Es como un agente
extraño que no termina de infectar el
cuerpo receptor.
Este gobierno
de PPK hace agua por todos lados. A sido hasta ahora la más grande equivocación
que hemos cometido los peruanos y que nos puede costar caro porque pone en
riesgo a la actual democracia. Se empeña en verse como el más flojo y lerdo, y su ineptitud es tan exagerada que hasta parecería
que fuera adrede como calculado con el despropósito
de acabar con todas aquellas tímidas concesiones
sociales que se han ido dando en materia
social y cultural en estos diecisiete años.
Esta falta de
liderazgo y criterio que estaría mostrando el actual régimen está provocando dentro de otros problemas
que los organismos del estado se vean infestados por un ejército de burócratas pertenecientes al
más extremo conservadurismo, ese que destaca
por su intolerancia racista e hispanófila y fundamentalista religioso que a través de la
historia han hecho mucho daño no solo a nuestro país sino a otros en América latina.
Desde sus
escritorios con el alba comienzan su eficaz tarea que consiste en impedir y obstaculizar o destruir toda aquella
acción que busca resaltar a nuestra
cultura andina. Todo ese patrimonio cultural peruano sea indígena y andino
corre peligro en las manos de estos supuestos protectores que al final terminan
siendo sus más terribles verdugos.
Están en busca
de todo símbolo o escultura o todo
aquello que muestre en su arte el renacer del orgullo andino o por lo menos que
lo sugiera. Estos topos destruyen cualquier
iniciativa de este tipo.
Sus
mentes de fundamentalistas religiosos le hacen confundir armoniosas esculturas precolombinas
con imágenes paganas ofensivas a sus conocidos iconos cristianos; en resumen resaltan lo hispano, colonial y católico
en desmedro de la tolerancia, la apertura y el dialogo que permite la muestra
de una bella efigie quechua.
Con
gente como esta, este país de los incas
y sus descendientes que conforma la gran
mayoría de peruanos estamos prohibidos con total descaro de aprender quechua y utilizan toda la fuerza coercitiva del poder con
sus resoluciones.
Estos
grupos son tan intolerantes que buscan cualquier excusa para destruir figuras
alusivas a ese pasado milenario que tenemos
los peruanos, como lo que está ocurriendo en el Cusco en la zona de Calca en donde
el ministerio de cultura mostrando todo lo mencionado anteriormente se ha propuesto
una “guerra santa” en contra de una imponente escultura de Wiracocha que un museo
del lugar había construido.
El
actual ministro de cultura Alejandro Neyra y su resolución ministerial Nº 060201 MC, busca
la destrucción de esta magnífica escultura andina, demostrándonos que estamos viviendo una período oscuro, una especie de "santa
inquisición" en contra de todo lo andino, claro, disimulado con miles de escusas
descabelladas y ridículas.
Con
este tipo de ministros y resoluciones nos
indican que en el Perú el principal problema no es el capitalismo ni el comunismo, sino, sigue siendo
el tema étnico, porque existe un grupúsculo de gentes muy influyente e intolerante dentro
de muestra sociedad que sigue pensando en imponernos a todos los peruanos un utópico
país criollo y católico.
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