Unos anónimos reclamos y el hecho de
saber que no se había hablado sobre el tema, fueron las principales razones que
me impulsaron para documentar estos sucesos que por lo novedoso y porque tuvieron
como protagonistas a toda una nueva generación de jóvenes arequipeños hicieron
de ese momento realmente trascendente en la historia de la ciudad de Arequipa.
Eran finales de los noventa y la
dictadura fujimorista ambicionaba hacerse de un tercer periodo más, para ese
fin, empeñosa, invertía cientos de millones de dólares en la compra de
conciencias que más tarde sus protagonistas estelarizarían algunos famosos “Vladivideos”.
Con una economía mínimamente recuperada, su liberalización, sorprendentemente se había ido abriendo a otros
sectores de la sociedad peruana.
La ciudad de Arequipa que en ese entonces
contaba con algo más de medio millón de habitantes no era ajena a toda esa
realidad. De un momento a otro se notaron ciertas manifestaciones atípicas
dentro de su sociedad estancada en el marcado conservadurismo
y una pía religiosidad.
Estas señales liberalizadoras se fueron
evidenciando en sus jóvenes, pero no de aquellas entumecidas clases altas,
sino, que los protagonistas fueron integrantes de una nueva clase media
emergente. Durante ese periodo, las noches mistianas se volvieron muy movidas y
el desistimiento de ciertas prácticas morales tradicionales se fue difundiendo
entre toda esa juventud agitada. Esos valores, tendencias y formas sociales que
chocarían con los establecidos, se fueron constituyendo en un verdadero
movimiento contracultural que utilizaría el rock como principal forma de
expresión.
Si bien es cierto que en la Ciudad Blanca
ya existía una cierta actividad en la escena underground de bandas rockeras,
pero, no se comparó con ese fértil periodo de esta especie de Movida Arequipeña,
en donde, surgieron numerosas agrupaciones, que por su cantidad tomaría la
forma de un verdadero fenómeno musical nunca antes visto en la historia de esta
ciudad.
Algunas bandas surgidas en aquella época
llegaron a gozar de cierta fama, ocupando muchos de sus temas los primeros
lugares en las listas de las radios
locales. No era extraño verlos llenar importantes escenarios.
Dentro de todas esas agrupaciones,
destacaron: Xdinero con sus conocidos éxitos “Perez” “Ella
besa así”, Ramón con “agítalo” y “viejo amor”, Vr5 con su tema “cierra los ojos”, Los
Duendes con “no me
digas que no”; también destacaron la banda Dr. Beat y muchos otros que hicieron de esta
época la más importante para el rock arequipeño.
Todo este movimiento rockero ha quedado
en la memoria de los arequipeños porque intentaron darle identidad al rock
mistiano, y lo hicieron. Con ellos se comenzó a formar un rock propio y
singular, con sus propios matices y características que seguramente con el
correr del tiempo convertirán a sus protagonistas en verdaderos grupos de
culto.
Ese efímero
periodo finalizó debido a varios factores, dentro de ellos encontraríamos la
nefasta influencia de las radios capitalinas que inundaron la señal con una
cumbia que hacía furor en el gusto limeño. Además la falta de una plataforma
organizada en el género musical y los escasos estudios de grabación, junto con
el poco apoyo de parte de las principales emisoras que en realidad eran señales
re-transmisoras de la capital, ayudaron para acabar con ese corto, pero,
prolífico periodo del rock arequipeño.
A pesar de los años nos hemos dado
cuenta que esa generación de finales de los noventa y comienzo del nuevo siglo
constituyeron un referente en la historia de la ciudad de Arequipa, porque
fueron estos jóvenes que se deleitaron con una música con características y
estilos propios. Fue sin lugar a dudas la mejor época del rock arequipeño y
definitivamente marcó a toda esa generación de jóvenes de aquella tumultuosa
época.
Si Madrid tuvo
su movida después de la sádica dictadura de Francisco Franco y los argentinos
tuvieron el despegue internacional de su rock en los años ochenta después de su
régimen militar y la Guerra de las Malvinas, los arequipeños tuvimos algo
parecido a finales de la década de los noventa y comienzos del nuevo milenio.
Porque el destape de los vladivideos la
renuncia al cargo de presidente vía fax de Fujimori, la marcha de los cuatro
suyos tuvieron como fondo musical para gran parte de esa generación de jóvenes
arequipeños la música de todos esos grupos rockeros, y que gracias a esos
comentarios leídos en la web, me obligaron hacerle un cierto homenaje, porque
estoy seguro que con el correr del tiempo serán recordados como una importante
etapa en la historia del rock arequipeño y de toda esa generación de jóvenes.