miércoles, 7 de septiembre de 2022

¿Por qué pierde el FBC Melgar?

 




Lo hemos dicho y no nos cansaremos de vociferarlo, aunque sea en medio de un desierto helado y frente a numerosos pingüinos.

El problema del país, históricamente, a sido su identidad. No hay identidad nacional. Y, en este caos, se sigue con ese tarea de aculturizar a una población milenaria que debería de tener otro tipo de autoestima.

Como es costumbre en una comarca dominada mayormente por mediocres y perdedores, como es lógico, por esa pusilanimidad que los caracteriza, cuando ven sobresalir alguno de sus compatriotas, estos caínes, no lo acompañan con buenos ánimos ni vítores, si no, todo lo contrario, les arremeten con pesimismo y malos deseos. Angustiados esperan que caiga en cualquier momento para hacer escarnio del árbol caído y celebrar con burlas su derrota, pero estos inválidos mentales no perciben  que también se están alegrando de su propia derrota.  

El equipo arequipeño de Melgar a sido eliminado de esta forma tan humillante porque en cierta medida se ha "peruanizado", debido a que sufre el mismo problema que debilita también a todos los equipos del futbol peruano, y este problema no solo se limita al balompié, si no también pudre a otros deportes y disciplinas que visten esa camiseta blanquirroja.

Despues de analizar los dos últimos encuentros  del FBC Melgar con el cuadro ecuatoriano, vemos que, la principal causa de esta vergonzosa derrota fue el tema psicológico, la parte emotiva, pero, no ese "bajón" anímico común, cotidiano y momentáneo. No. Porque este es más crónico y dañino, y que lo sufren también millones de compatriotas.

Esa inseguridad que nace de lo más recóndito de su ser. Es el alter ego  de un humano dolido, sufrido, que pertenece a una sociedad engañada, maltratada, marginada, que no les dejan levantar la cabeza con dignidad.

De más está afirmar que el jugador peruano posee una destacada técnica para el futbol, pero, posee a la vez una baja autoestima que le impide reconocer sus capacidades. No se valora como persona ni como jugador. Llevando a su subconsciente a no aceptar que, como futbolista y deportista, no es menos que nadie en este planeta.

Esta inseguridad fruto de la poca autoestima, está muy generalizada en los cuadros peruanos. 

Cómo no olvidarse la forma cómo en los Juegos Olímpicos de Seúl '88, el equipo de vóley femenino peruano perdió la medalla de oro frente a la URSS.

Las voleybolistas peruanas estaban ganando 2 set, solo les faltaba hacerse del último, pero la inseguridad cundió entre las jugadoras, y perdieron ese set y los siguientes, lo cual les costó esa medalla de oro.

En 1997, sucedió algo parecido con el Sporting Cristal, cuando llegó a la final de esa Copa Libertadores para enfrentarse con el más mediocre cuadro brasileño de ese certamen, el cuadro rimense, después de derrotar a equipos mucho más complicados y con mejor técnica que ese rival, cayó derrotado más por su falta de seguridad, fruto podrido de esa baja autoestima.

El único equipo que fue una excepción en toda esta tragicomedia de equipos sin autoestima ni identidad verdadera ni un autoconcepto sano, fue el Cienciano.

Las razones que llevaron al triunfo a ese grupo fueron totalmente censuradas por la prensa limeña, por obvias razones.

Para ganar a los más destacados clubes de Sudamérica, los estrategas del cuadro cusqueño tuvieron que poner énfasis, a la par, del entrenamiento físico-técnico, también, le dieron mayor trabajo al aspecto psicológico y emotivo, reforzando y fortaleciendo la autoestima de los jugadores. Este sería el objetivo primordial de ese equipo. 

Esta estrategía fue todo un éxito, porque ese cuadro mostró lo que ningún otro equipo peruano había mostrado en su historia: esas características de fuerza, seguridad, decisión, autoestima, autonomía para creer en ellos mismos. Solo así lograron levantar la Copa Sudamericana de ese año y en el fútbol peruano nunca más se volvió a ver algo parecido.

Este año el equipo del FBC Melgar parecía que iba ser otra excepción a la regla del alicaído balompié nacional, y nos parecía hasta sorprendente, porque no se notaba un trabajo similar a lo realizado anteriormente  por el Cienciano, se veía más bien, una reacción innata por sobresalir, pero esta sorpresa duró poco, porque el cuadro quiteño les iba a sacar toda esa inseguridad y falta de amor propio que sufren también todos los cuadros peruanos.

Antes de enfrentarse a los quiteños, el equipo del FBC Melgar eliminó a un cuadro brasileño con mucho mayor técnica y renombre que este Independiente del valle.

Otra vez la cuestión psicológica vulneraría a otro equipo peruano.

Melgar pierde porque carece de identidad nacional, de esa verdadera, positiva y milenaria, y es un mal que también padecen otros equipos en Arequipa y en el resto del país.

Esa falta de verdadera identidad de Melgar, se nota, por ejemplo, desde su mascota oficial, estos desorientados siguen manteniendo como símbolo un león africano, lo cual es completamente descabellado cuando sabemos que la geografía que circunda la ciudad de Arequipa posee un felino propio de la zona que es el puma. Pero, otra vez la ignorancia que va de la mano con esta baja autoestima desconoce esto o no lo quiere aceptar, y, esto nos lleva a seguir observando este eterno círculo de derrotas deportivas que muchos mediocres se resignan a seguir alabando.  

El Peru es un país con una milenaria cultura y una vasta geografía con su rica y diversa flora y fauna, pero los idiotas dirigentes no toman en cuenta estos aspectos y siguen inspirándose en otros continentes o latitudes las simbologías para sus grupos y organizaciones, como ese incoherente "león africano", que es un botón de muestra, la punta del iceberg de un mal que arrastramos los peruanos desde siempre o desde 1532.

Esperemos que, el magnate musulmán no se amilane y siga apostando en ese cuadro arequipeño, solo, debería ponerle énfasis y mucho esfuerzo, es más, debería  ser primordial en ese plantel, el trabajo psicológico, la autoestima e identidad, pero una verdadera y milenaria.  El árabe sabe de esto.

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