domingo, 28 de febrero de 2021

Los archivos Ringelblum

 


Este 16 de marzo se va cumplir un año de la brutal cuarentena implantada por el expresidente Martín Vizcarra que convirtió a las ciudades peruanas en grandes guetos, arruinando la economía del país replegándola más de veinte años y  debilitando a la nación a tal extremo para dejarlo expuesto a siniestras influencias externas.

Semejante traición al Perú solo podía hacerlo mediante una muy bien montada campaña intimidadora de los medios proyectando continuamente imágenes de un capitán Cueva abofeteando y amenazando con quitarle la vida a un joven peruano.

Aunque la emergencia sanitaria aún no ha terminado, ahí están las evidencias de los atropellos a los derechos fundamentales de muchos peruanos que realizó ese corto periodo de gobierno del moqueguano que fue muy perjudicial para el país.

Para graficar estos hechos de injusticias y maltratos que recientemente hemos sufrido los peruanos existe innumerable material en fotografías y videos, evidencias que en otras épocas era muy difícil de conseguir para denunciar esos terribles atentados en contra de la humanidad como fue el holocausto provocado por la dictadura alemana Nacional Socialista, en contra del pueblo judío, que en afán de extermínalos los confinó en guetos en varias ciudades de Polonia. El hecho más abominable fue el Gueto de Varsovia.

En un sector que vendría ser el 2,4 % de la capital polaca se hacinó a cerca de 400 mil judíos, la cuarta parte de la población de esa urbe por aquellos años.

Durante la existencia del Gueto de Varsovia entre los años de 1940 y 1943, se logró acumular un rico tesoro de documentos y testimonios diseñados para contar la historia de este Holocausto.

El Archivo Ringelblum, como se le conoce, fue obra de Emanuel Ringelblum, un trabajador social polaco que estableció un comedor de beneficencia, programas de asistencia social e incluso una sociedad para el avance de las comunidades judías obligadas a vivir detrás de muros de tres metros cubiertos con alambre de púas.

A medida que el hambre, las enfermedades y el frío comenzaron a matar a un gran número de personas dentro de los muros densamente poblados del gueto, Ringelblum se obsesionó con documentar la realidad completa de la vida de los judíos en ese momento. Junto con un grupo de escritores, rabinos, trabajadores sociales y otros, subrepticiamente reunieron cartas, obras de arte, carteles, datos e incluso empaques de los talleres que producían productos de consumo dentro del gueto.

En septiembre de 1946 diez cajas de metal fueron encontradas en las ruinas de Varsovia y en diciembre de 1950, en una bodega de otro edificio arruinado en el 68 de la calle Nowolipki, se encontraron dos cántaros de leche que contenían más documentos. Entre ellos había copias de varios periódicos clandestinos, una narración de la deportación desde el Gueto de Varsovia, notas públicas del consejo judío y también documentos de la vida diaria, invitaciones a conciertos, cupones de leche, etc.

El trabajo fue encubierto y rápido porque para 1942, los nazis habían comenzado a deportar judíos del gueto y, entre julio y septiembre, llevaron a unos 265.000 de ellos al campo de exterminio de Treblinka. Otros 35.000 judíos fueron asesinados dentro del mismo gueto durante las deportaciones.

Ringelblum escapó a la parte no judía de Varsovia. Más tarde fue detenido y llevado al campo de trabajo de Trawniki, pero escapó y volvió a esconderse en Varsovia. Luego, en 1944, alguien denunció su escondite a las autoridades. Fue llevado a la sede de la Gestapo de Varsovia junto con su familia y ahí fue asesinado.

El ser humano nace libre y debe vivir libremente, pero existen gobernantes que siempre pondrán diferentes excusas para vulnerar este derecho. Para denunciarlos, así como hay genocidas también existen hombres que entregarán su vida para que estos crímenes de lesa humanidad no queden impune. Hoy recordamos a uno de ellos.

sábado, 13 de febrero de 2021

Congresista Jim Alí Mamani Barriga y los nuevos patriotas

 


Parecía que los peruanos íbamos a estar condenados a ver dentro del actual Parlamento solo personajes apátridas, felones, sicarios de intereses foráneos, integristas de ideas alienígenas y todo tipo de sentimientos anti peruanos.

Pero afortunadamente creemos que la providencia no podía ser tan cruel con nuestros connacionales, porque aún existen peruanos, nuevos patriotas, que están de parte de los intereses del pueblo. Uno de ellos es el congresista Jim Ali Mamani Barriga

Ayacucho fue la tierra que lo vio nacer. Ese pueblo que en 1824 fue el faro que iluminó de libertad no solo al Perú si no también al resto de Sudamérica. Ese territorio ha parido hombres dignos que no solo se sienten orgullosos de ser verdaderos peruanos si no que tienen bien claro desde el nacimiento ese sentido de pertenencia con nuestro pueblo.

En esta época donde poderosos titiriteros han hecho creer a muchos, ayudados por sus medios, que todo se puede comprar y vender, hasta inclusive la propia patria y las mismas convicciones. Cuando se creía que la moral de los peruanos siempre iba a estar en el suelo, tenía que aparecer gentes dignas y de principios, que, por defenderlos, tienen que ser señalados y hasta apartados, pero estos líderes mientras luchen por los intereses del pueblo esa energía colectiva y recíproca, será su principal alimento que los harán casi indestructibles.

El parlamentario Alì Mamani Barriga es uno de esos pocos y nuevos patriotas que son minoría en este Congreso y, también, lo fueron en todos los anteriores desde 1980 en donde han abundado siempre los que están en contra de los intereses del pueblo peruano.  

Así como alguna vez Pachacutec apareció de pronto para hacer justicia en una realidad mediocre y corrupta, este parlamentario, como un apabullante vendaval está oxigenando la  vapuleada política congresal peruana con acciones verdaderamente morales y dignas no solo al presentar una denuncia constitucional contra el expresidente Martín Vizcarra, si no, también, anteriormente, el día 11 de febrero de 2021, y sorteando, temerariamente, la oposición de sus revisionistas colegas y las amenazas de los infaltables buldogs de las poderosas instituciones financieras, presentó  ese proyecto de ley que permitirá a los afiliados (ex aportantes y activos) de las AFP el retiro de 4 UIT que, de hacerse realidad,  servirá para que miles de familias puedan defenderse de este desempleo originado por esta política conservadora en este gobierno, esperemos efímero, de Francisco Sagasti.

El señor Alì Mamani representa a esta muy necesaria renovación de la clase política peruana que, de llegar a ser mayoría, definitivamente, los destinos de nuestro país serán más halagüeños.

Son los nuevos patriotas que merecen rendirles tributo sobre todo porque en esta época son muy necesarios para reconstruir este Perú que aún sigue siendo atacado por todos los frentes por tanto mercenario vende patria y constreñidos politiqueros y agitadores de plazuela que aparecen sobre todo en estas lides electorales.

Ridley Scott en su Waterloo

  Las oscuras nubes de unas horas bajas no solo ensombrecen a Occidente en su enfrentamiento con Rusia para conservar la unipolaridad en el ...