lunes, 3 de octubre de 2022

Sobre porquerizas y la Agencia espacial peruana

 


La escena de Urresti y “Porky”, no sé, por qué, pero me recuerda la vez que estuve por aquella zona del distrito de Cerro Colorado, en la ciudad de Arequipa.

En aquella extensa jurisdicción existe un lugar donde abundan los mataderos de ganado, unos más formales que otros.

Ese día, desde donde estaba, se lograba divisar uno de estos lugares. Su infraestructura parecía nueva, moderna y limpia, en medio había un amplio patio, en donde, estaba desparramado, junto a otros, un enorme e indiferente cerdo disfrutando plácidamente del calcinante sol arequipeño, y frente a ellos, estaba una oscura y solitaria puerta de un edifico de unos cuatro o cinco pisos de altura, desprovisto de ventanas, las pocas que había estaban cubiertas con unas gruesas rejas de metal que no dejaban observar nada de lo que estaría ocurriendo ahí dentro en ese proceso complejo de convertir esos generosos animalitos en suculentos embutidos. Pero, uno se podía imaginar, por los tremendos gritos que salían, porque parecían alaridos de humanos. ¿O, lo serian? No lo creemos.  

Como era lógico, el cerdo y sus matarifes fueron los únicos protagonistas de ese improvisado paseo aquella mañana.

Y no es que ya esté cantado el triunfo de Aliaga o, este sea la víctima y Urresti el verdugo. No. Ni tampoco que los peruanos seamos el ganado esperando ser sacrificados y los beneficiados otros, tampoco. Lo que pasa es que, es frustrante ver que en otras latitudes algunos pueblos de ascendencia milenaria como nosotros han logrado difundir en sus estructuras sociales ese espíritu autónomo y creativo dándoles la autoestima suficiente como para avanzar tanto, al punto de hacerles crear y desarrollar tecnologías propias como, por ejemplo, la espacial.

El caso de la India es para destacar porque sus logros en el campo espacial han sido sorprendentes en los últimos años.  

Y esto resulta paradójico para nosotros cuando nos enteramos que la carrera espacial de la India comenzó formalmente casi a la par con el Perú.  Así es. Fuimos contemporáneos con los hindúes y pioneros en esta parte del Pacífico. Pero esto se ha olvidado por completo.  

La India, en 1972, institucionalizó su primera Agencia espacial, y hoy, después de varias décadas, sus avances en esta materia la han convertido en una de las seis agencias espaciales gubernamentales del mundo que posee capacidades de lanzamiento completas: desarrollo de motores criogénicos, lanzamiento de misiones orbitales y para operar grandes flotas de satélites artificiales.

Solo 2 años después de haberse creado la Agencia Espacial hindú nuestro país hizo lo mismo el 11 de junio de 1974 estableciendo la Comisión Nacional de Investigación y Desarrollo Aeroespacial (CONIDA).

Lo tragicómico de esto, es que, en esta iniciativa los peruanos fuimos pioneros en la zona, porque, solo Chile, para lograr algo parecido, tuvieron que esperar hasta el año 2001. Hoy hasta ellos nos han superado en sus investigaciones.

Ahora nos preguntamos:

¿Qué se ha trabajado en todos estos 48 años de vida que posee esta Agencia Espacial Peruana?

La respuesta es “nada”, para el tiempo que lleva funcionando.

Hemos descrito lo que en este tiempo ha hecho la india, pero, alguien, dirá que, la India es un país más grande, más poblado, con mayores recursos, en fin, un rosario de excusas, pero, al menos la Agencia Especial Peruana debería ser, mínimamente, la más activa y avanzada de la región, pero esto, es una utopía, esperar este tipo de gestiones para los actuales funcionarios que manejan a esa institución.

El subdesarrollo y todas sus características en este año 2022 tiene acuñado sus nombres y estos se resumen en: soberanía, eficiencia y creatividad.

Son valores que parece que son escasos en el andamiaje de estos organismos, cimentando probablemente así, nuestro sólido tercermundismo.

Es un círculo vicioso, que podría ser hasta institucionalizado.

Hace unos meses leí en los diarios que un organismo educativo estatal estaba promoviendo un concurso escolar de talentos en algo que llamaban: “física espacial”, y los estudiantes ganadores serian acreedores nada manos que a un viaje a las instalaciones de la NASA en Florida (EEUU).

Nos parece excelente esta iniciativa, pero, no sería mejor que esos estudiantes peruanos ganadores, en lugar de viajar al extranjero primero visitaran las instalaciones de nuestra Agencia Espacial Peruana, aunque esta esté algo abandonada y probablemente hasta torpemente gestionada.

Creemos que, más formativo para estos estudiantes sería observar en qué situación se encuentra la Agencia Espacial local, para que los pequeños tomen conciencia de lo que no se debe hacer para estancar un país y, tal vez, con el tiempo, cuando logren ir al extranjero a especializarse en algunas de estas ciencias, regresen al Peru, para reflotar a esta alicaída agencia, con nuevos ímpetus y otra autoestima, claro  que, como ya afuera los pen Deivis ya se dieron cuenta de las capacidades del científico peruano en esta materia ya les estarán “abriendo la puertas” para la fuga de cerebros.

Patética realidad que nos rodea que solo se quita con un buen vino argentino.

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