Hace algunos años el ex congresista Hugo Carrillo propuso un proyecto para que se impartiera en las
universidades peruanas la enseñara del idioma quechua y aimara. Como era lógico, por los prejuicios de algunos compatriotas, esta inofensiva y vanguardista propuesta desencadenó airadas protestas, pero una de las que nos sorprendió fue la visceral oposición del entonces parlamentario Jonhy Lescano.
Y nos sorprendió porque este parlamentario había nacido en la ciudad de Puno, en pleno altiplano, y en el habitad natural del idioma aimara y quechua.
Seguramente, hasta sus padres, hablarían alguno de estos dos idiomas, y se nota en su nombre “Jonhy”, ya
que es común dentro de las poblaciones que no pronuncian bien el castellano,
cuando cometen la "huachafada" de ponerle un nombre de origen anglo a sus retoños, cometen el
error de escribirlo mal, por ejemplo, cuando quieren escribir Wellington
colocan Wilinton, o como en este caso, al desear colocar Johnny escriben
erróneamente Jonhy.
Pero, bueno, ¿Cómo, entonces, alguien nacido en ese entorno aimara y quechua se opone tercamente a la difusión de estos idiomas tan maltratados por el establishment racista y aculturizador?
Es que Lescano arrastra desde pequeño ese odio a lo indígena a pesar de serlo o de tener un buen porcentaje en su ADN. Se odia a sí mismo, por ende desprecia también al resto de sus congéneres. Sufre una especie de enfermedad mental que aquí lo ven como normal, pero desde fuera provoca burlas y hasta lástima por este tipo de ser humano.
En Puno existen muchos anónimos como Lescano que son como productos transgénicos de esta agresiva aculturación del establishment que crea a estos puneños un
enorme prejuicio sobre su propia cultura y les hace olvidar el quechua o el aimara obligándoles a seguir la decadencia de la corrupción derrotera de los que consideran
sus superiores, sirviendoles como buenos mercenarios de llegar el caso, por eso Lescano
se opuso testarudamente a la difusión y enseñanza en las universidades de estos dos idiomas primigenios.
Lescano lo tiene bien marcado en su ADN y también otros
miembros de su familia, porque se sabe que su hermana siguió las ideologías
fanáticas y extremistas y anti peruanas de la violencia y la destrucción cuando
se alineo a un grupo terrorista. También, hizo notar esta genética disociadora y
egoísta como miserable cuando la prensa publicó el momento en que arrojó a la
calle a uno de sus familiares.
El gran problema del Perú es que no tiene cohesión, el
país está fracturado, y una de las razones es que existen peruanos como Lescano
que han sido criados con enormes prejuicios hacia su propia cultura andina y paradójicamente, esta cultura menospreciada por ellos, es la que le da renombre en el exterior a
su propio país el Perú.
Lescano desprecia tanto a su raza e idioma originario
que prefirió juntarse con una extranjera para formar una familia.
En la historia del Perú este tipo de candidato cuando llega a ostentar un cargo público siempre
ha sido perjudicial para la gran mayoría de los peruanos, y Lescano como congresista
nos ha dado la razón cuando se opuso a estas medidas vanguardistas e
igualitarias que hubieran significado colocar un granito de arena para intentar acabar con
esos prejuicios raciales que les carcome a él, a su familia y al país hace casi
doscientos años.
Cuando un candidato como Lescano, sometido a los prejuicios
contra la cultura quechua y aimara, ocupa algún cargo público de autoridad o gobernantes,
son los mayores destructores del país, porque no desarrollaron ese sentido de pertenencia con las
raíces peruanas y venden sus conciencias al mejor postor, traicionando a la
patria, no solo al boicotear proyectos de mejora social sino también a la hora de comprar un tractor o hasta un
tanque o un misil. Siempre elegirán, no el mejor sino el mafioso que te paga más por esa
compra.
Jonhy Lescano ha dejado muchos rastros que lo inculpan, y el cree, que vistiéndose de luces o caporal y bailando saya o tocando una quena lo puede ocultar, pero, no es así.
Porque este tipo de seres humanos sometidos a los prejuicios
raciales, sobre todo, contra su propia cultura, nunca realizará un gobierno que
proteja los intereses peruanos. Y ejemplos los hemos tenido muchos.
Ollanta Humala fue uno de ellos, nacido en Ayacucho. Mas
sentía apego a un incierto y confuso origen italiano de su madre, y como gobernante fue
nefasto y antipatriota.
Otro fue Martin Vizcarra. Nacido en Moquegua y de rostro
andino. El destructor de la economía y vende patria. Después de su gira por
España y de haberse sentado al lado de los reyes de esa desprestigiada monarquía
del sur de Europa, en un discurso, refiriéndose a una población vulnerable
peruana, los llamó indígenas, como distanciándose de ellos, como si fuera un forastero
más, cuando su rostro nos decía que formaba parte de ellos. Y, esto no debería avergonzarnos
ni mucho menos, pero seguimos con estos complejos enfermizos de negarnos a nosotros
mismos.
Jonhy Lescano, estos largos años como parlamentario solo ha servido al gran capital y ha dado la espalda a las causas sociales.
Su estéril y mediocre carrera congresal y vivir gratuitamente del Estado, sabia que no sería para siempre, así que, solo le quedaba cavilar la forma de llegar a la presidencia del Perú.
Y que mejor, haciéndose pasar por víctima, al ser desaforado por un Congreso "fujimorista", y de paso, publicitarse la imagen de "macho alfa" acosador, y así, en una futura "guerra sucia" contra él, algún hijoputa, no podrá acusarle de ser un vulgar "maricón".
"Miente, miente, que algo queda", era lo que hacía su mentor, Fernando Belaunde Terry, que llegó a ser un maestro de la demagogia, que, con el objetivo de ganarse al pueblo, llegó a difundir que era un seguidor de los valores andinos por eso colocaba en sus placas "el pueblo lo hizo" como rememorando a los ayllus incas, cuando en la realidad despreciaba tanto lo incaico y precolombino que se deleitaba con las noticias de niños andinos masacrados por su torpe política interna.
Siguiendo esa misma demagogia de su mentor Belaúnde, Lescano, ahora ayudado por el grupo El comercio y la República, aquellos que crearon las marchas prefabricadas del mes de noviembre del 2020, ahora, le estan publicitando junto al eslogan "Ama Sua, Ama Llulla y Ama Quella", cuando este infame candidato se oponía recalcitrante a que este idioma sea estudiado en las universidades. Mierda pura.
Lescano es un peligro para el Perú y cualquier candidato sería mejor que él.
Y no solo, por esa formación racista y discriminadora que ha mostrado, sino, tambien, porque significaría acabar con esta democracia, ya que, en repetidas ocasiones lo ha dicho, que él sigue las directrices de Fernando Belaunde Terry fundador de Acción Popular. Sí, el mismo expresidente que en 1967 se negó a realizar aquella imprescindible reforma agraria. En su lugar, favoreció a los grandes grupos económicos de aquella época y esto desencadenó un golpe de estado y el fin de ese lapsus democrático. Después, ese mismo ex mandatario, y que tanto nombra Lescano, en su segundo gobierno, entre 1980-1985, no supo organizar la denominada guerra antisubversiva, y esta torpeza, provocó la muerte de miles civiles (campesinos) peruanos en todos los Andes como la mundialmente conocida matanza de Putis. Lo cual demuestra, tambien, que el color rojo que lleva el logotipo de Acción Popular, se debe, básicamente, a la sangre de esos niños que derramó en los Andes su fundador Fernando Belaúnde Terry.
Las Encuestadoras en el Perú han perdido toda credibilidad y en estos días desesperadas han comenzado a publicitar a Jonhy Lescano en el primer lugar. A pesar que saben que el peruano elige su voto el mismo día de elecciones y, de acuerdo a esto, tanto el enfermo racista puneño, como el pelotero, ni la china, ni mucho menos el chancho psicópata, lograrán ser presidentes a menos que sea por la fuerza de un golpe de Estado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario