jueves, 14 de enero de 2016

Marionetas y el despotismo mediático

Bueno, está claro, no quiero ser aguafiestas ni mucho menos, así que,  lo que salga  de todo esto,  me llegará al tuétano como a todos, porque  sabemos que no va cambiar nada de lo que padecemos, porque siempre ha sido así y así será por los siglos de los siglos. Agradezco a la providencia estar con vida  y de mi auto exilio en esta  anatema bien protegida, libre de este establishment,  salvo que tenga que hacer algún trámite,  ahí sí, me veré obligado a  sufrir su barbarie y degradación.
Entonces,  no tomen en cuenta mis palabras, ya que solo nacen de la poca lucidez producto del amodorramiento de una prolongada noche y de haber leído  las últimas encuestas en un pasquín fujimorista llamado “Correo”.
No se cómo funcionará en otras latitudes, pero aquí los grandes grupos económicos nacionales, los lobbies extranjeros y aquellas familias acaudaladas, para estas próximas elecciones generales ya tienen sus propios candidatos. Sus gustos son conocidos. Por estas razones el  frankenstein que construyan  será creado a su imagen y semejanza, muy bien descritos  por  Mario Vargas Llosa en ”El pez en el agua”.
Esto sería insultante para la inteligencia o dignidad de un francés o británico pero aquí lo disimulan casi como un buen lavado de activos,  así que cuidan con esmero cada detalle para que todo esto no se vea como  algo alejado de los civilizados cánones democráticos, aunque al final termina  todo convertido en un circo  muy bien elaborado y hasta creíble,  en donde los bufones se turnan de acuerdo al criterio del director de escena. Este, los cambia  según la memorización que han hecho del  guión preestablecido lleno de privatizaciones, desindustrialización, debilidad de instituciones democráticas, neocaudillismos, reinado de las AFPs, privatización de la salud, proliferación del cáncer, corrupción social, prostitución generalizada, decadencias  que alegremente vociferan  al  respetable.
El espectáculo es muy  dinámico porque los bufones juegan con el público constantemente, distrayéndolos con sus payasadas y torpezas, no les dan respiro, para esto ayudan los culos y los drogos, los maricones y las estrellas putas y esa telebasura que da en estos momentos como anillo al dedo.
Después de sus diarias funciones  la opinión del público no interesa porque este es suplido por  la labor que hacen las encuestadoras que en realidad son grupos muy bien organizados de  mercachifles que con siglas pomposas intentan darles seriedad a sus opiniones y encuestas,  casi siempre,  ofrecidas  al mejor postor de  este “Polvos Azules” electorero.
Ese ranking del Hit Parade  que todos los meses publican estas conocidas encuestadoras solo es pública  en los grandes medios,  siempre y cuando pasen sus rígidos filtros. Es que el verdadero propietario   del circo  sabe jugar  con  los números y con  la verborrea y las metidas de pata de los protagonistas, es que son sus mimos  y  marionetas en este gran teatro interactivo, y si existen encuestas  fidedignas e imparciales, estas nunca serán publicadas porque son reservadas para aquella gentita del palco VIP.
Si al final toda esta farsa va continuar como siempre lo ha sido. Por qué  entonces,  los que mueven los hilos no demuestran algo de linaje y mejores gustos haciendo  un poco  más interesante esta tercermundista puesta en escena  y toman la temeraria iniciativa de dejar a un lado a sus miserables y torpes candidatos y los  reemplazan por alguno que no figure en las encuestas, uno  que  esté “al dente” y que no amenace  sus birrios intereses pero que a la  vez modernice al país con industrialización y federalismo, uno que hable de educación y salud universal junto con la interiorización de valores humanos, uno que ponga a la población peruana en el mismo escalón evolutivo que un francés  o un británico. De seguro que los hay dentro de esos 19 candidatos.

sábado, 2 de enero de 2016

Argentina aparta de mí este cáliz

El año que se acaba de ir,  estuvo plagado de muchas decepciones. En el plano internacional, ni bien salíamos de la resaca de la despedida del  2014 cuando el mundo se conmocionó  al recordarnos las pantallas de televisión que ahora la muerte es  en vivo y en directo, los sacrificados: unos periodistas franceses de la revista satírica Charlie Ebdo, masacrados al mismo estilo de Tarantino.  La  primera  consecuencia  de este atentado ha  sido la propagación de un miedo que ha impregnado las miradas de los franceses, y para aquellos escépticos  los últimos hechos violentos en Paris  terminaron  por someterlos completamente.  Y después de la controversia con los portahelicópteros de clase Mistral,   a Francia ya no se la ve como antes ni tampoco a Europa.
En la Guerra de Siria, el derribo del caza ruso por parte de Turquía, le puso por el momento  un “estate quieto” al oso ruso luego de su destacado regreso  como potencia militar global, cosa que no ocurría  desde la desintegración de la URSS.
En nuestro continente después de la crisis inmobiliaria del 2008 la recuperación económica de los EEUU coincidentemente ha ido de la mano con el declive de las economías latinoamericanas, ese efímero periodo en donde este maltratado hemisferio daba destellos de un sorprendente e inusual crecimiento conjunto que hasta hacía acariciar una exigua  ilusión de un cercano desarrollo,  ha finalizado abruptamente con el estancamiento y el caos brasileño, en el cadalso está Dilma Rouseff  y Lula junto con un gigante que sigue pesándole los pies de barro.
Quizás la mayor de todas las decepciones del 2015 ha sido Argentina, la otra “potencia” latina que parecía vivir un periodo de autonomía sin parangón en su reciente historia. Es que es cierto del poder que guardan los medios de comunicación en los países sudamericanos pero con sus propios intereses,  casi siempre alejados de las necesidades de  un país que busca desarrollar y destacar en el hemisferio.
También el llenar los estadios y dejar las bibliotecas vacías siempre ha traído nefastas  consecuencias a la sociedad rioplatense, y el daño es más terrible cuando algún personaje de ese mundo se lanza a la política, esto lleva al país a la mayor incertidumbre.
Mauricio Macri, ha sido el peor autogol que se ha hecho el pueblo argentino,  desde   Menem no ha existido  mejor agente  de ese  apocalipsis que arrastra inequidad y podredumbre.  Las  primeras acciones del ex dirigente de futbol  nos confirman  en esto,  cuando apenas asume  el cargo de presidente las medidas tomadas han  estado marcados  por la desintegración latinoamericana y con el correr de los meses, seguro, se irá endureciendo la reducción de los derechos individuales de la población. Todos aquellos logros sociales se irán desactivando haciendo posible la “mexicanización” de la Argentina.
En perusalem la agenda la puso la patética mutación de un  respetuoso equilibrio entre hombre y mujer para dar lugar a un humillante matriarcado insolente y  frívolo.
He visto parejas y parejas, unas más infames y repulsivas que otras, pero la que se ha formado entre Alan García y Lourdes Flores es ya casi de un libreto de “Risas y Salsa”. El ex trovador de los balconazos e improvisado participante del “yo soy”  ochentero “Trampolín a la Fama” se ha aburguesado demasiado al punto de quitarle a sus rezagos políticos aquella motivación, cayendo como otros improvisados  en la burda copia de un plan de gobierno, para después sin reaccionar por el ego sobredimensionado y casi desequilibrado, en un concubinato necrofílico.
Desde esta comarca mistiana se nota que la influencia limeña es cada vez más fuerte con esto de la mexicanización de la sociedad y la política peruana, y se nota sobre todo cuando una enorme camada  de indeseables buscan integrar aquellas listas congresales de las distintas agrupaciones políticas. Como lo decía un medio local,  resaltan los “casi fijos”: analfabetos repugnantes, tan malignos como el mismo demonio, un cáncer dentro de sus proles que  terminaran de podrir también el parlamento.
Es tanta la regurgitación de mis tripas al ver todos  estos subhumanos que mil veces votaría en estas elecciones no por algunos de ellos sino por un conocido podenco llamado “scooby”  por los universitarios, fiel chucho que los acompañó en tantas jornadas de protestas que se sucedieron en este año por las calles de Arequipa.

lunes, 19 de octubre de 2015

Argentina entre la soberanía y el puterío

Este domingo 25 de octubre se decide mucho en la Argentina. Como es muy conocido fuera de nuestras fronteras, aquí la prensa parcializada solo muestra  lo que le conviene, y no siempre se ajusta con la realidad, pero, lo cierto es que hace varias décadas no se veía en la patria de Gardel  estas acciones de formarse una idea de nación soberana,  impensable en muchos  cuando la frivolidad y lo malsano se ha apropiado tanto del ser humano sometiéndolos a una mexicanización que se va extendiendo también por distintas partes de Latinoamérica.
Es que en la historia de los rioplatenses elegir el camino de la emancipación siempre ha estado presente, desde el rechazo que hizo su pueblo a las invasiones inglesas de 1806 y 1807, fueron  precisamente esas victorias el embrión  de lo que sería la  junta de gobierno de 1810. Nunca Lima hubiera respirado los aires independentistas si no hubiese perdurado aquel autogobierno iniciador de la expedición libertadora del surliderada por José de San Martín.
A mitad del siglo XX no disminuyó ese  espíritu,  porque el peronismo con sus errores y aciertos al final nos dejó la intención de querer hacer de la Argentina una nación autónoma. Aunque dentro de ella siempre han existido grupos triviales y conformistas muy  influyentes de la misma escuela que Mirtha Legrand,  que han obstaculizado cualquier intento progresista.  Después de desbrozar  todo lo que llega del Rio de la Plata nos queda que el kirchnerismo, con sus aspectos positivos y negativos,   ha hecho al  argentino lúcido  verse al espejo con la frente en alto.
Argentina, con sus altos y bajos y teniendo a muchos conspirando dentro y fuera de sus fronteras, hoy se encuentra  con el dilema de elegir en esa bifurcación, si seguir con este proyecto histórico de dignidad e independencia o de nuevo caer en la tentación de los mercachifles que ofrecen dentro de sus promesas de prosperidad ese  entreguismo, superficialidad y  decadencia moral que está pudriendo muchos países latinoamericanos.
En estos años el actual régimen argentino ha recibido duras críticas y seguramente muchas con fundamento, y si en materia económica no irán muy bien,  de lo que si se pueden enorgullecer es que el kirchnerismo a lavado el rostro de los argentinos de aquella mugre dejada por el nefasto Proceso de  Reorganización Nacional que convirtieron a una Argentina que en 1975 poseía solo un 15% de pobreza, en el  desastre de 1984 con más de 40% de pobres y la economía totalmente destrozada. Estaba claro entonces cuál era el verdadero  objetivo de aquella dictadura. Pero, por esos azares del destino no se cumplieron sus  vilezas porque ahora ese país sigue vivo y  dando el ejemplo como en su momento lo hizo aquella  solitaria  junta de gobierno que a comienzos del siglo XIX logró sobrevivir a la reacción retrógrada de  Abascal.
Para estas elecciones el dirigente de fútbol Mauricio Macri va segundo en las encuestas, él como todos los candidatos de la oposición no se pueden apartar de  ese tufo que siempre emanan  los aprovechados y pendejos barateros que  anteponen  sus apetitos personales por sobre los intereses de toda una  nación que  busca avanzar libremente.
Esperamos que este 25 de octubre  el pueblo argentino  elija el camino  seguido  por aquellos pueblos que han madurado lo suficiente como para saber que es el momento de caminar por sus propios medios.

sábado, 11 de julio de 2015

Juan Velasco Alvarado y el Perú digno


Han pasado cerca de 40 años desde que fue traicionado por su “compadre” Francisco Morales Bermúdez que en un acto muñidor lo apartó del poder.
A partir del Manifiesto de Tacna, muchos presidentes han desfilado por  el Campo de Marte, unos más infames que otros, pero eso sí, ninguno de ellos ha logrado superar o al menos igualar su trascendencia porque la imagen de Velasco, cada año que pasa  sigue creciendo en prestigio y respeto.
Nací en su gobierno y maduré creyendo, ingenuamente, –como muchos- , que las reformas que realizaron en el Perú en el periodo 1968 – 1975, fueron el inicio de todos los males.
Hoy después de ver a mi alrededor, me he dado cuenta, que estaba totalmente equivocado, porque sí su proyecto de país no resultó, fue porque contra el conspiraron esos conocidos agentes internos y sobre todo ese terrible bloqueo económico norteamericano que terminaron por minar sus buenas intenciones.
Dignidad, autonomía, autoestima. Creer en uno mismo, creer en una nación con un gobierno propio, y gobernantes autónomos que conduzcan a un estado realmente soberano, es lo que esperaría cualquier ciudadano que ama a su patria, porque, ahora,  esto de la “marca Perú”, apesta a  convertir  a este país en un verdadero mercado de baratijas en donde todo se remata, sin límites, es como entrar a un burdel oscuro de atmosfera espesa y rubicunda, en donde, las aquiescentes putas con rostros de miserables políticos - mercenarios, ofrecen cada centímetro de un territorio patrio que otros peruanos defendieron con su vida.
Hoy, no existe nada nuestro porque todo se despacha, hasta una esmirriada victoria futbolística con nuestro eterno antítesis chileno.
Antes existía una línea aérea de bandera y  capitales peruanos, pero la desaparecieron,  para que en su lugar coloquen a una empresa mapocha que no hace ni hará  la diferencia.
El sueño de ver desarrollado al Perú, a este paso,  seguramente,  terminará en algo muy parecido a la pesadilla mexicana.
He tirado la toalla, es que estamos atrapados y sometidos a este desdichado zapateo donde nosotros somos las cucarachas condenadas.
Pero, lo que quizás me tranquiliza un poco y me da un atisbo de esperanza, es que  esta tragedia no siempre fue así, porque hubo en la historia reciente del Perú un lapsus  totalmente distinto.
De nuestro pueblo surgió  un peruano o, mejor dicho, un grupo de compatriotas, lúcidos militares con agallas, verdaderos héroes que no habían aparecido desde Grau y Bolognesi, uno de ellos fue Mercado Jarrín, y Juan Velasco a la cabeza, que se atrevieron agarrar al toro por las astas para dar una solución a nuestros eternos males. De 1968 a 1975 Juan Velasco Alvarado,  dirigió un gobierno que se preocupaba por la alimentación de su pueblo, yo de niño fui testigo de esos frigoríficos con el emblema de Pesca Perú estacionados en los lugares más recónditos del país, llevando pescado fresco. Era un Estado distinto, uno que se preocupaba por su pueblo y no lo abandonaba a las garras de los poderosos mercaderes.
Existió ese tipo de gobierno que a estas alturas hasta resulta increíble, porque hablaba de dignidad para el peruano, hasta existía su día en el calendario.
En esos años se  protegían los  recursos naturales del país. Era un gobierno que te hacía sentir orgulloso,  que incentivaba  la industria (Siderúrgica, metalmecánica, etc.) y daba créditos para que esos empresarios invirtieran en su país, pero estos hijos de puta preferían llevarse ese capital a Miami.
Un gobierno que tenía una idea de nación que hasta esa época no existía,  y que ahora, hasta se ha olvidado.
A pesar de los años y la "tierra arrasada" que se practicó en estos territorios en las décadas  ochenta y noventa, para borrar ese Perú, y después de ser testigo de esta “cachina” disoluta, la imagen de Juan Velasco Alvarado  y ese grupo que apartaron del poder en 1975, va dejando una impronta imborrable del  mejor gobierno peruano de todo el siglo XX, porque honestamente, no siempre, todo tiene un precio.


sábado, 20 de junio de 2015

Ollanta Humala y la mejor obra de teatro




A menos de un año del final del gobierno de Ollanta Humala, creo que está ya todo consumado. 
Aparentemente con lo dicho y hecho por el tándem Ollanta Humala y Nadine Heredia, el objetivo de esta especie de Bonnie y Clyde lorcho, nunca fue lo que al comienzo pregonaban en ese discurso "antisistema y nacionalista", porque todo fue premeditado y bien planificado, desde su levantamiento en Locumba hasta ese discurso izquierdista muy bien aprendido y vociferado en cuanto mitin y aparición televisada realizaban.
Es que en estos tiempos los potentados tienen que astutamente cavilar unos años antes un sin número de acontecimientos para asegurarse sus grandes intereses.  
Ollanta Humala nunca tuvo una hoja de ruta, porque jamás fue el candidato antisistema. Desde un principio fue formado para servir, pero no a los intereses del pueblo sino de los grandes grupos económicos. Y esto ya se tramó desde su aparición mediática en la escena política con su sonado levantamiento en Locumba, un acto premeditado y difundido por los medios solo porque era una completa farsa, con el único fin de ponerlo en la escena política nacional como el temerario líder que se levantaba contra un régimen tirano y  así más tarde atraer a todas aquellos simpatizantes del cambio del rumbo económico en el Perú.
El escandaloso discurso  antisistema de Ollanta Humala nunca fue real y fue propalado por los grandes medios de comunicación maridados con el gran capital solo porque sabían que detrás de bambalinas todo era un acto histriónico. Así, de esta forma  no habría ninguna duda dentro de la opinión pública de que el cónyuge de Nadine Heredia era el legítimo seguidor del cambio económico y de lo que el mismo llamaba como una “economía social de mercado”. En cada mitin y en cada aparición pública  siguió ese mismo libreto: velasquista, antisistema, izquierdista y chavista, cuando en la vida real solo seguía ese papel para timar a un importante sector de la población que buscaba un gobierno con algo de sensibilidad social.
Todo este engaño no terminaba ahí, porque para asegurar su triunfo en segunda vuelta tenían que unirse a él más personajes, estos harían el papel de garantes que encaminarían al supuesto candidato antisistema por el cauce de la democracia y el crecimiento económico. Una jugada muy bien planificada desde su aparición en locumba y todos los hechos que se sucedieron desde aquellos años.
Para los grandes grupos económicos democracia significa poner a sus candidatos predilectos, aquellos que no amenacen sus enormes intereses. Pero para los que creemos en la verdadera democracia sabemos que este sistema también es el derecho que tiene el pueblo de elegir otras opciones de manera libre y limpia, así estas sean distintas a los que detentan el poder y el dinero.

jueves, 7 de mayo de 2015

El Perú y la Segunda Guerra Mundial

Una de las nefastas medidas de la siniestra dictadura de  Alberto Fujimori fue reducir las horas de enseñanza en las asignaturas de Ciencias Sociales, principalmente de Historia dentro del Currículo peruano (espíritu nocivo que continúan manteniendo los limitados burócratas del Ministerio de Educación), por lo cual, han condenado a millones al permanente desconocimiento de aquellos hechos que marcaron el pasado de su país como del resto del mundo y a continuar también  con esa torpe costumbre de tropezar con las mismas piedras.
A propósito de sucesos históricos gravitantes, este 8 de mayo, en un contexto internacional muy agitado, el mundo recuerda un año más de la derrota de la Alemania nazi  en el transcurso  de la Segunda Guerra Mundial. Una contienda global que se caracterizó por ser la más mortífera de las que han ocurrido en la historia de la humanidad.
Bien lo expresó William Howard Russell: “La verdad es la primera víctima de una guerra”. Pensando justamente en estas palabras, con el tiempo entendí que había mucho más por descubrir e indagar acerca de estos acontecimientos.
Los peruanos (me refiero a mi generación), desde pequeños, por medio de lo que te enseñaron en el colegio o habías leído o visto, nos habíamos creado una idea acerca de lo que significó la Segunda Guerra Mundial. Y si algo es notorio, es que la gran mayoría creíamos que hazañas como el desembarco de Normandía y otras que se sucedieron en el frente occidental europeo eran las más trascendentales de aquella conflagración mundial. Siempre vimos a los Estados Unidos como el principal actor en ese conflicto, si bien es cierto que su participación económica fue decisiva para la derrota de Hitler, los años y la lectura me han demostrado que el 80% de todo lo  acontecido en esa guerra se dio en el frente oriental europeo, en realidad la Segunda Guerra Mundial en Europa fue un enfrentamiento entre la Alemania nazi y la Unión soviética. Es sorprendente el desembarco de Normandía, pero,  no se compara con lo que significó para el mundo Stalingrado o  Kursk.
Siendo objetivos, la ex U.R.S.S. y el sacrificio del pueblo ruso, jugaron un rol muy destacado, quizás el más significativo, para que hoy la humanidad  celebre su victoria sobre el fascismo. 

miércoles, 29 de abril de 2015

Jaime de Althaus y el falso occidental

Es común entre muchos intelectuales y eruditos en el Perú y también en otros países de este hemisferio afirmar que formamos parte de occidente.
Al resto de latinoamericanos no les discuto, seguro que tendrán sus fundamentos, pero, en lo que me concierne, o sea al Perú, ahí, es necesario, hacer ciertas precisiones.
Y que mejor, si lo comenzamos narrando  una conversación frente a las cámaras que tuvieron Jaime de Althaus y Francisco Tudela.
Una noche, durante una entrevista que le hacía  Jaime Althaus a Francisco Tudela, ocurrió un hecho en donde se notó  cómo el desconocimiento de algunos comunicadores les hace difundir por las pantallas de televisión ideas inexactas, haciendo ver a la prensa que representan como  minúscula y tercermundista y, a sus rostros como simples bustos congelados en el tiempo siguiendo un patético libreto siempre trasnochado  e involutivo.
Como ya lo dijimos, aquella noche, De Althaus, tenía como invitado a Francisco Tudela, que después de conversar sobre diferentes temas internacionales terminó la entrevista expresando que el Perú era un país occidental, para lo cual, Tudela le corrigió, diciéndole: “El Perú no es un país occidental”, porque así lo había escrito el mismo Samuel Huntington en su “El choque de civilizaciones”.
Jaime de Althaus, quedó sorprendido y mostrando un conmovedor escepticismo, pero, aun así, se mantenía en sus trece afirmando que el Perú sí era un país occidental.
Tudela, para esto, continuó  dando más argumentos, inclusive le narró aquella oportunidad en la que estuvo con el mismo  Huntington y  que escuchó de su propia boca decir que, efectivamente, el Perú no era un país occidental.
Jaime de Althaus no podía creer lo que estaba escuchando y esto se notaba en su rostro. Después de ese corto contrapunto, algo pensativo, despidió amablemente a su invitado el ex canciller fujimorista. 
Es muy cierto lo que dijo Francisco Tudela  en esa entrevista, el Perú no es un país occidental, aunque muchos peruanos lo crean así,  y no solo por los argumentos de Huntington sino porque existen otras razones que lo fundamentan.
Y no es una mala noticia que no formemos parte de occidente, aunque a muchos no les agrade, porque siguen mirando con inferioridad a la cultura peruana y metiendo en ese saco hasta a ellos mismos. 
Si bien es cierto que de la mano de España, occidente colonizó estos territorios, dejándonos uno de sus idiomas, los apellidos (en este caso, de origen español mayormente), junto con la religión y otras manifestaciones. A pesar de ello,  el ser humano, sobre todo, racialmente  -aunque a algunos les duela-,  no ha variado mucho desde la llegada de Pizarro, sino observemos como se diferencian entre tanto “gringo” la mayoría de peruanos que aterrizan en algún país europeo.
No niego que existen importantes aportes que nos dejó Europa (en este caso España), pero los peruanos pertenecemos a una cultura milenaria distinta. Aquí hace 5000 años ya existía una civilización organizada como Caral, en donde, sus pobladores habitaban en pirámides,  mientras en Europa (y esto, sin ánimo de ofender) la población seguía en un estado nómade e inclusive, en algunas zonas, conviviendo con antropófagos.
La cultura peruana no es menos ni más que la occidental, pero es distinta, una cultura que también ha dado enormes aportes al mundo. Lo que ocurre es que los burócratas tercermundistas del Ministerio de Educación o mercenarios baratos de la aculturación persisten desde comienzos del siglo XX con esa curricula ya anacrónica para estos tiempos que consiste en instruirnos desde pequeños con una errada historia peruana, una ficción escrita por y para una supuesta población mayormente descendiente de inmigrantes europeos, cuando gran parte de los peruanos descendemos de indios y mestizos que nunca desembarcaron  de un Mayflower.
Así que señor Jaime de Althaus, deje esa costumbre de mercenario de occidente, que quizás lo trae de familia, y ponga los pies en la tierra, en esta tierra milenaria. Occidente nos ha transmitido importantes conocimientos, nos sigue y nos seguirá  –quizás-  dando grandes aportes, pero, no se sienta mal de vivir en un país no occidental. Conozca más de la historia del territorio en donde habita, investigue e "ilústrese" pero con la verdadera cultura de este país, y con el tiempo, entenderá que esta cultura milenaria posee  muchas virtudes  que seguramente después de interiorizarlas sin prejuicios y estereotipos le hará sentir las ganas de formarse  una idea de nación peruana y quizás –si así lo ve por conveniente- lo difunda por sus pantallas.

Ridley Scott en su Waterloo

  Las oscuras nubes de unas horas bajas no solo ensombrecen a Occidente en su enfrentamiento con Rusia para conservar la unipolaridad en el ...