jueves, 10 de junio de 2010

Nicolás Lúcar y el ascensor erótico

Cuando uno afirma que el cielo y el infierno lo encontramos en vida aquí en la tierra, no es para menos, porque hoy los hechos una vez más nos dan la razón.
Cuantas veces como televidentes hemos visto al periodista Nicolás Lúcar despotricar infundios en contra de muchas personas, sus polémicas formas de utilizar el periodismo, siempre buscando los métodos menos decentes y honestos, lo llevaron a estar permanentemente en el ojo de la tormenta.
Por esas cosas del destino, hoy lo vemos paradójicamente, ya no de incendiario, si no, como una indignada víctima y amenazando a los cuatro vientos abrir un proceso penal al causante de que hoy aparezca ante los televidentes como él actor principal de un video en el que se lo ve dentro de un ascensor en plenos escarceos y meneos con una madura moza, sobresaliendo como diminuto protagonista de ese film erótico aquel índice derecho, sí, ese que tantas veces levantó alegremente para señalar a las víctimas de sus mentiras, pero, ahora, lo tenía alegremente, hurgando entre las posaderas de una guapa señora.
Lejos quedaron sus días de principista dirigente estudiantil en aquella universidad,  porque, con el tiempo y con mucha astucia, Nicolás Lúcar,  logró darle un matiz más interesante a su biografía, asegurándose la vida y el estatus, desposando a la hija de un conocido broadcaster de la televisión.
La nueva parentela conseguida le va servir de mucho con el transcurrir de los años, porque, mediante la televisión va a encontrar aquel protagonismo que siempre había deseado.
Sus apariciones al principio fueron tímidos, como cuando se desempeñaba como reportero de un programa conducido por el experimentado periodista César Hildebrandt y que gracias a una de sus accidentadas e intempestivas salidas de ese canal, el “leal” Lúcar no tuvo mejor idea que quedarse con la conducción de aquel programa, aprovechando el momento y el escenario como para desenvolverse de acuerdo a su estilo, y así lo hizo, porque durante la década de los noventa hizo lo que tenía que hacer, el esposo de una de las hijas de unos de los empresarios que más colaboraron con el pasado régimen nikkei.
Esos años fueron los mejores, pero como todo en esta vida no es eterno, el régimen se hundió por su propio peso y con el algunos de sus principales colaboradores.
Lúcar, en su desesperación tuvo la infeliz decisión de atreverse a soltar algunas acusaciones sobre el desaparecido ex presidente Valentín Paniagua, a esas alturas, sus pendejadas y excesos ya no serían permitidos, obligándolo inmediatamente a abandonar el país.
Ahora que el régimen aprista le había dado ese ambiente de turbidez preciso como para que Lúcar apareciera en la televisión con los bríos de siempre, presentándose  como mejor lo sabe hacer, conduciendo un programa dominical de corte sensacionalista.
Todo iba perfecto, su rostro otra vez en la pantalla, instalado de nuevo en su cómoda rutina, pero, no contaba que en este país de campeonato de pendejos y de cojudas victimas, en algún momento entre bomberos se iban a pisar la manguera, y así fue, porque ahora, la providencia le permitió vivir lo que anteriormente sintieron sus ocasionales víctimas.

jueves, 20 de mayo de 2010

Francisco Franco Bahamonde, el perfecto hijo de puta



Una de las maldiciones que siempre ha caído sobre la historia española ha sido la clase de líderes que ha tenido ese país. La gran mayoría de esos gobernantes destacan principalmente por su poca inteligencia, convirtiéndolos para el recuerdo en personajes intrascendentes y arrastrando con ellos a toda su población en esa irremediable tragedia. Uno de estos y quizás el más torpe y despiadado de todos ha sido Francisco Franco Bahamonde. Aquel dictador español significó el resumen de una España golpeada por el destino, este vástago de lo más repulsivo que pudo parir aquel sector putrefacto y pestilente que siempre ha mantenido a España rezagado del avance europeo, no tenia mejor figura para representarla, y así lo hizo. De esa guerra civil salió triunfante él y todas esas ideas mohosas y polvorientas. En esa lid asimétrica ganaron los malos, acabando con lo mejor y más respetable que ha dado toda la decadente historia ibérica, la segunda republica. Cómo ya dijimos de su persona no hay nada rescatable salvo su maldad y sus escasas y casi inexistentes virtudes – y esto nos corroboran sus principales y también escasos biógrafos- Esas minucias que nos dicta su biografía nos sirve de corolario para describir a este ser tan lleno de perversidad que llevó a España a un estancamiento terrible sino hubiera sido por la Guerra Fría, y gracias a ella, su gobierno fue beneficiado con la ayuda Norteamericana -previo pacto con la CIA y la OTAN- Así su pérfido gobierno solo pudo acabarse cuando la vida del tirano se iba apagando con la vejez, pero antes de su extinción, hábilmente dejó atado la conciencia y a la memoria colectiva española a una ley de amnistía que daría una segura impunidad a todas sus aberraciones y crímenes cometidos durante su régimen. Fue tan perverso este engendro que en sus últimas semanas de vida y casi con las fuerzas menguadas por la senectud y la enfermedad, tuvo la suficiente energía como para levantar su temblorosa y arrugada muñeca, y firmar con el último aliento unos decretos que darían muerte a algunos de sus tantos presos políticos, condenados a la pena capital por el solo hecho de querer ver a una utópica España democrática. Esta es la biografía de uno de los más grandes hijos de puta de la historia, y que más, digno representante de esa hispanidad que en estas latitudes hincha de orgullo irracional a una enorme sarta de ignorantes, acomplejados y prejuiciosos peruanos.

jueves, 29 de abril de 2010

Colegio Mayor Secundario “Presidente de la republica”, El colegio del terror

No se esperaba más, cuando con bombos y platillos anunciaba su funcionamiento un colegio en el que se iba a reunir a los mejores estudiantes de escasos recursos económicos de todo el Perú. Hasta ahí, suena muy bien la progresista idea, pero, cuando lo anuncia el actual presidente de la república, la idea es envuelta automáticamente por un aire de enorme suspicacia. Dicha desconfianza, hoy tiene su mejor asidero.
El día de ayer, decenas de estudiantes, de nuevo los mismos de siempre, con los mismos rostros, aquellos a los que la vida no se cansa de patear, eran estudiantes de aquel frankensteniano experimento llamado hoy Colegio Mayor Secundario y con el no menos apropiado nombre “presidente de la republica”.
Esas decenas de estudiantes fueron intoxicados al ingerir un delicioso ají de gallina, manjar que tuvo la particularidad de estar preparado con lo mejor que estaban guardando los encargados de crear este centro de trabajo de instructores partidistas.
Aquel mortífero menú contenía los insumos mejor seleccionados de ese centro de abastos aprista.
Las imágenes de una de esas madres preocupadas por la salud de sus hijos, temerosa contestaba las preguntas del imprudente periodista. La pobre mujer, a duras penas lograba unir algunas palabras, y de nuevo, con el mismo temor de poder soltar más de lo debido. Seguro por la preocupación de que algún reclamo suyo, significaría truncar la única salida que le daba su país a su vástago, la única salida para poder cambiar ese oscuro destino al que le espera cuando uno es cholo y pobre, aunque el costo sea envenenarse.
Alguna mente “creativa” seguramente vio en París algunos de estos liceos franceses y quiso imitarlo en el Perú, pero con la salvedad de que aquí el trato va ser muy distinto a sus nóveles estudiantes.
Es esta la realidad, esos jóvenes estudiantes para los encargados de este experimento nazi no merecen siquiera una comida digna para un ser humano, si no, los desechos donados con caducidad vencida de algún depósito polvoriento.
Es simplemente el trato que hace un gobierno a las únicas víctimas de sus experimentos, esas víctimas son las mismas de siempre, los pobres.

viernes, 9 de abril de 2010

Túpac Amaru II y Braveheart


Alguna vez, a raíz de la serie chilena "Epopeya", un periodista le preguntó si se animaría a realizar un film inspirado en algún pasaje de nuestra historia peruana al conocido cineasta Francisco Lombardi. 
El director de "Pantaleón y las visitadoras", en pocas palabras, respondió que los temas históricos peruanos no le interesaban. 
Aquella apocada respuesta pero muy ilustrativa mostraba cómo algunos personajes que se dedican al cine, a pesar de tener el privilegio de llegar a millones de peruanos, siguen mostrando una exagerada apatía con la historia de su propio país. 
No sabemos si esto es producto de los prejuicios al  considerar su cultura e historia insignificante frente a otras o se debe porque, en realidad, desconocen el sorprendente pasado milenario del Perú, que se supone es su país.  
Esa actitud de Lombardi, más parecía que se originaba en unos prejuicios que aun conserva hacia su propia cultura que ha sido causante directa que el cine peruano esté actualmente estancado en la mediocridad, salvo algunas contadas excepciones.
Habiendo tantas historias en ese rico acervo cultural milenario peruano que podría inspirar un buen  guión cinematográfico, esto no se utiliza, y esto va en contra del desarrollo de nuestro cine, porque sigue existiendo realizadores con las meninges atrofiadas de prejuicios como Francisco Lombardi.
Esperemos que las nuevas generaciones de cineastas se formen alejados de esos prejuicios que te inhiben la creatividad y en el corto tiempo podamos ver en la pantalla grande guiones inspirados en nuestra milenaria historia cargada de interesantes personajes y sucesos que enriquecerían el cine de cualquier género, desde el bélico o épico hasta el de ciencia ficción. 
Es que, si  Francisco Lombardi  leyera un poco sobre nuestra historia encontraría personajes que por sus actos y trascendencia resultaría el guión propicio, por ejemplo, para una gran película épica como aquel “braveheart” realizada por Mel Gibson hace algunos años que fue inspirado en la vida del caudillo escocés William Wallace, film que se hizo acreedor  de 5 estatuillas de la academia .
Al igual que la historia escocesa, en la historia de nuestro país existe un personaje que por su biografía sus correrías y su posterior inmolación, previa tortura, estamos seguros, superaría al héroe de la versión norteamericana.
Tupac Amaru II y su movimiento visionario y adelantado de su época, libertario, liberal, igualitario, dirigió a su pueblo contra la ocupación española al igual que Wallace lo hizo en contra de los ingleses, teniendo toda esa trama y escenas requeridas como para crear el mejor cine épico.
La derrota de ambos ante dos fuerzas muy superiores y también sufriendo la traición de sus propios partidarios, junto a sus posteriores torturas y ejecuciones, nos hacen asegurar que esta historia en las manos de un gran realizador seria ganadora no solo de uno si no de varios premios de la academia.
Esperamos que algún día estos grandes personajes históricos de nuestra historia se vean plasmados en un largometraje peruano como la vida este gran líder independentista sudamericano. Si esto ocurre, estamos seguros que ese film sería galardonado no solo con uno sino con  varias  estatuillas del Oscar.  

lunes, 29 de marzo de 2010

Federico Salazar y Verónica Linares, el secreto de sus ojos

Hoy en día el trabajador está sujeto a diario a una rutina y a un enclaustramiento obligado como consecuencia de las distintas obligaciones que realiza, y es justamente que en medio de ese presidio crea formas de reingeniería psicológica, llevándolo a buscar formas para acabar con todo ese asfixiante tedio y en ese objetivo, algunas veces se involucra en affaires dentro de su centro laboral.
La experiencia de los que lo han vivido, hablan de una sensación sin igual, esos encuentros a ocultas de furtivos amantes proscritos y el jugar sutilmente con miradas y gestos en recintos en donde la intriga y la presión espesa el ambiente, iluminan de vida aquellos deprimentes lugares.
Estas tentaciones están presentes siempre en todo centro laboral y más aún cuando dentro de los trabajadores aparecen como ángeles caídos del cielo, féminas que despiertan todos aquellos deseos que te hacen ingenuamente creer que solamente te ocurre una vez en la vida.
Cuando esa mirada del deseo es correspondida, es ahí, donde se da inicio a todo ese juego, en donde, ambos, saben de los riesgos, pero son aquellos riesgos los que los motivan y los atraen más. El primer encuentro es el mejor de todos y el resto discurre naturalmente como el rio por su cauce.
Cuantas historias han tenido el mismo inicio y quizás el mismo final, cuantas historias hoy se está escribiendo y cuantas faltan por escribir.
La otra mañana, justamente, me pareció percibir una de esas miradas. Mirada que me motivó escribir este post, pero lo curioso fue que los que la protagonizaron fueron la conocida pareja que conduce el noticiero matinal de América televisión: Federico Salazar y Verónica Linares. Y me puse a meditar, ella joven y guapa, él maduro y carismático, pienso, no sería la primera ni la última historia nacida a ocultas entre los bastidores o en la mente de los que conducen algún programa de noticieros. Pero bueno, quizás sea la imaginación o el hecho de haber visto la noche anterior aquella cinta argentina ganadora del Oscar a mejor película extranjera, no sé. En realidad qué importancia tiene.

jueves, 25 de marzo de 2010

La Guerra de las Malvinas y la gran estupidez peruana

Uno de los pasajes más vergonzosos de nuestra a veces tragicómica historia fue la intervención peruana en el conflicto de las islas Malvinas de 1982 entre la dictadura Argentina y el resucitado imperialismo ingles. Todo ocurrió durante uno de los gobiernos peruanos más ineficientes del pasado siglo XX.
Asi es, el gobierno del ya desaparecido arquitecto Fernando Belaúnde, no tuvo la más cándida idea que apoyar a una de las más mortíferas dictaduras que estaba mándando al matadero más argentinos que vacas. El expresidente Belaunde, inventándose una panamericanismo cándido y ficticio. Panamericanismo que en realidad solo mostraba el poco caracter de este mandatario y su mengüada visión de estadista y también, como no,  su interior conservador y autoritario. El exceso cometido de enviar pilotos, misiles y hasta aviones fue la ayuda decisiva para un régimen que solo le interesaba, no recuperar sus islas, sino, extender su dictadura militar que ya tenía en su haber 30,000 desaparecidos y que se venía atragantando no solo por esos miles de cadaveres sino tambien por las innumerables denuncias de corrupción y con las multitudinarias protestas que se venían produciendo en sus principales ciudades exigiendo la vuelta de una democracia perdida desde 1976.
Esta realidad ya se conocía en los despachos más lúcidos, pero aquí, teniamos al siempre "ingenuo" Belaunde que nunca se atrevió a mirar o no quiso ver más alla de los hechos.
La ayuda peruana fue exagerada y no lo decimos por la posterior “reciprocidad” rioplatense vendiendoles armas al Ecuador cuando nos encontrábamos con ellos enfrascados en un conflicto casi una década y media despues en 1995, sino, criticamos la candidez y las pocas nociones de estadista que tuvo este gobernante en esa época.
Hoy, ese infausto conflicto, no fue más que el enfrentamiento de un pais latinoamericano colonizado hasta el tuétano y enfrentado con uno de sus principales modelos de conducta, la cultura anglosajona; de esa colonización mental, que les vuelve cobardes, de esa que te desmoraliza y los insta a rendirse, de esa conducta que solo tiene aquellos pueblos permanentemente subdesarrollados, porque eso es Argentina hoy, un país con rostro de europeos mediterraneos pero con una firme mentalidad tercermundista; y claro, siempre habrán presidentes y gobiernos que servirán de tontos utiles, como el ocurrido con el apoyo peruano a la Argentina en ese conflicto de las islas malvinas.
Guerra estupida, como estupido fueron los militares argentinos, como aquel Galtieri aficionado al whysky, y aliado con el empresariado y la iglesia católica argentina , dejaron que sus jovenes reclutas se convirtieran en helados en aquellas australes islas malvinas, enviandoles en paracaidas cajas llenas, no de alimentos ni abrigos, sino, de rosarios, porque el lavado de cerebro a esos pobres e ignorantes reclutas fue hacerles creer que enfrentaban una “guerra santa” entre los “buenos catolicos" contra los "herejes protestantes", finalizando los gurkhas la historia jugándose una improvisada ”pichanguita” con las cabezas mutiladas de anónimos adolescentes argentinos.
Pero es que esta latinoamerica, es la misma, solo cambian los rostros, pero el pensamiento y las actitudes son la mismas desde el sur del rio grande hasta la tierra del fuego, es la estupidez argentina, es la estupidez peruana, es en resumen la gran estupidez latinoamericana.

sábado, 20 de marzo de 2010

Telefónica y su poesía ridícula II

Estas últimas semanas, las pantallas de la televisión peruana han sido inundadas por una seguidilla de comerciales de telefónica del Perú. Esto no tendría nada de extraño si no fuera por el corte poético que le intentan dar a toda esa publicidad, pero, lo único que causan es un sentimiento de vergüenza ajena en la persona que lo ve y lo escucha. Así es, primero fue la publicidad que habla sobre “Zavalita”, ahora es el de un demente “sentimental” tratando de gritar un inentendible mensaje, que viniendo de telefónica suena completamente ridículo toda esa verborrea huachafa que lo finaliza toda irónica con un “conéctate”.
Ese “conéctate” resulta paradójico viniendo de la principal causante de que el peruano posea el servicio de internet más caro de Latinoamérica, obstaculizando de esta manera a que pueda remontar la gran brecha informática que lo separa de otras sociedades; mientras en un país escandinavo, internet es un derecho ineludible, aquí en el Perú, por sus prohibitivos costos la poseen solo un pequeño sector de la población, y sería totalmente desconocido en el resto, si no, fueran por las creativas y siempre necesarias “cabinas de internet”.
Estos verdaderos hijos de puta de la desvergüenza, se ríen del televidente, mofándose del abuso al que está sujeto el peruano, se mueren de la risa al ponernos este ridículo comercial que solo despierta en el televidente informado una vergüenza del que estos caraduras nunca la poseerán.

Ridley Scott en su Waterloo

  Las oscuras nubes de unas horas bajas no solo ensombrecen a Occidente en su enfrentamiento con Rusia para conservar la unipolaridad en el ...