sábado, 16 de noviembre de 2013

¿La música criolla en decadencia?

La música criolla se encuentra en decadencia porque  las etnias  que constituyen  la  mayoría de población  de la capital y de otras partes del Perú en las últimas cinco décadas han variado sus costumbres.
Este género musical nació en la ciudad de Lima a  comienzos del siglo XX como el desarrollo de una manifestación cultural de sus etnias predominantes (criollo, zambo y negro). Los criollos, como era común  en esos años, importaron  a nuestro país ritmos y nombres centroeuropeos (Vals y polka) que mezclados con los compases locales (afros) completaron lo que vendría a ser llamado música criolla, el mismo nombre que también llevaba  coincidentemente  la etnia que mantenía el poder político, económico y cultural en el país de aquella época (y que creo todavía sigue manteniéndolo).
Entre las décadas de los años veinte y sesenta  del siglo pasado,  este género de música  alcanzaría   su mayor apogeo, manteniéndose después casi como una imposición de parte de casi todos los medios de comunicación. 
Como su nombre lo indica esta música representó desde su origen y durante muchas décadas  los sentires de la etnia criolla y su ambiente africano y  con la ayuda de los medios de comunicación se fueron imponiendo al resto de la  población de  este país. Peculiaridad que no sería eterno porque cambiaría con el correr  de las décadas ya que a mediados del siglo XX  se va dio inicio a una enorme migración del campo a la ciudad  y  particularmente de los territorios andinos  a la ciudad  de  Lima, urbe que sería ocupada por una numerosa  población  mayoritariamente compuesta por  indígenas  y mestizos.
Conforme esa nueva población  se iba asentando en la urbe limeña,  también sus gustos y costumbres traídos de los andes se irían estableciendo dentro de la ciudad que fundó Pizarro. 
Fue así que la música criolla, es decir, aquel género fruto de la convivencia del blanco, el zambo  y  el negro,  ya no tendrían representatividad en el nuevo panorama étnico de la capital,  ahora poblada mayoritariamente  por indígenas y mestizos de origen andino.
El nuevo poblador limeño representado en su gran mayoría por estas etnias (quechua mayoritariamente)  no se sentirán  representados ni por el nombre ni  los ritmos de aquel género que alegraba tanto a Pinglo. Por estas razones  es que comienza la decadencia de este género criollo a la vez que se va acentuando en el gusto popular otros ritmos.

Es que el Perú sigue evolucionando lo cual incomoda a muchos sectores conservadores  que aun sueñan con esa pesadilla que regrese y se quede oara siempre ese país de Odría y Belaúnde, con su fallido intento que de crear un país en donde se respeta la democrática y  la real diversidad existente.

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