sábado, 29 de febrero de 2020

Los cantores de Fujimori



La Alemania nazi, la dictadura argentina y otros regímenes similares contaron con un atareado Ministerio  de propaganda.
El gobierno dictatorial de Alberto Fujimori también tuvo sus oficinas encargadas de la censura o la distribución de noticias en la prensa escrita, radial  o televisada, como también controlaba otras artes, como la música por ejemplo. Nada se le escapaba a este “nikei” que gustaba experimentar con la natalidad en el Perú  mandando a esterilizar miles de mujeres pobres y quechua hablantes quizás inspirado en las atrocidades que también hicieron sus compatriotas nipones en Nanking en 1937.
El caso de las esterilizaciones fue archivado por un grupo de magistrados seguramente con la misma línea de insensibilidad que el actual Tribunal Constitucional.
La dictadura fujimorista utilizaba todos los medios posibles  para tener  en sus manos el país entero, uno de sus vértices fue la propaganda, en este aspecto recibió el apoyo de varios  grupos y  cantantes de música popular que abarcaban distintos géneros desde el rock hasta la denominada tecnocumbia.
El objetivo era distraer a las masas para alinearlos en un tipo de pensamiento que iba a caracterizar al sistema totalitario que imperaba, promoviendo el entreguismo, el integrismo cristiano, la corrupción generalizada y el relajo en valores humanos.  
La televisión y la radio fueron utilizadas para emitir esos cantos de sirena que distraería  a la opinión pública del robo de miles de millones de dólares producto de las privatizaciones, las despariciones  y asesinatos selectivos  y de las innumerables esterilizaciones que ocurrieron durante esa década.
Por ejemplo, para que la población no se incomode por las  esterilizaciones de mujeres pobres y quechua hablantes, qué mejor que el subliminal mensaje de las letras racistas de las canciones de Raúl Romero, como aquella, en donde, llamaba “negrito y barrigón” al hijo de los Quispe.
Pedro Suarez Vertiz y Gian Marco Zignago fueron dos de los más solicitados a la hora de poner el fondo musical a esa década fujimorista.
Aparte de estos tres cantores del fujimorismo, existieron otros músicos que también colaboraron   con esa tiranía. Una vez que cayó el régimen,  gran parte de ellos guardaron y guardan un silencio sepulcral sobre esos años y se perdieron en el anonimato, salvo los tres nombrados anteriormente,  que cada cierto tiempo vociferan su incontenible corazón fujimorista.
Por esas razones, Raúl Romero terminó purgado de la televisión ahogado en "huevazos" que le propinaron una multitud de jóvenes indignados por el apoyo que hacía al genocidio perpetrado por el régimen fujimorista.
Pedro Suarez Vertiz, a pesar de estar aquejado por una enfermedad, le sobra vitalidad  cuando se trata de escribir en sus redes sociales siempre apoyando a las maneras de actuar del pasado régimen fujimorista.
Gian Marco Zignago, es otro conspicuo fujimorista, se exilió en el extranjero, desde ahí con total comodidad de vez en cuando escribe que Alberto Fujimori fue, casi, el mejor presidente de todo los tiempos que hemos tenido los peruanos.
Fueron diez años que Alberto Fujimori gobernó el país, hizo mucho daño, fue un verdadero mercenario que intentó destruir el país, quizás lo logró, porque todos los problemas que vivimos y que viviremos los peruanos comenzaron en su régimen que abarcó desde 1990 hasta el año 2000.  


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