martes, 4 de noviembre de 2014

¿Cómo funciona la guerra electrónica?

Vivo cerca de un cuartel del ejército, y en estos últimos años he notado algunos cambios: primero, el número de efectivos ha disminuido notablemente y segundo, la playa de estacionamiento que antes estaba casi vacía ahora está repleta de lujosas camionetas, gran parte de ellas del personal uniformado que ahí labora.
Es ya sabido que la tecnología está en constante evolución y que si una persona o una institución no se actualizan con estos avances queda en un estado de vulnerabilidad debido a no contar con aquellas herramientas necesarias para enfrentar esta realidad. Después de estar al corriente de esto, yo me pregunto: ¿Estaremos preparados para una guerra electrónica?
La otra noche encontré en la red, un hecho muy interesante. Y si esto sucedió realmente, nos explicaría cómo se desarrolla un enfrentamiento de este tipo.
El pasado 10 de abril, el destructor USS Donald Cook entraba en el Mar Negro como una forma de hacer notar la presencia estadounidense en las aguas cercanas a la península de Crimea, anexada recientemente por Rusia.
 En ese proceso, el 12 de abril, un bombardero táctico ruso Su-24 comenzó a sobrevolar el moderno buque. Más tarde se comentó que la tripulación del destructor norteamericano había quedado desmoralizada tras su encuentro con dicho avión de guerra ruso. Varios medios incluso aseguraron que 27 marineros estadounidenses solicitaron la baja del servicio. ¿Qué fue lo que tanto asustó a la tripulación del destructor de la Armada Norteamericana?
El USS Donald Cook es un destructor lanzamisiles de cuarta generación. Su principal arma son los misiles de crucero Tomahawk, que tienen un alcance máximo de 2 500 kilómetros y pueden llevar cabezas nucleares. En una misión normal, el buque está equipado con 56 misiles y en misión de ataque cuenta con 96 misiles. El destructor está equipado con el sistema de combate de última generación Aegis, un sistema integrado que conecta entre sí los medios de defensa antimisiles de todos los barcos en los que está instalado creando una red general que permite controlar y atacar cientos de objetivos al mismo tiempo. El destructor estadounidense dispone igualmente de 4 enormes radares universales de antena de una potencia similar a la de varias estaciones de radar. Además de los misiles Tomahawk, en sus lanzaderas de proa y popa figura medio centenar de misiles antiaéreos guiados de distintas clases.
El bombardero táctico ruso Su-24 que sobrevoló el USS Donald Cook no llevaba bombas ni misiles. Bajo su fuselaje había únicamente un contenedor con un sistema de guerra electrónica llamado Jibiny.
Al aproximarse al destructor, el sistema Jibiny del Su-24 puso fuera de servicio los radares, circuitos de control, sistemas de transmisión de información, etc.
En otras palabras, todo el sistema Aegis quedó inutilizado, como cuando se apaga un televisor con un mando a distancia.
Después de esto, el Su-24 simuló un ataque con misiles contra el USS Donald Cook, que había quedado totalmente ciego y sordo. Y repitió esa acción un total de 12 veces. Cuando el Su-24 se alejó, el USS Donald Cook se dirigió rápidamente a un puerto rumano y no volvió a acercarse a aguas rusas.
Según las revistas sobre armamento, las Fuerzas Armadas chilenas son en Sudamérica las que mejor están equipadas para una guerra electrónica. Sobre esta realidad, tendrán conocimiento nuestras autoridades directamente relacionadas con el tema. Solo ellos tienen la respuesta.

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