domingo, 19 de mayo de 2013

Los simpatizantes de Jorge Rafael Videla, el demonio que se fue al cielo



A pesar  que  Carlos Cornejo, después de  comunicar  la muerte de Videla,  causaba  vergüenza ajena,  autocensurándose  como el típico asalariado  que no quiere  molestar  a su empleador con algún comentario incomodo. Aquí,  desde la única ventana lúcida peruana,  enumeraremos algunos  nombres de personas tanto  nacionales como extranjeros que por sus declaraciones y actitudes que han tenido a través de sus vidas,  se han adherido en cierta medida con la ideología que profesó  uno de los personajes más sanguinarios que ha dado esta América Latina  a  la historia universal.
Esta lista comienza por obvias razones con los nacionales,  ahí tenemos  a:
·         Alberto Fujimori
·         Fernando Belaunde Terry
·         Vladimiro Montesinos
·         Cardenal Juan Luis Cipriani
·         Marta Chávez
·         Marta Hildebrandt
·         Fernan Altuve
·         Luz Salgado
·         Rafael Rey
·         Francisco Morales Bermúdez
·         Lourdes Flores Nano
·         Mónica Delta
·         Federico Salazar
·         Rosa María Palacios
·         Phillip Butters
·         Keiko Fujimori
·         Genaro Delgado Parker
·         Augusto Ferrando
·         Laura Bozzo
·         Raúl Romero
·         Los dueños de “El Comercio”,  canal “N”, Radio Programas.
·         Y otros tantos etcéteras.

De los extranjeros  comenzamos  con:
·      Jorge Bergoglio 
·      Francisco Franco  Bahamonde
·      Alfredo Stroessner
·      Hugo Banzer
·      Leopoldo Fortunato Galtieri
·      Carlos Saúl Menem
·      “Palito” Ortega
·      Susana Jiménez
·      Augusto Pinochet  
·      Los dueños de  “El Clarín”  y un infinito etcétera

domingo, 12 de mayo de 2013

Ese torero maricón


Y no es porque se yerga  de  puntillas sobre  esas ridículas valerinas ni tampoco se debe a su dudosa  y ajustada pantaloneta escarchada, pero, es que, levantando así  el culito y sus  banderillas, estos paquirris,  se parecen  más a un ridículo bailarín, pero,  en realidad son los verdugos en  una  repugnante zarzuela  de sangre y muerte, en donde,  el animal que enfrentarán se encuentra  disminuido  porque  mientras el torero se retocaba, minutos antes,  en un oscuro corral,  al toro que iba hacer de su  ocasional víctima,  unos sucios hijos de puta con aliento a mierda lo estaban dopando y de la manera más cobarde y enfermiza  con unas largas picas le  iban perforando  el lomo para  asegurarle  al "valiente" matador un  vacuno  desorientado y endeble.
Y no se debe tampoco a esto, sino,  que hoy mi protesta  va dirigida a lo que hay  detrás de este  personaje, su atuendo y el sadismo en el que se desenvuelven  estas conocidas  corridas  de toros.
En el fondo encontramos  las mismas  taras de siempre, aquellas que nos seguirán manteniendo en el subdesarrollo: la cobardía y la crueldad furtiva  acompañada  de toda esa insensatez que a  través  de la historia siempre  han ido de la mano con  nuestras más grandes derrotas  y ese vil conformismo,  que desde el siglo XVIII, arrastra toda esta decadencia  difícil en desaparecer, y que a pesar de todo esto,  los más oscuros y mestizos  de Hispanoamérica seguimos manteniendo enfermizamente como el peor de nuestros  traumas.
¿Gladiadores modernos?  No son más que  cobardes  enfrentando  a un animal minimizado, una costumbre  muy hispana,  porque hasta  ahora su rey tiene el hábito de  mandar  al suelo paquidermos previamente drogados.  
Una tradición ajena a los peruanos, importada e impuesta a latigazos y sobrediente entre los más repulsivos traidores. Un conjunto de pusilanimidades  que seguimos arrastrando.
Y no se trata de que uno sea un nacionalista al culo, sino,  es simplemente  poner sobre  la balanza lo que tenemos y con ello cómo podemos  construir una verdadera nación, con la que te puedes identificar.
Tenemos muchos valores ancestrales para formarnos una sana y real identidad nacional, pero hay que decirlo, salvo el idioma, no encuentro otro aporte netamente hispano  significativo para un pueblo tan milenario como el peruano.
Por más que lo quiera cambiar las evidencias encontradas me dan toda la razón: Machu Picchu superó al Escorial como maravilla moderna y no existe ningún personaje en la historia hispana  que siquiera le llegue a la ushuta  del Inca  Pachacutec.  
El aporte hispano es sinónimo de debilidad con tendencia a la cobardía al desorden  y a la falta de honor,  que no es producto de una leyenda negra sino de simplemente observar conductas  y actitudes.  En cambio el aporte andino es todo lo contrario, es orden y disciplina,  es grandeza, es  perfección,  es superlativo.
Quizás por eso los equipos de fútbol cusqueños tienen otro tipo de  energía  cuando pisan el gramado, muy  distinto a la disminuida emotividad de  los cuadros limeños.
Acabemos de una vez con esta torpeza de seguir sobreponiendo ínfimas costumbres hispanas como la corrida de toro, que además son foráneas y degradadas,   sobre el magnífico lienzo dejado por  nuestro variado  e importante pasado milenario.
Por estas razones es necesario expurgar las corridas de toros y todas aquellas manifestaciones  hispanas que siguen sobreviviendo como la mala yerba desde la época colonial, estas se deben terminar por la salud y la autoestima de la mayoría de nuestra población. Y los que opinan lo contrario es porque siguen  dominados por los esos prejuicios y estereotipos,  lastre difícil de quitar porque lo tienen muy marcado en el alma y la piel.
Hoy desde su necrosis los que mantienen esta costumbre extranjera, cruel y oscurantista   es un sector minoritario de nuestra sociedad  empecinados en vivir enrejados sin la menor intención de querer  formar una nación peruana moderna y sobre todo madura.  
Y que me disculpen los maricones, pero,  esto debe acabar o seguiremos conviviendo con  esta  mierda que nos apesta siglos.


viernes, 3 de mayo de 2013

CONCYTEC y el verdadero respeto


Fueron por pocas horas mi alegría y tranquilidad hasta que dejaron sin efecto la disposición. Creí por unas horas que por fin  en este país plagado de ignorantes y fundamentalistas religiosos,  alguien  se atreviera a dar el  primer paso  para ingresar  a una real  modernidad  y adentrarse  en ese   camino que lleve a  nuestra sociedad  a ser verdaderamente civilizada y  democrática.    
Después que se propalara la noticia sobre CONCYTEC y la prohibición de imágenes religiosas. Los noticiarios más idiotas no tuvieron mejor idea que salir a las calles y preguntar cuál era  su opinión a ese pueblo casi iletrado, pero eso sí,  fervorosamente religioso. El tipo de repuesta que daban, era de esperarse,  la gran mayoría se oponía e inclusive  algunos decapitados  indignados, reclamaban  que  era una total falta de respeto, porque, supuestamente atentaba contra su derecho de libertad religiosa, sin saber  que la  falta de respeto  está, cuando se  intenta imponer una doctrina o un pensamiento. Y estrujar en el rostro de cualquiera que no piensa igual,  una cruz una esvástica o una media luna, es un indiscutible  irrespeto que atenta contra la libertad de creencia y  de pensamiento. 
Falta de respeto que también comete  ese  funcionario público  que permite  las  cruces sobre la pizarra del aula de cualquier colegio público, dejando que esos aparentemente inofensivos símbolos religiosos  cumplan la misma arbitraria  función que las imágenes de Kim Il Sung  en las aulas de las escuelas norcoreanas. Los niños son obligados todos los días a aceptar una doctrina  muy discutida en el mundo moderno, desechando en su lugar otros valiosos  conocimientos y condenándolos  de por vida a adorar deidades y  volviéndolos a la vez, supersticiosos  y prejuiciosos  frente a la creatividad y la ciencia.  
Esta falta de respeto se da también cuando en ese trascendental  protocolo,  sin importarles su creencia,  obligan a ese Presidente y Parlamentario a  juramentar  el cargo frente a  una cruz   o una biblia. O lo que es peor,  silenciosamente obligan a ese cadete a bautizarse en la religión católica,  ya que es uno de los principales requisitos para graduarse de oficial  en el ejército en la marina o de la  aviación,  atentando directamente  contra sus derechos fundamentales como  persona.
Falta de respeto también es que en la curricula educativa peruana  se siga manteniendo como asignatura para enseñar en las escuelas públicas   la religión católica. Desde pequeñitos a los peruanos se les obliga,  no,  a respetar las normas, sino,  a memorizarse un padre nuestro   y confundirlos con la fábula que Adán y Eva, convivieron con los dinosaurios.  Esa falta de respeto se da cuando los profesores permiten que en sus aulas  nunca falte una biblia,  pero eso sí, dejan que escaseen los diccionarios.
Falta de respeto es que el Estado Peruano no asuma  su imparcial rol formador,  dejando esta importante función a la iglesia católica que tiene  bajo su poder miles de nidos,  colegios primarios y secundarios  (alrededor del 50% de la educación peruana)  y que gracias  a un  oprobioso convenio, difunden impunemente su doctrina como en los peores países fundamentalistas religiosos.
Es la misma falta de respeto que tienen con el resto  aquellos piromaniacos  sociales que en hordas organizadas  toman  las principales calles y avenidas de nuestras ciudades  y  se dedican  a  estallar  los tímpanos de los ciudadanos detonando inmisericorde e indiscriminadamente sus ensordecedoras bombardas.
Esa falta de respeto se encuentra también cuando  descaradamente  Radio Programas obliga a todos sus locutores ser fehacientemente confesos  católicos apostólicos y romanos  para que todos los días propalen  por sus ondas todo ese fundamentalismo religioso.
Es una total falta de respeto que toda esa mangante tropa de cerriles ágrafos e iletrados ignorantes y por supuesto prejuiciosos,  crean que ser ateo es ser el demonio encarnado o  peor aún,  ser comunista.  Y todo porque uno a leído un par de libros más que toda esa manada de barbaros.

domingo, 28 de abril de 2013

¿Por qué el Perú nunca será un país desarrollado?


Una pregunta que parecería pesimista,  si vemos,  los datos estadísticos de este efímero crecimiento económico que a diario nos muestran los  medios y que ha servido de caballito de batalla de los diferentes  gobiernos desde Fujimori hasta Humala y que  ha hecho de nuestro país el ejemplo y tema de conversación en los diferentes foros que organizan los distintos  organismos financieros internacionales. 
¿Por qué nunca el Perú será un país desarrollado?
Sencillo.
Primero: nunca un país ha alcanzado altos índices de desarrollo limitándose solo a obtener sus recursos de la  explotación y venta de sus materias primas. Hoy el Perú solo vende al exterior materias primas (cobre, oro, zinc,  gas natural, etc.) y por lo que vemos, lo hará  por buenas décadas más.
Segundo: la industria peruana se encuentra en una situación incipiente -hasta diría que no existe-  y no es de ahora. El proyecto de una industrialización real del país  aún no se ha dado. Sectores en los que se podría  iniciar y hasta ser competitivos en el mundo como la metalúrgica,  aún ningún gobierno ha fortalecido esta actividad.
Tercero: Salvo por su geografía llana y sus excelentes vías de comunicación, el centralismo francés ha sido a través de su historia  eficiente. El Perú nunca tendrá altos índices de desarrollo mientras se siga manteniendo el centralismo limeño en un territorio tan extenso (más del doble del territorio galo) y accidentado. Es estúpido seguir hacinando  a la tercera parte de la población dentro del área metropolitana de Lima y a más del 60 % de la población total del país establecida en una de las regiones más áridas del mundo. Si esto sigue así,  nuestro desarrollo será siempre un imposible.
Cuarto: la educación que se imparte en el país dentro de su desorden y mediocridad es incoherente con las necesidades que se tiene. No forma un ciudadano racional, creativo, autónomo y competitivo. Todo lo contrario, por su contenido religioso y abstracto crea un ciudadano  místico, supersticioso y con muchos temores para investigar y crear. Esta educación además no hace al futuro ciudadano identificarse con su nación  y su verdadera identidad  nacional,  reflejándose esto en su poco sentido de pertenencia y en general en la baja autoestima de la mayoría de la población. Esta educación sin objetivos, etnocentrista (blancos) y fundamentalista católica es incoherente con la realidad del mundo que va a la vanguardia, porque no desarrolla la tolerancia a la diversidad y estas  taras siempre impedirán el desarrollo del país y de cualquier otro. Los estados  más racistas y religiosos son a la vez los más atrasados. 
Quinto: los valores humanos generalizados en la población de un  país son muy importantes para alcanzar altos índices de desarrollo. Una característica del peruano es su poco apego al respeto por el cumplimiento de cualquier tipo de norma y ley. Desde aquel habitante del más exclusivo lugar hasta el más humilde guardan estas conductas. Grave lastre si se quiere alcanzar altos índices de desarrollo. 
Sexto: Desde hace 5000 años las civilizaciones que se han desarrollado en nuestro territorio han sido estados autócratas,  ni el Tahuantinsuyo ni el periodo colonial cambiaron esta situación y en la etapa republicana, más lo han conformado  gobiernos dictatoriales. Entonces, la formación de valores democráticos en la población es muy necesaria para poder alcanzar altos índices de desarrollo.
Bueno, entonces,  está claro. Estos  efímeros periodos  de bonanza y crecimiento económico han ocurrido otras veces  por intervalos en nuestra historia ( la época del guano del siglo XIX, las décadas de los cincuenta y sesenta del siglo pasado y los años de crecimiento que estamos viviendo desde el régimen de Toledo).  El desarrollo en nuestro país será siempre lejano mientras no se salven estos graves escollos y se realicen los cambios a los problemas que hemos enumerado. Es muy difícil, es casi utópico, si vemos, el estado en el que se encuentra la mayoría de nuestra  población y sobre todo las personas que en este momento tienen el poder de decisión en sus manos.     




miércoles, 17 de abril de 2013

Juan Manuel Guillen Benavides y el perfil del camarada repugnante

La Recoleta es un pintoresco barrio del casco antiguo de la ciudad de Arequipa: la arquitectura, sus callejuelas estrechas y adoquinadas,  y ese cielo tan azul,  le dan al lugar   un  aire realmente apacible y agradable. Contrariamente, también en ese  sector de la ciudad se erige  la  Gerencia Regional de Educación de Arequipa. Siempre, se la ha conocido  como el centro de todo lo sucio y corrupto,  pero, en los últimos tiempos, se ha convertido en una verdadera  madriguera y  refugio temporal de un tipo de persona  que por la forma de desenvolverse -según nos cuentan-  representa el perfil que mayoritariamente poseen  los que  rodean al actual presidente de la región. Son personajes que con sus abyectas maneras en estos momentos ensucian con la mediocridad de la ineficiencia comunista la formación de miles de niños y adolescentes arequipeños.
Al frente,  había un viejo, algo aburrido  y  con gestos del más rancio burócrata, pero, con ojos honestos e impotentes de no contar con  el poder de decisión de antes. A su costado,  había  un  sillón vacío. En la mesa  contigua,  estaba el hombre sin rostro, pusilánime con un enorme terror al mundo que se protegía con su único escudo: una pequeña laptop. A su izquierda,  parecía su gemelo: el mismo traje y los mismos gestos, pero igual de simple, y más preocupado por lo que marcaba el reloj en ese momento. Al fondo  de ese aburrido pelotón del ocio y la ineficiencia  teníamos a una señora con el típico rostro y  las actitudes de la más torpe y desmemoriada de las tramitadoras.
Aquel asiento vacío pertenecía a la directora de aquella orquesta mediocre en esa vieja oficina de Gestión Pedagógica. -Según cuentan-  se  hacía llamar: “Camarada Gina” e ingresó arrogante, intentando con gritos  hilvanar algunas silabas coherentemente.                 -Seguro-  el desenvolverse en la vida como una afanosa agitadora de plazuela no le dio el tiempo necesario como para ilustrarse un poco con un buen libro y dejar el estado de limitada ágrafa que ahora exhibía con sus alaridos  y  todo ese  vocabulario ordinario, como emulando al más  tirano dictador norcoreano, despreciando  a  cualquiera que le pusieran al frente; atrás quedaron sus días,  cuando cabizbaja, deambulaba como fiel ramona y se alimentaba con lo poco que le daba el pulular por los  oscuros y polvorientos  rincones de aquel Centro Federado, porque hoy,  ingresaba soberbia y alborotada, deslizándose escandalosa como el más mortal áspid, segura del poder que le daba  ser  los ojos y oídos del presidente de la región.  Cada uno de ellos en esa oficina reveló con sus inseguridades  y perífrasis la baja condición intelectual en el que se desenvolvían.
Esos “Camaradas” no eran unos simples burócratas más, porque, muchos de ellos forman parte del círculo más cercano  del actual presidente de la región Arequipa. Este abyecto y limitado grupo, si en algo se parecen, es que  reúnen todos,  ese  exigente perfil que ha puesto a su gente de confianza Juan Manuel Guillen Benavides.   Es ese perfil del subdesarrollo, es el perfil de la ineficiencia y el atraso. Hoy, los que dirigen las diferentes gerencias que conforma el gobierno regional de Arequipa cumplen con el mismo riguroso perfil.  Cuanta sucia miseria intelectual hoy organiza y gestiona la educación de los estudiantes en la región Arequipa. Solo es la asquerosa miseria de la ignorancia y la mediocridad, y directos responsables de que la educación arequipeña y la peruana se encuentren en el sótano de América Latina.
La educación en el Perú –y esto no es nada nuevo- se encuentra en un nivel paupérrimo y el que se imparte en la región Arequipa no escapa a esta realidad. Una de las causas para que se presente este grave problema es que las personas encargadas de la gestión pedagógica están en un nivel  intelectual tan mediocre que se trasluce en el tipo de trabajo que ejecutan.
En esa foto de la sección social del diario “El pueblo”, lo veíamos al presidente regional de Arequipa, Juan Manuel Guillén Benavides, muy desmejorado, lánguido y mortecino; como si la enfermedad  que padece lo estaría consumiendo cada día más. Pero, el melanoma que soporta no se compara al cáncer que el mismo y su perversidad están propagado por toda la región. Ese cáncer maligno, lo denuncian los medios locales: son las asquerosas miserias de la corrupción la ineficiencia el nepotismo y el despilfarro. Es ese vil egoísmo que lo obliga a que le llegue al tuétano cualquier obra que beneficie a su población. Es quizás esa egolatría y perfidia por un triste final que  le hace mandar  al resto a la mierda, haciendo innecesario e intrascendente cualquier obra que verdaderamente sirva a su comunidad. En su lugar, se deleita  colocando en los cargos  importantes a los más idiotas e incapaces, ventilando  a los cuatro puntos cardinales del valle de Arequipa esas  asquerosas  miserias con el perfil de sus más repugnantes camaradas.  

Ridley Scott en su Waterloo

  Las oscuras nubes de unas horas bajas no solo ensombrecen a Occidente en su enfrentamiento con Rusia para conservar la unipolaridad en el ...