sábado, 31 de marzo de 2018

El Protector del Mundo




El pánico del mundo a que se desencadene una guerra nuclear entre los hegemones de la granja ha vuelto con esta crisis diplomática provocada por el caso Skripal. La humanidad entera se muerde las uñas ante estos momentos de tensión. Pero cuando analizamos la situación desde adentro nos damos cuenta que nunca se dará un enfrentamiento nuclear entre EEUU y Rusia mientras ambas superpotencias nucleares tengan el siguiente as bajo la ma
nga.    
En Rusia se denomina sistema Perimetr y según Sputnik news funciona de la siguiente manera:
Fue puesto en funcionamiento en 1985, el denominado sistema Perimetr, se creó en respuesta a la doctrina nuclear de EEUU llamada 'Guerra Nuclear Limitada', cuyo objetivo era lanzar un ataque nuclear sorpresa sobre las principales infraestructuras y puestos de mando de Rusia para destruirla completamente y evitar un contraataque nuclear.  El sistema Perimetr garantiza que esto no pase.
El Perimetr (según indican) es un arma absolutamente defensiva. Se trata de una red de comunicaciones alternativa para los puestos de mando que poseen armas nucleares (como las Tropas de Misiles Estratégicos), en caso de que un ataque nuclear de EEUU destruya los mecanismos de toma de decisiones y control, como las jefaturas políticas y los mandos militares.
El sistema Perimetr consta de misiles balísticos que no tienen ojivas nucleares sino potentes transmisores, que emiten órdenes para todas las unidades que dispongan de misiles balísticos con carga nuclear, desde submarinos hasta aviones de combate.
El dispositivo consta de gran cantidad de transmisores, que están permanentemente en guardia. Así, reciben información de puestos de control que monitorean todo tipo de información (situación política del país, radiación en la atmósfera etc..). En caso de que se cumplan una serie de parámetros y directrices, los misiles del sistema Perimetr son lanzados por todo el territorio de la Federación de Rusia, transmitiendo órdenes para lanzar un contraataque contra el enemigo.
La característica principal que tiene el sistema Perimetr y que lo hace tan temido para los enemigos de Rusia es su automatización. Gracias a unos potentes algoritmos y a sensores que recogen información de toda índole, Perimetr puede actuar sin necesidad de un mandato humano por lo que, si una ataque nuclear enemigo acabara con los dirigentes políticos y militares de Rusia, el sistema podría contraatacar por sí mismo.
Otra característica notable de la que goza este mecanismo de defensa es que, sus algoritmos revisten tal complejidad, que le permiten analizar la situación política y militar que se vive en el planeta, y sobre la base de estos datos, tomar decisiones en consecuencia. Algo impresionante.
Este complejo de comunicaciones es inmune a los efectos más destructivos de las cabezas nucleares, así como a cualquier intento enemigo de desactivarlo, por lo que su eficacia es letal.
Para evitar un ataque fortuito, el algoritmo de ataque de respuesta necesita de cuatro condiciones para ser activado.
En primer lugar, que se haya realizado una ataque nuclear contra el territorio de la Federación de Rusia. Si el sistema Perimetr ha comprobado la veracidad de dicho ataque, se comunica con el Estado Mayor General.
Si no responde, se pone en contacto con el Kazbek (maletín nuclear), que controla todo el sistema de misiles estratégicos gracias a su subsistema de comunicación Cheguet. Si el Kazbek no responde o da la orden de atacar, el sistema Perimetr lanza su misiles balísticos para transmitir la orden de combate a todas las fuerzas nucleares de Rusia.
También si los sistemas de comunicación del Perimetr se percatan, por ejemplo, de una intensa actividad radioactiva junto con movimientos sísmicos u otros fenómenos similares, el complejo de comunicaciones puede enviar la señal, incluso sin la autorización del Kazbek.
Para suerte de la humanidad toda esta amenaza queda en un tranquilizante equilibrio porque según fuentes rusas, EEUU posee un sistema de defensa similar, el llamado Emergency Rocket Communications System, con características análogas al modelo ruso.
Esperemos que esta paridad continúe porque en el momento que alguno de los dos bloques invente algún sistema que anule al contrario no lo duden que no pasara ni una décima de segundo para que se inicie ese ataque nuclear.  





jueves, 29 de marzo de 2018

Mestizo un término obsoleto



Se ha hecho de conocimiento público la primera encuesta nacional de Percepciones y Actitudes sobre la Diversidad Cultural y Discriminación Étnico Racial que elaboró Ipsos a pedido del Ministerio de Cultura, y de ella podemos rescatar importantes datos, uno de ellos es la discriminación racial que, pese a las campañas y a las leyes que la proscriben, sigue siendo un problema vigente en el país, es un mal como otros que  seguimos arrastrando desde la época colonial y que, seguro, con la educación y el conocimiento en algún momento disminuirá. En dicha encuesta, a la pregunta sobre su origen étnico, un 22 %  de los entrevistados  respondieron  que se asumen quechuas.  Esto nos reconforta y sería hasta impensable hace algunos años ver que los peruanos alejados de prejuicios se identifiquen con su verdadera etnia. También, nos preocupa  que todavía un 55% de la población siga utilizando el término “mestizo” para nombrar su origen étnico.                                       
Quién diría que detrás de ese término conocido como “mestizo” vamos ha encontrar tantos componentes negativos relacionados directamente con el subdesarrollo y la discriminación racial, lo cual detallaremos a continuación.                                                    
Desde hace casi cinco siglos el término “mestizo” está muy difundido  en nuestro país como en el resto del continente americano. Pero, hoy  utilizar la palabra “mestizo” para denominar  un grupo étnico es una trampa, un recurso perjudicial para la formación de una identidad sana  y es directamente responsable de la decadencia de algunos países y sus sociedades. Un gran ejemplo de lo que afirmamos ha sido y es México, sus creadores quisieron construir su nación desde las bases del denominado “mestizaje”, lo cual para ellos ha sido un desastre ya que en lugar de llevarlos al desarrollo y levantarles la autoestima los ha reducido a la degradación (estado fallido, corrupción y violencia). Y ya lo publicó en un articulo el diario “El País” de España,  ese “mestizaje” o pensar como mestizo hoy en la tierra de los aztecas  ha significado continuar con el deseo de ser lo más “hispano” posible apartando y discriminando cualquier rasgo nativo o indígena. Algo parecido también ha sucedido en el resto de América Latina.  Claro que, seguramente en México, como en otras partes del continente americano,  hablar de cultura precolombina signifique algo distinto de lo transcendental que representa en el Perú.                                                              Como ya indicamos,  de la encuesta anterior también se logra extraer que la discriminación racial persiste en nuestro país. Al margen de los medios de comunicación que muchas veces son los principales difusores del racismo,  lo que también se percibe en las calles, es que, los autodenominados  “mestizos” son a la vez los más aficionados a estas malas costumbres. Por ejemplo, la gente de a pie los que laboran dentro de las instituciones tanto privadas como públicas que fueron  mencionados en dicha encuesta y que probablemente hubieran respondido que pertenecen a la llamada etnia “mestiza”, muchos de ellos son los que, paradójicamente, caen en la discriminación racial en contra de todo lo indígena, y si hurgamos en el interior de esos autodenominados “mestizos” y racistas develaremos desde lo más recóndito de su yo personal que esa aversión a todo lo indígena es la manifestación de la derrota del “conquistado” que  desea curar sus heridas anhelando pertenecer al grupo de los supuestos "vencedores", en este caso, de los “conquistadores españoles” (parece ridículo pero esto se repite en la mente de un sector numeroso de peruanos desde 1532) por esta razón niegan o se apartan de todo lo amerindio, manifestándolo  diariamente con lo que aquí se conoce como “racismo”.    Bajo esta disyuntiva el término “mestizo”  describiría una persona inconclusa, disforme, defectuosa e inferior, que desdeña, aparta y discrimina su parte aborigen, llevando a su interior un permanente conflicto extremadamente violento como lo fue la conquista del Tahuantinsuyo,  pero esta vez esta "guerra" personal alimentará los prejuicios contaminando así al resto  de su prole y a la sociedad misma. 
Entonces, hoy, utilizar el término mestizo para autodefinirse étnicamente (culturalmente) es ambiguo y poco serio y hasta dañino. Lo objetivo en este Perú moderno, multicultural y multiétnico y alejado de los malsanos y polvorientos prejuicios raciales sería llamarlo por su propio nombre y este en su gran mayoría lo coherente sería denominarlo con el término de quechua.  Y, más aún, si este "mestizo" peruano, según el reciente análisis genético realizado, posee en su ADN un 60% del genoma amerindio, entonces, con mayor razón, este "mestizo" debería reconciliarse con su propia sangre y asumir su verdadera identidad étnica que en el Perú mayoritariamente vendría a ser el quechua.

sábado, 17 de marzo de 2018

El oscurantismo del INC



Es como un agente extraño que  no termina de infectar el cuerpo receptor.
Este gobierno de PPK hace agua por todos lados. A sido hasta ahora la más grande equivocación que hemos cometido los peruanos y que nos puede costar caro porque pone en riesgo a la actual democracia. Se empeña en verse como el más  flojo y lerdo, y su  ineptitud es tan exagerada que hasta parecería que fuera adrede como calculado  con el despropósito de acabar  con todas aquellas tímidas concesiones sociales que se han ido dando  en materia social y cultural en estos diecisiete  años.
Esta falta de liderazgo y criterio que estaría mostrando el actual  régimen está provocando dentro de otros problemas que los organismos del estado se vean infestados  por un ejército de burócratas pertenecientes al más extremo conservadurismo,  ese que destaca por su intolerancia racista e hispanófila  y fundamentalista religioso que a través de la historia han  hecho mucho daño  no solo a nuestro país sino a  otros en América latina.
Desde sus escritorios con el alba comienzan su eficaz tarea que consiste en  impedir y obstaculizar o destruir toda aquella acción que busca  resaltar a nuestra cultura andina. Todo ese patrimonio cultural peruano sea indígena y andino corre peligro en las manos de estos supuestos protectores que al final terminan  siendo sus más terribles verdugos.
Están en busca de todo símbolo o escultura o  todo aquello que muestre en su arte el renacer del orgullo andino o por lo menos que lo sugiera.  Estos topos destruyen cualquier iniciativa de este tipo.
Sus mentes de fundamentalistas religiosos le hacen confundir armoniosas esculturas precolombinas con imágenes paganas ofensivas a sus conocidos iconos cristianos;  en resumen resaltan lo hispano, colonial y católico en desmedro de la tolerancia, la apertura y el dialogo que permite la muestra de una bella  efigie quechua.
Con gente como esta, este país  de los incas y sus descendientes que conforma  la gran mayoría de peruanos estamos prohibidos con total descaro de aprender quechua y  utilizan toda la fuerza coercitiva del poder con  sus resoluciones.
Estos grupos son tan intolerantes que buscan cualquier excusa para destruir figuras alusivas  a ese pasado milenario que tenemos los peruanos, como lo que está ocurriendo en el Cusco en la zona de Calca en donde el ministerio de cultura mostrando todo lo mencionado anteriormente se ha propuesto una “guerra santa” en contra de una imponente escultura de Wiracocha que un museo del lugar había construido.  
El actual ministro de cultura Alejandro Neyra  y su resolución ministerial Nº 060201 MC, busca la destrucción de esta magnífica escultura andina, demostrándonos que estamos viviendo una período oscuro, una especie de "santa inquisición" en contra de todo lo andino, claro, disimulado con miles de escusas descabelladas y ridículas.
Con este tipo de ministros y resoluciones  nos indican que en el Perú el principal problema no es  el capitalismo ni el comunismo, sino, sigue siendo el tema étnico,   porque  existe un grupúsculo de gentes muy influyente e intolerante dentro de muestra sociedad que sigue pensando en imponernos  a todos los peruanos un utópico país criollo y católico.

martes, 13 de marzo de 2018

40 años de fujimorismo


¡Hija de puta! ¡Hija de puta! Gritaban los estudiantes. Era un coro ensordecedor  exigiendo  el regreso de la democracia y que este personaje abandonara de inmediato  su universidad.
Ante la bulliciosa protesta, Marta Chávez ni se amilanaba, todo lo contrario, con su conocido fanatismo y dando la espalda a esos jóvenes se apostó henchida frente a los micrófonos y pronunció unas premonitorias palabras.  
No sabemos si lo hizo para sacar “cachita” a  ese  numeroso grupo de universitarios de la Católica de Lima  o  fue la espontanea expresión de su recalcitrante pensamiento, lo cierto es que ese día Marta Chávez aseveró que para ver los resultados del régimen fujimorista, este tendría que estar en el poder cuarenta  años, solo así se salvaría al Perú  sacándolo  del subdesarrollo y  el tiempo que necesitaban era de “solo”  cuatro décadas.
Aquellas expresiones parecían uno más de aquellos exabruptos  a los que nos tenía acostumbrados la mayor defensora de aquella tiranía, se  escuchaban  exageradas y algunos hasta lo vieron como una broma de mal gusto o  casi como un grito desquiciado que no era para tomarlo en serio.  40 años de fujimorismo era una locura, ¿Quién iba a soportar semejante tortura y cómo un régimen podría durar  tanto en el Perú si ni Hitler en Alemania lo consiguió? ¿Cómo podría existir alguien tan pérfido como augurar semejante maldición para los peruanos?
Han pasado dieciocho años desde la renuncia por fax de Alberto Fujimori  y a partir de aquella fecha se han sucedido en el cargo de mandatario diferentes personajes con el rotulo de gobiernos democráticos; y si somos objetivos, la omnipotencia del fujimorismo en todos estos años ha demostrado estar intacta como para hostigar a todos los que han llegado a palacio de gobierno.  Nunca dejaroel poder, todo lo contrario, gracias a los medios y el capital han  sido los protagonistas de los principales hechos políticos, buenos y malos, pero siempre moviendo los hilos y poniendo el tema musical para que dancen  los presidentes de turno en esta denominada etapa democrática. Sus líderes y candidatos en estas casi dos décadas han mostrado un blindaje a prueba de múltiples denuncias,  que por su gravedad han llevado a prisión hasta al mismo matrimonio Humala. Es evidente la fuerza que tienen sobre esta comarca de frágiles y permeables instituciones.
En estos dieciocho años el objetivo de este juego de miradas y peleítas  nunca fue cambiar algo, sino continuar con este guión connivente con los bajos sueldos, el tarjetazo, el subempleo  y  la evasión de impuestos de las grandes empresas.  Mientras esto sucedía, se presentaban períodos en donde parecía que la paciencia  del pueblo peruano estaba a punto de reventar, era como una olla a presión. Pero cada cinco años en los sufragios generales el fujimorismo se  presentaba de nuevo amenazando con regresar al poder y hacer una razia sobre sus opositores. El pueblo desesperado así elegía al mal menor con  Toledo, García, Humala y el ultimo de este rosario de mal habidos encontramos a PPK.
Con el final de esta novela nos hemos dado cuenta de que todos jugaron para el mismo equipo: el fujimorismo, el conservadurismo, la extrema derecha, el fascismo, la galera romana y el expolio.
Para este viernes no vacarán a nadie, y si lo hacen  buscarán quizás un reemplazo disoluto  con Vizcarra o Araoz para que continúe la fiesta de este aburrido “Versalles” lorcho.
De ocurrir la vacancia, un respiro para esta democracia sería convocar a nuevas elecciones, pero esto es pedir mucho porque aquí lo que abundan son “fachas” que fingen ser demócratas macerados en estos cientos de años de conservadurismo y fanatismo devoto.
Pedir a la virgencita de Chapi un gobierno liberal y progresista en este momento es un imposible porque el “lavado de cerebro” ha sido eficiente haciendo que el elector en un acto de ingenuidad vote por su verdugo y crucifique  a su salvador.
Ya han pasado cerca de veinte años de aquella profecía.

sábado, 3 de marzo de 2018

GRAÑA Y MONTERO y el golpe al capitalismo peruano


Hace algunos años en un discurso dado  frente a miles de sus compatriotas, el líder chino hizo hincapié en lo siguiente: Nunca el desarrollo de ese país sería posible mientras no  cuenten  con grandes y pujantes trasnacionales.   
Solo tuvieron  que pasar algunos  años para ver como el posicionamiento en el mercado global de Alibaba, Huawei  o Lenovo, iban  a la par del ascenso de la República Popular China como potencia mundial  amenazando el hegemon económico y político de los EEUU en el planeta.
En esa Plaza de armas de Arequipa lo escuché claramente cuando  vociferaban  sobre la prosperidad de las naciones gracias al Libre Mercado y para que no quedara ninguna duda ahí estaban los casos coherentes de Taipéi,  Singapur o Corea del sur. Eran ejemplos tangibles de que un país pobre podía crecer y prosperar, y lo decía Vargas Llosa allá por 1989, eran tiempos muy distintos a los de ahora, llenos de alentadoras expectativas gracias a esos grandes cambios que acompañaban a toda esta perorata con la perestroika y  el glasnost.  
El libre mercado entró  a nuestro país en los años noventa,   pero, no sabemos de qué tipo  y,  también en qué condiciones el Perú  ingresó a ese mercado mundial; lo cierto es que en estos años fueron pocas  las empresas nacionales que han crecido lo  suficiente como para destacar en el hemisferio.
Las pocas que han asomado han sido tan ínfimas que  no han logrado las suficientes  ganancias como para que crezcan y a la vez hagan prosperar a la economía nacional  y con ella a su incipiente  capitalismo.
Esto fue hasta que hizo su aparición la primera gran corporación “made in Perú”  nos referimos a GRAÑA Y MONTERO.
Era la primera trasnacional peruana con el suficiente vigor y eficiencia en la historia que llegó a saltar las fronteras y ocupar importantes mercados en Sudamérica, una de sus últimas hazañas fue la compra de la principal cementera chilena. El sueño se estaba cumpliendo y el desarrollo era posible, no era un cuento de ficción como lo auguraban los pesimistas y comunistas y los encomenderos feudales ni los de siempre, estábamos viendo el ascenso del capitalismo nacional  con el rostro de GRAÑA Y MONTERO.
Era imposible creerlo, pero era cierto, ahora sí podríamos ser como Taipéi o Corea del Sur. Esa empresa que nos ponía en esa expectativa era GRAÑA y MOnTERO,  la única transnacional peruana que se había destacado en este periodo de liberalismo económico, creciendo y traspasando las fronteras peruanas, la más importante que había surgido en nuestro país en su reciente historia capitalista.
Parecía que todo iba perfecto hasta que apareció el escándalo de Odebrecht. Todos hemos sido testigos de su magnitud y de lo que está arrastrando; lo más terrible fue que uno de los que cayeron junto a esta empresa brasileña fue el conglomerado GRAÑA Y MONTERO la joya de la corona peruana.  
Aquí nadie reparó en el daño producido a nuestra economía, pero lo cierto es que la caída de GRAÑA Y MONTERO fue tan catastrófico para el insipiente capitalismo nacional como si en los  Estados Unidos su General Motors fuera quitada de un golpe o si Telefónica en España fuera borrada del mapa así como en Chile Falabella.
Qué nos queda de toda esta murga.
Primero, el sueño de desarrollarnos de forma autónoma con nuestro propio capitalismo nacional ha terminado.
Segundo,  la riqueza producto del crecimiento de un capitalismo local nunca se logrará, así  el objetivo de alcanzar la prosperidad como Corea, Taiwán, alguien lo ha destruido con el golpe a GRAÑA Y MONTERO.
Tercero, hemos ingresado al mercado mundial como simples exportadores de materias primas sin valor agregado y mediocres importadores de productos manufacturados.
Veo el parque industrial de Arequipa y está activo, pero no de manufacturas e industrias sino solo de especuladores que se conforman con la ociosa y neutra actividad de importar productos manufacturados. Nula creatividad.
En eso se ha convertido el sueño peruano de ser un país próspero gracias  al Libre mercado. ¿Cómo negociaron los surcoreanos? ¿Cómo lo hicieron? Solo ellos lo saben. Aquí la elite peruana (si es qué existe) ha dejado que esto pase, y  nos han condenado a ser el eterno país en vías de desarrollo.

Ridley Scott en su Waterloo

  Las oscuras nubes de unas horas bajas no solo ensombrecen a Occidente en su enfrentamiento con Rusia para conservar la unipolaridad en el ...