miércoles, 22 de enero de 2014

La Haya y la resaca del 27 de enero

Por estos días nublados y  lluviosos,  las pantallas me muestran  a  ambas partes, tanto chilenos como peruanos (creo que más en estos últimos) aguardando  ansiosos el fallo de la Corte Internacional de la Haya, claro que,   los medios capitalinos, particularmente los canales de  televisión, conocidos por su mercenario amarillismo,  le han dado cierto colorido de carnaval y le han puesto  un sabor a final de partido de futbol, como si fueran  los últimos minutos de un emocionante clásico del pacífico.
Veo también en el diario,  aquella postal en donde se muestran  sonrientes esos conocidos  rostros  que el rotativo  titulaba “los  líderes políticos”. Los observo detenidamente y no puedo engañarme, desde aquel longevo y apañador pepecista que no confiaría ni a mi hijo hasta aquel mercader que se ha enriquecido ofertando una esmirriada educación universitaria. Sus gestos  distan mucho del semblante  honesto de sacrifico y patriotismo  que lo  demostraron entregando sus vidas por ver a su país libre e independiente del amenazante agresor en  el morro de Arica, esos jóvenes universitarios que terminaron sus días en aquel reducto miraflorino (no precisamente del preferido  boîte del líder chacano) y aquellas  vidas de esos quechua hablantes inmolados  en Marcavalle y Concepción  la mayor victoria psicológica peruana de la Guerra del Pacífico que los historiadores  racistas siempre intentan ocultar.
Es que el mundo ha cambiado tanto  desde aquellos decimonónicos años que los movimientos que hacen las potencias en este,  su tablero de ajedrez, y el cual todos habitamos, han hecho que todo lo que ocurre dentro de él,  se vuelva  tan predecible y hasta aburrido.
No hay diferendo surgido entre dos países  en los que no estén presentes también los intereses de  estos  señores de la guerra o  la paz.
Chile y Perú, junto con Colombia y México son los más cercanos aliados  de los Estados Unidos, y son también –porque no decirlo- los mejores salvaguardas de su histórico patio trasero,  y por lo que vemos también -y es lo más gravitante- que el Departamento de Estado norteamericano no tiene el menor interés para que su área de influencia se desestabilice porque algunos  de sus integrantes de la denominada Alianza del Pacífico quieran ingresar  a un periodo de discrepancias y recelos.  
Así que este 27 de enero, después  de tanta  incertidumbre creada  por los medios,  al día siguiente de todo esto,   no ocurrirá nada especial, solo,  lo que ya está predispuesto en dos países  que siguen al ritmo de lo que diga la mayor potencia del planeta. Y creo que no hay nada de malo en pensarlo.

Lo realmente incierto de toda esta murga es saber,  si este 27 de enero despertare con resaca producto de  haber festejado  el día anterior  un año más de  mi impertinente  onomástico.

sábado, 28 de diciembre de 2013

Gian Marco Zignago y el pinche mexicano

A pesar de que los piromaniacos sociales lo ahuyentaron de las redes sociales,  Gian Marco sigue siendo el referente en la música contemporánea peruana. Profeta  en su tierra que dentro de ella ha recibido  muchos  reconocimientos,  colocándolo  -sin exagerar- entre  los más destacados  cantautores  de América Latina  y  hace buen tiempo  merecedor a  ser el protagonista de uno de esos  conocidos Unplugget de  la cadena MTV.  
Cuando Gian Marco pisa cualquier programa de televisión peruano,  se nota su  seguridad dentro de estos, y hasta se le ve canchero. Así es como generalmente lo habíamos visto,  hasta que el otro día lo encontramos  en un programa mexicano.
Ese día estaba con  un semblante y una actitud muy distinta, despertando en nosotros  en algunos momentos las  ganas de gritarle: ¡Sal de ahí y mándalos a la mierda!
Todo ocurrió así. Era una tarde templada y me encontraba recostado cómodamente buscando algo que ver en ese viejo televisor de 14 pulgadas.  Uno tras otro los canales los  pasaba con sus manoseadas y aburridas películas e insoportables realitys. Hasta que me detuvo  un rostro conocido, era Gian Marco.
Después de dominar mi desconfianza porque  tanto canal como  el programa eran mexicanos, tomé  un  respiro y dije: “qué diablos, será por unos minutos”.   
El  programa llevaba como nombre algo como “Show Show” y  lo conducía un pelmazo mexicano de típico rostro tolteca pero seguramente en el fondo queriendo ser los más albo posible, y más gritón y perturbado que la Marta Chávez en su primera vez…en el Congreso  y,  rivalizaba con el mismo  Carlos Galdós para llevarse  el trofeo al mejor rompe huevos de aquella tarde.
Pero, lo que más nos llamó la atención del conductor fue su notoria  hostilidad en contra del cantautor peruano. A cada instante lo interrumpía, no interesaban sus más de veinte años de   trayectoria  en el Perú, porque para este magante azteca era un  total desconocido al que se le podía humillar, obligándole  a  asentir  todos sus gritos y burlas como si el famoso “cara de dedo” fuera un completo aprendiz, un triste simplón sin amor propio implorando una dadiva de atención. Era un gran pelmazo el conductor hijo de puta.
Gian  Marco, estaba inseguro, incomodo, como obligado soportando estoicamente el programa entero y sobre todo ese notorio  maltrato de ese insufrible anfitrión. 
Mientras asimilaba toda esa escena,  me preguntaba: ¿Qué distinto hubiera sido ver otra actitud? Quizás esperar aquella  reacción es que algunas veces vemos en  artistas con  otro tipo de autoestima y que mandan  todo  la mierda y les llega al píloro el contrato y la plata. Quizás una actitud que te ayude a meditar y exigir ¡Carajo! ¿Qué coño hago aquí? ¿Quién coño se cree este payaso extraído de la vecindad del chavo para  bromearme irrespetuosamente haciéndome ver como un verdadero cojudo? ¿Tanto cuesta entrar a este enorme mercado del mal gusto?  ¡Qué puta hago acá! ¡Soy  el que llena estadios en el Perú y se divierte en sus programas de televisión! ¡Y me llega al píloro que sean cien millones de posibles compradores de mis discos y que soporten  la voz de Thalia!. ¡Soy Gian Marco y merezco un  mejor trato, y si no es así, por mí,  se pueden ir todos a la misma mierda!
Nunca sabremos que ideas pasaron por su cabeza durante su estadía en aquel programa. Pero lo cierto es que durante su presentación  se lo vio cabizbajo y disminuido,  con ese conocido  semblante que llevan las empleadas del hogar cuando pisan esas exclusivas playas de Asia repletas de miradas despectivas de unos racistas hijos de puta.
Es que lo que escribo es lo que siento. Cuando se trata de defender mi valía y dignidad  no dejo que me pisen el poncho. De eso puedo jactarme.   
¿Por qué tenemos que sentirnos menos que el resto? ¡Carajo!. He nacido en un territorio que fue cuna de la civilización, los incas dominaron Sudamérica, construimos una maravilla moderna. Todo esto son razones indiscutibles para  no sentirnos menos que nadie  y nos hace tener  los huevos necesarios para  exigir un mejor trato a  cualquiera. La realidad es que afuera y como en cualquier otro lugar, te tratan como quieres que te traten. 


viernes, 6 de diciembre de 2013

Nelson Mandela y el Apartheid peruano

El respeto,  la igualdad de condiciones, la  libertad. Son derechos fundamentales que en este siglo no tienen  ninguna discusión.
Nelson Mandela,  durante toda su vida levantó esas banderas  en su patria Sudáfrica, un estado  creado y dominado por una minoría blanca que insulsos apartaron  a  toda  una mayoría negra. Pero esto no iba durar  eternamente, porque,  no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista; es cierto,  porque esos pueblos anteriormente segregados,  hoy tienen mayor participación en el devenir  de su país de lo que tenían antes de Madiba.
Pero, a propósito. Alguien por estos lares se ha preguntado si existe igualdad entre las distintas etnias que habitan nuestro territorio o es que acaso no hay  un tapado, un encubierto  “apartheid” en contra de determinados grupos étnicos  que no son los denominados  criollos.
Es que es evidente. Cómo aquel turista  ingles que lo notó  y  lo reclamaba  por televisión en esa entrevista al paso, diciendo: “aquí los blancos tienen todos los privilegios”.
Según la CIA, de los  30.000.000 de habitantes que tiene el Perú:   el 45% son amerindios  o como gusten llamarlo (cholo, andino, etc.), el 37% son mestizos, el 15 % criollos;  y el resto lo conforman asiáticos, europeos, estadounidenses  y otras etnias.  Esta es la realidad étnica de nuestro país.
Yo me pregunto: ¿Estarán representadas las etnias no criollas (amerindios y mestizos)  en el manejo de su  país?
Es cierto que en la fundación del estado peruano en 1821,  la participación  de los blancos (criollos) fue fundamental. Pero,  es que esto se debió principalmente porque después de la  revuelta de Túpac Amaru II las autoridades españolas a finales del siglo XVIII  diezmaron a la mayoría de los líderes indígenas y sus familias.
El estado peruano en 1821 fue establecido por los criollos,   y las leyes y normas sociales  que se instituyeron   fueron creadas  con la intención de  superponer a esta etnia sobre las mayorías  amerindias y mestizas.  Eso está claro y es por demás conocido.
Así transcurrió el siglo XIX y XX  y los peruanos hemos sido testigos de los cambios que se  han dado  en el mundo. Todos buscando la igualdad entre los diferentes  pueblos.
Pero, a pesar  de ello en nuestro país esta desigualdad  no ha variado mucho  desde los comienzos de la republica.  Ahora habrá automóviles  y computadoras pero como congelados en un tiempo decimonónico sigue existiendo una clara segregación frente a gran parte de peruanos.
Los pobres en su gran mayoría lo constituyen casi en un  99 %   amerindios y mestizos. Las victimas  en los dos bandos durante el conflicto interno que sufrió el país en las décadas de los ochenta y noventa, casi el 90 %  pertenecieron a la mismas etnias.
Cuando uno ve a  los directivos de las principales empresas (medios de producción) que mueven el país,   todos pertenecen a la etnia criolla. Lo mismo sucede con los dueños de las principales cadenas de televisión peruanas.
Cuando nos encontramos con las principales cabezas  de la Iglesia,  Policía  Nacional,  Aviación, Marina y Ejercito. Todos corresponden a la misma etnia criolla,  o sea,  a ese 15 %  del total de la población del país.
Con estos simples y reales ejemplos, yo les pregunto: ¿No existe acaso  una especie de Apartheid en contra de la mayoría de peruanos?
¿Cuánto más todavía falta por recorrer  y  tropezar,  para que nuestro estado  se modernice y modernice a toda su sociedad,  buscando con esto  la verdadera  igualdad  entre todos sus habitantes?
El  Perú debe evolucionar siguiendo el ejemplo de otros pueblos, para así tener una sociedad más unida, igualitaria y sobre todo sana. O es que  todavía en estos tiempos,  ese 15 % de criollos,  sigue creyendo como en 1821 que son una “raza superior” y que el resto de peruanos:  amerindios, andinos  o cholos, juntos con los negros y el resto de etnias no criollas,  somos todavía salvajes e inferiores.
Pero,  lo cierto es que si en Sudáfrica  se han dado esos cambios,  es porque todavía en ese país el negro se atreve  a decir que es negro; en cambio aquí, en el Perú,  la aculturación ha sido feroz,  y en pleno siglo XXI y con los avances de la ciencia y  los progresos en materia de derechos humanos: el indio no quiere ser indio, el negro no quiere ser negro y todos ellos venderían su alma al mismo diablo por ser blancos. Esa es la purita verdad.

sábado, 16 de noviembre de 2013

¿La música criolla en decadencia?

La música criolla se encuentra en decadencia porque  las etnias  que constituyen  la  mayoría de población  de la capital y de otras partes del Perú en las últimas cinco décadas han variado sus costumbres.
Este género musical nació en la ciudad de Lima a  comienzos del siglo XX como el desarrollo de una manifestación cultural de sus etnias predominantes (criollo, zambo y negro). Los criollos, como era común  en esos años, importaron  a nuestro país ritmos y nombres centroeuropeos (Vals y polka) que mezclados con los compases locales (afros) completaron lo que vendría a ser llamado música criolla, el mismo nombre que también llevaba  coincidentemente  la etnia que mantenía el poder político, económico y cultural en el país de aquella época (y que creo todavía sigue manteniéndolo).
Entre las décadas de los años veinte y sesenta  del siglo pasado,  este género de música  alcanzaría   su mayor apogeo, manteniéndose después casi como una imposición de parte de casi todos los medios de comunicación. 
Como su nombre lo indica esta música representó desde su origen y durante muchas décadas  los sentires de la etnia criolla y su ambiente africano y  con la ayuda de los medios de comunicación se fueron imponiendo al resto de la  población de  este país. Peculiaridad que no sería eterno porque cambiaría con el correr  de las décadas ya que a mediados del siglo XX  se va dio inicio a una enorme migración del campo a la ciudad  y  particularmente de los territorios andinos  a la ciudad  de  Lima, urbe que sería ocupada por una numerosa  población  mayoritariamente compuesta por  indígenas  y mestizos.
Conforme esa nueva población  se iba asentando en la urbe limeña,  también sus gustos y costumbres traídos de los andes se irían estableciendo dentro de la ciudad que fundó Pizarro. 
Fue así que la música criolla, es decir, aquel género fruto de la convivencia del blanco, el zambo  y  el negro,  ya no tendrían representatividad en el nuevo panorama étnico de la capital,  ahora poblada mayoritariamente  por indígenas y mestizos de origen andino.
El nuevo poblador limeño representado en su gran mayoría por estas etnias (quechua mayoritariamente)  no se sentirán  representados ni por el nombre ni  los ritmos de aquel género que alegraba tanto a Pinglo. Por estas razones  es que comienza la decadencia de este género criollo a la vez que se va acentuando en el gusto popular otros ritmos.

Es que el Perú sigue evolucionando lo cual incomoda a muchos sectores conservadores  que aun sueñan con esa pesadilla que regrese y se quede oara siempre ese país de Odría y Belaúnde, con su fallido intento que de crear un país en donde se respeta la democrática y  la real diversidad existente.

miércoles, 13 de noviembre de 2013

Perú y Brasil, alianza estratégica y núcleo de la UNASUR

Como nunca antes ha ocurrido  en la historia de los pueblos del subcontinente sudamericano,  Brasil, la sexta economía del planeta hoy se muestra más  autónoma en sus decisiones y proyectos sobre todo respecto a EEUU.
La influencia brasileña ha crecido en los últimos años no solo en Sudamérica sino también en el resto del mundo. Por lo tanto su presencia es indiscutible en el concierto internacional y este se acrecentará  -a pesar de la molestia de muchos- con el correr de los años.
Un reflejo de todo esto fue la última reunión de los países iberoamericanos realizada en Panamá, en el que un buen número de mandatarios latinoamericanos no asistieron. Dieron muchas escusas. Pero la principal razón de su ausencia fue que esa cumbre para ellos había perdido importancia ya que su principal promotora España,  se encontraba eclipsada por una  crisis que le ha traído como principal consecuencia el declive de ese peso en el ámbito internacional que  en la década de los años noventa  le sirvió  para promover la realización de esta cumbre que reunía a los países iberoamericanos  de ambas orillas del Atlántico.
Pero hoy tenemos un distinto panorama,  porque  ese vacío dejado por España ha sido cubierto con  la asunción de la nueva potencia Brasileña.
Y en ese nuevo escenario creo que Brasil  ha comenzado  a  asumir con madurez ese liderazgo y con él el papel de principal promotor dentro de los  países sudamericanos para hacer más viable  el objetivo común que es la unión de nuestros pueblos.
En ese camino el Perú juega un rol muy importante. -Como podemos observar en el mapa-,  el territorio peruano es la salida natural del gigante sudamericano. Por lo tanto, nuestro país está obligado a buscar mecanismos que estrechen  más los lazos de amistad y  cooperación con esa potencia.
Brasil y Perú guardan muchos aspectos similares. No solo comparten el extenso espacio amazónico si no también cuentan con poblaciones multiétnicas.
El Perú debería junto con Brasil buscar conformar el núcleo que sirva para la UNASUR como  en su momento  sirvieron Francia y Alemania para hacer realidad la Unión Europea.
Es el camino histórico que no se debería dejar pasar. 

sábado, 9 de noviembre de 2013

La Republica Fujimorista

El presidente que sucederá a Ollanta Humala, o mejor dicho, la mujer que asumirá el cargo de primera mandataria del país el 28 de julio del 2016 será la señora Keiko Fujimori.
No me pregunten cómo obtuve esta información, pero solo les diré que me lo enviaron a mi correo hace unos días en forma de spam, firmado por un tal Snowden.
 La hija primogénita del ex presidente Alberto Kenya Fujimori Fujimori, finalizará un periodo en la historia del Perú denominado: “La Republica Fujimorista”, el cual se dará  inicio a finales del siglo XX cuando el ex ingeniero agrónomo asumió el poder en 1990 y continuará con otros rostros hasta el año 2021.
 Dentro de este periodo se sucederán en el gobierno del país los siguientes mandatarios: Alberto Fujimori Fujimori (1990-2000), Valentín Paniagua (2000 -2001), Alejandro Toledo (2001-2006), Alan García (2006-2011), Ollanta Humala (2011-2016), Keiko Fujimori (2016-2021).
 Este espacio de tiempo que abarcará  tres décadas, llevará el nombre de “Republica Fujimorista”, porque,  si bien en el papel,  se sucedieron varios gobernantes, en la realidad, los distintos mandatarios desde Alejandro Toledo hasta Keiko Fujimori en esos treinta años, no harán cambios significativos en el aspecto económico, político, social y sobre todo en  los métodos y formas de gobernar que instauró Alberto Fujimori a partir del autogolpe del 5 de abril de 1992.
Esta larga época en la historia de nuestro país se va caracterizar en los siguientes aspectos:
En la parte económica, la Republica Fujimorista se va identificar por la implementación en el país del modelo económico neoliberal. Sin mayores cambios, este modelo convertirá al país dentro del mercado mundial en un mero exportador de materias primas. Por estas razones el crecimiento será moderado y endeble debido a la excesiva dependencia a los precios siempre inestables, en este caso, de los metales. La estabilidad económica se mantendrá gracias a la reducción de salarios de los trabajadores y a una rígida política fiscal caracterizada por la disminución del gasto público, brindando el estado un deficiente servicio a la población en los sectores de salud, educación y seguridad interior. El incremento de la inversión extranjera se dará sobretodo en la minería. La retribución de estos grandes conglomerados al erario nacional será poco comparado con otros países de la región (caso Chile) por lo cual su aporte no alcanzará lo suficiente como para sacar al país del subdesarrollo.
En el aspecto social, el crecimiento económico en el Perú desde Fujimori (padre) será de marcada inequidad. Por estas razones solo lo disfrutará una parte minoritaria de la población ya que sobre las espaldas de la gran mayoría caerá el peso de este rígido modelo económico. Incrementándose de esta forma la injusticia social y con ella la violencia urbana, junto con la sobrepoblación, crecimiento desordenado y el hacinamiento de sus principales ciudades. Lima metropolitana y la costa norte peruana será tomada por el sicariato y el narcotráfico llegando a asemejarse a Ciudad Juárez en México y a la misma Colombia. La reducción de la pobreza será lenta estancándose en alrededor del 30 % de la población.
En el aspecto cultural, los medios de comunicación serán monopolizados por grupos conservadores y partidarios del régimen. Tanto la radio, la televisión como la prensa escrita difundirán a la población como en las mejores épocas de Alberto Fujimori grandes dosis de información de la farándula limeña, sirviendo como “cortinas de humo” para tapar los grandes escándalos de corrupción que se presentaran en los distintos gobiernos.
En lo político, la herencia del fujimorismo hará que las instituciones del estado sigan siendo débiles e ineficientes. Los partidos políticos seguirán perdiendo credibilidad dentro de la población y la institucionalidad de estos será cada vez más endeble, fortaleciéndose así dentro de ellos el caudillismo. La clase política estará inmersa en grandes escándalos de corrupción.
En el aspecto internacional será marcada la influencia estadounidense. En ese ámbito se intentará por todos los medios afianzar la alianza del pacífico. Pero al final caerá en un rotundo fracaso porque en la realidad entre sus miembros había mucho más razones para separarse que motivos para mantenerse unidos.

miércoles, 6 de noviembre de 2013

Albert Camus y el extranjero




Quizás son  muchos los conocimientos  y las experiencias que uno acumula desde temprana edad, algunos,  seguramente, serán olvidados,  pero, otros,  por su valor formativo  quedarán mucho más tiempo,  sobre todo, aquellas  enseñanzas extraídas de  la obra de ciertos autores aun vigentes que llegan a influenciar tanto que te trazan el camino que recorrerás el resto de tu vida.  
“El extranjero” nos ayudó a conocernos aun más,  cerniendo actitudes y pensamientos.  Es que,  cómo no sentirse  forastero en medio de esta comarca tan conservadora  y devota.  Y, cómo no comparar el día a día de toda esta sociedad con las penurias de un  recluso  cercado por la censura religiosa y corruptela, como aquellas  gentes descritas en  “La Peste”.    
Fueron estos libros que me entusiasmaron para crear y escribir en esta bitácora.  Es gracias a  la  obra de Camus que hemos  encontrado fundamentos racionales para ser cada día un hombre mejor, uno  más comprometido con la ética,  el respeto a la humanidad  y  diligente  guardián de la libertad y enemigo confeso de  todo tipo de censuras y tiranías.
Es que parece que compartiéramos el  mismo asfixio de vivir en una ciudad calcinada por el sol del desierto y oscurecida por temporadas, no por las tormentas de arena del sahara, si no, por algo peor, la huachafería hispanofila y el fundamentalismo religioso de su arzobispo y de muchas de sus gentes. Esta urbe sofocante se hundiría en este infierno si no fuera que la ciudad y yo, renacemos una vez al año  con las temporadas de lluvias. 
Si no caen en esas decadencias anteriormente nombradas, esta población sencilla se vuelve amante  de la libertad y la tolerancia, porque estan conformados mayormente por inmigrantes honestos y laboriosos o descendientes de estos, que deben de parecerse en algo a esos Pieds noirs  de tus orígenes.  
Volviendo a la "Peste", esta comarca andina está infestada por plagas de roedores como la ficticia  Orán,  pero con una pequeña diferencia, en estas ciudades peruanas las ratas caminan en dos patas y usan saco y corbata y la gran mayoría llegan a ser alcaldes, parlamentarios  y hasta  presidentes, en cuyos curtidos lomos trasladan  pulgas que trasmiten una terrible pandemia de pillaje y  mediocridad y subdesarrollo.  Estos  seres sin ética,  -como bien lo decías-  están  convertidas en  bestias salvajes sueltas en este mundo, depredando  y destruyendo  todo aquello que se les cruce  en el camino. Siendo los grandes responsables  de que al país le espere un absurdo destino de  corrupción  y  atraso.
Cuan necesaria hoy es la obra de Albert Camus  para esta sociedad  sometida  al antojo de poderes que los vuelven frívolos y consumistas como en el ocaso del mundo romano, en donde,  solo prospera la religión y la mafia.
La educación que se brinda es una de las peores del mundo.  Por consecuencia  tu nombre y tus obras serán desconocidos para  la gran mayoría de  universitarios  y los estudiantes de las escuelas secundarias, cuyas aulas se caracterizan por la escasa presencia de diccionarios,  pero eso sí,  abundan regados por el suelo, una enorme cantidad  de biblias.
Aquí la mayor parte de colegios públicos son manejados por directores analfabetos, salvajes y corruptos sumidos en una completa barbarie que les impedirá proponer la lectura de alguno de tus libros. Por otro lado están los colegios privados y "prestigiosos",  instituciones manejadas en su gran mayoría por ignorantes y miserables mercaderes que desconocen absolutamente  el  nombre de Camus. También existen los numerosos colegios religiosos  manejados por las integristas congregaciones católicas sumidas en los tabúes medievales cuando prohíben la lectura de tus obras por considerarlos “subversivos”, solo porque presumen que podrían desencadenar en ese ávido lector la "peligrosa" libertad del pensamiento.  





Ridley Scott en su Waterloo

  Las oscuras nubes de unas horas bajas no solo ensombrecen a Occidente en su enfrentamiento con Rusia para conservar la unipolaridad en el ...