viernes, 28 de febrero de 2014

Alberto Fujimori Fujimori, el aprendiz de Menguele

¡Aguanta democracia! Pequeña neonata. Te quieren interrumpir tu corta vida. No quieren que cumplas los quince añitos. Los mismos extremistas de siempre han retomado nuevos bríos ayudados por las decisiones de un fiscal.
¡Qué tal impunidad! El fujimorismo ahora manda a sus sicarios para pedir la vacancia del gobierno democráticamente elegido de Ollanta Humala.
 Nos hemos olvidado que mientras gran parte de la prensa, tanto escrita, radial como televisiva, atestaban sus titulares –no hace mucho- con los detalles del fallo de la Corte de la Haya, un sucio hecho pasó casi desapercibido para los peruanos. En pleno Estado de Derecho y en un ambiente de respeto a los derechos fundamentales de la persona en el que se vive en el país, un fiscal, archivó la denuncia que inculpaba a Alberto Fujimori Fujimori por las esterilizaciones forzadas a mujeres ocurridas durante su gobierno.
Es conocido la aversión de ciertos sectores de la población peruana a todo lo que es indígena –sobre todo en Lima -, es tanta la repelencia que durante la guerra interna que sufrió el país (1980 – 2000), algunos aprovecharon la ocasión para convertir los Andes en un gran campo de exterminio indígena, plagando su territorio de numerosas fosas comunes del que cada cierto tiempo exhuman osamentas de victimas, en su gran mayoría niños y mujeres quechua hablantes. Como imitando los más sanguinarios métodos nazis empleados en contra del pueblo judío, aquí el déspota Alberto Fujimori Fujimori ataviado de mandil blanco, pero, no el de aquel profesional del juramento hipocrático, sino, que el ex rector de la UNI se colocó el delantal ensangrentado del más motivado matarife y criminal de guerra: Josef Mengele. Fujimori se tomó en serio esto del “problema indígena”, término acuñado por el torpe Mariátegui que las páginas de su conocido libro deslizaba sutil e injustamente la culpa a un pueblo originario de los males que sufría el país, tan igual como lo hizo Hitler con los judíos en su “Mein Kampf”- .
 El nikei fiel a su línea como descendiente de inmigrantes nutridos con la mejor enseñanza que les dio el militarismo racista nipón de comienzos del siglo XX, y buen aprendiz, de su mentor Mengele, experto en crear métodos ágiles y baratos para desaparecer judíos de Europa, ideó un procedimiento singular de extermino de indígenas, las esterilizaciones masivas de mujeres. Para tal fin, aprovechó las campañas de planificación familiar para que dentro de ellas se incube el mayor sueño de él y de muchos que es ver algún día el territorio peruano libre de sus pueblos originarios. Para cumplir ese objetivo durante su régimen se valió de fieles pelotones con el mismo pensamiento y los envió hacia los Andes. Sus SS fujimoristas disfrazados de médicos y enfermeras iban con tijera en mano de pueblo en pueblo organizando fiestas patronales y convocando a sus pobladores, convenciendo a mujeres analfabetas y hambrientas para que a cambio de alimentos se sometieran a una sencilla ligadura de trompas. El hambre y las carencias las obligaron a someterse a aquellas prácticas, pero no sabían que el costo iba a ser alto, porque, el fin de estas campañas no era la planificación familiar sino eliminar a la mayor cantidad de ellas, porque este método de exterminio no solo se conformaba con la esterilización de estas mujeres, sino que la solución final fue siempre provocar sus muertes por las insalubres condiciones de la cirugía, de esta manera se cumpliría ese sueño masoquista de reducir en algo el numero de indígenas en el Perú.
Al parecer con el archivamiento de este caso, Fujimori, saldrá impune de esta acusación, porque es evidente que existen todavía aquí como en la misma Europa personas que comulgan con estos métodos dirigidos sistemáticamente para exterminar a una determinada etnia considerada inferior. Ocurrió en la Alemania de Hitler y en el Perú de Fujimori y persiste en la mente de ese fiscal, que siguen creyendo que los males de su país se remediaran esterilizando o matando mujeres pobres e indígenas.

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