1989 lo tengo fijo en la memoria, no solo por
los cambios que se produjeron en el mundo, como la disolución de la URSS , y que a estas alturas, se
sabe que fue terrible para el planeta. Lo paradójico es que todo comenzó con unas –ingenuamente- aplaudidas reformas de Gorbachov llamadas glasnost y perestroika.
En nuestro flagelado hemisferio la
transición chilena tenía su propia música que se escuchó en ese concierto de
amnistía internacional. Aquí, Mario
Vargas Llosa, prometía traer la
“prosperidad” chilena, que luego, Fujimori, a su propio estilo cleptocrata y
entreguista, convertiría a esta comarca, por sus relaves mineros, tan toxica como
aquellas zonas de pruebas nucleares; y tierra de esclavismo por sus deprimentes
leyes laborales; y de un robo descarado por sus poderosas AFP; Plagas que han infestado
el país por más de dos décadas sin siquiera sacarnos del subdesarrollo.
Pero 1989 no fue solo eso. Para alguien que
terminaba la secundaria y que veía el porvenir con cierta expectativa,
cosa que ahora hasta parece cómico haber pensado así, porque al final entiendes
que todo era producto de una natural ceguera y sordera de un imberbe.
Era un país de mierda, pero no te dabas
cuenta, porque eras joven y hasta una simple canción significa más que todo en
ese perro mundo. Sí. Hasta una canción valía más que todo eso.
He cometido errores, y muchos los he olvidado,
pero hay uno que me pesa.
La tenía grabada en ese viejo casette negro, recuerdo
que se llamaba carrio on til tomorrow, y era un cover
popularizado en los años setenta por el grupo peruano We all together, pero el
detalle estaba en que ese año, 1989, ese tema había sido reactualizado en una nueva versión en
solitario por el vocalista y líder de esa agrupación peruana Carlos
Guerrero.
Definitivamente esa nueva adaptación era mucho mejor que la
anterior, más dinámica y con un marcado estilo de finales de los ochenta y
comienzos de la década de los noventa.
Según lo que dijeron, aquel músico, después de
estar varios años en los EEUU regresó al Perú trayendo bajo el brazo esta nueva
versión de su clásico tema, y ese año la tocaron en las radios y en la televisión.
La letra decía: Carry
on til tomorrow, there's no reason
to look back. Y finalizaba con un: carry ooon carry
ooon carry ooooon. Y luego venía el solo de la guitarra
eléctrica, pero este era uno muy distinto, y en seguida, carry on. Una
y otra vez la puse a tocar. La escuchaba a cada minuto, a cada hora, todos los
días, durante esos primeros meses del año de 1989.
Creo que fue demasiado uso, la sobre exploté, la
usé demasiado, autosatisfaciéndome con su melodía cadenciosa, con sus subidas y
bajadas.
Al final hubo un cargo de conciencia, como que
no era normal, es que ya era demasiado, y teníamos que ponerle un alto y acabar
con esta especie de adicción. Pero no se podía, cada vez que lo
intentaba, titubeaba y la dejaba de nuevo grabada en ese viejo casette negro.
Hasta que un día, me armé de valor y busqué una
excusa para poner sobre ella otra canción, el nombre y la melodía del tema que
escogí no recuerdo, pero lo que sí me acuerdo es que, cuando
estuve a punto de presionar el botón rojo, dudé de nuevo y con un halo de frío pensé:
¿y si no la vuelvo a escuchar? ¿Y si
nunca más la vuelvo a oír? Era imposible eso, ¿cómo podría ocurrir? Si aun la
tocaban en la radio y, en último de los casos, hasta podría comprar el disco.
Mientras tanto, el dedo lo seguían teniendo
sobre la tecla rec, dispuesto para acabar con esa canción, que tanto placer y
alegrías me había regalado. Y yo seguía suspendido en el tiempo, pensando que
si estaba haciendo bien.
Ya está, dije, y la borre de mi vida, acabe con
ella.
Pasaron los días, y fue cierto, me olvidé completamente
de ella.
Pasaron los meses, pero algo no estaba bien, la
extrañaba, extrañaba mucho a esa puta canción, así que me puse a esperarla en
la radio a ver si la ponían de nuevo para grabarla, pero eso nunca pasó. Los
meses transcurrieron y llegó diciembre de ese año de1989, fui a
las tiendas de discos y pregunté otra vez por esa canción, el grupo y el cantante, y no me
daban razón, solo conocían la versión antigua pero la de ese año no se
sabía nada.
Ah, bueno, seguro que algún día la volveré a
escuchar en la radio dije, otro día la volveré a escuchar, no hay
problema, ¿Otro día? ¿Otro día?, Ya han pasado treinta años y no he vuelto a escuchar ese tema en
su versión de 1989.
Ahora que existe este enorme mundo de la Internet , se han renovado
las esperanzas de algún día encontrarla,
por eso hurgo en la web, y también sigo preguntando
en las tiendas de discos, pero siguen sin darme respuesta, es como si nunca hubiera
existido.
La esperanza es lo último que se pierde. Y no lo
dudo, si la encuentro, esta vez, la grabaré, la copiaré, la descargaré en mi
computadora, y haré otras copias, y la tocaré varias veces, como lo hice ese
año de 1989, y estoy seguro que esta vez no la volveré a borrar, no dejare que eso
pase, estará aquí conmigo hasta mis últimos días, como debió haber sido
siempre. Sí, estará a mi lado como ese verano de 1989.
No hay comentarios:
Publicar un comentario