viernes, 31 de julio de 2009

Juan Manuel Guillen Benavides, la filosofía de la decepción

En una ocasión, un personaje pequeño en tamaño y de aspecto sencillo, me sorprendió al extenderme la mano  para saludarme mientras avanzaba apresurado hacia los que le esperaban en esa ceremonia. Esa actitud que tuvo conmigo y también con otros estudiantes, me hizo recordar aquellos gestos disforzados tan comunes en los políticos cuando están en plena campaña electoral en un intento desesperado por captar el voto de sus esquivos electores, pero él, en ese momento, no era candidato para ninguna elección, eran comienzos de los 90s  y se desempeñaba como rector de la Universidad de San Agustín de Arequipa.
Juan Manuel Guillen Benavides desde aquellas épocas de rector ya se le avizoraba un buen futuro político. Sabiendo que esa región sureña carecía y carece de verdaderos líderes, supo aprovechar el importante cargo de rector de la Universidad Nacional de San Agustin, centro de estudios que en esa epoca tenía un reconocido prestigio y que el habilmente supo utilizarlo como trampolin para sus futuras aspiraciones políticas.
Como rector realizó una gestión caracterizada por dejar a un lado la investigación como meta principal de esa casa de estudios, poniendole más empeño y la mayor parte de los recursos en la construcción de un enorme estadio.
Con la imagen de "rector eficiente" y hacedor de “enormes colosos”, supo ganarse la simpatía del poco informado, conservador y aislado electorado arequipeño y con grandes expectativas en el siguiente proceso electoral fue elegido alcalde de la ciudad, coronando así sus pasadas aspiraciones políticas, proyectadas desde algunos años atrás.
Establecido en el cargo de burgomaestre provincial realizó una gestión muy deficiente, desencadenando inmediatamente el rechazo de la población. Pero, un acontecimiento cambió súbitamente esa situación. Los hechos de violencia de agosto del 2002 (llamado en la Ciudad Blanca “El Arequipazo”) lo catapultaron de nuevo en las preferencias de la población mistiana. Terminando su gestión sorprendentemente con altos márgenes de aprobación, pero, -paradójicamente-, sin haber realizado alguna obra de envergadura.
Sorpresivamente se retiró un tiempo de la vida política local, volviendo unos años despues para las Elecciones Regionales del 2006, en donde capta nuevamente la confianza del desmemoriado electorado arequipeño, que otra vez le da su confianza, pero, esta vez para asumir el cargo de presidente regional, y de nuevo con las mismas grandes expectativas de siempre.
Durante estos años de gestión, y contando con respetables recursos económicos, las obras trascendentales han vuelto a escasear; algunos diarios de la ciudad, inclusive, han denunciado gravísimos actos de nepotismo, por la ilegal contratación de allegados o familiares en puestos claves de esa región, determinando en gran medida la ineficiente y pésima gestión como presidente regional.
A portas de culminar su periodo el doctor Juán Manuel Guillen Benavides otra vez decepcionará grandemente a todos aquellos miles de electores arequipeños que depositaron en él su confianza. Seguro después de dejar este lucrativo cargo se aventurará a candidatear alguna curul en el congreso o quizas tentar la reelección, no lo sabemos, entonces, no necesitamos tener una bola de cristal para predecir la mediocre gestión que realizará en el legislativo o en una vuelta al cargo de presidente regional.
En los últimos años los rectores de la UNSA se han aventurado en ingresar a la política arequipeña, aprovechando el gran trampolín mediático que le ofrece esta universidad, pero, el problema radica en la mediocridad que rodea a estos improvisados candidatos, campeones de lo ilícito y la intriga, ineficientes por antonomasia,  ya que, para los que ocupan últimamente el cargo de rector, las necesarias luces de la inteligencia, no deben,  obligatoriamente,  formar parte de sus mayores virtudes, sino, como ya lo dijimos, solo son, los mejores,  cuando se trata de actuar con las más maquiavélicas mañas con el fin de ir creando sólidas “argollas” que desde fuera de esa casa de estudios, dan la impresión de ser verdaderos “cárteles” colombianos, gestados dentro de esa conocida casa de estudios.

5 comentarios:

MaNu dijo...

No puedo mas que indignarme por lo que esta escrito, la UNSA respetable??, desde cuando, no hay que engañar al cibernauta, la UNSA no ha sido mas que una olla de problemas provocados por su docentes y sus alumnos.
En epocas del Dr. Guillen el prestigio de dicha universidad o mejor dicho la caida del mismo se detuvo abruptamente, no es cierto que cambiara el ideal de investigacion de la universidad, lo cierto es que tanto alumnos como docentes lo hicieron, a lo que el Dr. Guillen tuvo que enfrentarse no pudiendo hacer nada, por que no ha de negarme el autor en honor a la verdad que cuando a los docentes de la UNSA les exigen algo mas que su trabajo hacen sus huelgas y dejan las clases haciendo perder años a los alumnos, perjudicandolos y haciendo ver mal a personas honorables como el Dr. Guillen, respecto a lo de usar a la UNSA como trampolin para aspiraciones politicas, sinceramente en este momento la UNSA no tiene ningun peso por lo tanto no sirve de trampolin para nada.
Es cierto ha sido alcalde de Arequipa, pero es falso lo de una mala gestion, al contrario, puso orden en el centro de la ciudad, la mejoro y incluso consiguio que se nombre a Arequipa PATRIMONIO CULTURAL DE LA HUMANIDAD, ademas debo recordarle al autor que en ese entonces el presupuesto era mucho menor al actual, ademas hay que tener en cuenta que las gestiones anteriores dejaron en banca rota a la Municipalidad, sobre todo la del delincuente Luis Careres, y le digo delincuente porque lo es, sentenciado y fugado.
En fin, las obras que Guillen realizo y la defensa que se hizo durante la gesta de junio son meritos propios del mismo.
Ya despues vino la debacle, cuando un aprendiz de politico llamado Yamel Romero ingreso y destruyo todo lo conseguido, o tambien debo recordarle al autor que incluso el lema de la actual gestion es RECUPERANDO EL TIEMPO PERDIDO.
Luego ingreso a la presidencia regional, denuncias le hicieron, como cualquiera que puede denunciar, pero no le probaron nada, prueba de ello es que no ha sido sentenciado ni inhabilitado ni vacado de su cargo, obras?, pues el autor como la mayoria de arequipeños tienen la equivocada idea de que el gobierno regional debe atender a la ciudad, cosa mas falsa, su nombre lo dice GOBIERNO REGIONAL, su función es desarrollar a las ocho provincias, no a la ciudad de Arequipa, sus obras no son cualquiera, ha construido hospitales en provincias, colegios completos (no 2 aulas como siempre construyen), agua y desague en la ciudad (de lo que los alcaldes distritales se cuelgan y ganan votos), asfaltados, ha enviado a personas a capacitarse al extranjero para que puedan enseñar en los colegios, tambien a mandado a los mejores alumnos a capacitarse al extranjero.
Asi como vez mi querido amigo, tu informacion es falsa, no te lo digo de simple habladuria, debes informarte mas, es mas te digo porque no son conocidas sus obras, porque es el unico a nivel nacional que no coloca su nombre en las obras que realiza, solo coloca el sello del gobierno regional, quien hace los mismo, NADIE.
Entonces amigo mio en honor a la verdad deberias de corregir tus contenidos puesto que estas equivocado y la mayor prueba es la que tu mismo ofreces, la gente, la preferencia electoral solo en la ciudad de Arequipa es del 31%, ello sumado a lo que las provincias puedan aportar.
Otro dato tambien es que es el unico presidente regional al que Lima respeta, ojo no teme, RESPETA, puede otro jactarse de ello?
A resumidas cuentas amigo mio, con el Dr. Guillen he podido ver lo que se llama un gobierno de todos y para todos, claro eso a algunas personas no les gusta, puesto que por el hecho de vivir en la capital de la region se creen mas que los de las provincias y los menos precian, aunque les duela el Dr. Guillen es la mejor opcion de Arequipa.

Anónimo dijo...

sMira Manuel no hables tonterias sino di la verdad no es cierto que guillen comora a los periodistas, dirigentes como pachas, lopez, saraya, boza, dominguez, jacobos y otros que dan vueltas por la region y solo trabajan sus cuñados y concuñados y debes de ser un lanviscon de guillen por que no vez la realidad y la corrupcion que este personaje arequipeño hace no tedascuenta que solo trae atrazo y pobleza mental a los arequipeños vive asi ......

Anónimo dijo...

UNSA respetable?
Basta con recordar el despotismo dictatorial de Walter Garaycochea, el nazi peruano: ponía y sacaba profesores a su antojo, y nadie, ninguna autoridad, ni el rector, tenía la suficiente enteresa como para por lo menos llamarle al orden.

Anónimo dijo...

¿UNSA respetable? En la década de los años '70, las propuestas para contrataciones de los docentes, se hacían con arbitrariedad y profunda injusticia. El jefe del departamento decidía a quién lo proponía y a quién lo desplazaba; y lo decidía no en base a los méritos personales del docente candidato, sino en base a sus caprichos personales y sus fobias. Peor aún, sus decisiones eran simplemente ratificadas por el Consejo Universitario, y eran inapelables. Si usted se quejaba ante el rector Félix Náquira Vildoso, este miserable le respondía: "yo no puedo interferir en la decisión del jefe del departamento". Igual el rector Enrique Azálgara.
Pregúntenle al ex-cacique Walter Garaycochea Villar. Este maldito, Jefe del Departamento de Filosofía y Psicología, no proponía a aquél profesor que no le caía bien, aunque tuviera méritos académicos. Prefería proponer para dictar un curso, a candidatos con inferiores méritos académicos. Y no había dónde quejarse.Este maldito, si es que tiene conciencia, se llevará a la tumba el peso de su conciencia por el daño imborrable que causó.

Anónimo dijo...

¿UNSA respetable? En la década de los años '70, las propuestas para contrataciones de los docentes, se hacían con arbitrariedad y profunda injusticia. El jefe del departamento decidía a quién lo proponía y a quién lo desplazaba; y lo decidía no en base a los méritos personales del docente candidato, sino en base a sus caprichos personales y sus fobias. Peor aún, sus decisiones eran simplemente ratificadas por el Consejo Universitario, y eran inapelables. Si usted se quejaba ante el rector Félix Náquira Vildoso, este sujeto le respondía: "yo no puedo interferir en la decisión del jefe del departamento". Igual el rector Enrique Azálgara.
Pregúntenle al ex-cacique Walter Garaycochea Villar. Este personaje, Jefe del Departamento de Filosofía y Psicología, no proponía a aquél profesor que no le caía bien, aunque tuviera méritos académicos. Prefería proponer para dictar un curso, a candidatos con inferiores méritos académicos. Y no había dónde quejarse.Este sujeto, si es que tiene conciencia, se llevará a la tumba el peso de su conciencia por el daño imborrable que causó.

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