sábado, 31 de diciembre de 2016

Santiago Roncagliolo y la carta de un acomplejado



Este año 2016 que se nos va,  nos ha traído un nuevo presidente. No había mucho de donde elegir, al final quedó un jubilado agente de Wall Street  y  la otra intragable opción era la primogénita del que preparó la mesa para el suculento banquete que hoy muchos se están dando.
Y para demostrar que nadie se va de este país  sin antes pagar caro este saqueo, porque aquí nos jodemos todos.  Los sueños  de pasar las fiestas de fin de año nada menos que en alguna exclusiva estación de invierno helvética fueron  rotas  de un golpe cuando la justicia peruana emplazó  a la ex primera dama  Nadine Heredia su inmediato regreso a Lima.
En el exterior el neoconservadurismo se va  acentuando en los Estados Unidos con el triunfo de Trump y este nuevo panorama ya comienza a notarse en su sociedad y sus medios como  la CNN en español y el animismo de Camilo Egaña que el otro día discutía la razón y los valores de la Revolución Francesa.
En la Guerra de Siria el triunfo de Rusia en Alepo solo pudo ser opacado con el atentado de su embajador en Ankara, como también y, coincidentemente,  en nuestro hemisferio, la muerte y los funerales del cubano Fidel Castro y sus homenajes fueron pasados a segundo plano con la caída de un  avión que llevaba a  un humilde equipo de futbol brasileño  que estaba a punto de alcanzar la gloria.
En Venezuela sigue gobernando el salsero Maduro y,  claro,  continúa devastando el país, uno de los más ricos en la zona en recursos estratégicos. Y en Argentina el pelotero Macri persiste en desempolvar  el viejo libreto de Menem.  El resto de países latinoamericanos, salvo Uruguay, no existen. Y Brasil sigue siendo el gigante con pies de barro.
México, se consolida como la tierra de nadie, la Ucrania del continente, decadente, sucio, una letrina, que ni siquiera el quinceañero de una de sus pobladoras  ha podido esconder. 
Aquí en Arequipa (es el nombre de la ciudad que me soporta),  continuamos viendo –con pesar-  como la decadencia occidental  sigue en caída libre; pero a pesar de ello, los peruanos (la  cuarta  población  más ignorante del mundo) sigue manteniendo la ingenuidad de un reciente esclavo liberto, porque persisten  en verse pequeños frente al mercachifle  extranjero como algunos jóvenes escritores que ayudan a legitimar  y hacer creíble toda esta degradación humana.
Con motivo del Hay Festival  (una feria de libros light  y escritores ligeros)  que se desarrolló en esta ciudad del sur peruano,  la BBC, para poder hacer entender a sus lectores algo sobre este país andino, torpemente,  pidieron al escritor Santiago Roncagliolo  que escribiera sobre el Perú pensando en sus hijos (nacidos en España), y el resultado fue una carta en donde, el hijo de militar, demostró un completo desconocimiento de lo que es el Perú milenario,  reduciendo a parte de los peruanos a ser simples y comunes  pobladores que no se diferenciarían mucho de aquellos habitantes que pululan en cualquier arenal de Somalia  o  Angola.
Hay que aclararle al señor Roncagliolo que esta tierra en donde  nació como muchos intelectuales "forasteros” por libre elección, debería de saber que, no todos los peruanos (gracias a dios) no tenemos la cosmovisión  que usted posee y que le hace creer que todo lo de afuera es mejor. Le recuerdo que aquí señor Roncagliolo,  todavía existe gente que se siente perteneciente a una cultura milenaria que en su apogeo, dieron muestras de inteligencia y creatividad, y ahí están sus restos que son evidencias indiscutibles  y  demuestran susa destacados avances. Son esos valores humanos que inspiraron -quizás- a los grandes pensadores franceses que dieron progreso al mundo occidental. 
A sí que no sigas con esos anacronismos huachafos de seguir sintiéndose inferior al foráneo y que lo demuestras con total impunidad  cuando sigues manteniendo esa decadente y soterrada  costumbre  de  intentar pateticamente “mejorar la raza”. 

miércoles, 21 de diciembre de 2016

El amor al extranjero

Si uno se encuentra dentro o fuera del país  y  pregunta  a ese extranjero ¿Cómo le trata el peruano? (y al decir extranjero me refiero  aquel que por sus rasgos y color de piel  se identifica  claramente como foráneo) encontrará que la mayoría de ellos responderá  que cuando visita o visitó el Perú encontró a un peruano muy atento con el forastero,  muy servicial que  hasta llega  al extremo de brindarle techo y comida y si fuera el caso le ofrece  hasta a su misma  hija, (sobre todo si este extranjero  resalta por su palidez). Esta actitud peruviana no distingue raza, porque lo hacen tanto cholos, negros, indios, charapas, criollos, etc. Tiene que ser peruano de pura cepa.
Pero qué hay detrás de esa conducta del peruano cuando se muestra  como en estos casos tan serviciales y atentos con el extranjero. Será producto de una muy buena educación o habrá detrás un muy bien tapado y encubierto sentido de inferioridad frente a todo lo foráneo porque desde hace cinco siglos le han hecho creer que es inferior a todo extranjero.
Y es que es así, en esa aquiescencia del peruano con el forastero está lo segundo.  
Aquí lo que ha existido siempre es que una minoría étnica domina culturalmente  a una  gran mayoría, y su cultura lo inyecta por todos lados y aprovecha todos los medios para hacer que el peruano  mayoritario y muy diferenciado de esa minoría quiera ser como ella, y si para eso tiene que recurrir  al cirujano o cambiarse el apellido,  él lo hará, sin medir el costo tanto psicológico como emocional.  Millones de peruanos seguirán este camino, el camino  de la aculturación.
Esto siempre ha ocurrido en la historia del hombre, pero aquí el problema está en que la cultura de esa minoría es torpe y degradada y muy escasa en valores;  en cambio los valores milenarios que están en ese Machu Picchu, en ese tapiz huari, en ese Capác Ñan, en esos  Incas,  son enormemente necesarios para  la felicidad y el progreso de esas mayorías.
Esta receta  de aculturación que excluye la cultura milenaria,  para el infortunio del país se continúa dando al peruano. No hemos aprendido de nuestros errores. Al final si seguimos así, continuaremos con una sociedad carente de autoestima, porque no existe  identidad nacional ni sentido de pertenencia, y cuando eso ocurre,  la decadencia se manifiesta con desorden, caos, corrupción, desdicha, violencia, el imperio de lo ilícito, la improvisación,  la corrupción. Males que por ejemplo se han agudizado y se ha generalizado en la sociedad mexicana. Ellos eligieron el camino de enterrar su pasado milenario y han creado el monstruo aculturizado que ahora conocemos. Gracias a la providencia no somos México y estamos a tiempo de no serlo nunca.
Han pasado miles de años y avances tecnológicos, y  los países que lideran al mundo,  sus sociedades se caracterizan por poseer autoestima, patriotismo, sentido de pertenencia, identidad nacional. Esto no ha variado con la economía de mercado ni con la moda de los tiempos, todo lo contrario.
Así qué,  si queremos que el foráneo nos respete, primero aprendamos a respetarnos nosotros mismos, aprendamos a querernos como somos  y a valorarnos. El día que llaguemos a esto,  el extranjero aprenderá de nosotros y ahí por fin conoceremos la palabra respeto.


lunes, 5 de diciembre de 2016

El CADE y los comerciantes ambulantes


Domingo, seis y media de la mañana, enciendo mi televisor de 14 pulgadas pero de insuperable imagen y me encuentro al periodista Mario Gibellini estrujando en el rostro del afamado hacedor de encuestas y ahora encargado del CADE 2016 Alfredo Torres, lo inútiles que han sido a través del tiempo estas reuniones. Y como siempre ocurre en esta comarca, el entrevistado al no encontrar una repuesta racional y lucida recurrió a esa exagerada religiosidad para arrancar de ella la escusa necesaria, comparando a este evento empresarial con un retiro espiritual, en donde, los asistentes, apenas finaliza la reunión se olvidan de lo tratado.
Cuando uno lee sobre el comienzo del progreso y la prosperidad de los Estados Unidos, Reino Unido, Francia y otros tantos casos, la clase empresarial de aquellos estados jugaron un rol muy importante porque fueron y son el motor de los avances y crecimiento de sus determinadas naciones. Con lo visto y la forma como se cierra la versión del CADE 2016 nos damos cuenta que vivimos en un país sin brújula, porque esto que estamos pasando ya lo han vivido nuestros abuelos (los que aún quedan), en realidad es una fotocopia del Perú de los años sesenta del pasado siglo XX.
Hace unos días en Chile con su clásico estilo adormecido el presidente Pedro Pablo Kuczynski afirmaba desmoralizado que en nuestro país es una pérdida de tiempo fabricar acero porque nunca podremos competir con los productos ucranianos. Y sin dar alguna otra alternativa para esta desdichada realidad, daba entender que la industrialización en nuestro país es una verdadera utopía.
Bueno, si no podemos fabricar acero y la industrialización de nuestro país es una utopía, entonces, ¿Qué alternativa tenemos?, acaso ser un paraíso financiero o un lugar condenado a la eterna extracción primaria e importación de productos manufacturados. ¿Qué mierda vamos a ser en el futuro?
Es que no hay ideas, es que seguimos con el mismo pensamiento de Pizarro y sus 40 ladrones, solo expoliar y acumular una adecuada fortuna y cuando el saco esté lleno, ahí todo a la espalda y abandonar esta tierra de indios al borde del caos y la violencia como lo ocurrido en Huaycan uno de los numerosos guetos limeño.
Como en la segunda mitad del siglo XX, a las tertulias del CADE le falta lo que sí se observa en aquellas reuniones rusas, británicas o norteamericanas: sentido de pertenencia, amor al país, a la nación, banderas nacionales, un presidente propio del país, gente comprometida con una tierra que la siente suya.
Al final terminan como las reuniones que tienen algunos comerciantes ambulantes, en donde, la esperanza al mañana se ha perdido completamente conformándose miserablemente a ganar lo que se pueda en el día.
Somos un país que ha sido foco de civilización en el planeta. Aquí se formó el imperio más poderoso de América y también construimos maravillas modernas. Fuimos centro de la invención y la creatividad, pero es una pena ver que los que se reúnen en el CADE carecen de esta energía, de esta autoestima.
Y ya lo mencionó Hu Jintao y lo ratificó Xi Jinping, el desarrollo de China y su posición en el mundo solo dependerá si cuenta o no con grandes y competitivos grupos empresariales. Y aquí, no estamos alejados de ello. El Perú nunca dejará el subdesarrollo mientras su clase empresarial siga con esa inercia y congelado en el tiempo.
Quisiéramos ver grupos empresariales peruanos que conquisten el mundo con eficiencia y creatividad, porque es una lástima que hoy no exista algo parecido, solo conformistas y cabizbajos ex “turroneros”.
La BBC de Londres ya lo mencionó al catalogarlo como “triste” al actual crecimiento económico peruano, porque a pesar de los rimbombantes números esta realidad se asemeja más a la patética imagen de un orate ebrio recostado en la acera a punto de atragantarse con sus propios vómitos.


lunes, 28 de noviembre de 2016

El caudillo arribista

Ha muerto, sin desmerecer a Martí y Celia Cruz, el cubano más famoso en el planeta,  que tuvo la particularidad de nunca siguir la carrera militar pero a pesar de ello siempre se lo veía con ese atuendo castrense color verde. Por estos días, a Fidel Castro, como era obvio, le  han comenzado a dedicar esas palabras exactas que podrían ir en su epígrafe. Y todos “meten la lengua”, con justo derecho, sobre el antiguo aspirante a actor de Hollywood,  y hasta los  sabiondos, calculan sobre cuáles serán las repercusiones de su muerte dentro y fuera  de la  isla caribeña.

De todas las opiniones, sazonados con lamentos, o agravios y  hasta rasgados de vestiduras que aparecen por estos días,  el más ridículo de todos ha sido lo escrito temerariamente en las redes sociales por Ollanta Humala, en el que, una vez más, insiste  con ese falso libreto de “firme” izquierdista y defensor de las causas populares, y se ve como bufón torpe porque no hace reír ni mucho menos se aleja de ese papel  ridículo.

Es ese mismo guion que aquí muchos mediocres títeres utilizan para subirse al bus de esa izquierda honesta desaparecida con la muerte de Barrantes Lingan.

Muchos topos conservadores y mercenarios han vivido con ese falso careto de izquierdista uno de ellos fue el famoso Henry Pease.

Pero ya, lo de Humala supera a cualquier palangana callejero vendedor de mercachifles, cuando sigue con eso de “miente, miente que algo queda”, al seguir con su cháchara comunista porque aún no se ha dado cuenta o no quiere aceptarlo o no se acuerda que el resto de peruanos lo ve como el ex “felipillo” de Telefónica y  principal culpable de que muchos peruanos no tengamos  internet en casa  por los altos costos de ese monopolizado servicio.

Es que existen dos tipos de políticos: los que persisten y luchan por unos ideales solidarios y los que claudican a resignarse a ser simples monigotes del billete y el poder; como ese impresentable pusilánime que embriagado gritaba: ¡Los héroes están muertos!

Para saber lo que fue Fidel Castro, solo tengo que compararlo con “El Che” Guevara. El rosarino en fiel cumplimiento de sus ideales –buenos o malos, según sea el caso- perdía la vida al internarse en esa insana jungla tropical boliviana; mientras tanto, el poderoso y ambicioso Fidel muere longevo y rodeado de lujos y con cientos de millones de dólares.

El tío cerró sus ojos rico en un país arruinado, salvo los integrantes de esa especie de “casa real” cubana, que conforman los Castro y  su corte.   

Es que, si son políticos de Izquierda, derecha o de centro, no interesa, lo que sí importa es cuan honestos son en su discurso con sus ciudadanos, porque, supuestamente luchan por ellos, pero en la realidad, solo les interesa un morlaco. 

En el Perú abunda los políticos me mierda, y encontrar uno distinto, es tarea imposible, por eso rogamos al altísimo (qué tampoco existe) que los nóveles en esta brega, sean honestos con su pueblo, si son una mierda que lo digan (cosa que nunca ocurrirá) , al final la honestidad es lo que pide la población, sino veamos cómo ganó Trump o Susy Díaz (tremendos ejemplos) fueron honestos y el pueblo lo percibió así.

Es que estos farsantes son tan numerosos que faltaría papel para enumerarlos, se asumen defensores del pueblo o son topos miserables y siniestros charlatanes, egoístas de pura mierda, voraces e inútiles, dementes y sanguinarios analfabetos, supersticiosos y torpes burócratas, resentidos y corruptos dirigentes gremiales, fanáticos de la sangre y al culto de la personalidad, que en la búsqueda de la riqueza, el poder y la frivolidad, inventan tiranías y gobiernos dinásticos  con la  excusa de  buscar la igualdad y la justicia para su pueblo. Vociferan la amenaza de sus enemigos imperiales que al final se mimetizan con ellos y terminan siendo tan injustos como ellos. 

Hoy, seguramente, saldrán a dar vivas por la lucha de clases, y con ese conocido discurso al que nos tienen acostumbrados, pero todo es una farsa, porque estamos en un campeonato de pendejos, a ver quién miente más y quien reúne la mayor cantidad de incautos.

En esta América Latina atrasada el término caudillo debe ser considerado una mala palabra tanto como la mierda, porque desde el río Bravo hasta la Tierra del fuego, los distintos caudillismos de izquierda o de derecha o de centro que han aparecido, con sus diferentes matices, ha sido los principales causantes de nuestro subdesarrollo.



lunes, 21 de noviembre de 2016

La Confederación de los Andes


Nombre Oficial: Confederación de los Andes
Extensión: 8.931.492 Km2
Población: 232.000.000 habitantes
Forma de Gobierno: República Federal Presidencialista
Gentilicio: Confederado, andino.
Capital: Andinia DF  (antigua Sucre)
Ciudades importantes: Buenos Aires, Santiago, Lima, Caracas, Bogotá, Asunción, Montevideo, Quito, La paz, Ciudad de Panamá.
Idioma Oficial: Español
Moneda: Nuevo peso
División política:  diez estados (Panamá, Colombia, Venezuela, Ecuador, Perú, Chile, Argentina, Paraguay, Bolivia  y Uruguay)


domingo, 30 de octubre de 2016

Mario Testino y la huachafada del año

“Asistieron personajes de Alta Alcurnia” dijo Marycarmen Sjoo sin desparpajos por las pantallas de televisión y a nivel nacional.  ¿Y dónde más se podía dar semejante ridiculez? Solo  en RPP,  convertido en el templo del asfixiante y ahora huachafo conservadurismo que infesta al peruano, todos los días, a diestra y siniestra, y sin ningún reparo.
¡Carajo! ¿Dónde coño estoy viviendo? ¿En qué se está convirtiendo este muladar?
¿Alta alcurnia? ¿Qué significa esto? ¿Existe, acaso, en este país gente de “Alta Alcurnia”, así como se asegura esta periodista?  ¿Dónde quedó la democracia y la igualdad entre las personas?
Porque para esta reportera y los broadcaster que la ponen en pantalla,  el principio de igualdad que es base de la democracia  moderna  se fue al tacho,  porque vivimos en un Perú donde todavía existe gente de “Alta Alcurnia” y, seguramente,  conviviendo con las castas, la nobleza y  hasta los títulos nobiliarios.
Es que, no era para menos y teníamos que escribirlo. 
Semejante  torpeza se produjo cuando la periodista mencionaba a los asistentes a un evento  organizado por Mario Testino, un fotógrafo peruano, que se ha hecho famoso,  no por haber realizado una fotografía ganadora de un premio Pulitzer por despertar la conciencia social en el mundo. No. Este tipo de gente no nace en este país, porque, este fotógrafo  es conocido solamente por haber retratar a personajes de la farándula internacional, y dentro de ellos, algunas abuelas que, con tanta cirugías en el rostro han perdido hasta  las líneas de expresión, como la ridícula Demi Moore,  en las calles de Lima, se cubría el rostro de forma tan enfermiza, sin saber que, afuera, la gente de a pie no la diferenciaba de cualquier otra gringa que pulula por ahí, pero ella seguía intentando vanamente cubrirse el rostro con una diminuta cartera. Una ridícula más que la "televisión basura" nos estruja en el rostro, y ahora importados y polvorientos   que otro huachafo de nombre Mario Testino tuvo a bien traerla por estos lares, desconociendo que aquí para los ojos de los peruanos que creen en ese Perú milenario se los ve a estas estrellas de Hollywood, a pesar de su glamour, como simples y decadentes infelices.  
Es que no se esperaba otra cosa de esta tierra del mohoso conservadurismo que pare hijos como  Mario Testino y que los medios lo nombran permanentemente diciendo que es un importante fotógrafo, ¿Importante fotógrafo?,  será para un adicto de lo vano y la frivolidad. Pero para alguien que valora lo necesario, sería interesante que sus fotografías despertaran  en la ciudadanía la crítica a la pobreza, la injusticia social, el hambre, el racismo, el fundamentalismo católico, y tantas otras taras que estancan al peruano históricamente. Pero eso es mucho pedir para un “famoso” de origen peruviano,  porque, de aquí, solo sale un escritor con  premio Nobel que escribe miserablemente esclavo por y para la plata que corona su biografía aceptando un ridículo título nobiliario y eligiendo como pareja a la "reina" de la farándula española. Es que esta tierra de conservadurismo nunca dará al mundo  gentes que verdaderamente dejen huellas importantes a la humanidad, solo suministrará de personajes superficiales,  símbolos de lo fatuo, como los famosos: Testino y Vargas Llosa.
Igualdad, sí, esa, que es tan necesaria en el ser humano y que las sociedades más civilizadas en este planeta intentan formar  dentro de su población, pero aquí,  nada de esto interesa, porque vivimos en tiempos en donde los medios se sienten cómodos con  la inequidad, las injusticias, y ponen en las pantallas a rostros como Marycarmen Sjoo, que no tartamudea  al vociferar que seguimos viviendo en un país en donde existe aun“alta alcurnia” con sus diferencias sociales, la servidumbre medieval con internet y  smartphone. Nada se ha avanzado, nos hemos estancado.
Intentan falsamente  mostrar un país del primer mundo y punto de encuentro del jet set internacional, pero solo se nota la peor ridiculez  de un pequeño grupo de gente que le llaman  “alta alcurnia” reunidos por un huachafo nacido en un país de huachafos y que intenta tapar sus complejos de descendiente de indios pobres que una vez más se avergüenza de su rostro,  en su lugar, traen una parte de Hollywood ahondando más la decadencia y la muestra de la peor huachafada del año.  

sábado, 1 de octubre de 2016

¿La Teletón y la gran estafa?

Como todos los años por estos días, la publicidad televisiva nos anega con  el mayor evento benéfico,  nos referimos a la conocida Teletón. Sus organizadores y “beneficiarios” tratan de despertar en el televidente  esa solidaridad que son muy  necesarios para este tipo de  campañas, porque ayudan en el objetivo de recaudar la mayor suma de dinero para  así poder contribuir en la mejora de las condiciones de vida de las personas que sufren problemas de discapacidad, sobre todo aquellos con menores recursos.
Bonitas historias y loables acciones. Pero como tantas otras, cuando husmeas  un poco dentro de ellas,  te topas con una  realidad que dista mucho de lo que te publicitan.
Llegar a la Clínica Hogar San Juan de Dios de Arequipa no es tan fácil,  sobre todo por el tráfico y los enormes huecos de la Avenida Ejército. Su playa de estacionamiento, si se le puede llamar así, es pequeña, pero a pesar de eso, cuenta con un moderno expendedor de tickets, que  te avizora  que para  los presbíteros  que manejan este negocio el dinero no es cosa de juego.                                             
Dudé un poco,  pero igual ingresé al edificio,  y una vez dentro me puse hacer mi cola como el resto. Mientras esperaba pude comprobar cómo se maneja dicho hospital, supuestamente “solidario” con los que menos tienen.  
Mientras aguardaba  mi turno, una familia estaba delante de mí, eran delgados y empalidecidos, lo conformaban: una pareja de ancianos y una mujer joven,  llevando en una silla de ruedas a un pequeño. Se notaba que no eran de la ciudad de Arequipa, -de Quillabamba-  alcancé a oír. 
Tímidamente la mujer más ajada se acercó a la ventanilla,  y mientras conversaba, su rostro iba mutando de un  gesto esperanzador para pasar luego a uno de preocupación, culminando la escena con esos músculos faciales alicaídos  que dejaba  entrever  una frustración imposible de ocultar. 
Derrotada se retiró del mostrador para regresar  junto a su tropa que les esperaban impacientes. Se acercó a ellos y desesperada les dijo que solo podían descontarles diez nuevo soles para toda la atención del pequeño,  ya  que entre  placas, análisis y tratamiento, ellos necesitaban alrededor de 5,000 soles.
Todos se miraron, y el más viejo, escéptico,  no salía de su asombro y murmuró en voz alta: “cómo va ser eso…y la publicidad… y los millones de soles recaudados en esa teletón”. Sacó pecho y regresó a la misma ventanilla para “sacarse el clavo”.   
Se oía  que el tipo comenzó a levantar la voz, reclamaba, increpaba, pero todo era inútil,  porque la señora de la ventanilla seguía inmutable  moviendo la cara fríamente  de un lado al otro.
El tipo de seguridad ya estaba  listo para  actuar, pero el viejo al verse rodeado miro a su pequeño pariente durmiendo en su silla de ruedas,  se calló,  y digno,  se retiró. “no vale la pena rogar ante tanto insensible hijo de puta”, seguramente asintió. Da la orden al grupo,  agarran la silla de ruedas que llevaba  al  niño que de cansancio se había dormido y abandonaron  esa conocida  clínica San Juan de Dios.  
El motivo que me obligó asistir para ver todo eso, no interesaba,  ni tampoco el alto costo del estacionamiento. Lo que no podía soportar era ver a ese niño dormido salir de esa Clínica sin haber recibido tención alguna.   
Mientras me retiraba de ese lugar no podía dejar de preguntarme: ¿Dónde quedó la solidaridad que prodigaban en la última Teletón por las pantallas de la televisión,  cuando un regordete clérigo con túnica blanca aseguraba que con los recursos que recaudarían,  los niños con mayores necesidades serian atendidos?
Solo fueron mentira, burdas mentiras, porque de solidaridad y preocupación por el prójimo, esa mañana no encontramos nada,  salvo un enorme interés por sustraerle la mayor cantidad de dinero al que ingresara a ese sanatorio.
La honestidad y la solidaridad, escasean en estos tiempos de inequidades. La ambición por el dinero desprecia todo,  inclusive la vida humana y algunos, con el fin de acumular la mayor cantidad de dinero,  no dudan en recurrir, si es posible,  a la misma estafa.
Ya comenzó la Teletón con todo su show,  junto con sus inagotables promesas, y hay gente que se enriquece - seguramente-  y es lo de menos, pero, mientras tanto, en algún lugar de Quillabamba, hay un joven discapacitado en silla de ruedas, que ha palpado en carne propia esta cruel  realidad que difiere mucho de lo que te pinta esa caja boba plagada de TV basura.


Ridley Scott en su Waterloo

  Las oscuras nubes de unas horas bajas no solo ensombrecen a Occidente en su enfrentamiento con Rusia para conservar la unipolaridad en el ...