Este
domingo 25 de octubre se decide mucho en la Argentina. Como es muy conocido
fuera de nuestras fronteras, aquí la prensa parcializada solo muestra lo que le conviene, y no siempre se ajusta
con la realidad, pero, lo cierto es que hace varias décadas no se veía en la
patria de Gardel estas acciones de
formarse una idea de nación soberana,
impensable en muchos cuando la
frivolidad y lo malsano se ha apropiado tanto del ser humano sometiéndolos a una mexicanización
que se va extendiendo también por distintas partes de Latinoamérica.
Es
que en la historia de los rioplatenses elegir el camino de la emancipación siempre
ha estado presente, desde el rechazo que hizo su pueblo a las invasiones inglesas
de 1806 y 1807, fueron precisamente esas
victorias el embrión de lo que sería la junta de gobierno de 1810. Nunca Lima hubiera
respirado los aires independentistas si no hubiese perdurado aquel autogobierno
iniciador de la expedición libertadora del surliderada por José de San Martín.
A
mitad del siglo XX no disminuyó ese espíritu,
porque el peronismo con sus errores y aciertos al final nos dejó la
intención de querer hacer de la Argentina una nación autónoma. Aunque dentro de ella siempre han existido grupos triviales y conformistas muy influyentes de la misma escuela que Mirtha
Legrand, que han obstaculizado cualquier intento progresista. Después
de desbrozar todo lo que llega del Rio
de la Plata nos queda que el kirchnerismo, con sus aspectos positivos y negativos, ha
hecho al argentino lúcido verse al espejo con la frente en alto.
Argentina,
con sus altos y bajos y teniendo a muchos conspirando dentro y fuera de sus
fronteras, hoy se encuentra con el dilema
de elegir en esa bifurcación, si seguir con este proyecto histórico de dignidad
e independencia o de nuevo caer en la tentación de los mercachifles que ofrecen
dentro de sus promesas de prosperidad ese entreguismo, superficialidad y decadencia moral que está pudriendo muchos
países latinoamericanos.
En
estos años el actual régimen argentino ha recibido duras críticas y seguramente
muchas con fundamento, y si en materia económica no irán muy bien, de lo que si se pueden enorgullecer es que el
kirchnerismo a lavado el rostro de los argentinos de aquella mugre dejada por el
nefasto Proceso de Reorganización
Nacional que convirtieron a una Argentina que en 1975 poseía solo un 15% de pobreza, en
el desastre de 1984 con más de 40% de pobres
y la economía totalmente destrozada. Estaba claro entonces cuál era el verdadero objetivo de aquella dictadura. Pero, por esos
azares del destino no se cumplieron sus vilezas porque ahora ese país sigue vivo y dando
el ejemplo como en su momento lo hizo aquella
solitaria junta de gobierno que a
comienzos del siglo XIX logró sobrevivir a la reacción retrógrada de Abascal.
Para
estas elecciones el dirigente de fútbol Mauricio Macri va segundo en las
encuestas, él como todos los candidatos de la oposición no se pueden apartar de
ese tufo que siempre emanan los aprovechados y pendejos barateros que anteponen sus apetitos personales por
sobre los intereses de toda una nación
que busca avanzar libremente.
Esperamos
que este 25 de octubre el pueblo argentino
elija el camino seguido
por aquellos pueblos que han madurado lo suficiente como para saber que
es el momento de caminar por sus propios medios.
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