lunes, 5 de diciembre de 2016

El CADE y los comerciantes ambulantes


Domingo, seis y media de la mañana, enciendo mi televisor de 14 pulgadas pero de insuperable imagen y me encuentro al periodista Mario Gibellini estrujando en el rostro del afamado hacedor de encuestas y ahora encargado del CADE 2016 Alfredo Torres, lo inútiles que han sido a través del tiempo estas reuniones. Y como siempre ocurre en esta comarca, el entrevistado al no encontrar una repuesta racional y lucida recurrió a esa exagerada religiosidad para arrancar de ella la escusa necesaria, comparando a este evento empresarial con un retiro espiritual, en donde, los asistentes, apenas finaliza la reunión se olvidan de lo tratado.
Cuando uno lee sobre el comienzo del progreso y la prosperidad de los Estados Unidos, Reino Unido, Francia y otros tantos casos, la clase empresarial de aquellos estados jugaron un rol muy importante porque fueron y son el motor de los avances y crecimiento de sus determinadas naciones. Con lo visto y la forma como se cierra la versión del CADE 2016 nos damos cuenta que vivimos en un país sin brújula, porque esto que estamos pasando ya lo han vivido nuestros abuelos (los que aún quedan), en realidad es una fotocopia del Perú de los años sesenta del pasado siglo XX.
Hace unos días en Chile con su clásico estilo adormecido el presidente Pedro Pablo Kuczynski afirmaba desmoralizado que en nuestro país es una pérdida de tiempo fabricar acero porque nunca podremos competir con los productos ucranianos. Y sin dar alguna otra alternativa para esta desdichada realidad, daba entender que la industrialización en nuestro país es una verdadera utopía.
Bueno, si no podemos fabricar acero y la industrialización de nuestro país es una utopía, entonces, ¿Qué alternativa tenemos?, acaso ser un paraíso financiero o un lugar condenado a la eterna extracción primaria e importación de productos manufacturados. ¿Qué mierda vamos a ser en el futuro?
Es que no hay ideas, es que seguimos con el mismo pensamiento de Pizarro y sus 40 ladrones, solo expoliar y acumular una adecuada fortuna y cuando el saco esté lleno, ahí todo a la espalda y abandonar esta tierra de indios al borde del caos y la violencia como lo ocurrido en Huaycan uno de los numerosos guetos limeño.
Como en la segunda mitad del siglo XX, a las tertulias del CADE le falta lo que sí se observa en aquellas reuniones rusas, británicas o norteamericanas: sentido de pertenencia, amor al país, a la nación, banderas nacionales, un presidente propio del país, gente comprometida con una tierra que la siente suya.
Al final terminan como las reuniones que tienen algunos comerciantes ambulantes, en donde, la esperanza al mañana se ha perdido completamente conformándose miserablemente a ganar lo que se pueda en el día.
Somos un país que ha sido foco de civilización en el planeta. Aquí se formó el imperio más poderoso de América y también construimos maravillas modernas. Fuimos centro de la invención y la creatividad, pero es una pena ver que los que se reúnen en el CADE carecen de esta energía, de esta autoestima.
Y ya lo mencionó Hu Jintao y lo ratificó Xi Jinping, el desarrollo de China y su posición en el mundo solo dependerá si cuenta o no con grandes y competitivos grupos empresariales. Y aquí, no estamos alejados de ello. El Perú nunca dejará el subdesarrollo mientras su clase empresarial siga con esa inercia y congelado en el tiempo.
Quisiéramos ver grupos empresariales peruanos que conquisten el mundo con eficiencia y creatividad, porque es una lástima que hoy no exista algo parecido, solo conformistas y cabizbajos ex “turroneros”.
La BBC de Londres ya lo mencionó al catalogarlo como “triste” al actual crecimiento económico peruano, porque a pesar de los rimbombantes números esta realidad se asemeja más a la patética imagen de un orate ebrio recostado en la acera a punto de atragantarse con sus propios vómitos.


lunes, 28 de noviembre de 2016

El caudillo arribista

Ha muerto, sin desmerecer a Martí y Celia Cruz, el cubano más famoso en el planeta,  que tuvo la particularidad de nunca siguir la carrera militar pero a pesar de ello siempre se lo veía con ese atuendo castrense color verde. Por estos días, a Fidel Castro, como era obvio, le  han comenzado a dedicar esas palabras exactas que podrían ir en su epígrafe. Y todos “meten la lengua”, con justo derecho, sobre el antiguo aspirante a actor de Hollywood,  y hasta los  sabiondos, calculan sobre cuáles serán las repercusiones de su muerte dentro y fuera  de la  isla caribeña.

De todas las opiniones, sazonados con lamentos, o agravios y  hasta rasgados de vestiduras que aparecen por estos días,  el más ridículo de todos ha sido lo escrito temerariamente en las redes sociales por Ollanta Humala, en el que, una vez más, insiste  con ese falso libreto de “firme” izquierdista y defensor de las causas populares, y se ve como bufón torpe porque no hace reír ni mucho menos se aleja de ese papel  ridículo.

Es ese mismo guion que aquí muchos mediocres títeres utilizan para subirse al bus de esa izquierda honesta desaparecida con la muerte de Barrantes Lingan.

Muchos topos conservadores y mercenarios han vivido con ese falso careto de izquierdista uno de ellos fue el famoso Henry Pease.

Pero ya, lo de Humala supera a cualquier palangana callejero vendedor de mercachifles, cuando sigue con eso de “miente, miente que algo queda”, al seguir con su cháchara comunista porque aún no se ha dado cuenta o no quiere aceptarlo o no se acuerda que el resto de peruanos lo ve como el ex “felipillo” de Telefónica y  principal culpable de que muchos peruanos no tengamos  internet en casa  por los altos costos de ese monopolizado servicio.

Es que existen dos tipos de políticos: los que persisten y luchan por unos ideales solidarios y los que claudican a resignarse a ser simples monigotes del billete y el poder; como ese impresentable pusilánime que embriagado gritaba: ¡Los héroes están muertos!

Para saber lo que fue Fidel Castro, solo tengo que compararlo con “El Che” Guevara. El rosarino en fiel cumplimiento de sus ideales –buenos o malos, según sea el caso- perdía la vida al internarse en esa insana jungla tropical boliviana; mientras tanto, el poderoso y ambicioso Fidel muere longevo y rodeado de lujos y con cientos de millones de dólares.

El tío cerró sus ojos rico en un país arruinado, salvo los integrantes de esa especie de “casa real” cubana, que conforman los Castro y  su corte.   

Es que, si son políticos de Izquierda, derecha o de centro, no interesa, lo que sí importa es cuan honestos son en su discurso con sus ciudadanos, porque, supuestamente luchan por ellos, pero en la realidad, solo les interesa un morlaco. 

En el Perú abunda los políticos me mierda, y encontrar uno distinto, es tarea imposible, por eso rogamos al altísimo (qué tampoco existe) que los nóveles en esta brega, sean honestos con su pueblo, si son una mierda que lo digan (cosa que nunca ocurrirá) , al final la honestidad es lo que pide la población, sino veamos cómo ganó Trump o Susy Díaz (tremendos ejemplos) fueron honestos y el pueblo lo percibió así.

Es que estos farsantes son tan numerosos que faltaría papel para enumerarlos, se asumen defensores del pueblo o son topos miserables y siniestros charlatanes, egoístas de pura mierda, voraces e inútiles, dementes y sanguinarios analfabetos, supersticiosos y torpes burócratas, resentidos y corruptos dirigentes gremiales, fanáticos de la sangre y al culto de la personalidad, que en la búsqueda de la riqueza, el poder y la frivolidad, inventan tiranías y gobiernos dinásticos  con la  excusa de  buscar la igualdad y la justicia para su pueblo. Vociferan la amenaza de sus enemigos imperiales que al final se mimetizan con ellos y terminan siendo tan injustos como ellos. 

Hoy, seguramente, saldrán a dar vivas por la lucha de clases, y con ese conocido discurso al que nos tienen acostumbrados, pero todo es una farsa, porque estamos en un campeonato de pendejos, a ver quién miente más y quien reúne la mayor cantidad de incautos.

En esta América Latina atrasada el término caudillo debe ser considerado una mala palabra tanto como la mierda, porque desde el río Bravo hasta la Tierra del fuego, los distintos caudillismos de izquierda o de derecha o de centro que han aparecido, con sus diferentes matices, ha sido los principales causantes de nuestro subdesarrollo.



lunes, 21 de noviembre de 2016

La Confederación de los Andes


Nombre Oficial: Confederación de los Andes
Extensión: 8.931.492 Km2
Población: 232.000.000 habitantes
Forma de Gobierno: República Federal Presidencialista
Gentilicio: Confederado, andino.
Capital: Andinia DF  (antigua Sucre)
Ciudades importantes: Buenos Aires, Santiago, Lima, Caracas, Bogotá, Asunción, Montevideo, Quito, La paz, Ciudad de Panamá.
Idioma Oficial: Español
Moneda: Nuevo peso
División política:  diez estados (Panamá, Colombia, Venezuela, Ecuador, Perú, Chile, Argentina, Paraguay, Bolivia  y Uruguay)


domingo, 30 de octubre de 2016

Mario Testino y la huachafada del año

“Asistieron personajes de Alta Alcurnia” dijo Marycarmen Sjoo sin desparpajos por las pantallas de televisión y a nivel nacional.  ¿Y dónde más se podía dar semejante ridiculez? Solo  en RPP,  convertido en el templo del asfixiante y ahora huachafo conservadurismo que infesta al peruano, todos los días, a diestra y siniestra, y sin ningún reparo.
¡Carajo! ¿Dónde coño estoy viviendo? ¿En qué se está convirtiendo este muladar?
¿Alta alcurnia? ¿Qué significa esto? ¿Existe, acaso, en este país gente de “Alta Alcurnia”, así como se asegura esta periodista?  ¿Dónde quedó la democracia y la igualdad entre las personas?
Porque para esta reportera y los broadcaster que la ponen en pantalla,  el principio de igualdad que es base de la democracia  moderna  se fue al tacho,  porque vivimos en un Perú donde todavía existe gente de “Alta Alcurnia” y, seguramente,  conviviendo con las castas, la nobleza y  hasta los títulos nobiliarios.
Es que, no era para menos y teníamos que escribirlo. 
Semejante  torpeza se produjo cuando la periodista mencionaba a los asistentes a un evento  organizado por Mario Testino, un fotógrafo peruano, que se ha hecho famoso,  no por haber realizado una fotografía ganadora de un premio Pulitzer por despertar la conciencia social en el mundo. No. Este tipo de gente no nace en este país, porque, este fotógrafo  es conocido solamente por haber retratar a personajes de la farándula internacional, y dentro de ellos, algunas abuelas que, con tanta cirugías en el rostro han perdido hasta  las líneas de expresión, como la ridícula Demi Moore,  en las calles de Lima, se cubría el rostro de forma tan enfermiza, sin saber que, afuera, la gente de a pie no la diferenciaba de cualquier otra gringa que pulula por ahí, pero ella seguía intentando vanamente cubrirse el rostro con una diminuta cartera. Una ridícula más que la "televisión basura" nos estruja en el rostro, y ahora importados y polvorientos   que otro huachafo de nombre Mario Testino tuvo a bien traerla por estos lares, desconociendo que aquí para los ojos de los peruanos que creen en ese Perú milenario se los ve a estas estrellas de Hollywood, a pesar de su glamour, como simples y decadentes infelices.  
Es que no se esperaba otra cosa de esta tierra del mohoso conservadurismo que pare hijos como  Mario Testino y que los medios lo nombran permanentemente diciendo que es un importante fotógrafo, ¿Importante fotógrafo?,  será para un adicto de lo vano y la frivolidad. Pero para alguien que valora lo necesario, sería interesante que sus fotografías despertaran  en la ciudadanía la crítica a la pobreza, la injusticia social, el hambre, el racismo, el fundamentalismo católico, y tantas otras taras que estancan al peruano históricamente. Pero eso es mucho pedir para un “famoso” de origen peruviano,  porque, de aquí, solo sale un escritor con  premio Nobel que escribe miserablemente esclavo por y para la plata que corona su biografía aceptando un ridículo título nobiliario y eligiendo como pareja a la "reina" de la farándula española. Es que esta tierra de conservadurismo nunca dará al mundo  gentes que verdaderamente dejen huellas importantes a la humanidad, solo suministrará de personajes superficiales,  símbolos de lo fatuo, como los famosos: Testino y Vargas Llosa.
Igualdad, sí, esa, que es tan necesaria en el ser humano y que las sociedades más civilizadas en este planeta intentan formar  dentro de su población, pero aquí,  nada de esto interesa, porque vivimos en tiempos en donde los medios se sienten cómodos con  la inequidad, las injusticias, y ponen en las pantallas a rostros como Marycarmen Sjoo, que no tartamudea  al vociferar que seguimos viviendo en un país en donde existe aun“alta alcurnia” con sus diferencias sociales, la servidumbre medieval con internet y  smartphone. Nada se ha avanzado, nos hemos estancado.
Intentan falsamente  mostrar un país del primer mundo y punto de encuentro del jet set internacional, pero solo se nota la peor ridiculez  de un pequeño grupo de gente que le llaman  “alta alcurnia” reunidos por un huachafo nacido en un país de huachafos y que intenta tapar sus complejos de descendiente de indios pobres que una vez más se avergüenza de su rostro,  en su lugar, traen una parte de Hollywood ahondando más la decadencia y la muestra de la peor huachafada del año.  

sábado, 1 de octubre de 2016

¿La Teletón y la gran estafa?

Como todos los años por estos días, la publicidad televisiva nos anega con  el mayor evento benéfico,  nos referimos a la conocida Teletón. Sus organizadores y “beneficiarios” tratan de despertar en el televidente  esa solidaridad que son muy  necesarios para este tipo de  campañas, porque ayudan en el objetivo de recaudar la mayor suma de dinero para  así poder contribuir en la mejora de las condiciones de vida de las personas que sufren problemas de discapacidad, sobre todo aquellos con menores recursos.
Bonitas historias y loables acciones. Pero como tantas otras, cuando husmeas  un poco dentro de ellas,  te topas con una  realidad que dista mucho de lo que te publicitan.
Llegar a la Clínica Hogar San Juan de Dios de Arequipa no es tan fácil,  sobre todo por el tráfico y los enormes huecos de la Avenida Ejército. Su playa de estacionamiento, si se le puede llamar así, es pequeña, pero a pesar de eso, cuenta con un moderno expendedor de tickets, que  te avizora  que para  los presbíteros  que manejan este negocio el dinero no es cosa de juego.                                             
Dudé un poco,  pero igual ingresé al edificio,  y una vez dentro me puse hacer mi cola como el resto. Mientras esperaba pude comprobar cómo se maneja dicho hospital, supuestamente “solidario” con los que menos tienen.  
Mientras aguardaba  mi turno, una familia estaba delante de mí, eran delgados y empalidecidos, lo conformaban: una pareja de ancianos y una mujer joven,  llevando en una silla de ruedas a un pequeño. Se notaba que no eran de la ciudad de Arequipa, -de Quillabamba-  alcancé a oír. 
Tímidamente la mujer más ajada se acercó a la ventanilla,  y mientras conversaba, su rostro iba mutando de un  gesto esperanzador para pasar luego a uno de preocupación, culminando la escena con esos músculos faciales alicaídos  que dejaba  entrever  una frustración imposible de ocultar. 
Derrotada se retiró del mostrador para regresar  junto a su tropa que les esperaban impacientes. Se acercó a ellos y desesperada les dijo que solo podían descontarles diez nuevo soles para toda la atención del pequeño,  ya  que entre  placas, análisis y tratamiento, ellos necesitaban alrededor de 5,000 soles.
Todos se miraron, y el más viejo, escéptico,  no salía de su asombro y murmuró en voz alta: “cómo va ser eso…y la publicidad… y los millones de soles recaudados en esa teletón”. Sacó pecho y regresó a la misma ventanilla para “sacarse el clavo”.   
Se oía  que el tipo comenzó a levantar la voz, reclamaba, increpaba, pero todo era inútil,  porque la señora de la ventanilla seguía inmutable  moviendo la cara fríamente  de un lado al otro.
El tipo de seguridad ya estaba  listo para  actuar, pero el viejo al verse rodeado miro a su pequeño pariente durmiendo en su silla de ruedas,  se calló,  y digno,  se retiró. “no vale la pena rogar ante tanto insensible hijo de puta”, seguramente asintió. Da la orden al grupo,  agarran la silla de ruedas que llevaba  al  niño que de cansancio se había dormido y abandonaron  esa conocida  clínica San Juan de Dios.  
El motivo que me obligó asistir para ver todo eso, no interesaba,  ni tampoco el alto costo del estacionamiento. Lo que no podía soportar era ver a ese niño dormido salir de esa Clínica sin haber recibido tención alguna.   
Mientras me retiraba de ese lugar no podía dejar de preguntarme: ¿Dónde quedó la solidaridad que prodigaban en la última Teletón por las pantallas de la televisión,  cuando un regordete clérigo con túnica blanca aseguraba que con los recursos que recaudarían,  los niños con mayores necesidades serian atendidos?
Solo fueron mentira, burdas mentiras, porque de solidaridad y preocupación por el prójimo, esa mañana no encontramos nada,  salvo un enorme interés por sustraerle la mayor cantidad de dinero al que ingresara a ese sanatorio.
La honestidad y la solidaridad, escasean en estos tiempos de inequidades. La ambición por el dinero desprecia todo,  inclusive la vida humana y algunos, con el fin de acumular la mayor cantidad de dinero,  no dudan en recurrir, si es posible,  a la misma estafa.
Ya comenzó la Teletón con todo su show,  junto con sus inagotables promesas, y hay gente que se enriquece - seguramente-  y es lo de menos, pero, mientras tanto, en algún lugar de Quillabamba, hay un joven discapacitado en silla de ruedas, que ha palpado en carne propia esta cruel  realidad que difiere mucho de lo que te pinta esa caja boba plagada de TV basura.


martes, 23 de agosto de 2016

Olimpiadas y el chalán fracasado

Esas malas noticias que llegaban de Brasil, desde protestas parecidas a  aquellas primaveras árabes hasta una mortal epidemia causada por un peligroso mosquito tropical,  una tras otra se veían más que una completa información como una sutil campaña de desprestigio que no llegaron a opacar  a una de las Olimpiadas más alegres y coloridas realizadas en la historia de este tipo de certámenes, porque así fue Río 2016,  los primeros Juegos Olímpicos organizados en tierras  sudamericanas.
Desde la época de la Guerra fría no veíamos, previo a la inauguración, tan encarnizado enfrentamiento entre las grandes potencias como ese  “boicot” a un buen número de  atletas rusos cuya ausencia  supieron cosechar en el medallero final EE.UU.,  Gran Bretaña y China.
Los Juegos Olímpicos a través de su historia siempre han sido la mejor vitrina para que los distintos gobiernos y países expongan al mundo  el nivel de desarrollo alcanzado,  no es solo la participación aislada de un atleta o un grupo de atletas sino que ellos representan a sus sociedades que junto a ellos se están jugando su prestigio. Esto no  ha cambiado mucho desde los primeros Juegos Olímpicos de la Grecia clásica, los triunfos y derrotas reflejan el valor,  la moral,  la felicidad  y el grado de civilización al que han llegado o también pueden dejar en los espectadores con sus mediocres  participaciones  su podredumbre convivencia con la barbarie y los vergonzosos  hábitos de  hordas desvinculas y  sin amor propio.
En la ceremonia de inauguración de Río 2016 vimos, como todos, desfilar al Equipo Olímpico Nacional y nos llamó la atención que llevaran el atuendo de chalán, no vamos a negar que  nos pareció una decisión poco acertada,  elegir una vestimenta  que nos regresa a un pasado desigual e insensible y poco representativo para una población tan diversa como la nuestra, pero bueno, como nunca falta, alguien seguramente impuso esa vestimenta.
Es que después de ver en retrospectiva yo hubiera elegido otro traje porque el de chalán simboliza inequidad y anacronismos, en fin, derrotas y relajos que los peruanos hemos visto durante todos estos años de atmosfera criolla. No era una simple indumentaria, era el reflejo de un menguado espíritu que nunca iba dar energía y fortaleza a ese grupo de deportistas.
Fue un fracaso anunciado, ni una sola medalla ganada, fiel reflejo de lo que se ve en nuestras calles con la pobreza de valores, no hay arte no hay ciencia, solo ágrafos miserables que nos les interesa estas virtudes tan inherentes al ser humano.
Más se gasta  en un caballo de paso que en un atleta peruano de gimnasia, en templos  que en piscinas olímpicas y pistas de atletismo,  en festividades gastronómicas que en campeonatos de atletismo. El deporte se reduce como hace un siglo a solo observar un deprimente clásico de futbol entre Alianza Lima y Universitario con sus barras bravas hasta las orejas de pasta básica y alcohol.
Ese  atuendo de Chalan, refleja ese Perú del siglo XX que queremos olvidar, una Lima frívola e inculta alejada de un país pobre y hambriento,  hipocresía ante la inequidad, espíritu derrotero, desvinculado y  relajado, un criollismo que no ha dado los valores suficientes para darle al peruano la fuerza y la moral que se necesita para llevarlos al desarrollo.
“Hacerla a la criolla”  bien lo dice la Real Academia, significa actuar  con improvisación, sin orden, disciplina ni planificación, elementos  indispensables que llevaron al podio a esos atletas ganadores. Pensando como criollo y vistiendo como chalán nos conformamos  con la derrota y seguimos delirando envueltos en nuestros prejuicios sintiéndonos jinetes “superiores” sin darnos cuenta  que en la  realidad ante el mundo damos la imagen de que no le hemos ganamos a nadie.
Una vez más desechamos la oportunidad de recargarnos  con la energía de Machu Picchu, de la disciplina y el trabajo de  los Incas, de la fortaleza de Sacsayhuaman  o de la inmortalidad de Caral. En su lugar algún idiota perdedor eligió el otro camino, el mismo que nos llevará la cabalgata de ese chalan fracasado con su frivolidad, su racismo  y la apatía hacia un Perú milenario que sigue abandonado y visto con prejuicios estos casi doscientos años.

miércoles, 3 de agosto de 2016

Donald Trump y el último cowboy

A diferencia de los holgazanes que llegaron aquí en sus carabelas y tuvieron la suerte de encontrar cálidas moradas, productivas tierras de cultivos y  mano de obra barata; la gente que desembarcó del Mayflower solo halló frío, fango inútil y ariscas hordas paleolíticas. Los estadounidenses con su esfuerzo construyeron ese país. La solidaridad y  la dignidad y,  también su coraje,  fueron sus mejores herramientas; pero, lo que parecía ser la historia perfecta, aquel capital que sirve de empuje  para hacer fuerte y respetable una sociedad,  hoy,  como  Roma hace dos mil años, pasa por una etapa de crisis. No se necesita ser un experto politólogo para darse cuenta de esto, solo basta  observar lo que muestran  los principales rotativos  internacionales. Es que aquí el asunto lo conocemos de cerca, cuando existe una falta de liderazgo o estamos en ciernes de un periodo en el que escasean las  ideas y  flaquean las instituciones, aparecen estas prácticas. Lo hizo alguna vez Perón y  el fenecido Kirchner y,  hasta Humala en su efímera “borrachera de poder” amenazó con hacer lo mismo. Es que muchos  gobernantes  del hemisferio cuando dejan el poder a sus consortes no tienen mejor forma de mostrar sus más prehistóricos caudillismos.  Esta práctica que parecía propia de  los latinoamericanos,  nos sorprende ver que algo parecido se esté produciendo en la tierra del Tío Sam  ahora que la candidata por el Partido Demócrata es la esposa del ex presidente Bill Clinton.  Pero bueno,  ese no es el tema, sino que para estas próximas elecciones presidenciales de la mayor potencia del planeta, un personaje ha puesto de vuelta y media a la política norteamericana, y  no es para menos, es que cada vez que abre la boca este frustrado galán de Hollywood y millonario exhibicionista, levanta enorme polvareda. 
La  prensa local boba,  como viejas locas y sin dejar su aburrida costumbre de imitar a otras,  han rebotado aquí las críticas que le hacen al  polémico Donald Trump, lo acusan de todo, pero lo  que más le  resaltan es su racismo y xenofobia en contra de los mejicanos y con ellos al resto de latinos. Ahí discrepamos mucho, porque solo necesito observar los programas de Televisa, sus 50 % de pobres y al hombre más rico del mundo, sus maquiladoras, su presidente y su primera dama, y sus distintos personajes populares como el conocido Chavo del Ocho,  para darnos cuenta que lo que llega de ese país no es nada grato ni recomendable  para aquella persona que busca un desarrollo digno para el ser humano. Seguro que para muchos esto les parecerá inaudito y hasta exagerado, pero solo basta ver a este personaje, nos referimos al Chavo del Ocho,  cuando  junto  a  su pandilla se burla de aquel profesor que quiere llevarles algo de educación, riéndose se mofan  insolentemente del maestro y guía, y hasta le ponen sobre nombres;  no existe algo tan grotescamente parecido entre los personajes populares británicos, franceses, chino ni  japoneses, porque, tal vez,  en esas poblaciones, se respeta la disciplina que impone ese maestro y guía, pero en México y el resto de  Latinoamérica,  tierras  de la anarquía y de los torpes y egoísta caudillos, se festeja cuando se hace burla de aquel que quiere  salvarlos de la ignorancia.                     
La brutalidad de Donald Trump, quizás es el reflejo de lo que siempre existió en la  sociedad norteamericana y producto del desarrollo de los medios de comunicación hoy sale a flote porque en estos tiempos es muy difícil de ocultar. Hace algunos años, unos analistas políticos hablaban sobre la falta de motivación dentro de la población estadounidense, ya no les inspira nada, lo tienen todo, lo han ganado todo, no existe rival para ellos y,  seguramente, esto lo refleja su actual coyuntura  que no está  para ver  a personajes con notorias virtudes como  Thomas Jefferson o un John F. Kennedy,  solo tenemos un menguado escaparate que muestra  a  un áspero y lenguaraz  Trump  y a la mujer de un ex presidente.  

Ridley Scott en su Waterloo

  Las oscuras nubes de unas horas bajas no solo ensombrecen a Occidente en su enfrentamiento con Rusia para conservar la unipolaridad en el ...