sábado, 18 de mayo de 2019

El grito del cañí





Esta campaña disociadora e insultante de los medios televisados en contra de nuestros compatriotas es de nunca acabar porque ahora a los canales privados aglutinados en la denominada prensa basura,  también se ha unido  TV PERÚ, porque vemos que algunos de sus noticieros y  programas culturales siguen con esa costumbre anacrónica y exageradamente hispanófila  cuando publicitan a un intrascendente aventurero como supuesto descendiente de Francisco Pizarro, que ya, de por sí, no guarda ninguna importancia o hasta cuando contratan bonaerenses o peninsulares  en lugar de periodistas locales.
Gracias a los prejuicios y estereotipos de los directivos del canal del estado y pagados con los impuestos de los propios contribuyentes peruanos, no merecemos, escuchar y observar a comunicadores con nuestros propios acentos y rostros.
Latina, ATV, América TV, son los principales enemigos de la autoestima del peruano común y corriente, porque con su programación todos los días  de forma subliminal golpea duro al amor propio y despersonaliza sistemáticamente a nuestros conciudadanos cuando les  ponen  acentos foráneos o prohibiéndoles ver sus propios rostros andinos triunfadores, en su lugar, los muestran como delincuentes o salvajes.
Dentro del mensaje también está aceptar los constantes insultos como: “indio”, “marginal”, “sucio” ,“tercermundista”, etc.,  y todos venidos desde alguien con acento extranjero mayormente español.
De nada sirvieron estos años de supuesta independencia  de España porque todavía los peruanos seguimos recibiendo ofensas de parte de estos individuos venidos de la península ibérica en connivencia con los grupos elitistas apátridas que manejan dichos medios.
Es que esto no es producto de la casualidad, sino que está muy bien planificado.
Los poderosos que mantienen este establishment tienen a los medios locales como sus parlantes abiertos listos para atacar a toda la población, es como ocurre en Corea del norte, allá, desde los primeros rayos de sol, la población está sometida a himnos , canticos, oraciones, poemas dirigidos a Kim Jong-un, cada minuto, cada hora, toda la población escucha que debe amar a Kim Jong-un, y al final del día, no solo termina amando a  Kim Jong-un, sino, también  a su opresor régimen.
Aquí sucede algo parecido, desde la mañana se escucha un mensaje, pero no para despertar sentimientos a algún dictador,  sino,  con el objetivo de hacer sentir mal a muchos, “bajar el ánimo” a un país entero, con esos titulares, con esas letras de las canciones, con los insultos de sus personajes mediáticos, que les susurran a los oídos de los peruanos que es un “indio marginal”, y que no debe juntarse con sus congéneres, que no debe aceptar su etnia quechua y que debe sentir vergüenza del solo hecho de identificarse con su verdadera cultura que es milenaria,  conminándoles  a aceptar inermes, sumisos y agachados el insulto del extranjero, sobre todo, si este tiene acento ibérico, porque, es su superior, así que,  es el modelo a imitar, sobre todo cuando se trata de insultar a tus propios compatriotas utilizando los mismos adjetivos y al final del día esos millones de escuchadores serán aquiescentes con el expolio, con el no pago  de impuestos de parte de las mineras y sobre todo de Telefónica de España.
Y esto es a diario y lo realizan todos los medios de comunicación o  la mayoría de ellos.
Sin lugar a dudas, uno de los grandes enemigos de la autoestima de nuestros compatriotas son estos medios de comunicación que, paradógicamente, funcionan desde su propio país. Y, en esta época, un buen gobernante peruano será aquel que logre detenerlos en su malsana tarea de continuar dañando  el aspecto emocional de un  país entero.

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