestra milenaria herencia gastronómica; Ante las cámaras  a la pregunta que la reportera le hacía sobre la comida japonesa,el desorientado cocinero peruano  respondió de la siguiente manera: “La comida japonesa es muy importante” dijo,  –lo cual es cierto-, e impresionado continuaba - “son dos mil años de cocina, uff, nos llevan mil quinientos años”, finalizaba. ¡Qué tal metida de pata!  ¡Una total falacia! ¡Tremenda ignorancia!
Es que este señor, no sabe que cuando habla de cocina peruana está hablando de una gastronomía que no tiene doscientos ni quinientos años –como nos daba a entender- sino supera hasta más de los dos milenios. Pero, claro, que,  para ciertos sectores de la magra sociedad peruana como este, es totalmente desconocido;  porque sabe de historia peruana lo mismo que el carretillero que vende fritanguita en la parada.
Pero, el tal Grau labora nada más y nada menos que en un restaurant exclusivo en el Gran Buenos Aires, Argentina.
Ahora, el problema no pasaría de ser una muestra más de esa incultura tan característica en este país; pero si lo dice uno de los chef más importantes que posee la cadena de restaurantes de Gastón Acurio en la capital rioplatense, y según nos cuentan, uno de sus mejores discípulos, esto se vuelve  realmente preocupante.
Todo sucedió en esa entrevista que se emitió en un programa de noticias este último domingo. La nota trataba sobre la promoción de la comida peruana en el Japón, y ahí de repente aparecieron los comentarios de este chef.
Soltar semejante disparate nos muestra un total desconocimiento acerca de la verdadera antigüedad de nuestra cultura peruana. Porque, como ya dijimos, la cocina peruana no nació con la llegada de los españoles como intentó decirnos equivocadamente este chef, - seguro, desde su patológica posición de ficticio descendiente en segunda generación de inmigrantes europeos asentados en el Perú-.
Solo basta ingresar a un museo cualquiera y nos  enteraremos que muchos insumos como el maíz, el ají, la chicha, la papa, la carne -sea de cuy o de alpaca-, etc. Y  con lo que hoy prepara esos reconocidos platos peruanos aquel ágrafo cocinero, el antiguo poblador peruano ya los consumía -y no crudos, como aquel extraviado chef  seguramente creerá -, si no, cocinados desde hace ya cientos de años antes de la llegada del primer español a estas tierras.
Esta es la verdad; como que también es cierto que los aportes que trajeron los hispanos se fue fusionando paulatinamente con los anteriores en los siguientes siglos y posteriormente la llegada de otros pueblos harían de la comida peruana lo que es hoy,  esa rica y variada gastronomia.
De la mezcla de todas estas contribuciones nace lo que en este momento está “enriqueciendo”  al Chef Gastón Acurio. Porque ese picante con lo que se prepara el ají de gallina ya lo consumía el habitante de chavín o quizás mil quinientos años mucho más antes en Caral al igual que la chicha. Y es cierto entonces que la cocina peruana tiene un carácter milenario tan igual o más, como la que posee la gastronomía japonesa.
Este tipo de profesionales del que forma parte este chef, solo sufre lo que buena parte de peruanos sufren y la verdad desde nuestra visión llega a ser hasta enfermizo. Perú no es Argentina ni Uruguay ni Brasil. Aquí se desarrolló una cultura milenaria que logró poseer una enorme cantidad de manifestaciones y muchas de ellas han logrado sobrevivir hasta nuestros días como su gastronomía.
Qué promocionará alguien que piensa que los platos que él mismo prepara no tiene esa antigüedad y por lo tanto esa trascendencia. Quizás, creerá esto porque vio aquel plato japonés tan bien presentado,  sin saber que para estar así, tuvo que pasar primero por un proceso para hacerla más sofisticada y por lo tanto más competitiva y así poder venderla al mundo; seguidamente capacitaron a los que se iban a encargar de promocionarlo colocando a un chef conocedor de su historia y teniendo así la capacidad suficiente para referirse a ella dándole su carácter milenario, y no como el peruano que tiene la patética visión de alguien que no conoce la verdadera antigüedad de los platos que todos los días prepara.
La verdad es que estamos en un país plagado de ignorantes y prejuiciosos, en donde, las autoridades educativas no tienen la inteligencia y la ética necesaria como para poder lograr una curricula de acuerdo a nuestra importancia, creando una población que lee solo a punta de navaja y que muestra esas limitaciones sobre todo cuando abre la boca como este chef, y lo más grave, refiriéndose a su cultura. Somos muy atrasados que nos limitamos a solo copiar y a no crear. Nos falta autoestima para creer en nosotros mismos, y nos faltan huevos para aceptarlo.

Ridley Scott en su Waterloo

  Las oscuras nubes de unas horas bajas no solo ensombrecen a Occidente en su enfrentamiento con Rusia para conservar la unipolaridad en el ...