Este
accidental gobierno de Vizcarra intenta
pero no puede quitarse ese mote precario
y usurpador.
Su
último mensaje fueron dos horas desperdiciadas, aunque no esperábamos algo distinto de su consabida hoja de ruta continuista; pero el hecho de que tenga el título profesional
de ingeniero me daba alguna esperanza de que dentro de su perorata podía haber alguna ampliación de la vetusta y colapsada carretera
panamericana o algo así. Pero nada, solo se limitó a asumir tareas municipales y de villorrio.
Seguro
que desde ese “Versalles” nublado y mohoso
debe ser difícil tener una visión clara de lo que ocurre en el resto de este extenso
país, solo la distancia entre Lima y Arequipa es casi la misma que hay entre Paris
y Madrid y esa lenta burocracia limeña alargan aún más sus contradicciones.
El
actual presidente, desde su oppidum se obstina
en no dejar un buen recuerdo para la historia
de los peruanos como lo hizo Paniagua en el 2000, el ajado líder acciopopulista
a pesar de ser aconsejado por sus partidarios para quedarse en el poder, no lo
hizo, pesó más en él su compromiso para cumplir con una limpia transición democrática
convocando a nuevas elecciones.
Este
gobierno se enterca en no incomodar a
ese legislativo apro-fujimorista, no percibió
la tardía reacción de PPK esa noche, era un desconocido PPK, un enardecido caudillo eclosionó
con un acalorado discurso en contra de los que lo sacaron, pero ya era tarde,
si hubiera tomado esos bríos unas semanas antes lo tendríamos todavía como mandatario
y con la mayor aprobación de su
historia, pero no lo hizo y la novela tomó el rumbo que todos hemos visto.
Vizcarra
no percibe que la democracia esta en juego o quizás no le interesa y cree más en
los consejos de los que hablaremos en el siguiente capítulo.
Mal
juicio de su entorno, es que seguro esos asesores, si es que tienen algún grado
de autonomía, son los típicos extraídos de
esas élites tercermundistas caracterizados por ser prejuiciosos, estereotipados
y supersticiosos y en esas condiciones elegirán siempre el peor camino para el país.
Son los piolas los vivos o como decía esa mierdecilla en ese colegio de refugiados
se creen los pendejos.
La
ciudadanía exige mejoras cambios, reformas y quizás demandan consultas pero de
aspectos trascendentales para el estado y la ciudadanía como tratar el tema de una
reforma constitucional, por ejemplo; pero no, porque Vizcarra y su libreto si permite alguna
consulta o un referéndum esta será para tratar temas intrascendentes
o de temporada.
Minucias
de referéndum, una limosna para un pueblo que quiere seguir en democracia y en
ella intentar resolver sus principales problemas pero con personas que tengan representatividad
y no puestos en esos cargos por grupos autoritario y que anteponen los intereses particulares sobre los beneficios que traería estas
reformas para todo el país.
No hay comentarios:
Publicar un comentario