viernes, 3 de febrero de 2012

Francisco Morales Bermúdez y su espada de Damocles



Uno de los dictadores más destructivos que ha tenido el Perú y que  ha sabido todos estos años escabullirse  de la justicia  ha sido Francisco Morales Bermúdez.
Seguro que para un joven o adolescente peruano su nombre  le sonará a nada, pero  es bueno  que sepan que,  en la historia del Perú han existido grandes traidores, como Miguel Iglesias o Nicolás de Piérola, entre otros,  y a finales del siglo veinte, antes que apareciera Alberto Fujimori, (según el historiador Basadre), un lugar destacado va ocupar dentro de esa felona lista  Francisco Morales Bermúdez, quien tuvo entre sus fauces al país entre los años de 1975 hasta 1980.
Llegó al poder como jefe de estado traicionando a ese valioso grupo de militares peruanos que estaban buscando el  desarrollo del país a base de  autonomía y autoestima.
Morales Bermúdez  entregó al país envuelto en papel de regalo a la CIA de Kissinger y a los grandes grupos empresariales de los EEUU. En sus cinco años de tiranía inició la destrucción de todo ese complejo andamiaje desarrollista y manufacturero que se había ido creando en el gobierno de Juan Velasco Alvarado. No contento con esto, dejó expedito el territorio peruano y sus instituciones  para que apareciera Sendero Luminoso y terminara de arrasar ese país autónomo que se había creado en tan corto tiempo.
El empresariado y la clase política conservadora, de aquella época y de esta, le tuvieron y le tienen un buen recuerdo porque hasta ahora lo protegen.  
Basadre en sus memorias lo calificó  como felón, acusándolo de haber filtrado información a la  inteligencia chilena y estadounidense  que el Perú estaba preparando celebrar  los cien años del inicio de la Guerra del Pacífico  llevando hasta Santiago sus poderosos tanques T- 54 soviéticos y así recuperar la dignidad nacional perdida en esa infausto conflicto.
En su régimen las huelgas y los paros eran pan de cada  día  por la  constante alza del costo de vida y su figura esos cinco ominosos años “gozó” del rechazo popular, solo tuvo un pequeño respiro, cuando sus guardaespaldas, en medio de la celebración de la clasificación de la selección peruana al mundial de Argentina 1978, aprovecharon el momento y lo levantaron en hombros para  bañarlo con algo de popularidad, pero la realidad es que su régimen no aguantaba un día más.
Pero todo este daño que hizo al Perú no le causó ni cosquillas, y esto, no nos sorprende si conocemos de qué están macerados algunos compatriotas y sobre todo la justicia local. 
Tuvimos que esperar que la justicia llegue  del exterior, de ese mundo democrático   que aún se  interesa por  la dignidad humana y sus libertades e  intentan atrapar a estos  tiranos y genocidas que aún siguen libres e impunes, demostrándonos que el cochambre sigue imperando en esta cachina disoluta.
Fue así como en el año 2007 la justicia italiana pidió su extradición y captura por actos de genocidio durante la ejecución del Plan Cóndor pero el fascista Alan García lo protegió.
Diez años después, en 2017, Morales Bermúdez enfrentó otro juicio,  también desde Roma junto a 31 miembros de las Juntas Militares Sudamericanas que formaron parte del "Plan Cóndor", y el 17 de enero de ese mismo año  fue condenado a cadena perpetua por un tribunal de la Ciudad Eterna por estar implicado en dicho  Plan cóndor, junto con 8 ex militares de varios países andinos. Dos años después, en julio de 2019 la justicia italiana ratificó esta condena que aun no se puede ejecutar ya que sigue en el Perú protegido por los de siempre. Cada día en libertad de este personaje desprestigia no solo a la justicia peruana sino también a toda la sociedad que permite semejante impunidad que el mundo civilizado condena.  
Ese es el prontuario de este ex dictador peruano. Francisco Morales Bermúdez hoy sigue sin pagar sus numerosos  crímenes,  quizás el peor de todos  fue traicionar  a su propio país, el Perú,  y acabar  con ese corto pero importante momento soberano y desarrollista que tuvimos los peruanos entre 1968 y 1975.  
(Texto actualizado el 30/04/2020)

jueves, 12 de enero de 2012

El ridículo colegio racista


Su particular asentamiento ha hecho de Arequipa estar rodeada de enormes montañas, provocando en ella un cierto aislamiento que de alguna manera influye para que sus gentes adquieran y mantengan ciertas virtudes, pero, también no pocos defectos. Estos últimos y en algunos casos por diferentes motivos llegan a recrudecer tanto que desencadenan en personas e instituciones pensamientos y actitudes ordinariamente tordas y estultas.
La herencia sombría en materia educativa dejada por el régimen fujimorista durante los años noventa, significaron dentro de otras trabas el incremento del mercantilismo de la educación, donde infames mercaderes en pocos años y aprovechando el “statu quo" establecido, amasaron importantes fortunas mercadeando una desmedrada educación en sus diferentes centros de estudios creados para dicho fin. Muchos de los cuales han llegado a alcanzar cierto renombre en no pocas ciudades de nuestra extensa comarca. Aunado a esto, sus dueños les han ido impregnando en la visión y misión de sus instituciones no solamente los supuestos objetivos que debería contar un centro de estudios, si no, también, y en no pocos casos, los prejuicios y estereotipos que sus mangantes propietarios poseen. Uno de estos es el que ahora nos vamos a ocupar y viene ocurriendo en esa ciudad sureña. Ciudad que curiosamente en los últimos años se ha convertido gracias a los comentarios y actitudes de una parte minoritaria de su población en un foco reaccionario racista.
Como ya dijimos, dentro de todo ese tropel racista existe una institución educativa que destaca por su extremista política discriminatoria. Este colegio lleva el nombre de Lord Byron. Si bien es cierto que no debería guardar la suficiente importancia como para escribir sobre el tema, pero, desde el momento que se trata de un centro de estudios y que existen muchos como él, ocupándose de la importante labor de formar mentes y conductas en los jóvenes, entonces, hablar sobre este asunto cobra vital importancia. Este colegio con los años ha ido adoptando -como ya dijimos- una clara política discriminatoria frente a un sector importante de la población arequipeña. Las denuncias se han venido repitiendo, como aquella vez en que ese cetrino personaje, me comentaba indignado que un día, encontrándose en la fila de matriculas de ese colegio, fue testigo de cómo negaron la inscripción a un niño, por el simple hecho que el pequeño llevaba un apellido de origen andino.
Esta es solo una muestra del tipo de conductas decadentes que todavía siguen manteniendo ciertas personas cargadas de enorme incultura en este aparente rincón del mundo, aislado de todas aquellas ideas modernistas de tolerancia y respeto a la diversidad étnica y cultural. En su lugar los cerriles propietarios de estos colegios privados con estas actitudes inculcan a sus nóveles estudiantes los peores prejuicios cuando se muestran como en este indignante caso.
Lo que nos sorprende de esta ridícula política institucional, claramente racista y después de hurgar un poco en la vida de las personas que lo promovían, fue encontrar que estos, tenían las mismas taras y la misma enfermedad que también hemos encontrado en otros que como en ellos, carcome el espíritu y la humanidad de muchos peruanos y que en esta bitácora no nos cansamos de denunciar. Los empresarios, dueños de este colegio como otros en el Perú tuvieron también un pasado hosco y montaraz. Estos ridículos neonazis de la actualidad en sus inicios también formaron de ese estrato social cholo que ahora “sutilmente” intentan ocultar, segregando a buena parte de la población arequipeña con sus groseros prejuicios.
Qué personajes verdaderamente tan hilarantes y perturbados esconde esta ciudad. El aislamiento al que hacíamos recuerdo anteriormente, creemos que ha sido uno de los factores para que aparezcan este tipo de seres tan incoherentes. Seguro que estos, en sus momentos de desequilibrios se obligaran ufanos y aprensivos a recluirse en sus residencias, simplemente porque les repugna aquella ciudad que en los últimos años se ha visto inundada por una importante migración andina particularmente de los departamentos de Puno y Cusco. Hoy los que dirigen este colegio seguirán con esa tarea bárbara, obtusa y torpe, propagando estos prejuicios impunemente. Desconociendo como los más insolentes ágrafos que para el mundo ilustrado esos pensamientos ya han sido desechados, porque fueron y serán siempre los causantes de toda esa violencia que todavía guarda la memoria colectiva de la humanidad con esas duchas de Auschwitz y el apartheid.
Que peligrosos son este tipo de mercaderes de la educación, cuando se esconden cobardes en sus aparentemente inofensivos puestos, dirigiendo -como en este caso- colegios y brindando una esmirriada educación, con la cual van sembrando en las mentes de nuestros jóvenes un permanente sub desarrollo e incultura, entorpeciendo el deseo de que nuestra sociedad esté algún día libre de esos malsanos prejuicios y así de esta manera, posea una formación integral, honrando aquellos valores de tolerancia y respeto a la diversidad cultural y que además son ideas que actualmente en el mundo civilizado no tienen ninguna discusión.

martes, 3 de enero de 2012

Los aterradores beatos



Esa fría mañana mientras me acomodaba frente al televisor, buscando entre ese menú matutino de noticieros que tienen el mismo corte hace más de treinta años, aprovechaba los pocos minutos que tenia para encontrar alguna noticia o la historia que servirían de tema para escribir ese día.
Después de revisar cada uno de los telediarios, me detuve en la entrevista que le hacían a la actual ministra de la mujer Ana Jara. Luego de observarla y analizar sus respuestas, quedé completamente perplejo y angustiado, porque solo bastaron un par de sus palabras para darme cuenta del tipo de persona que ahora tiene a su cargo ese ministerio. De pronto, la nueva ministra, llenó ese estudio de televisión con un sombrío tufillo de fanatismo, muy parecido a esa clase de ceguera y perturbada alucinación que nos tienen acostumbrados esos fundamentalistas religiosos y que en la historia de la humanidad siempre han dejado como reguero de pólvora y acompañando a sus oraciones esas miles de muertes como los atentados a las Torres Gemelas, Palestina, el Ulster, en fin, todos esos conflictos originados cuando estos fundamentalistas toman como bandera de batalla el tema religioso.
En ese discurso poco técnico y más bien cargado de una excesiva y delirante proclama litúrgica, dijo fervientemente convencida que apoyaría los métodos naturales de planificación y continuó firme como la más fanática militante con su sermón medieval. Intransigente, jadeante y trémula a la vez, observaba perturbada con una mirada que solo poseen aquellos delirantes manipuladores en esos cultos abundantes en desmayos, gritos y ataques esquizoides. Completaba sus arrebatos afirmando que el vínculo entre madre e hijo se reducía a un simple y estúpido hecho sobrenatural, como si el embarazo de mi mujer sería producto de un furtivo y escurridizo “espíritu santo”, hay que ser gilipollas.
Coño, después de escucharla a esta apasionada de las escrituras bíblicas, debo decirlo, sentí unos escalofríos y una vergüenza ajena por la clase de ignorantes que asumen estos importantes cargos. Luego de inundar la pantalla con todo ese ridículo fundamentalismo religioso, se despidió de los televidentes mencionando un pasaje bíblico, finalizando la eficiente tarea de pintarse su cuerpo entero con toda esa alucinación y anacronismo.
En realidad, me preocupo por aquellas personas que sufrirán indirectamente su intolerancia y a la vez siento espanto por ese impune y enfermizo pensamiento medieval. Sin ir muy lejos, hoy la mujer por su misma condición se encuentra en total desventaja frente al hombre, es la triste realidad. Por lo tanto, colocar en estos cargos a personas poco lucidas y con esa obtusa e intolerante religiosidad, siempre significará ahondar los problemas, no al presidente ni a los burócratas que manejan este ministerio, si no que la cruz lo llevaran esas mujeres pobres, porque no tendrán acceso a métodos de planificación más económicos y menos perjudiciales para su salud, porque por culpa de ese pensamiento que tiene la actual ministra se desecharan cualquier tipo de avance de la ciencia en materia de control de natalidad, porque estas persona ven a la mujer solo como un ser “creado” para preñar, para este tipo de ideas la mujer no posee derechos y su valor se reduce al injusto sometimiento, peor aún, si es pobre y está embarazada.
En la práctica a estas gentes, nos les interesa la vida y el desarrollo de ese futuro ser humano, si tendrá un hogar, si no estará sometido a un entorno de violencia o si su madre contará con los recursos suficientes como para mantenerlo o si en el futuro no engrosará ese numeroso grupo que pueblan en su mayoría las cárceles y la delincuencia organizada en nuestro país.
Esta es la realidad si hablamos de soluciones para ese novísimo reducto burocrático en el que se ha convertido el ministerio de la mujer, cediendo estos cargos de dirección a este tipo de funcionarios que en realidad no solucionan nada, si no, gracias a su poca lucidez y extremismo religioso, ahondan más los problemas y nos demuestran el trato que le da el actual régimen a ese importante sector de la población.

lunes, 12 de diciembre de 2011

Chabuca Granda, la serrana más famosa

Ustedes, ya se habrán dado cuenta que a esta bitácora algunas gentes no le tienen mucho aprecio. Sobre todo, cuando ocupados en la labor de hallar el remedio que acabe de una vez con todas esas deficiencias y limitaciones que entorpecen al peruano en su camino de ser un mejor ser humano. Se ven de pronto vulnerados al ser tocados en sus partes más sensibles, y expuestos, nos escriben sus insultos en uno que otro comentario.
Cuando mostramos todo esto, lo hacemos, no con el fin de ofender ni mucho menos. Solo nace en el afán o mejor dicho al querer intentar de algún modo y con argumentos sensatos y formativos que él aludido se dé cuenta de esa actitud errada y cambie. Porque esos errores, aparentemente inofensivos, generalizados y trasmitidos de generación en generación han hecho de ellos con el tiempo un pueblo con muchos problemas que hasta este momento y cada cierto tiempo eclosionan con alguna noticia que la prensa se encarga eficientemente de propagar.
El caso del que ahora nos vamos a ocupar tiene la particularidad de tratarse quizás del mayor icono de la música peruana, pero no por ello se escapa también de toda esa purulencia. Hoy nos referiremos a la recordada Chabuca Granda.
Hace algunos días tuve la oportunidad de leer su biografía y dentro de esta, me llamó mucho la atención de que había nacido en el departamento andino de Apurímac. Usted que me lee en el extranjero se preguntaría ¿Qué tiene esto de extraño? Pues nada, si uno lo mira desde esa óptica. Pero es muy distinto percibido con el olfato de este sabueso que después de leer y ver los videos e imágenes sobre la vida de Chabuca Granda, encontraríamos algo muy interesante. Percibí que a pesar de haber nacido Chabuca en medio de los Andes, esta región no había dejado en ella siquiera el menor rastro de influencia, tanto en su vida como en la música que hizo. Salvo su nacimiento, al icono de la música criolla peruana no se la relacionaba en nada con esa parte tan importante del Perú y de la que ella formó parte desde su nacimiento y con sus antepasados, los Andes.
El hecho de que en su vida no se la relacione con el ande seguro que no tendría nada de extraño sobre todo para cualquier forastero, pero, para los que conocemos a este gentío y sus vicios, sabemos que se deben a los mismos prejuicios y complejos que posee una gran parte de su población.
¿Cómo alguien que ha nacido en un lugar en donde lo andino es tan marcado, no le llega a influir en nada, haciendo esa parte de su vida casi censurado en su biografía?
Definitivamente detrás de todo esto, está la misma enfermedad mental del peruano, esa que le obliga muchas veces a tener esa irracional vergüenza hacia su origen andino. Prejuicios que también convivieron como linfoma maligno con las dotes artísticas de la conocida Chabuca Granda. Porque nacida en el corazón de la “sierra” (como lo denominan a los Andes en Lima) aprendió a sentirse torpemente avergonzada como muchos migrantes de ese mundo andino que hasta ahora ha dado al Perú los únicos motivos pare hacerse conocido y respetado en el mundo.
Los Andes y su cultura influyen mucho en aquellos pobladores nacidos en su suelo, tanto, que solo uno se libra de ello, cuando toma la decisión del desprecio hacia todo lo que lo representa. Es como aquel migrante martirizado por sus complejos, fruto del insulto y la burla y muerto en vida como enfermo terminal, elige el peor camino al negar sus ancestros, escondiendo la foto de la abuela en ese pueblito andino, en un cambio de apellido o la cirugía plástica para afinar ese rostro redondo o esa nariz ancha.
Eso o algo parecido ocurrieron con Chabuca Granda, porque pareciera que para ella los Andes nunca existieron. Obviamente no hace falta haber sido su más preferido confidente para saber que detrás de todo esto, estuvieron siempre presentes esos conocidos prejuicios contra el indio y lo andino.
Otra vez, volvemos al mismo punto. Un hombre que no se atreve a mirarse al espejo sin aceptarse, no es un ser humano sano y fuerte, porque nunca tendrá los huevos suficientes como para afrontar e intentar cambiar sus más graves problemas. Solo buscará siempre negar lo innegable, maquillando todas estas conductas que solo le han traído esa conocida vulnerabilidad y desorden.
Hace no más de setenta años el 80 % de peruanos vivían en los Andes y dentro de ellos si revolvemos un poco encontraríamos seguro a los orígenes de conocidos personajes que han soltado uno que otro exabrupto racista como Alan García Pérez.
Claro que los abuelos de estos personajes, cuando llegaron a Lima y después de abandonar los Andes, al igual que la Granda, olvidaron todo, inclusive esos orígenes. Grave error.
El querer ser un mejor ser humano no se limita a querer igualar los ingresos de los más ricos, si no en alejarse de ciertas taras que son verdaderos lastres si se quiere intentar formar una sociedad sana y no la que continuamos arrastrando, una que se mantiene congelada en el tiempo y que sin ser exagerado, ha sido uno de los principales motivos para que hayan existido tantos fracasos en nuestra historia.
Estos son los ídolos de barro que tienen mis compatriotas. No es su culpa. Como se habrán dado cuenta, en realidad, no saben lo que hacen.

domingo, 27 de noviembre de 2011

Telefónica… ¡Que te vayas!

La otra mañana, me dio por cavilar, luego de ver al mismísimo presidente de la Telefónica de España intentando de algún modo manumitir a los peruanos prometiendo en esa conferencia de prensa mejoras al desmedrado servicio que brinda su empresa de telecomunicaciones.
La presencia del mandamás de la principal transnacional española asentada en este hemisferio, seguramente se debe a que está por culminar ciertas ventajas escritas en el contrato firmado con el Estado peruano durante la época de Fujimori.
En estos tiempos en que la crisis económica se a acentuado en tierras ibéricas, la producción de ese país se ha estancado y de esa menguada recaudación tributaria la única joya de la corona que hoy le significan buenos ingresos a la hacienda española ha sido la de su más famosa transnacional Telefónica, y que a comienzos de los años noventa era bienvenida por el fujimorismo anunciándolo con bombos y platillos como la más costosa de sus privatizaciones.
Sería interesante volver a ver el rostro del recluso ex presidente, imprecando alegre y optimista la eufórica privatización de una obsoleta ENTEL-PERÚ.
Si algo hay que reconocer de la infame trasnacional española es que fueron lo suficientemente astutos y ruines como para ganarles a otras empresas timoratas en establecerse por estas latitudes. Con ventajosos contratos firmados, Telefónica de España aprovechó la corrupción imperante en algunos gobernantes sudamericanos haciéndose como en el caso peruano del monopolio de las telecomunicaciones, asegurándose de esta manera grandes dividendos a costa de la imposición de un servicio limitado, abusivo, pendejo y sobre todo, con un descarado y grosero afán expoliador sobre la mayoría de la población peruana.
Ese régimen abyecto, fue el ideal para que los peruanos tengamos que tolerar desde esa época cotidianamente el odioso y opresivo monopolio, acarreando en nuestros conciudadanos esa angustia de ver que de muchas formas Telefónica, pisoteaba sus derechos de consumidor y usted seguramente compartirá conmigo este parecer porque de algún modo no existe peruano que no haya sido víctima del abuso y el maltrato de esta transnacional.
Los datos técnicos de los expertos lo confirman. El Perú, comparado con otros países en cuestión de telefonía fija, se encuentra muy por debajo, sin mencionar la enorme brecha informática creada por esta y que nos separa largamente con la de otras realidades, ya que por los costos del servicio de la Internet, han hecho de esa brecha un verdadero abismo insalvable para el maltratado consumidor local.
Todavía recuerdo aquel reportaje hecho por uno de esos acostumbrados periodista de ese programa dominical limeño, cuya palidez de la piel no se igualaba a la palidez dejada por ese limitado sentido de observación cuando en una visita a la ciudad china de Shanghái y después de recorrer la zona de los rascacielos, se le ocurrió la idea de mostrarnos sus barrios pobres. Cuando llegó a una casucha de madera, mi sorpresa fue grande al ver, no la amabilidad de esa humilde familia anfitriona, si no que cuando estos le mostraban la habitación de la mayor de sus hijas, observé que poseía una computadora conectada a internet.
Obviamente que para el despistado periodista este hecho pasó totalmente desapercibido como que también pasó desapercibido en el Perú la noticia de cómo aquel país escandinavo obligaba a las empresas de telecomunicaciones que operaban dentro de su territorio a ampliar el servicio de internet a toda su población.
Desde esta humilde tribuna abogamos porque la tropelía de este contrato acabe y con él, vuelva la dignidad (si es que algún día la tuvo) al consumidor peruano.
En el mundo existen numerosas empresas de telecomunicaciones y algunas son mucho más importantes y eficientes que la española, de eso estamos seguros, y creemos también que en las actuales condiciones no dudarían en invertir en nuestro país, gracias a su actual crecimiento económico.
El Perú ya no está en la misma situación de comienzos de los años noventa, ahora existe otro contexto económico. Ahora si se puede negociar otro tipo de contrato y con otra empresa de telecomunicaciones americana o europea.
Pero. Es que estoy siendo ingenuo. Porque todo esto no se soluciona con elegir lo mejor para las mayorías, no. Estoy seguro que le renovarán el contrato a la misma transnacional y quizás con mejores condiciones con las que ahora cuenta esa empresa. De eso no lo dudamos, porque algunos peruanos son así. Las formas y las conductas se heredan, solo cambian los rostros.
Estas grandes transnacionales saben cómo negociar con los comisionados enviados por estos gobiernos, son conocidos burócratas subdesarrollados que se sientan a firmar estos contratos, esmirriados de amor propio y que poseen un egoísmo y una ambición a prueba de balas, dignos del más miserable muerto de hambre.

Ridley Scott en su Waterloo

  Las oscuras nubes de unas horas bajas no solo ensombrecen a Occidente en su enfrentamiento con Rusia para conservar la unipolaridad en el ...