Nunca el golpe cobarde y abusivo de este gobierno ha tocado tan cerca del hígado del peruano de a pie como cuando se enteró de la noticia que el estado había renovado el contrato por dieciocho años más a la opresiva Telefónica del Perú. Ha sido la mejor distinción para la expoliadora labor de esta empresa que en estas casi dos décadas de funcionamiento ha brindado un pésimo y costoso servicio a los usuarios.
Esta poderosa corporación es la responsable de que en la mayoría de los hogares peruanos se desconozca la telefonía fija, obligando a ese pueblo tiranizado y pusilánime al uso de los nocivos celulares. Además, esta empresa ha estado siempre embarcada en condenar a esos millones de peruanos a girar eternamente en el círculo de la ignorancia ya que por los altos costos que impone al uso del internet hace inalcanzable para un 80 % de la población esa importante herramienta del conocimiento.
Todos los días, con la escusa de “conectar” a los peruanos desde Tumbes hasta Tacna esta empresa atropella los bolsillos de los incautos con tarifas sobrevaluadas y cargos fijos que mengua la alicaída economía de nuestros compatriotas. Han sido dieciocho años en los que ha gozado de un exclusivo monopolio que le sirve para fijar el precio que le da la gana y además le da el poder suficiente como para frustrar cualquier intento de competencia en el mercado, sobre todo, en la telefonía fija.
Los virreyes tiránicos y la censura de la inquisición de la oscura época colonial, han sido reemplazados por este gran conglomerado que no ha asimilado aun sobre el respeto al ciudadano peruano, valiéndose para perpetrar sus abusos de serviles protectores, mercenarios como aquel que vociferaba ese 28 de julio, midiendo alegremente el progreso de la población no con la reducción de su pobreza o el acceso a una mejor educación, sino, estúpidamente, con el incremento de móviles entre los peruanos o como también por aquel ministro andino con cabeza engominada que con voz hosca buscaba incomodo las escusas necesarias como para poder explicar el atentatorio nuevo contrato firmado con esta nefasta empresa, pasando por encima de la opinión pública, resignándolos a morderse los labios de la impotencia y con unas enormes ganas para el desquite.
Los proto indígenas que nombraba “El País” de España, han mostrado su verdadero cariz, mórbido, simple y dócil. Este gobierno de Humala está resultando peor que la de García y Toledo juntos. Siquiera aquellos con sus escándalos y desequilibrios aderezaban algo su entreguismo siguiendo el mismo y mal libreto de lo dejado por el fujimorismo. Pero, este, es peor, ya que no sale de su imagen de busto impuesto y esgrimido.
Pero, no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista, estamos seguros de que más temprano que tarde, este atropello, servirá para que algunos peruanos levanten las banderas de la dignidad de nuestro pueblo y harán que esta estratégica empresa deje de menospreciarnos.
Dudamos mucho que Telefónica llegue a cumplir esos nuevos dieciocho años. Será como el problema de La Brea y Pariñas de los años sesenta. Cuando el entreguismo del timorato Belaunde sirvió de escusa para que Velazco terminara el inconveniente de la manera que todos conocemos.
domingo, 27 de enero de 2013
domingo, 13 de enero de 2013
El cholo y el poder del calzón
Nadie es perfecto, y esto, uno lo puede asegurar. Los miedos y los infiernos, aquellos que los tienes bien ocultos, nos hacen aferrarnos a algo o a alguien o en su defecto si no contamos con estos refugios, huimos poniéndonos a buen recaudo, lo más alejado posible de lo que nos atemoriza con la frente bien en alto o quizás con el rabo entre las piernas.
Con aires del cardenal Cipriani o mejor dicho de un general nazi, aparece la jefa, con su clásica pinta de vieja pendeja. Ingresa al auditorio, pedante y acompañada por la trujillana blanquiñosa y culona y más pintada que payaso de circo. Eran las más fieles representantes de que el machismo en este país era simplemente letra muerta. Después de traposear a medio mundo se sentaron una frente a la otra.
La joven norteña, como de costumbre, encendió su cigarrillo, comenzando una tertulia muy particular y que para algunos sería visto como un simple conjunto de chismes.
La más veterana, después de darle también una piteada al mismo cigarrillo, le comentaba:
- La Karin, por fin se había casado.
- ¿Y con quién? Respondió la norteña.
- Con un cholo con mucha plata, como tantas veces lo había asegurado, para que él cojudo le aguante todo.
- Asi es el poder del calzón, hermana, finalizó la más diestra entre carcajadas.
Y es que es cierto, en estas tierras en donde se vive y muere con ciertas peculiaridades ridículas, aquí es norma general y lo sigue buena parte de la población.
En la búsqueda de la pareja, surge entre personas formadas en un fuerte ambiente racista, la costumbre en algunos de presumirse superiores y en otros a gatas soportando una supuesta inferioridad étnica. Unos con un gran complejo de inferioridad aspirarán mejorar su raza a costa de todo y otros con un patológico complejo de superioridad pretenderán que los soporten estoicamente por el simple hecho de tener una piel más clara. Ambas enfermizas formas de ver las relaciones interpersonales en algún momento se encontraran, sobre todo, cuando se busca la pareja ideal.
Mientras ambos caminaban, erguida en soberbia, la mujer blanca y rubia, rezongaba al enorme cholo. Con unos gestos y la mirada que recordaban aquellas nobles señoronas cuando muestran todo su poder humillando con gritos a su insignificante empleada indígena. Pero, ese no era el caso, conforme más nos fijábamos en la escena que se desarrollaba en ese conocido centro comercial, nos dimos cuenta que la victima de toda esa asonada de gritos denigrantes era el marido de esa escandalosa fémina. Un enorme cholo moreno que seguramente por la camioneta y la ropa que llevaba, era uno de esos nuevos ricos producidos por los buenos ingresos que ahora da la minería, pero, que todavía no ha conseguido arrancarse de su mundo interior el enorme complejo de sentirse inferior y que en el afán de removerse la piel oscura y mejorar la raza, tiene que soportar todos los insultos a esa mierda de mujer pálida, por el simple hecho, que la hijaputa, se cree superior a él. Es una guerra solapada, un conflicto que se da en muchas parejas silenciosamente y que con el tiempo, si llegan a formar una familia, seguirán enfermando a esta sociedad putrefacta y salvaje.
Se dice que detrás de un gran hombre hay una gran mujer, pero, después de ver aquellas escenas en ese centro comercial en donde se observaba a una víctima sometida a una sombra siniestra que probablemente lo sigue a todas partes, porque, la infame adora mas el chicharrón que ahora detentaba ese prospero incauto. Es el poder del calzón del que hablaban aquel par de ruines hembras. Es ese poder que hace de un buen hombre, un “huevón”, por ser la víctima sometida a los designios de alguien que tal vez por lo perversa y ambiciosa, rivalizaría con los demonios mas inverosímiles y como la mejor sabuesa olfatea los billetes de su tonta víctima. Oscura guillotina para cualquiera que intente en algo opacar sus lucrativos intereses, haciendo del mártir enclenque un perpetuo sacrificado y el más conmovedor condenado a unas cadenas que cada cierto tiempo lo vulnera y lo priva.
Después de ver aquellas muy ilustrativas escenas de esa moderna pareja peruana, me preguntaba a que niveles llega el desconocimiento de algunos que por buscar una salida a sus problemas eligen el camino de lo trivial e intrascendente y que no les serán suficiente para lograr la felicidad plena de una persona sana.
Con aires del cardenal Cipriani o mejor dicho de un general nazi, aparece la jefa, con su clásica pinta de vieja pendeja. Ingresa al auditorio, pedante y acompañada por la trujillana blanquiñosa y culona y más pintada que payaso de circo. Eran las más fieles representantes de que el machismo en este país era simplemente letra muerta. Después de traposear a medio mundo se sentaron una frente a la otra.
La joven norteña, como de costumbre, encendió su cigarrillo, comenzando una tertulia muy particular y que para algunos sería visto como un simple conjunto de chismes.
La más veterana, después de darle también una piteada al mismo cigarrillo, le comentaba:
- La Karin, por fin se había casado.
- ¿Y con quién? Respondió la norteña.
- Con un cholo con mucha plata, como tantas veces lo había asegurado, para que él cojudo le aguante todo.
- Asi es el poder del calzón, hermana, finalizó la más diestra entre carcajadas.
Y es que es cierto, en estas tierras en donde se vive y muere con ciertas peculiaridades ridículas, aquí es norma general y lo sigue buena parte de la población.
En la búsqueda de la pareja, surge entre personas formadas en un fuerte ambiente racista, la costumbre en algunos de presumirse superiores y en otros a gatas soportando una supuesta inferioridad étnica. Unos con un gran complejo de inferioridad aspirarán mejorar su raza a costa de todo y otros con un patológico complejo de superioridad pretenderán que los soporten estoicamente por el simple hecho de tener una piel más clara. Ambas enfermizas formas de ver las relaciones interpersonales en algún momento se encontraran, sobre todo, cuando se busca la pareja ideal.
Mientras ambos caminaban, erguida en soberbia, la mujer blanca y rubia, rezongaba al enorme cholo. Con unos gestos y la mirada que recordaban aquellas nobles señoronas cuando muestran todo su poder humillando con gritos a su insignificante empleada indígena. Pero, ese no era el caso, conforme más nos fijábamos en la escena que se desarrollaba en ese conocido centro comercial, nos dimos cuenta que la victima de toda esa asonada de gritos denigrantes era el marido de esa escandalosa fémina. Un enorme cholo moreno que seguramente por la camioneta y la ropa que llevaba, era uno de esos nuevos ricos producidos por los buenos ingresos que ahora da la minería, pero, que todavía no ha conseguido arrancarse de su mundo interior el enorme complejo de sentirse inferior y que en el afán de removerse la piel oscura y mejorar la raza, tiene que soportar todos los insultos a esa mierda de mujer pálida, por el simple hecho, que la hijaputa, se cree superior a él. Es una guerra solapada, un conflicto que se da en muchas parejas silenciosamente y que con el tiempo, si llegan a formar una familia, seguirán enfermando a esta sociedad putrefacta y salvaje.
Se dice que detrás de un gran hombre hay una gran mujer, pero, después de ver aquellas escenas en ese centro comercial en donde se observaba a una víctima sometida a una sombra siniestra que probablemente lo sigue a todas partes, porque, la infame adora mas el chicharrón que ahora detentaba ese prospero incauto. Es el poder del calzón del que hablaban aquel par de ruines hembras. Es ese poder que hace de un buen hombre, un “huevón”, por ser la víctima sometida a los designios de alguien que tal vez por lo perversa y ambiciosa, rivalizaría con los demonios mas inverosímiles y como la mejor sabuesa olfatea los billetes de su tonta víctima. Oscura guillotina para cualquiera que intente en algo opacar sus lucrativos intereses, haciendo del mártir enclenque un perpetuo sacrificado y el más conmovedor condenado a unas cadenas que cada cierto tiempo lo vulnera y lo priva.
Después de ver aquellas muy ilustrativas escenas de esa moderna pareja peruana, me preguntaba a que niveles llega el desconocimiento de algunos que por buscar una salida a sus problemas eligen el camino de lo trivial e intrascendente y que no les serán suficiente para lograr la felicidad plena de una persona sana.
domingo, 18 de noviembre de 2012
La Tercera República Española
Después de la tormenta siempre viene la
calma, al final del túnel siempre se encuentra la luz. Pareciera trillado este estribillo
pero es una completa realidad al ver lo que está sucediendo hoy en España que se
debate en la peor crisis de los últimos tiempos. Y cuando esto sucede, las fuerzas vivas del país se preguntan sobre las causas que originaron el problema, y
dentro de esta búsqueda, surge una autocrítica por lo hecho, intentando de algún modo, arreglar lo malo y mantener lo bueno.
La prensa televisiva peruana, siempre zonza
y poco creativa, dentro de esa falencia meníngea, logra algunos aciertos como retransmitir determinado programa extranjero. Uno
de ellos, justamente, desarrollaba el
tema de la cumbre iberoamericana. En esa charla, una lúcida
panelista española, después de opacar
a
un medroso rioplatense y a un mexicano novicio, supo finalizar la tertulia afirmando que el
alma republicana estaba renaciendo por estas
épocas en la península ibérica. La informada mujer, recordaba que la causa del vencido al final siempre es la más justa, y por fin, los españoles se habían dado cuenta de ello.
Esta crisis económica va de la mano con
la institucional y según parece indicar
para el rey Juan Carlos I, será su última
cumbre iberoamericana. Después de leer
su biografía, qué mejor enterrador para
un régimen que a través de la
historia siempre ha buscado el
estancamiento de España ayudados por sus apostolados cómplices. El periodo franquista finalizará con
él, y después nacerá una nueva España, una que se haya desecho de lo formado en las entrañas de la dictadura fascista. Esto, sería, -si
es que, otra vez, el destino no juega en
su contra-, el nacimiento de la Tercera República
Española. Porque, no hay familia peninsular
que no recuerde algún venerable republicano o falangista, y como esta panelista decía, siempre hay un
abuelo al que se quiere más y es que el
alma de la Segunda República todavía sigue presente
hoy en día. Y que mejor manera de recordarlo que trasladarnos a esas
cándidas e ilusorias épocas de comienzo del siglo XIX, eligiendo como cede de
esa cumbre iberoamericana el lugar en donde hace dos siglos se comenzaba a
sellar el fin de un régimen y toda una
época.
Muchas veces en su historia los propios
españoles han minado el camino al desarrollo,
como ocurrió con la constitución de 1812. Aquella Carta Magna que iba
con la época, hubiera colocado a España por la senda del modernismo. Cuánta
sangre no se hubiera derramado en el
futuro si esa constitución hubiera
sobrevivido, cuantas décadas no se hubieran perdido. Que sería de España ahora.
Pero ese triunfo no ocurrió, porque una
de las monarquías más torpes de Europa, fue como en otras ocasiones la que desechó esa oportunidad. Esa realeza, hoy parece vivir un capítulo más de la crónica del comienzo de una muerte anunciada hace ya dos siglos.
Esperamos, que la lucidez de la mayoría, logre concluir este reto histórico de acabar con una de sus más
terribles taras, un mal que solo ha traído un conservadurismo anacrónico y esa permanente
frustración que nace de la derrota constante y esa decadencia originada por la miseria que a intervalos se han sucedido a través de la historia de ese régimen.
Al
final, los propios españoles serán los
que determinarán si continúan con una monarquía obsoleta y obstinada en
desaparecer o se decidirán por la auténtica
renovación que la historia desde hace doscientos
años les está obligando realizar.
jueves, 8 de noviembre de 2012
Saludos de un quechua
Bueno, para ser honesto, cuando se
habla de identidad cultural y digo de aquella que te clasifica dentro de un
tipo de etnia o cultura, me pongo a analizar y trato de ubicarme en toda esa variopinta lista
que se maneja en la moderna cosmovisión peruana, en donde, encontramos tamaña
farsa y vaguedades, desde la terminología que se aplica, caracterizada por ser poco
clara, limitándose a lo subjetivo y coloquial, a ser solo blanco o criollo, pasando por lo cholo, negro, indio o mestizo.
Primero, no me
considero dentro del grupo de los blancos, tampoco, soy parte del pueblo afroperuano, ni mucho menos soy cholo, mestizo o indio. Y no me considero indio ni cholo porque no me parece coherente llamarle a la etnia o cultura a la cual pertenezco con el nombre y adjetivo creados informalmente por la visión, cariño o injuria de un extranjero.
Tampoco me incluyo dentro del grupo de los mestizos, aunque durante décadas quisieron imponerme ese ambiguo e ínfimo término, porque no creo que esa palabra (mestizo) refleje coherentemente la cultura a la que pertenezco.
El problema está
en que al peruano no le gusta llamar a las cosas por su nombre, hay mucho temor, o miedo a hurgar dentro de la verdad, es quizás su parte más vulnerable.
Es tanto el desconocimiento sobre el
tema que los términos utilizados para
diferenciar las etnias o culturas que existen dentro de esta sociedad se reduce a lo que se ha venido utilizando de forma vulgar y popular hace casi cinco siglos y nadie se ha
detenido para realizar una clasificación mas real producto de un estudio serio y científico.
Lo que más existe son libros y teorías
escritas por gente alejada de la realidad y que se conforma con dejarlo todo
como está.
Pero, entonces, ¿Cuál es la
etnia o cultura a la que pertenezco?
Después de leer, investigar, analizar y comparar los numerosos términos que utilizamos los peruanos para nombrar lo que entendemos como etnia o cultura, y sobre todo, después de compararlo con la cultura dominante criolla-hispana que se viene imponiendo hace cinco siglos, yo me considero Quechua.
Si me voy a ubicar dentro de una cultura o etnia en el Perú, esta definitivamente sería el Quechua.
Pero hay que hacer hincapié en algo, cuando menciono cultura quechua me refiero aquella alejada de esos estereotipos plagados de campesinos u otras gentes con su conocida indumentaria impuesta desde la colonia y que ha continuado en la republica criolla, con esos sombreritos y polleras, o lo que suelen llamar quechua en Ecuador , Perú o Bolivia. Muy alejado de esta degradada atmosfera.
Es que etnia quechua es más que ese huayno y la cantante vernacular. Cultura quechua es la perfección alcanzada en los tapices Wari, en lo monumental de Machu Picchu, es la creatividad y organización del inca Pachacutec, y la perseverancia y lucidez de todos aquellos que lograron preservan algo de quechuas desde el identificarse con esta cultura, con este idioma, con sus ideas o los apellidos, aunque castellanizados como Quispe, Vilca, Mamani, etc.
Está es la respuesta a todo. Porque aceptarte como quechua significa dentro de nuestra memoria intrauterina mantener viva una cultura y sus conocimientos que abarcan miles de años. Es un resistente
orgullo blindado de los malsanos prejuicios que nace de saberse perteneciente a una cultura de un pueblo inteligente, ordenado y
disciplinado que construyeron maravillas modernas y estados muy organizados.
Me incomoda decirlo, pero también me hace
poseedor de cierta soberbia que quizás pocos pueblos ostentan, porque en su
momento dominamos estos territorios.
Siento este orgullo férreo e inquebrantable por lo hecho y por lo que somos capaces de hacer, orgullo por esa disciplina innata, el orden y la creatividad desarrollada desde hace miles de años. Orgullo con bases sólidas y evidencias concretas.
Este es el camino histórico y la
razón nos avala, y cuando lo compartimos con alguien, no existe ser consciente y
lúcido que logre reunir los argumentos necesarios para hacernos pensar lo contrario.
El gran error de los gobernantes y las élites peruanas, creemos, que ha sido poner otras culturas sobre el quechua, esto le quitó identidad personal a millones de connacionales debilitándoles su autoestima colectiva y esto ha redundado en tantos fracasos históricos.
Quizás, esta autoafirmación quechua lo comenzamos nosotros, pero esto se ha ido multiplicando por el siber espacio a tal punto que en el ultimo censo del 2017 fueron mas del 20% de peruanos que han regresado a nuestra verdadera cultura quechua.
La cultura quechua, durante cientos de años, siempre a sido un factor de cohesión para distintos pueblos y gentes y hoy sigue siendo igual, porque para ser parte de esta cultura no necesitas tener un determinado tipo de rostro ni tampoco un característico color de piel, porque esto es básicamente cultural.
Entonces esta claro, ni cholo, ni mestizo, ni negro, ni blanco, quechua es mi cultura.
jueves, 18 de octubre de 2012
El nido de cuervos
Cuando
el padre de familia de este villorrio y de cualquier otro de la comarca, se
pregunta sobre calidad educativa. Su desconocimiento lo lleva a afirmar erróneamente
que un colegio es “bueno” cuando este cobra
la más alta pensión de la ciudad. El cándido papá observa la impresionante
infraestructura y cae en el cuento de que este centro de estudios no tiene nada que envidiarle a cualquier otro liceo
del primer mundo. Tremenda estafa que se ha difundido por este pueblo
aislado de la civilización como también por el resto del país. Porque si hablamos de educación superior, nos topamos
con que no existe ninguna universidad peruana
dentro de la lista de las doscientas mejores
que maneja la más exigente acreditadora
británica, y si a esta realidad la sumamos el estado en la que se
encuentran los colegios de secundaria desde el más destacado en Lima hasta el más
prestigioso de provincias, nos damos cuenta de la gravedad del problema.
Hoy
nos dedicaremos – y después de un buen
tiempo - a
escudriñar en la vida de otra institución educativa de la ciudad de Arequipa. Este
es el colegio Max Uhle.
“Cría cuervos y te comerán los
ojos” dice el dicho. Y es que esa simple
frase se vuelve una indiscutible
realidad cuando unos honestos conciudadanos nos ilustraron
como eran formados -o mejor dicho, cuidados-
los vástagos de una buena parte de la élite arequipeña.
Era
una soleada mañana. Al Misti, se lo veía
solemne como siempre, coronado con su manto
nevado y el verdor de la campiña combinaba alegremente con ese hermoso cielo
azul. El pasillo era largo y parecía casi interminable por el ritmo lento que
había puesto la amable anfitriona. Desde
ahí se notaba la moderna infraestructura de uno de los centros de estudios más
prestigiosos de esta ciudad. Lentamente se aproximaban a las aulas y el sonido del canto
agradable de las aves del enorme árbol contiguo
se iba apagando conforme se iban acercando
más al ensordecedor ruido de esos salones
de clase.
Ese
alboroto, que más recordaba a una estampida de ñus o a una jauría de bestias feroces, dentro de
la normal anormalidad, no era más que el eco de unos chavales criados al libre
albedrio. La anfitriona en un intento
vano de impedir la escena, pretendió dar
media vuelta de regreso, pero ya era tarde, se habían aproximado demasiado y desde esos cristales
se mostraba la escena más vergonzosa.
Muy
pocas miradas han descrito fielmente el
sufrimiento y la impotencia como las que se vieron esa mañana con sus gestos de humillado, cabizbajo y con los
hombros retraídos. Los pasillos se oscurecieron
dándole esa atmosfera decadente
y repulsiva. Un ser humano viril y orgulloso, profesional galardonado con maestrías y
doctorados, respetado por su mujer y sus hijos, una persona decente a carta cabal. De esa imagen triunfadora no
había quedado nada. Los insultos y las malacrianzas de unos ásperos adolescentes lo habían convertido en una verdadera piltrafa. Desde aquella ventana que hacía de marco mostraba
ese rostro horrorizado, mientras unas inocentes
mierdecillas saltaban descontroladas como el pop corn dentro de una cacerola caliente. La radiante luz de afuera no lograba siquiera
en algo atenuar la turbidez de la escena
y el paisaje fértil de la campiña se había vuelto tan estéril como los alaridos
de ese profesor y supuesta autoridad llamando
a la calma a esa mancha de salvajes.
El
nombre alemán de Max Uhle nos recuerda a un
pueblo caracterizado por la disciplina y el respeto a la autoridad. Muy
alejado de lo que se vive en ese colegio y en muchos hoy en día. La cultura
germana es muy respetada en el mundo y creo que hasta ellos se indignarían de saber que un colegio que se
dice alemán, se maneja con esta relajada filosofía, tan apartada
de esa rígida disciplina teutona. Estamos seguros que Goethe se cortaría la lengua
y Nietzsche los pondría al nivel de cualquier
tribu de Borneo.
La
filosofía de este colegio, desconoce que
la disciplina es necesaria, porque asi
se maneja en las mejores escuelas del mundo, pero, quizás,
sea ridículo hablar de esto en los
confines de los Andes. Ese orden y disciplina son desconocidos en buena parte
de sus genealogías haciendo que sus vástagos
lleven a su centro de estudios toda esa mala
crianza lóbrega e informal, junto con
toneladas de prejuicios y estereotipos. Algunas
veces, los que intentan cuidarlos y
formarlos al querer poner un alto
a sus majaderías se ven con las manos atadas porque los mismos progenitores con sus hábitos les impiden hacer algún cambio.
Así
se forman los que dirigirán una empresa o tendrán un cargo importante de funcionario
público o privado. Así se forman los que en un futuro no muy lejano depredarán
la ciudad y el país con su mala crianza. Y que mejor forma de interiorizarlo que humillando
al que
intenta educarlos. Estos mozalbetes,
en un futuro cercano consolidaran al
Perú como el campeón de la inequidad y que mejor aprendido dentro de la crema y nata de la barbarie tercermundista.
Nada
se podrá construir sin planificación, orden y disciplina. Sin estos valores, cómo
ese futuro empresario dirigirá su organización en un mundo tan competitivo como
este. Solo quedará el conformismo y el estancamiento de esa subdesarrollada
costumbre del egoísmo y la ineficiencia. Y para muestra un botón, el ex burgomaestre de
la ciudad de Arequipa el señor Yamel
Romero que ha sido considerado por la prensa local uno de los peores alcaldes de
los últimos tiempos, -según nos dicen- también
fue ex alumno de este colegio.
sábado, 13 de octubre de 2012
Entre Cisneros y la raja de tu falda
Son casi la una de la madrugada y por
fin he terminado de teclear este puto y engorroso documento. Pero, bueno, hay que ganarse la vida. A pesar de mi
resignación, me molesta que me quite
tiempo para dedicarlo a mi blog, es que
hay tanto que decir y el tiempo es el peor de mis enemigos.
Afuera, seguro están los de siempre, homínidos nocturnos, misántropos
o en hordas husmeando sin cansancio cada rincón de esta polvorienta ciudad adormecida por el esmog inhalado durante todo el día. A estas horas, emerge un mundo totalmente distinto al que
conocemos, ajeno a todo y a todos que posee
hasta sus propios moradores, lémures que plácidamente aprovechan la penumbra
para iniciar sus diversas actividades, recicladores, empleados de
limpieza, jornaleros nocturnos y vendedoras de agachados. También están los
marginales, los criminales y las infaltables prostitutas. Viciosos de algo, o quizás -por qué no-
también están las buenas personas que caen presos de este cosmos obligados
por alguna urgencia, teniendo asimismo
que padecer este intenso frio de la extrema
irradiación del desierto.
Al
final todos mal o bueno viviendo, que es lo que al final importa, sabiendo que en realidad nuestra existencia es corta. Y es como se
debe existir.
Ayer, -en
realidad, hace buenos años-, lo veíamos en
aquel diálogo narrando sus correrías por
el mundo, demostrándonos que importante
es el conocer nuevas gentes, porque aprendes
mucho de ellos y de sus patrias. Cuanta enseñanza y cuanto aprendizaje en unos pocos
minutos, suficientes para marcarte de por vida. Y eso es lo que pasó aquella noche. Todos estaban
dormidos, mientras un jovenzuelo
escuchaba a las mejores mentes que puede
parir esta comarca. Es que este tipo de personajes hay que tener
la suerte de encontrarlos como ocurrió en aquella entrevista con Antonio Cisneros.
A estas horas, “La raja de tu falda” y “vino tinto”, son la mejor compañía. Fueron buenos años, finales de los noventa, son buenos recuerdos. Uno a uno los rememoro y una leve sonrisa se dibuja en mi rostro, mientras sigo escribiendo en esta laptop. Estos recuerdos me alegran y es que todo se debe a esta música que agradezco tanto, no solo por lo que me evocan, sino también porque han hecho posible creerme que estas horas invertidas en ese trabajo insulso no fueron un desperdicio de tiempo.
Estopa es uno de los mejores grupos españoles, su original mezcla entre el folklore local y los ritmos modernos es una muestra inteligente cuando unos artistas tienen conocimiento de su música y sienten su folklore, lo escuchamos también con Juanes, cosa que hasta ahora no pasa con los conocidos artistas locales desde Gian Marco hasta cualquier otro.
A estas horas, “La raja de tu falda” y “vino tinto”, son la mejor compañía. Fueron buenos años, finales de los noventa, son buenos recuerdos. Uno a uno los rememoro y una leve sonrisa se dibuja en mi rostro, mientras sigo escribiendo en esta laptop. Estos recuerdos me alegran y es que todo se debe a esta música que agradezco tanto, no solo por lo que me evocan, sino también porque han hecho posible creerme que estas horas invertidas en ese trabajo insulso no fueron un desperdicio de tiempo.
Estopa es uno de los mejores grupos españoles, su original mezcla entre el folklore local y los ritmos modernos es una muestra inteligente cuando unos artistas tienen conocimiento de su música y sienten su folklore, lo escuchamos también con Juanes, cosa que hasta ahora no pasa con los conocidos artistas locales desde Gian Marco hasta cualquier otro.
La raja de su falda azul, inmejorable
armonía y tentación para muchos.
Complementa la fina lencería y sus zapatos oscuros. Es el dilema de siempre, elegir entre la serenidad de la costumbre por esa
justa vorágine de un nuevo encuentro
furtivo. Porque la vida es corta junto con sus placeres y al final,
todos terminaremos cubiertos con esa
mortaja tejida con lo que hicimos en este mundo.
Espero que algún empresario traiga a Estopa, es justo y necesario, porque
Arequipa es un oasis del rock en el territorio peruano.
martes, 18 de septiembre de 2012
Independencia para Cataluña
Este sábado, en un partido de la Liga Española de Fútbol, -para
ser más exactos- entre el Barcelona y el
Getafe. Me llamó mucho la atención ver
que los jugadores del barza lucían una camiseta distinta a la que siempre nos tenían
acostumbrados. Ese día el equipo del FC Barcelona llevaba los colores de la bandera catalana y claro,
ese detalle no era una simple casualidad, sino más bien era una muestra clara de su adhesión
con las protestas de ese más de un millón de ciudadanos que la semana pasada reclamaban en sus calles la independencia de Cataluña.
Ese reclamo separatista, no es algo
ajeno para nosotros, ni mucho
menos. Esos carteles que decían: “doscientos
años de ocupación” “Somos una nación”, lo
compartimos en todos los sentidos, porque
lo sentimos y entendemos, como si se
tratara de nuestra propia lucha, porque
los peruanos lúcidos y algo leídos sabemos lo que significa haber sufrido el dominio hispano con su idioma y
cultura. Ya que todavía encontramos en esta Hispanoamérica tercermundista gente
empecinada con ese pasado colonial, hinchándoles de orgullo una hispanidad que a
nosotros la verdad nos parece hasta ridículo.
España llegó en 1532 y a punta de garrote y arcabuz a esos millones de peruanos les impuso un idioma ageno, haciéndoles olvidar
su Runa Simi y aquellos
sobrevivientes, esa España los
bautizó, identificándolos con nuevos nombres, ahí nacieron junto con los felipillos, los José y los Pérez, desechando
para siempre sus genuinos condoris
y quispes. Por eso, hoy es común en esta comarca, que ese 80 % de personas con rostro peruano, deambulen por las calles limeñas, queriendo ser o creyéndose enfermizamente españoles, porque el lavado de cerebro fue muy eficiente,
ayudado por una tonta publicidad y una formación
que todos los días les hace avergonzarse
de su natural rostro inca, obligando a los más abatidos a hacer cola en
el cirujano para quitarse esa nariz ancha o ese rostro redondo o sino constriñéndolo para ir donde el jurista para cambiarse clandestinamente su verdadera identidad.
Los entendemos catalanes, pero, ustedes
están en mejor situación que nosotros,
porque siquiera a ustedes la metrópoli les deja todavía poseer escuelas
y universidades en donde a sus hijos se les puede enseñar su idioma nacional el catalán. Aquí en el Perú de hoy, los herederos de esa insolente y coercitiva hispanidad
han
prohibido la enseñanza del quechua (nuestro verdadero idioma nacional) en
nuestras escuelas y universidades. Negando de esta forma a nuestros hijos el conocimiento de un idioma rico en sabiduría y armonía.
Los entendemos catalanes, porque aquí en
estas tierras todavía divagamos en la pregunta qué nación queremos formar, sin darnos cuenta que poseemos una milenaria cultura en el cual podemos hallar esa respuesta. En cambio
ustedes lo tienen bien claro, ya que hasta idioma propio poseen.
Los entendemos y nos parece justa su
lucha. Esperamos también que no sea algo pasajero y aislado, ya que su pedido es justo. Aquí no sucede lo mismo, la ignorancia es una enfermedad nacional y los
que dirigen y norman son tan necios y tercos que los hacen girar en esa
eterna confusión, dañándoles permanentemente su amor propio.
Los entendemos catalanes, porque ustedes
están más cerca de obtenerlo. Su
independencia mental ya lo han conseguido; en cambio los ´peruanos seguimos férreamente colonizados, sometidos, y
encadenados paradojamente por nosotros
mismos, colocándonos obstinadamente orejeras y vendas para no ver que las llaves
de nuestros propios grilletes los tenemos tan
cerca y al alcance de nuestras propias manos.
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Ridley Scott en su Waterloo
Las oscuras nubes de unas horas bajas no solo ensombrecen a Occidente en su enfrentamiento con Rusia para conservar la unipolaridad en el ...
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Su particular asentamiento ha hecho de Arequipa estar rodeada de enormes montañas, provocando en ella un cierto aislamiento que de...
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En una ocasión, un personaje pequeño en tamaño y de aspecto sencillo, me sorprendió al extenderme la mano para saludarme mientras avanzaba ...
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Argentina en Sudamérica tiene el mejor territorio, mayormente llano y enclavado en la zona templada del planeta, por eso posee el más sano...