Han
pasado diez años desde que escribimos el primer post de este blog. Diez años
que para ser honestos, se han ido volando. Ese 11 de enero de 2009 comenzamos
tímidamente denunciando el problema de Gaza y mucha agua ha pasado bajo del
puente, y no siempre deseándonos lo mejor, ya que nuestros escritos, han despertado
la incomodidad de muchos, los odios y los insultos, tanto que nos vimos en la necesidad de moderar los
comentarios para no hacerlos famosos.
Después
de diez años esta página ha terminado por ser censurada en el ciberespacio peruano
ya que es automáticamente bloqueada por los filtros anti pornográficos de las
cabinas de internet, así que los jóvenes con escasos recursos les serán muy
difícil acceder a estos artículos.
Bueno
no solo eso, también en estos diez años he sido víctima de la crítica familiar y
hasta he despertado el resentimiento y el rencor rastrero de uno de los pocos
amigos que me quedaba, nunca hubiera pensado que lo que escribo lo había convertido
en un virulento enemigo y anónimo acostumbrado a teclear insultos en los
comentarios de este humilde blog.
Y
también he perdido empleos, como no, al dedicarle largas veladas cuando se me ocurría
escribir sobre un tema.
En
fin, este blog ha contribuido para que estos diez años hayan sido agitados y
divertidos, sin lugar a dudas; en donde, hemos conocido más el Perú y sus
problemas y los problemas del mundo, encontrando sucesos que nos tienta
hacerlos públicos, pero creemos que nos es
el momento por la coyunta que estamos viviendo y porque sería echar más leña al fuego.
En
estos años agradezco a mis seguidores y
lectores que son los que nos motivan a escribir y que se encuentran dispersos por distintas
partes del mundo sobre todo en el Perú.
En
estos diez años también hemos inspirado ideas y tendencias, como no. Como cuando
auguramos el triunfo de Humala, o la influencia del fujimorismo dentro de la política
y el estado peruano.
Otras
veces por reclamar tolerancia y respeto a la diversidad étnica en nuestro país,
esa pequeña bolita de fango dentro de las redes sociales se fue convirtiendo en
un huayco de críticas sobre personajes
faranduleros como el caso de Raúl Romero o Johanna San Miguel, o cuando criticamos
el tinte racista del censo de población que hizo eco en el resto de medios.
O
cuando comenzamos a nombrar como quechua a la etnia mayoritaria en el Perú.
Algunas
de nuestras frases han servido igualmente para que lo repita alguno que otro político
o autoridad, como aquella vez que lo escuche de boca de Humala o de kuczynski en
su mensaje a la nación, o en el último triunfo del gobernador de la Región
Arequipa.
Sí,
vale recordar y celebrar, que si escribimos es por una causa, porque no en vano
hemos leído algo y queremos compartirlo para que estas ideas no se queden olvidados
en algún rincón polvoriento en una biblioteca abandonada sino, que mejor, que
siga flotando en el ciberespacio, aunque aquí esté bloqueado por los filtros
antiporn.
En
muchos países del mundo se ha dado este enfrentamiento entre grupos que quieren
mejorar el país y otros que luchan por mantenerlo como está congelado en el
tiempo; lo mismo está ocurriendo en el Perú. Aquellos grupos que no quieren realizar
esos cambios, frustran cualquier intento de aseo utilizando hasta métodos delincuenciales como el
secuestro de niños.
En
estos diez años la sobrevivencia de la democracia peruana ha sido casi
milagrosa teniendo un pueblo desinteresado por inculto y antidemocrático y una
clase política del mismo nivel junto a unas instituciones lentas, podridas y burocráticas
y de una religiosidad bizantina, que no
ayudan para el fortalecimiento del estado de derecho.
Son
diez años en los que ha habido momentos y ganas de cerrar este blog pero no lo
hicimos, porque a estas alturas sabemos que es algo de lo que nos sentimos
orgullosos.
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