martes, 4 de febrero de 2020

Animales de mierda



Qué hijos de puta, barbaros, mal nacidos, mejor dicho, mal paridos, son los de la extrema derecha, los dictadores conservadores, o como los que aclamaron aquella dictadura argentina que destruyó ese país entre 1976 y 1983. Quemaron libros e incendiaron teatros como aquel Teatro Argentino de la ciudad de La Plata, demolido por el tirano Jorge Rafael Videla  y en su lugar construyeron una completa mierda cuadriculada, un desperdicio completo.
Y aquí en Arequipa no estamos lejos de todo ese aniego de alcantarilla porque Alfredo Zegarra el exalcalde de la ciudad, que se dice médico, pero que para nosotros  se ve como un vulgar matasanos, que demostró su más repulsivo cerrilismo construyendo, igual que esos militares fascistas rioplatenses, un monstruoso esperpento que lo llamó “Palacio de Bellas Artes” el muy sinvergüenza, que de palacio ni bellas artes no tenía nada, solo edificó un domo horrible, que más perecía un hemorroide verdoso que eclosionaba  en medio del armonioso lugar de edificios y estaciones de ferrocarril de finales del siglo XIX y comienzos de los putos XX.
Esta tierra bendita de ignorantes y despreciables ágrafos, ahora no saben qué hacer con el bodrio verde. La justicia ordenó su demolición, cosa que hasta ahora no se ha dado, pero aquí lo tragicómico está en que los actuales burócratas que tienen a su cargo este problema, con ese característico mal gusto que poseen por  ser unos completos salvajes  analfabetos, no saben qué harán con esos terrenos después de la supuesta demolición. Los putos ignorantes con enormes cartones de magister en cultura e ingeniera no saben qué hacer con ese espacio. Me cago en la leche.
Idiotas, a esto les ha reducido esta educación de letrina y sus costumbres analfabetas, supersticiosas y cargadas de enormes prejuicios y estereotipos, que  los han convertido en eso, en perfectos idiotas que no ven más allá de sus narices.
Lo que deberían hacer es comenzar por demoler de una vez por todas esa excreta verde del anterior alcalde Zegarra y hacer lo que harían en cualquier otro lugar civilizado, que sería realizar un concurso, una convocatoria,  en donde participen proyectos e ideas de los mejores arquitectos, los más creativos y conocedores de la arquitectura arequipeña caracterizada por el sillar y que ese proyecto ganador sea el teatro de sillar que reemplace al actual bodrio de forma de cúpula verdosa, un teatro de más de 3 mil butacas, uno respetable que vaya con la importancia de esta ciudad de más de un millón de habitantes que es Arequipa, porque hay que recordar esta cifra que muchos concejales lo desconocen totalmente, y así se haga realidad una obra que quede para las próximas generaciones, y demuestre que esta tierra no está plagada de simples  ignorantes de mierda. 

jueves, 30 de enero de 2020

Cándidos sicarios



Como alguna vez también lo hicieron con Cortez, Pizarro y Almagro, esos numerosos seres humanos, se comportaron como una especie de mascotas dando vueltas alrededor del amo hispano cuando este les lanzaba  un hueso y luego les pasaba la mano sobre el lomo, estos párvulos celebraban patéticamente que habían sido aceptados por los que creían seres superiores.
Han pasado quinientos años y vemos que todavía existen personas con esas conductas y muchos de ellos son gente que sabe leer y escribir y hasta viven de este último oficio.
Perú no es occidental, está rodeado de seudo occidentales pero el Perú y el peruano no lo es. Y si alguien intenta incluirnos en ese grupo, caeríamos en la ridiculez como querer llamarle occidental a un japonés o a un sur coreano. A pesar de ello,  ese occidente trata  por todos los medios seguir manteniendo su influencia en los libros, en las escuelas o por otras vías, al final, lo quieran o no,  todo este complejo sistema solo termina con quitarle la identidad personal y étnica a ese 70 % de la población peruana de evidente origen cultural andino no occidental.
Los noveles escritores locales también contribuyen con esto y caen en el juego de los que quieren subestimar este resurgimiento andino que está ocurriendo en el Perú cuando lo embute con ese variopinto grupo que cierta prensa occidental  llama  indígenas.
Estos nuevos escritores salidos de esa cerril y decadente Lima urbana se vuelven en los mayores enemigos de lo quechua, son quechuas pero no aceptan esa realidad y se alinean a ese discurso que lo quechua, lo reducen, lo inhiben,  al incluirlo para desaparecerlo o confundirlo dentro de ese grupo numeroso, maltratado y sobre todo extraviado  que parte del sistema lo denomina “indígena”; en el Perú actual no cabe el termino, porque aquí existe un solo nombre que debe enraizarse y que ya  parte del pueblo lo ha ido entendiendo así al autodenominarse quechua en el último Censo de población.
Es una tarea difícil reclamar tu verdadera identidad nacional cuando cada cierto tiempo los medios globales, en este caso, los que ofrecen esos conocidos galardones literarios que vienen desde la península ibérica, hacen famoso a algún peruano, y este al creerse el cuento, viajan a esos lugares para recibir su premio, y se ven como Felipillo, sintiéndose menos, y caen como el tallán, en esa falsa alegría  de ser aceptados por aquellos que su necio subconsciente sigue viendo como superiores, y reciben la investidura de mercenarios de la pluma, queriéndolo o no, continuando la negra cruzada  de un premio Ortega y Gasset.
Cinco mil años de antigüedad, un idioma y una cultura que aún sigue viva, civilizaciones que nos dejaron sus evidencias de orden y progreso, es demasiado para incluir a los quechuas como parte de ese grupo que ciertos  occidentales llaman indígenas.
Aquí en el Perú el término que debe utilizarse es el de quechua, es el que corresponde a más del 70 % de la población, solo es cuestión de conocerlo y aceptarlo.
Vamos, tú puedes.  Mejora como ser humano regresando a tus raíces culturales, y forma un país democrático con pobladores que quieren y  aceptan su verdadera etnia que en el Perú mayoritariamente es el quechua aunque cierta prensa global no quiera aceptarlo, porque creen quizás que solo ellos pueden entender lo que significa la tolerancia y la democracia y no también un quechua.

martes, 14 de enero de 2020

Por ocho millones de dólares



La Universidad Nacional de San Agustín (UNSA) en su larga historia ha tenido innumerables rectores, quizás, algunos,  destacarían  por su honestidad y laboriosidad, pero otros, con justa razón,  habrán  quedado en el olvido porque fueron simples y despreciables  sanguijuelas.
Se debería,  con justa razón mantenerlos en ese olvido,  pero algunos,  sus “hazañas” fueron tan destructivas, que sería una completa injusticia no dedicarles algún escrito.
En esa negra lista  uno de  estos personajes destacaría sobre el resto,  porque en su efímera gestión se iba a producir  uno de los mayores atentados a nuestro valioso y milenario patrimonio cultural. Fue una imperdonable afrenta  a nuestros propios cimientos e ideales.
Víctor Hugo Linares Huaco, siempre se mostró como el típico pendejo”.  Era lenguaraz e inculto, con un vocabulario muy limitado. Hablaba muy mal para ser catedrático  y daba vergüenza ajena  solo escucharlo. Aún  recuerdo su mediocre discurso cuando asumió el cargo de decano de aquella facultad, con esa soflama  digna de un techamiento de arrabal, redujo aquella ceremonia con su monserga de parroquianos de algún bar de la calle dos de mayo. Me preguntaba: ¿Cómo estos tipos podían asumir esos cargos? Pero eran esos tiempos, en donde,  el cochambre estaba institucionalizado,  -como ahora, creo-.
Perecía que sus “malas artes” se limitarían  a aquella  facultad, pero no fue así, porque después de unos años, me enteré por las noticias que había asumido el cargo de rector de la casa Agustina. Tremenda amenaza se cernía sobre la UNSA.
No podía ser para menos, porque cuando escuché su nombre, solo atiné a mover la cabeza y pensar ¿Qué mierda hará este gamberro en ese cargo? ¿Qué escándalo surgirá en su gestión? ¡Pobre UNSA!
No paso mucho  para que el tiempo me diera toda la razón.
Unos años antes de aquella noticia, me encontraba en el museo de la UNSA. Lo que iba ser un simple paseo, se convertiría  verdaderamente en algo extraordinario.
Entre vitrinas polvorientas,  momias y ceramios,   pésimamente conservados, me llamó la atención un par de enormes tapices, el más grande era de color turquesa, y ambos estaban tirados  inermes sobre un improvisado mesón de madera,  que esa mañana, cobijaba a la más fina y perfecta muestra de nuestro milenario arte textil. Era cierto, cuando dicen que aquellos tejidos  wari eran en realidad lienzos que guardan discretamente esa  escritura iconográfica  que el peruano antiguo utilizaba para comunicar  su forma de vida y valores, y esa mañana,  percibí esa perfección,  disciplina y orden, esos valores que hoy los peruanos necesitamos con urgencia y que antes  en nuestro  pueblo eran innatos.
Al pasar mi mano  sobre sus hilos, noté una  suavidad indescriptible, quedé atónito, disfrutando de ese placentero momento, cuando de pronto,  una voz áspera,  me interrumpió, era el conserje de aquel museo, diciéndome con voz baja, si supiera cuánto valen.  
No dudé sobre el valor de esos tejidos, pero, lo que sí me despertó cierta extrañeza,  fue la forma cómo lo dijo, con un acento vil y malicioso.
Me quedé pensando en las palabras de ese tipo mientras iba abandonando ese local, y lógico, era evidente que esos valiosos textiles corrían un enorme peligro en ese vericueto.
Y así fue, unos años después,  leía en las  noticias  que se había producido un robo en aquel museo  y dentro de los objetos desaparecidos, estaban  aquellos tapices wari.
¡hijos de mil putas! ¡mal nacidos! ¡salvajes de mierda! Grité impotente.
Era como si me hubieran arrancado un brazo.
Según los peritos llegados desde Lima, el monto de lo robado ascendía en el mercado negro a unos ocho millones de dólares. Obviamente, todo quedó en nada.
Ya han pasado más de cuatro años y aún no hay culpables de aquel robo, y aquellos  tapices siguen extraviados.
Sí, hoy, Víctor Hugo Linares Huaco,  no será recordado por haber sido  un profesor mediocre, o un intrascendente decano,  o un efímero rector, sino,  que pasará  a la historia  de esa universidad  y  su epígrafe  siempre estará  ligado a la desaparición de tan valioso legado de nuestros antepasados que como rector y autoridad de esa casa de estudios no supo proteger.
Así es, Víctor Hugo Linares Huaco, pasará  a la historia de esa universidad porque en su gestión se realizó el robo  de unos valiosos tapices warí,  todo porque valían ocho millones de dólares, que para algunos miserables  es el costo de su puta vida.

domingo, 8 de diciembre de 2019

Los venezolanos de Trump



La salida intempestiva de John R. Bolton del cargo de Consejero de Seguridad Nacional, significó un grave revés para el gobierno de Donald Trump.
Pero estos hechos no se quedaron ahí, en esas frías latitudes septentrionales, quién diría que sus consecuencias también lo sufriríamos los peruanos,  a pesar de estar alejados miles de kilómetros de Washington.
Los desaciertos en la cuestión venezolana al no poder instaurar un gobierno pro estadounidense en ese país, invasiones frustradas, y al final un brutal bloqueo económico, fueron una serie de medidas que no lograron quitar del cargo a  Nicolás Maduro, al final todo resultó en vano, pero los remanentes de esa errada política frente al régimen chavista de Venezuela hoy los peruanos lo estamos padeciendo.
Una de esas consecuencias  fue el éxodo de millones de venezolanos, de los cuales, dos millones aproximadamente cruzaron nuestras fronteras para establecerse dentro de nuestro territorio. Pero, el problema está en que más del 50%  de los que ingresaron eran personas indocumentadas, y dentro de ellos, un enorme grupo de delincuentes, mafias y gente nacida y macerada en la anarquía y violencia de un estado en crisis, que hoy, están causando el terror en las principales ciudades del país.
Esa criminalidad sanguinaria y tropical con un sicariato muy bien organizado y sus ejecuciones grabadas en vídeo están acorralando a toda nuestra pacifica sociedad peruana con su nuevo terrorismo que ahora la televisión fujimorista lo difunde de forma impune cumpliendo su objetivo de constreñir la moral y la tranquilidad de nuestro pueblo.
Pero ahí no queda todo, porque la forma como cayó la democracia boliviana nos advierte  lo que en este momento se cierne sobre la democracia peruana
Aquellos  grupos que intervinieron en el golpe de estado en Bolivia  y que estuvieron detrás de la violencia que tomó por asalto sus principales ciudades y  que terminaron con aquella democracia, las ideologías que vociferaban aquellas bandas también estamos  encontrando en muchos de esos migrantes venezolanos que han ingresado al país, me refiero a que gran parte de ellos, por no decir todos, al hablar, se muestran de pensamientos conservadores, diríamos hasta ultra religiosos, en realidad, la gran mayoría de ellos parecen fanáticos religiosos, que con un buen motivo se alzarían como los que se arrodillaban en las calles de la Paz y Cochabamba  maldiciendo  el respeto y la tolerancia  dando alabanzas y  enloquecidos de fundamentalismo destruían cerámica y estelas andinas y paranoicos lanzaban discursos  racistas y supremacistas.
Nuestra democracia peruana está nuevamente en peligro, solo es cuestión de tiempo para que estos grupos se organicen y causen el caos defendiendo ese conservadurismo antidemocrático, la anarquía, abrazando alguna dictadura conservadora, religiosa y racista, y estalle la violencia dentro de nuestra pacifica sociedad peruana y que en nuestra historia hemos visto varias veces.
Si alguien realmente quiere el desarrollo de nuestro país, este nunca se dará fuera de nuestra democracia que ya lleva dieciocho años, y que su sobrevivencia parece que no le conviene a varios, dentro y fuera del país.

lunes, 11 de noviembre de 2019

Bolivia y la restauración del viejo Estado



¿Qué pasa con los latinoamericanos? ¿Somos verdaderamente idiotas?
Otra vez, el mayor enemigo de nuestros países sigue siendo nuestro propio pueblo. Les importa más su vil egoísmo y  racismo que los intereses nacionales.
Si bien es cierto que Evo Morales debió evitar presentarse  a otra reelección a pesar del enorme apoyo popular (casi la mitad más uno de los bolivianos), no lo hizo,  y ahora vemos las consecuencias.
Pero al margen de esto,  creemos que debería haber primado, los intereses de Bolivia como país.  
Al margen de los estadounidenses que está plagados de las kardashian que de una buena información, los otros medios de comunicación, rusos y británicos,  afirmaban que estos años de gobierno de Evo Morales, el primer presidente aimara de Bolivia, fueron positivos, tanto en lo económico como en lo social. Bolivia estos años fue protagonista en Sudamérica, liderando un crecimiento económico sin precedentes. Esta eficiente gestión se notó también en su  política manufacturera  y de construcción de vías de comunicación y el desarrollo del transporte urbano en sus principales ciudades, además de la implementación de leyes sociales tan vanguardistas que inclusive hoy en el Perú son completamente desconocidas.
Pero de nada valió todo este atisbo de desarrollo vanguardista, porque en los bolivianos que llenaron de violencia y caos sus calles, pesó más  el fanatismo a ideas retrogradas  y fundamentalistas que siempre ha mantenido a Latinoamérica estancada.
Si uno preguntaba a todos esos manifestantes acerca de cuál era el motivo de sus protestas, más que la defensa de la democracia había un claro sesgo racista y religioso en sus reclamos.
Fue el racismo y la religiosidad fanática los  que derribaron a Evo Morales.
Esos grupos nunca le perdonaron ver en la casa de gobierno a un indio y la simbología y misticismos andinos, esa fue la peor afrenta, y fueron esas mismas fuerzas armadas y policiales de extracto conservador y religioso las que le quitaron apoyo al régimen de Evo Morales.
A río revuelto ganancia de pescadores.
Hoy hay caos en Bolivia, y no parará hasta que los militares tomen el poder y regrese  el viejo régimen, la podredumbre, las injusticias en un país dominado por una elite criolla tan viciosa como torpe, que salvo el paréntesis de apogeo de Evo Morales, regresará a Bolivia a su papel intrascendente de país sin futuro, sin dignidad y con una mayoría de población sometida a la marginación.
América Latina está condenada por su propio pueblo.
Fueron tantos siglos de subordinación que este ser humano ha perdido todo rasgo de dignidad, no son la mayoría pero son lo suficientemente numerosos como para apoyar a los mercenarios del caos y saltar de alegría al ver caer un gobierno que solo intentaba desarrollar a su país, no les importó los intereses nacionales y soberanos solo calmar sus prejuicios y odios  en contra de su propia cultura y etnias.
Estos grupos  son muy peligrosos, porqué están enfermos de vileza, infamia y fundamentalismo,  son la peor herencia de nuestro pasado colonial, y se reciclan con el tiempo dentro de proles  decadentes, arrastrando a todo el país con ellos, porque también son apátridas.
Esa gente privó al Perú de  Velazco,  a Chile de Allende, y sus ancestros vendieron a Túpac Amaru II, y eliminaron a Simón Bolívar y a Santa Cruz, y a tantos otros latinoamericanos que han intentaron sacarnos de toda esta pusilanimidad.
Crucificamos a nuestros salvadores, eliminando a nuestros Washington, a nuestros napoleones, a nuestros pachacutec, y levantamos a pusilánimes lacayos y corruptos.
Desde el río Grande hasta Chile, este tipo de gente que sigue arrastrando estas ideas anacrónicas nunca nos llevaran a buen puerto porque se convierten en nuestros principales felones aliados de los que quieren ver siempre  a toda esta América Latina balcanizada, pobre, ignorante e intrascendente.


miércoles, 30 de octubre de 2019

La Segunda Independencia de Latinoamérica



Tuvieron que pasar doscientos años para que los latinoamericanos nos demos  cuenta que los pueblos milenarios que habitaron nuestras tierras no eran menos que nadie.
Esa bandera mapuche hondeando sobre esa población chilena reclamando sus derechos nos demuestra que  la valoración de nuestras culturas primigenias no se  limita a lo que escribimos sino que ya es una verdadera corriente de pensamiento en el hemisferio, inspirando autoestima, sentido de pertenencia, Estado, nación,  y claro, también dignidad y lucidez.
Una parte de Sudamérica inspira su reclamo en esas enseñanzas que nos han dejado nuestras culturas indígenas como se  les conoce aquí, aunque, en realidad, deberían nombrarnos como: quechuas, aimaras, mapuches, charrúas, guaraníes, etc.
Como reguero de pólvora se ha ido esparciendo por la región, primero fue en el Ecuador, donde estas agrupaciones hicieron sentir su fuerza contra la injusticia, luego siguió Chile, con ese millón de personas colmando las calles y esa fotografía en donde se ve a un pueblo levantando en las calles de Santiago  el emblema mapuche.
¿Y el Perú?
Aquí estas grandes hazañas que están escribiendo nuestros hermanos  latinoamericanos han sido opacadas por las ensordecedoras detonaciones de las procesiones moradas o quizás fueron las bulliciosas celebraciones por la caída del fujimorismo que mantuvo el país en sus manos durante estos últimos veinte años.
Parece que estaríamos condenados a ser simples espectadores.
Como hace doscientos años, justamente, en la época de independencia, cuando, entre 1809 y 1810, se formaron Juntas de gobierno en distintas ciudades de Sudamérica, salvo,  en el territorio del virreinato del Perú.  
En esa época el miedo era una de las principales razones para que la población no abrazara las ideas emancipadoras, ya que la represión española después de la rebelión de Túpac Amaru II (la primera gesta independentista en Sudamérica) costó la vida a más de 100 mil personas, esto quiere decir que victimaron a acerca del 10 % de la población total del virreinato del Perú de aquella época.
Las represalias fueron muy sangrienta y abarcó  a gran parte de la población por estas razones ese temor permaneció en la memoria de los peruanos hasta cuando inclusive llegaron los ejércitos de San Martin y Bolívar, por eso es sorprendente y hasta jalado de los pelos ver esa marcada hispanofilia que aun hace presa de muchos cholos peruanos desde Pumacahua hasta Ollanta, Toledo o Vizcarra.
Este actual resurgimiento andino en la población del Perú hoy se está dando silenciosamente de forma pacífica, pero entre catacumbas, por el  mismo temor que padecía el peruano  hace doscientos años, pero ese miedo ahora no es a la espada de la opresión española,  sino que ahora,  lo produce el verse confundido con  esos estereotipos remanentes de la pasada época del terrorismo.
Los estudiosos del tema, ya lo anunciaron, después de Caral, Chavín, Wari y los incas, en estos momentos, se está viviendo en el Perú una nueva reunificación andina.  Lo paradójico está en que este movimiento de resurgimiento andino a eclosionado,  donde fue el reducto de una decrépita hispanidad, y ha liberado en la ciudad esos valores milenarios de respeto a la naturaleza, a la vida, al verdor, y ha rescatado su simbología milenaria con  el puma y el cóndor.
Hoy Arequipa está demostrando al Perú y a los peruanos que no en vano se nace a los pies de un imponente volcán activo.
Estamos seguros que esta ciudad y su pueblo lúcido no permitirán la toxicidad ni el veneno y protegerán su valle.
Arequipa,  enriquecerá su historia una vez más siendo  el baluarte de la dignidad en el Perú.



miércoles, 16 de octubre de 2019

La ilegal disolución de la URSS


Han pasado casi tres décadas desde que el mundo vio sorprendido como una de los dos únicas superpotencias de aquella época, en este caso,  la Unión de Repúblicas  Socialistas Soviéticas (URSS), se desintegraba, surgiendo de ella lo que ahora conocemos como la Federación rusa y un  numeroso grupo de países que han venido a engrosar el tercer mundo.
En pleno siglo XXI y después de analizar los acontecimientos que se produjeron en el planeta después de esta histórica disolución,  llegamos a la conclusión, que fue un hecho nefasto para todos los habitantes de esta aldea global.
En mayor o menor medida, todos fuimos afectados negativamente, inclusive, los Estados Unidos, ya que,  desde esos años sus ciudadanos no solo han visto disminuir sus derechos individuales sino también   ese notorio estado de bienestar que antes gozaban., Hoy más bien, de la tierra del Tío Sam  llegan estadísticas marcadas de inequidad y enormes diferencias de ingresos entre su población.
Cuando existía la URSS  había una especie de competencia entre las dos superpotencias, y los distintos gobiernos de los Estados Unidos no permitía mostrar aspectos negativos de su sistema económico, social y político, lo cual, hubiera servido para que los soviéticos hicieran escarnio de ellos, por eso, la población vivía bien. La existencia de otro sistema competitivo beneficiaba a la mayoría de la población estadounidense, cosa que fue decayendo desde la desintegración de la Unión Soviética. 
Inclusive la misma Federación rusa que  heredó la membresía de la URSS, a pesar de su actual crecimiento como potencia militar global  y equiparar y hasta superar en algunos aspectos a los EEUU, aun no logra tener el poder que ostentó cuando integraba la  Unión Soviética. La crisis demográfica es imparable en todos los estados que conformaron  la ex URSS y sus economías ni se asoman a la época soviética.
En cuestión de seguridad tampoco para el planeta fue beneficioso, porque hoy estamos más cerca de un enfrentamiento nuclear entre los EEUU y RUSIA que cuando existía la URSS.
Incluso el mundo en esos años era más democrático que ahora, porque convivían dos ideologías, dos sistemas políticos y económicos enfrentados, y en medio, los estados no alineados, beneficiándose de esas pujas por ver quién era la mejor opción. Hoy no existe eso y el mundo está más vulnerable a todo tipo de atropello, porque ya no interesa defender nada, hay una especie de anarquía, solo vale la depredación, y prevalece  un galopante conservadurismo fascista.
En fin son muchas las razones que nos hacen pensar que la desaparición de la URSS trajo  al mundo nefastas  consecuencias.
Pero no solo eso. Porque si uno se detiene a  analizar acerca de cómo se sucedieron estos hechos, nos daremos cuenta que esta desintegración fue ilegal.
¿Y por qué lo decimos? por la  existencia de un acontecimiento acaecido  por esos días que nos demostraría lo irregular de esta disolución.
Nos estamos refiriendo al referéndum que se celebró ese domingo 17 de marzo de 1991,  por el cual, los votantes de esa federación contestaron la siguiente pregunta:
« ¿Usted considera necesaria la preservación de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas como una federación renovada de repúblicas soberanas iguales en la que serán garantizados plenamente los derechos y la libertad de un individuo de cualquier nacionalidad?»
Los resultados de dicha consulta fueron los siguientes: un 77.8% votó para que la URSS continúe existiendo.
A  pesar de estos resultados y desoyendo la voluntad popular, Yeltsin y Gorbachov,  disolvieron la URSS ese 26 de diciembre de 1991.
De acuerdo a estas evidencias, la disolución de la URSS fue un acto ilegal, por lo tanto, los actuales ciudadanos que habitan cualquiera de estas ex repúblicas que integraron ese antiguo estado  tienen todo el derecho de reclamar su restablecimiento, porque sería de ley.


Ridley Scott en su Waterloo

  Las oscuras nubes de unas horas bajas no solo ensombrecen a Occidente en su enfrentamiento con Rusia para conservar la unipolaridad en el ...