Falta poco para este 22 de octubre, día de las elecciones presidenciales en Argentina y, lo que se logra ver es a un país desesperado que va al cadalso donde le espera un verdugo pelucón y escandaloso que vocifera un discurso de palangana plagado de tecnicismos económicos grandilocuentes, una verborrea de piola lenguaraz y fanfarrón, demagogo, que quiere vender al votante un “cebo de culebra” que es más de lo mismo, una agenda que solo busca mantener a la Argentina postrada viviendo del recuerdo cuando era uno de los países más ricos del mundo.
Entonces, ¿Por qué un
supuesto triunfo de Milei sería nefasto para el país rioplatense?
Si bien es cierto que dentro
de la lista de candidatos la gran mayoría de ellos son igual de nefastos, pero
es este personaje el que las encuestas dan como favorito.
Son sus propuestas que
lo pintan de cuerpo entero como el posible mensajero del mal, el mercenario anti
argentino. Y solo nos remitimos a sus palabras vertidas.
Primero, asegura que
dolarizará la economía argentina. Desde ahí se nota cómo ve a su país, ínfimo, sobre
todo si sabemos que si hubo un país sudamericano que dolarizó su economía, ese
fue Ecuador, pero estamos hablando de un mercado pequeño. Milei se olvida que
Argentina es una economía emergente que forma parte del Grupo de los Veinte, cuyos
integrantes antes de dolarizar sus economías están buscando que sus
respectivas monedas sean más estables y fuertes. Obviamente con esta propuesta
este candidato solo demuestra que no busca mejorar nada en Argentina solo
hundirla más.
Segundo, observando las imágenes
que los medios occidentales inundan los dispositivos de los electores argentinos,
fue en una de ellas, en el que se lo veía quitando de la pizarra tarjetas con los nombres de ministerios,
y llama la atención que retiraba aquellos que estaban relacionados con la ciencia y
la educación. Este mercenario de la ignorancia quiere reducir a la población
argentina a los niveles de los pueblos más ignorantes del planeta, como aquellos
que dicen tener “la mejor hinchada de mundo”, millones de cándidos que desconocen
demasiado llevándolos inclusive a elegir a verdaderos vende patrias como
dirigentes. Es su mayor deseo, así estos millones de ciegos y sordos podrían elegir
en el futuro a muchos verdugos como Milei.
Tercero, en su discurso
afirma que romperá todo tipo de relación con China, sabiendo que ese país es el
principal mercado para sus productos agrícolas. Pero, no se conforma con esto,
sino que amenaza que estrechará los vínculos económicos con los EEUU, el principal competidor para su soja, por ejemplo. ¿Es o no un verdugo de la desesperada Argentina? No
lo decimos nosotros lo dijo el propio Milei, fueron sus propias palabras.
La historia es cruda cuando
se la cuenta imparcial, esa nos dice que la Argentina no tuvo el mismo destino
que Australia porque no fueron, no son, ni serán anglosajones. Argentina nunca
se acercó a ser un apéndice de occidente, más bien se iba pareciéndo a un estado Bóer
o de lejos a Rusia. Por eso occidente nunca lo vio con confianza a la Argentina como su seria prolongación,
y las élites rioplatense ingenuas o colonizadas o ambas cosas, confiaron en los británicos y hasta
fueron sus modelos de conducta, luego se entregaron a los EEUU, de más está decir, que los primeros la condenaron
al monocultivo a cambio de tenderles una extensa red de ferrocarriles sin
cumplir un objetivo geopolítico y nacional solamente
facilitar el transporte de las materias primas hacia un punto más cercano a Londres.
A pesar de este juego en el cual
tarde o temprano iba a perder, la Argentina logró ubicarse entre las 10
primeras economías del mundo hasta la Segunda Guerra Mundial.
Fue importante el grado de autonomía
que llegó a poseer los años previos a la Segunda Guerra Mundial que no aceptó la presión de Washington y se negó a declarar la guerra a Alemania por ser uno de sus principales
mercados. Esta decisión de autonomía e independencia le iba a costar muy caro al ganarse la enemistad de los EEUU que no descansaría las próximas décadas en la tarea de desestabilizarla y debilitarla , el medio que utilizaron
fueron los golpes de Estado, que hundieron a los argentinos en la anarquía y el caos. El
golpe militar de 1976 grafica todo esto, mientras desaparecían 30 mil
argentinos, a la vez, eficientemente sus dictadores graduados en la Escuela de las Américas, fueron destruyendo el aparato industrial (el
más importante de Latinoamérica) junto con toda su economía. De tener en 1975 alrededor de 15 % de pobreza, para 1983 había aumentado a más del 30 %. Este incremento sería constante con el correr de las décadas gracias a los gobiernos proccidentales
que han mantenido la corrupción y los malos manejos dentro del Estado hasta nuestros
días, pero a pesar de ello, en esa “tierra quemada” el periodo de los Kirchner y
en el último de Fernández se dieron algunas iniciativas para cimentar nuevamente una Argentina soberana y autónoma, pero la corrupción a ido
creciendo junto con la torpeza en el manejo económico ayudado por mercenarios anti
argentinos como Menem, Macri o De La Rúa que minaron estos pobres intentos.
Pero no todo son malas
noticias para ese país, porque fue como la luz al final del oscuro túnel al enterarnos
sobre el posible ingreso de la Argentina al grupo de los BRICS. Esto parecía tan
irreal y ficticio como si saliera de su tumba José de San Martín para darle una
nueva oportunidad a su alicaída nación.
Esta iniciativa de sentar
las bases de su desarrollo no se había visto algo parecido desde los tiempos de su
propia independencia, pero, a la vez, como aparecen de imprevisto las peores enfermedades
para querer malograr estos afortunados momentos históricos, apareció Javier Milei afirmando que de
llegar al poder rompería todo tipo de relación con China, (que quiere decir con los BRICS).
Argentina debería tener otro destino,
pero son ese sector de argentinos los que siguen pensando como
colonizados empecinados con ser el hijo negado de occidente, sin saber que
ese gaucho de sus pampas nunca se pareció a un cowboy estadounidense como erróneamente
o deliberadamente afirmaba los dibujos de Walt Disney, más bien este gaucho tenía el carácter
y el espíritu del bóer sudafricano o ese cosaco ruso.
Este domingo la Argentina tiene esa oportunidad, o sus electores eligen aquel candidato que represente los intereses de ese país o votarán por los mercenarios del caos y la destrucción de la soberanía y dignidad de su nación como el caso Milei.
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