sábado, 31 de diciembre de 2016
Santiago Roncagliolo y la carta de un acomplejado
miércoles, 21 de diciembre de 2016
El amor al extranjero
lunes, 5 de diciembre de 2016
El CADE y los comerciantes ambulantes
Cuando uno lee sobre el comienzo del progreso y la prosperidad de los Estados Unidos, Reino Unido, Francia y otros tantos casos, la clase empresarial de aquellos estados jugaron un rol muy importante porque fueron y son el motor de los avances y crecimiento de sus determinadas naciones. Con lo visto y la forma como se cierra la versión del CADE 2016 nos damos cuenta que vivimos en un país sin brújula, porque esto que estamos pasando ya lo han vivido nuestros abuelos (los que aún quedan), en realidad es una fotocopia del Perú de los años sesenta del pasado siglo XX.
Hace unos días en Chile con su clásico estilo adormecido el presidente Pedro Pablo Kuczynski afirmaba desmoralizado que en nuestro país es una pérdida de tiempo fabricar acero porque nunca podremos competir con los productos ucranianos. Y sin dar alguna otra alternativa para esta desdichada realidad, daba entender que la industrialización en nuestro país es una verdadera utopía.
Bueno, si no podemos fabricar acero y la industrialización de nuestro país es una utopía, entonces, ¿Qué alternativa tenemos?, acaso ser un paraíso financiero o un lugar condenado a la eterna extracción primaria e importación de productos manufacturados. ¿Qué mierda vamos a ser en el futuro?
Es que no hay ideas, es que seguimos con el mismo pensamiento de Pizarro y sus 40 ladrones, solo expoliar y acumular una adecuada fortuna y cuando el saco esté lleno, ahí todo a la espalda y abandonar esta tierra de indios al borde del caos y la violencia como lo ocurrido en Huaycan uno de los numerosos guetos limeño.
Como en la segunda mitad del siglo XX, a las tertulias del CADE le falta lo que sí se observa en aquellas reuniones rusas, británicas o norteamericanas: sentido de pertenencia, amor al país, a la nación, banderas nacionales, un presidente propio del país, gente comprometida con una tierra que la siente suya.
Al final terminan como las reuniones que tienen algunos comerciantes ambulantes, en donde, la esperanza al mañana se ha perdido completamente conformándose miserablemente a ganar lo que se pueda en el día.
Somos un país que ha sido foco de civilización en el planeta. Aquí se formó el imperio más poderoso de América y también construimos maravillas modernas. Fuimos centro de la invención y la creatividad, pero es una pena ver que los que se reúnen en el CADE carecen de esta energía, de esta autoestima.
Y ya lo mencionó Hu Jintao y lo ratificó Xi Jinping, el desarrollo de China y su posición en el mundo solo dependerá si cuenta o no con grandes y competitivos grupos empresariales. Y aquí, no estamos alejados de ello. El Perú nunca dejará el subdesarrollo mientras su clase empresarial siga con esa inercia y congelado en el tiempo.
Quisiéramos ver grupos empresariales peruanos que conquisten el mundo con eficiencia y creatividad, porque es una lástima que hoy no exista algo parecido, solo conformistas y cabizbajos ex “turroneros”.
La BBC de Londres ya lo mencionó al catalogarlo como “triste” al actual crecimiento económico peruano, porque a pesar de los rimbombantes números esta realidad se asemeja más a la patética imagen de un orate ebrio recostado en la acera a punto de atragantarse con sus propios vómitos.
lunes, 28 de noviembre de 2016
El caudillo arribista
Ha muerto, sin desmerecer a Martí y Celia Cruz, el cubano más famoso en el
planeta, que tuvo la particularidad de
nunca siguir la carrera militar pero a pesar de ello siempre se lo veía con ese
atuendo castrense color verde. Por estos días, a Fidel Castro, como era obvio, le han comenzado a dedicar esas palabras exactas
que podrían ir en su epígrafe. Y todos “meten la lengua”, con justo derecho, sobre
el antiguo aspirante a actor de Hollywood,
y hasta los sabiondos, calculan
sobre cuáles serán las repercusiones de su muerte dentro y fuera de la
isla caribeña.
De todas las opiniones, sazonados con lamentos, o agravios y hasta rasgados de vestiduras que aparecen por
estos días, el más ridículo de todos ha sido
lo escrito temerariamente en las redes sociales por Ollanta Humala, en el que,
una vez más, insiste con ese falso
libreto de “firme” izquierdista y defensor de las causas populares, y se ve
como bufón torpe porque no hace reír ni mucho menos se aleja de ese papel ridículo.
Es ese mismo guion que aquí muchos mediocres títeres utilizan para subirse
al bus de esa izquierda honesta desaparecida con la muerte de Barrantes Lingan.
Muchos topos conservadores y mercenarios han vivido con ese falso careto de
izquierdista uno de ellos fue el famoso Henry Pease.
Pero ya, lo de Humala supera a cualquier palangana callejero vendedor de
mercachifles, cuando sigue con eso de “miente, miente que algo queda”, al
seguir con su cháchara comunista porque aún no se ha dado cuenta o no quiere
aceptarlo o no se acuerda que el resto de peruanos lo ve como el ex “felipillo”
de Telefónica y principal culpable de
que muchos peruanos no tengamos internet
en casa por los altos costos de ese
monopolizado servicio.
Es que existen dos tipos de políticos: los que persisten y luchan por unos
ideales solidarios y los que claudican a resignarse a ser simples monigotes del
billete y el poder; como ese impresentable pusilánime que embriagado gritaba:
¡Los héroes están muertos!
Para saber lo que fue Fidel Castro, solo tengo que compararlo con “El Che”
Guevara. El rosarino en fiel cumplimiento de sus ideales –buenos o malos, según
sea el caso- perdía la vida al internarse en esa insana jungla tropical boliviana;
mientras tanto, el poderoso y ambicioso Fidel muere longevo y rodeado de lujos
y con cientos de millones de dólares.
El tío cerró sus ojos rico en un país arruinado, salvo los integrantes de
esa especie de “casa real” cubana, que conforman los Castro y su corte.
Es que, si son políticos de Izquierda, derecha o de centro, no interesa, lo
que sí importa es cuan honestos son en su discurso con sus ciudadanos, porque, supuestamente
luchan por ellos, pero en la realidad, solo les interesa un morlaco.
En el Perú abunda los políticos me mierda, y encontrar uno distinto, es
tarea imposible, por eso rogamos al altísimo (qué tampoco existe) que los
nóveles en esta brega, sean honestos con su pueblo, si son una mierda que lo
digan (cosa que nunca ocurrirá) , al final la honestidad es lo que pide la
población, sino veamos cómo ganó Trump o Susy Díaz (tremendos ejemplos) fueron
honestos y el pueblo lo percibió así.
Es que estos farsantes son tan numerosos que faltaría papel para
enumerarlos, se asumen defensores del pueblo o son topos miserables y
siniestros charlatanes, egoístas de pura mierda, voraces e inútiles, dementes y
sanguinarios analfabetos, supersticiosos y torpes burócratas, resentidos y
corruptos dirigentes gremiales, fanáticos de la sangre y al culto de la
personalidad, que en la búsqueda de la riqueza, el poder y la frivolidad,
inventan tiranías y gobiernos dinásticos
con la excusa de buscar la igualdad y la justicia para su
pueblo. Vociferan la amenaza de sus enemigos imperiales que al final se
mimetizan con ellos y terminan siendo tan injustos como ellos.
Hoy, seguramente, saldrán a dar vivas por la lucha de clases, y con ese
conocido discurso al que nos tienen acostumbrados, pero todo es una farsa,
porque estamos en un campeonato de pendejos, a ver quién miente más y quien
reúne la mayor cantidad de incautos.
En esta América Latina atrasada el término caudillo debe ser considerado una mala palabra tanto como la mierda, porque desde el río Bravo hasta la Tierra del fuego, los distintos caudillismos de izquierda o de derecha o de centro que han aparecido, con sus diferentes matices, ha sido los principales causantes de nuestro subdesarrollo.
lunes, 21 de noviembre de 2016
La Confederación de los Andes
domingo, 30 de octubre de 2016
Mario Testino y la huachafada del año
sábado, 1 de octubre de 2016
¿La Teletón y la gran estafa?
martes, 23 de agosto de 2016
Olimpiadas y el chalán fracasado
miércoles, 3 de agosto de 2016
Donald Trump y el último cowboy
La prensa local boba, como viejas locas y sin dejar su aburrida costumbre de imitar a otras, han rebotado aquí las críticas que le hacen al polémico Donald Trump, lo acusan de todo, pero lo que más le resaltan es su racismo y xenofobia en contra de los mejicanos y con ellos al resto de latinos. Ahí discrepamos mucho, porque solo necesito observar los programas de Televisa, sus 50 % de pobres y al hombre más rico del mundo, sus maquiladoras, su presidente y su primera dama, y sus distintos personajes populares como el conocido Chavo del Ocho, para darnos cuenta que lo que llega de ese país no es nada grato ni recomendable para aquella persona que busca un desarrollo digno para el ser humano. Seguro que para muchos esto les parecerá inaudito y hasta exagerado, pero solo basta ver a este personaje, nos referimos al Chavo del Ocho, cuando junto a su pandilla se burla de aquel profesor que quiere llevarles algo de educación, riéndose se mofan insolentemente del maestro y guía, y hasta le ponen sobre nombres; no existe algo tan grotescamente parecido entre los personajes populares británicos, franceses, chino ni japoneses, porque, tal vez, en esas poblaciones, se respeta la disciplina que impone ese maestro y guía, pero en México y el resto de Latinoamérica, tierras de la anarquía y de los torpes y egoísta caudillos, se festeja cuando se hace burla de aquel que quiere salvarlos de la ignorancia.
La brutalidad de Donald Trump, quizás es el reflejo de lo que siempre existió en la sociedad norteamericana y producto del desarrollo de los medios de comunicación hoy sale a flote porque en estos tiempos es muy difícil de ocultar. Hace algunos años, unos analistas políticos hablaban sobre la falta de motivación dentro de la población estadounidense, ya no les inspira nada, lo tienen todo, lo han ganado todo, no existe rival para ellos y, seguramente, esto lo refleja su actual coyuntura que no está para ver a personajes con notorias virtudes como Thomas Jefferson o un John F. Kennedy, solo tenemos un menguado escaparate que muestra a un áspero y lenguaraz Trump y a la mujer de un ex presidente.
martes, 26 de julio de 2016
Diez diferencias entre la cultura Andina y la cultura hispana
PRIMERA: El quechua, que es el idioma principal de la cultura andina, tiene una antigüedad de más de 5,000 años; mientras tanto, el idioma castellano o español se comenzó a hablar en la península ibérica alrededor del siglo IX de nuestra era.
DIEZ: La cultura quechua desde su idioma, busca la cohesión, la armonía con la naturaleza y el desarrollo sostenible e igualitario de la sociedad; en cambio, la cultura hispana es nociva, sanguinaria, injusta y fanática.
jueves, 14 de enero de 2016
Marionetas y el despotismo mediático
sábado, 2 de enero de 2016
Argentina aparta de mí este cáliz
Ridley Scott en su Waterloo
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