sábado, 26 de junio de 2010

Gustavo Rodríguez y la publicidad para una sociedad enferma



Todavía recuerdo  un reportaje sobre el racismo en el Perú emitido en un programa local hace ya algunos años, uno que en realidad no se diferenciaba mucho de los tantos que se habían hecho en la TV peruana, hasta cuando el periodista tomó la opinión de un reconocido publicista. Se trataba de Gustavo Rodríguez  y el motivo de la entrevista era saber, el porqué se observaba continuamente en los medios y en particular en la TV una publicidad hecha con actores de rostros tan pálidos y rubios que parecieran representar a pobladores de algún país escandinavo y no a un país como el Perú que posee una distinta realidad étnica.
La respuesta que dio el creativo fue lo que hizo diferente aquel reportaje y me motivaron a escribir este post. Él, dijo aquellas palabras que significarían mucho y serian uno de los motivos que me harían crear este blog.
Bueno, volviendo a la entrevista, el publicista respondió: “Elegimos esos rostros porque la gran mayoría de la población peruana desea verse así...es una sociedad enferma”, puntualizó. Estas palabras honestas solo describían una realidad que se muestra cruda cuando se habla de un tema que hasta ahora es muy espinoso tocarlo para cualquier persona en este país y del cual  se ha escrito tantos libros que llenarían bibliotecas enteras.
El hecho de no aceptarse tal como uno es y sobre todo, en el caso del físico, desear tener un distinto  rostro otro color de piel  acompañando a una identidad ajena, le a creado al peruano con el correr de los años, enormes problemas de autoestima que se refleja en muchos aspectos y manifestaciones de nuestro pueblo.
Este cáncer plagado de estereotipos y prejuicios a infestado silenciosamente a millones de familias en el Perú debilitándolos  permanentemente. Como  alguna vez le preguntaron  a Eva Aillón: ¿Por qué todos los padres de tus hijos habían sido de raza blanca? y ella, toda oronda respondió  con aquella frase tan popular entre los peruanos de todos los colores, “para mejorar la raza, pues”. Esa ingenua respuesta que muchas veces la repiten millones de personas en el Perú solo denota un gravísimo complejo de inferioridad que lo corrompe y lo desalienta, guiándole de la mano a derrotas permanentes, haciéndole pensar que no merece otra vida mejor con una seguridad y una autoestima que le haga plantearse retos cada vez más grandes.
Mañana seguiremos observando todos esos comerciales mostrándonos un Perú étnicamente homogéneo, en donde todos los trabajadores y clientes del banco son blancos, el que entra al supermercado es blanco, el que toma la leche evaporada también lo es, el que se alimenta de aquellos cancerígenos alimentos embolsados también.
Ni que decir de aquellos libros con los que aprenden algo los jóvenes estudiantes peruanos,  dentro de su “inofensivas” páginas tienen dibujos, imágenes, figuras y personas con los mismos rostros blancos y de pelo rubio, hasta aquellos nidos en polvoriento asentamiento humanos de la capital dibujan  a sus niños con los rostros de piel clara y los cabellos claros e inclusive se ve a una Micaela Bastidas rubia y de ojos redondos.
En fin, solo una muestra de cómo algunas sociedades que después de haber sufrido una flagelación de casi quinientos años llevandolos casi a su exterminio se obliga irracionalmente a olvidar ese traumático episodio tomándose una identidad falsa y verdaderamente enfermiza.

1 comentario:

Escondido en la red dijo...

Tienes mucha razón. También hay que restar los comerciales que vienen de afuera, aunque eso no quita lo malo de la públicidad peruana. Hay que agregar también los programas que se emiten donde la mayoria de conductores son blancos, dejando al color mestizo en papeles secundarios o simplemente viendose como un "payaso" en la pantalla.

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