Bueno,
está claro, no quiero ser aguafiestas ni mucho menos, así que, lo que salga
de todo esto, me llegará al
tuétano como a todos, porque sabemos que
no va cambiar nada de lo que padecemos, porque siempre ha sido así y así será por
los siglos de los siglos. Agradezco a la providencia estar con vida y de mi auto exilio en esta anatema bien protegida, libre de este establishment,
salvo que tenga que hacer algún trámite,
ahí sí, me veré obligado a sufrir su barbarie y degradación.
Entonces, no tomen en cuenta mis palabras, ya que solo
nacen de la poca lucidez producto del amodorramiento de una prolongada noche y
de haber leído las últimas encuestas en
un pasquín fujimorista llamado “Correo”.
No
se cómo funcionará en otras latitudes, pero aquí los grandes grupos económicos
nacionales, los lobbies extranjeros y aquellas familias acaudaladas, para estas
próximas elecciones generales ya tienen sus propios candidatos. Sus gustos son
conocidos. Por estas razones el frankenstein que construyan será creado a su imagen y semejanza, muy bien descritos por Mario Vargas Llosa en ”El pez en el agua”.
Esto
sería insultante para la inteligencia o dignidad de un francés o británico pero
aquí lo disimulan casi como un buen lavado de activos, así que cuidan con esmero cada detalle para que
todo esto no se vea como algo alejado de
los civilizados cánones democráticos, aunque al final termina todo convertido en un circo muy bien elaborado y hasta creíble, en donde los bufones se turnan de acuerdo al criterio
del director de escena. Este, los cambia según la memorización que han hecho del guión preestablecido lleno de privatizaciones,
desindustrialización, debilidad de instituciones democráticas, neocaudillismos,
reinado de las AFPs, privatización de la salud, proliferación del cáncer,
corrupción social, prostitución generalizada, decadencias que alegremente vociferan al
respetable.
El
espectáculo es muy dinámico porque los
bufones juegan con el público constantemente, distrayéndolos con sus payasadas y
torpezas, no les dan respiro, para esto ayudan los culos y los drogos, los
maricones y las estrellas putas y esa telebasura que da en estos momentos como
anillo al dedo.
Después
de sus diarias funciones la opinión del
público no interesa porque este es suplido por la labor que hacen las encuestadoras que en
realidad son grupos muy bien organizados de mercachifles que con siglas pomposas intentan
darles seriedad a sus opiniones y encuestas, casi siempre, ofrecidas
al mejor postor de este “Polvos Azules”
electorero.
Ese
ranking del Hit Parade que todos los
meses publican estas conocidas encuestadoras solo es pública en los grandes medios, siempre y cuando pasen sus rígidos filtros. Es
que el verdadero propietario del circo sabe jugar con los
números y con la verborrea y las metidas
de pata de los protagonistas, es que son sus mimos y marionetas en este gran teatro interactivo, y
si existen encuestas fidedignas e
imparciales, estas nunca serán publicadas porque son reservadas para aquella gentita
del palco VIP.
Si
al final toda esta farsa va continuar como siempre lo ha sido. Por qué entonces, los que mueven los hilos no demuestran algo de
linaje y mejores gustos haciendo un poco
más interesante esta tercermundista
puesta en escena y toman la temeraria
iniciativa de dejar a un lado a sus miserables y torpes candidatos y los reemplazan por alguno que no figure en las
encuestas, uno que esté “al dente” y que no amenace sus birrios intereses pero que a la vez modernice al país con industrialización y
federalismo, uno que hable de educación y salud universal junto con la
interiorización de valores humanos, uno que ponga a la población peruana en el
mismo escalón evolutivo que un francés o
un británico. De seguro que los hay dentro de esos 19 candidatos.